Danny y Dash salieron del gimnasio juntos, caminando en el atardecer como cualquier pareja, pero no interactuaban como pareja, estaban algo distantes uno del otro, pero no había necesidad de que dijeran palabra alguna, sus miradas delataban sus verdaderos sentimientos, sobre todo los de un pequeño pelinegro ojiazul, arrancando sonrisas tímidas de sus labios, Dash por su parte, miraba tiernamente la escena cargando con sus cosas y las del menor, para aminorarle la carga del cansancio por el juego. El rubio también estaba cansado pero no le importaba, ver la felicidad del triunfo reflejada en la cara de su pareja le bastaba. En silencio y solamente cruzando miradas expresaban todo lo que en ese momento cumbre siendo quebrantado por un timbre del teléfono móvil de Fenton. El pequeño tomó su mochila que pendía del hombro de Baxter y sacó de ésta un teléfono celular color negro con detalles carmesí para atender a su interlocutor.
-¿Si? Ah, Tuck, ¿Cómo estás? Yo, ah bien, ¿yo? estoy con Dash el me recogió del gimnasio, ¿Tú dónde estás?, ah con que hubo fiesta en casa de Leonard, ehh, si vamos para allá.
-¿Quién era Daniel?
-Era Tucker, dice que en la casa de Leonard hay fiesta por el triunfo, ¿Quieres venir?
-Pero yo no soy del equipo.
- Tonterías Dash, tu eres mi novio e irás conmigo.
-Está bien… y tomándolo de la mano se dirigieron juntos a la fiesta, parecía demasiada tentadora la idea, sería la primera fiesta a la que acudirían juntos como pareja desde el baile de primavera.
Mientras tanto en casa de los Fenton.
-Si Maddie, me estoy enfrascando en un nuevo proyecto donde me gustaría que Daniel, Jack y tú colaboraran – dijo con cierto misterio y en tono macabro característico en él, a lo que la Señora Fenton le contestó con ligera desconfianza al hablar.
-¿Qué tipo de proyecto Vlad?
-Mira Maddie, sé que no soy muy de tu confianza, pero este proyecto emocionará a Jack y a ti, más a él, por qué tiene que ver con fantasmas.
-Fantasmas, ¿Dónde? – Se escuchó la voz llena de entusiasmo del líder de la Familia Fenton, sus ojos estaban más que iluminados, la palabra Fantasma era para ellos como una inyección de adrenalina. La desconfianza de Maddie se fue al instante, mientras Jack cual niño de 6 años escuchando un cuento de terror prestó atención a cada palabra que salía de la boca de Vlad.
-Verán, he hecho unos planos para hacer funcionar el portal fantasma que ustedes hicieron hace ya un par de años y que para su desgracia no funcionó muy bien que digamos, verán últimamente la actividad de los fantasmas ha bajado en un 100%.
- y ¿eso que tiene que ver con todo Vlad?
-Jack, no interrumpas, continua Vlad.
-Gracias Maddie, pero la pregunta de Jack será contestada en breve, verán el hecho de que los fantasmas no hayan dado problemas me inquieta demasiado, pues Daniel me había informado que antes había ataques de fantasmas más de diez veces por semana.
-Cierto Jack, Vlad tiene razón, posiblemente estén planeando algo.
-Ahora entiendo y lo que tú quieres Vlad es ver si planean robarnos el jamón de emergencia?
-¿Jamón de emergencia?- Preguntó el semifantasma desconcertado al portador del traje anti-energía ectoplasmia color naranja a lo que la señora de la casa contestó.
-Ignóralo Vlad. Jack a lo que se refiere Vlad es que quiere prevenir una invasión como la última vez, por suerte pudimos detenerla.
-Sí y me gustaría que Daniel se iniciara de una buena vez en este arte fantasmal.
-¿Involucrarlo? – Preguntó el padre algo consternado –Pero si aún es muy pequeño-
-¡Va! nosotros también empezamos a los 16 no Maddie?
-Si Jack, Danny debe aprender como defenderse de los fantasmas ante cualquier amenaza, ahora que Jazz está en la universidad, no sé que pueda pasar.
-Tienes Razón Maddie, nuestro pequeño ha crecido.
Volviendo a la fiesta…
Dash y Danny llegaron juntos, la casa estaba hecha una reverenda fiesta, música, un televisor cayendo del techo a la piscina del patio trasero, la música estaba a todo volumen, cuando entraron a la casa vieron el lugar tal cual lo imaginaron, una auténtica fiesta desenfrenada, chicas y chicos bailando por doquier, hasta Sam estaba ahí haciéndola de DJ, la sala, el comedor, la cocina, las escaleras, todo estaba convertido en una pista de baile; de entre la multitud salió un chico rubio de cabellera un poco larga, jeans relavados que le quedaban algo ajustados y una playera sin mangas que lo hacía lucir extremadamente atractivo, o al menos así se expresaban las chicas asistentes a la fiesta y tomó a Danny del brazo para jalarlo al centro de la “pista”.
-¡Escuchen!, ¡escuchen! - la multitud guardo silencio - ¡gracias a este chico ganamos el juego de hoy! – dijo el basquetbolista a la audiencia quien interrumpió un poco su celebración para brindar aplausos y porras al chico mitad fantasma.
-Patrick, ¿Qué diablos haces?
-Nada, solo te doy el reconocimiento que mereces – y dicho esto lo cargó de nuevo en sus hombros mientras la mayoría de los asistentes coreaba su nombre. ¡Danny! ¡Danny!, era lo que se escuchaba sobre de la música, mientras en la puerta de entrada estaba otro chico rubio mirando con cierta molestia la escena, ¿Quién se atrevía ese tal Leonard o Patrick o como fuera que se llamaba para tratar a su novio así, Danny había dicho que no era de importancia, pero no podía evitar ponerse celoso ante tal escena que le estaban armando, después de todo aun era un secreto su relación y no era culpa de Danny que lo trataran con tanto afecto, Danny jamás le había mentido, tampoco le había ocultado cosas, entonces ¿Cuál era el motivo de sus celos? ¿Realmente ese jugadorucho representaba una amenaza?
-Hey Dash- una voz lo sacó ferozmente de sus pensamientos, era uno de sus amigos, no el más brillante pero sí el más pedante en ocasiones, Kwan!
-Ah, hola Kwan.
-Eh?, andas un poco distraído amigo.
-Sí, es que traigo un par de cosas en la cabeza.
-Ya viste ¿cómo aclaman a ese idiota flacuchento de Fentonto? Esa escoria, debería estar encerrada aun en locker no Dash?- ...error, Kwan estaba jugando con fuego, más de 1 insulto hacia Danny en una oración, Dash estaba más que enojado, la molestia que “Leonard” le había hecho pasar, más las estupideces de el jugador de football fueron suficientes para que su sangre comenzara a hervir.
-Dash...¿Dash?
-Cállate ya Kwan y no te vuelvas a dirigir hacia Fenton de esa manera. ¿Me oíste?
- oye, no sé qué diablos te está pasando últimamente Baxter, lo defiendes por todo, siendo que tu siempre lo torturabas.
-Eso era antes, ahora déjame solo.
-Como quieras señor amargado.
-Largo de aquí Kwan.
Dash no se había comportado muy bien con él, de alguna manera Kwan se sentía desplazado pero no sabía por qué, siempre había sido el mejor amigo de Dash, la mano derecha del capitán y creía que haciendo ese tipo de cosas en contra de Danny quien siempre era el juguete del equipo de football lo harían recobrar esa confianza de la cual se sentía desproveído. Mientras tanto el jugador del equipo de basket ball se divertía en la pista bailando con Paulina y con más amigos, por un momento se olvidó de su novio quién seguía parado en la puerta de entrada.
-¿A dónde va nuestro jugador estrella?
-yo… verás vine con alguien esta noche.
-ah, trajiste a tu pareja.
-em si, y creo que se quedó en la puerta de entrada…
-oh, lo siento, no debí de haber llegado súbitamente contigo, espero y no haya malinterpretado las cosas, dale mis disculpas a ella, o a él, no me has dicho si sales con un chico o con una chica.
-amm, no te lo puedo decir Patrick.
-Eso quiere decir que es un chico.- Danny se sintió descubierto por un momento, se quedó mudo y palideció un poco. El chico rubio lo observó un poco y notó que en efecto no se había equivocado. También se dio cuenta de que Fenton tendría sus motivos para no revelarle quién era su pareja así que decidió romper el hielo viendo que Danny estaba atónito para articular palabra alguna.
-Entiendo, escucha, no tienes que decirme quien es si no quieres - y acercándose a su oído le susurró -También tu secreto está a salvo conmigo, nadie sabrá que sales con un chico, puedes confiar en mí.- Dicho esto le dio un cálido abrazo en señal de amistad, Danny aún se sentía asombrado por lo que acababa de escuchar, pero estar entre los brazos de Leonard lo reconfortaba un poco, Acababa de encontrar en él a un buen amigo.
-Gracias Leonard.
-Bueno tigre, ve con él, no querrás que se enoje-
Danny le contestó con una tierna sonrisa y se dirigió hacia donde estaba parado Dash.
-Valla, ya era hora de que me hicieras caso Daniel.
-Dash yo...
-¿Por qué no mejor te vas con tu amigo Leonard?
-Dash, no te pongas así.
-Es que como quieres que me ponga, primero me invitas y luego me olvidas.
-Dash, por que no mejor vamos arriba, necesito un lugar silencio para hablar contigo.
Danny y Dash se escabulleron entre toda la multitud para subir al segundo piso de la casa, que al parecer estaba completamente solo a diferencia de las escaleras, Danny abrió una puerta e inspeccionándola inmediatamente se dio cuenta que estaba vacía por lo que tomó a su novio del brazo y entró con él a la habitación y cerró la puerta.
-Ahora sí, ¿Por qué estás así?
-¿Es que como que quieres que me ponga me dejas olvidado ahí, y te vas con el primer chico qué te habla, o acaso querías que te siguiera y me interpusiera entre ustedes?
-Dash cálmate, Patrick me pidió disculpas, por haberme arrebatado de esa manera.
- Pero pudiste haberle dicho que venías con alguien.
-Dash, se lo dije
-A veces no sé ni que está bien.
-Te refieres a lo nuestro.
-No a lo nuestro, no sé por qué me pongo celoso, siendo que ya me dijiste que me amas, y lo sé pero es que ese sentimiento es incontenible. Daniel, ¿Tu me amas?
-Sí, y lo sabes.
-Entonces, prométeme que jamás me dejarás.
-Eso es algo que ya sabes.
Danny se acercó a Dash e interrumpió el tono desesperado de sus palabras con un beso ligero, cambió sus inquietudes por la paz que solo un beso regalaba, Dash complementó esa quietud rodeando a Daniel con sus brazos, correspondiendo esa ligereza de beso y transformándola en una ligera llama que solo enciende y se aviva con la pasión; Dash cerró sus ojos y dirigió sus labios al cuello de su novio, el cual dejó salir un tímido gemido el cual se vio enmudecido por el volumen de la fiesta, Danny comenzó a caminar en reversa hasta que su paso se vio bloqueado por el borde de la cama la cual hizo caer a ambos, le dio más facilidad a Dash para comérselo a besos, el rubio capitán despojó lentamente a Daniel de su playera característica del mitad fantasma y comenzó a mordisquear ligeramente parte del hombro del ojiazul lo cual arrancó un gemido hibrido entre dolor y placer, Dash quería dejar su marca en él, para que quién la viese se diera cuenta que era su chico, solo de él. Por su parte, el pelinegro comenzó a desabotonar la playera del rubio para despojarlo de ella y que ambos quedaran con la parte del torso desnuda. Danny se detuvo en seco.
-¿Qué pasa Daniel?
-No Dash, aquí nos podrían descubrirnos.
-Shhh, todos están abajo además yo vi como aseguraste la puerta, además que esta sensación de peligro hace que me excite más.
Dash bajó su mano para desabotonar el pantalón del ojiazul, estaba impaciente, el desplante de hace rato había quedado arreglado y no podía dejar pasar la oportunidad de demostrarle cuanto lo quería. Lentamente se deshizo del pantalón que estorbaba y continuó besando el cuello del ojiazul pero delicadamente, no quería hacer tan notorias sus muestras de cariño hacia su novio.
Súbitamente Danny giró junto con Dash para que fuera él quien estuviera en la parte de arriba y poder corresponder a los besos de su amado, Danny inició besando el cuello de Dash bajando rápidamente y centrándose en los marcados pectorales del jugador de football, era realmente increíble como el mitad fantasma se volvía sexy, salvaje y erótico en muy la intimidad siendo que en público era el más reprimido de todos… ¿será que su forma fantasma le ayudaba en estas situaciones?
Danny bajó por los marcados abdominales de su novio producto de un arduo entrenamiento hasta topar con la mezclilla del pantalón el cual ni fue impedimento, pues ágilmente logró deshacerse de este y del bóxer de su pareja para dejarlo en su traje de Adán que para el gusto de Danny le sentaba de maravilla. El semifantasma continuó con su tarea y estimuló la masculinidad ya erecta de Dash, el cual intentó dejar escapar un gemido que fue callado por los labios del fantasma, Dash tomó bruscamente a Danny para ir directamente a besar su abdomen, la maniobra un tanto tosca hizo que Daniel comenzara a manifestar su placer de manera sonora pues su abdomen era una parte erógena para él. Dash comenzó a bajar despacio, deshaciéndose de la ropa interior de su novio y sin hacerlo esperar más se introdujo la erección del menor a la boca, la estimulación fue suave y lenta, jugando con la lengua y dejando tiernos besos en la punta que para el gusto del pelinegro eran deleites de placer.
-Dash, no pares- era lo que se escuchaba entre gemidos que aunque ahogados por el ruido de la música no dejaban de ser menos excitantes para ambos. Las palabras entrecortadas de Danny le otorgaban a Dash la autorización para continuar con su tarea aún con del peligro de ser descubiertos y evidenciados en plena fiesta... pero que más daba, lo prohibido siempre es excitante y el fruto de la intimidad era lo que provocaba.
-Dash, yo no aguato más….- El mitad Fantasma terminó con un gemido la oración, pues al alcanzar la mayor parte de la excitación había terminado en la boca de Baxter, el cual aún estaba al mil, necesitaba más, necesitaba tener a su chico fantasma quién rápidamente se incorporó y con sus manos comenzó a estimular el miembro erecto de Dash quién comenzó a disfrutar cálidamente de aquel regalo que su novio le proporcionaba, Danny jugueteaba con la lengua, pasándola por cada segmento de la longitud del miembro, lamiendo desde la punta hasta llegar a la base, después su lengua fue sustituida por la calidez de su boca haciendo que Dash soltara un grito de placer, Danny continuó besando y estimulando la virilidad de Dash al punto de hacerlo explotar.
-Lo siento Daniel, no pude contenerme- Expresó Dash entre gemidos, con la respiración entrecortada.
-¿Estás cansado?
- Dirás lo que quieras, pero tú aún me tienes duro como una roca- Dicho esto Danny dirigió su mirada al miembro de Dash, el cual aún tenía restos de líquido seminal pero sin perder su erección.
-¿Quieres seguir?
-Ya te estás tardando, ¡hazme tuyo!
Dash tomó inmediatamente la palabra, el rubio posó sus labios sobre la espalda del mitad fantasma, la cual se arqueó al sentir el contacto piel con piel del rubio, las manos del rubio comenzaron a bajar lentamente por la espalda hasta llegar a sus glúteos, los cuales masajeó con cierta delicadeza, pero no por eso fueron menos provocadores que los besos que le daba en el cuello. Danny se volcó para quedar boca abajo y separó un poco sus piernas las cuales fueron palpadas por las tiernas caricias que Dash le regalaba.
El rubio separó las piernas del pelinegro y comenzó a adentrarse en la intimidad de su novio.
-Dash, despacio, me duele.
-Shhh, te sentirás mejor en unos momentos amor-
¿Amor?, era la primera vez que Dash lo llamaba así, pero le gustaba, le daba un toque romántico a la escena. El rubio continuó penetrando mientras colocaba las piernas de Danny en sus hombros, en ocasiones Dash interrumpía su intromisión para darle oportunidad al cuerpo de Danny a que se acostumbrara a tenerlo dentro y después de algunos segundos reanudaba su entrada hasta que logró penetrar completamente a su novio. El cual intentó moverse para darle la iniciativa de que continuara con su tarea, Dash empezó a embestirlo con suavidad para causarle el menor dolor posible, mientras el dolor del menor era cambiado paulatinamente por placer.
-Sigue, no pares,- fueron las exactas palabras del pelinegro hacia el quarterback, lo cual le dio luz verde a hacer más intensas sus embestidas y a que ambos entonaran un himno al erotismo y a placer acompañado de gemidos y palabras. Cada vez más profundo era como Dash llegaba , mientras sostenía las piernas del ojiazul aumentando la calidez, la frecuencia y el poder de las embestidas hasta que juntos alcanzaron la cúspide del placer, traducida en clímax, explotando el mayor dentro del menor y éste en su abdomen…
De pronto, algo los sacó de su mundo de placer y erotismo, la perilla lentamente se movió y al compas de la puerta que se abría poco a poco, ¿serían descubiertos?
-Estamos fritos Daniel- Susurró el Rubio jugador el cual se dejó caer sobre el ojiazul quién se abrazó a él, pero esta vez no para demostrarle su afecto.
La puerta súbitamente se abrió y Patrick entró. -Creí haber escuchado ruidos aquí, que diablos... regresaré a la fiesta y dicho esto cerró la puerta de su habitación con seguro.
-¿No nos vio?
-No tonto.- Dash miró a su novio, su cabello ahora era blanco y el celeste de sus ojos había desaparecido siendo sustituido por un verde brillante, Danny había usado sus poderes fantasmales para hacerse invisible y hacerlo invisible a él, Danny Phantom besó a su pareja Dash Baxter con sutileza mientras le alcanzaba su ropa con un pie.
-Tú hiciste esto ¿verdad?
-Claro tonto, ¿quién más?
Danny se levantó y tomó su ropa interior y se la puso, alcanzó su pantalón y se visitó con él quedándose de espaldas a la cama, bañado con la luz de luna de la ventana, regalándole a Dash la mejor vista que jamás hubiera tenido, ver el cabello blanco de su novio a juego con su blanca piel y la luz de luna adornándolo, era el paraíso para él.
-Caray Daniel, Eres tan sexy…-
Dicho esto se fundieron en un beso romántico y tierno, para después terminar de vestirse y literalmente desaparecer de la fiesta.
Mientras tanto, Vlad Plasmius buscaba entre los cajoness de un conocido fantasma algo que pudiera ayudarle, tomó un papel que estaba debajo de una prenda de ropa interior y tras leerla cuidadosamente se limitó a decir en voz baja.
-Ya verás Daniel que tendrás que ayudarme, si no quieres que este pequeño secreto tuyo se sepa.