Capítulo 7: Solo un beso, solo una caricia
El sol salía de nuevo. Dash despertó, pues los rayos le calaban en los ojos, tras dar un pequeño bostezo dio una mirada a su pequeño amor y sonrío, Danny estaba acurrucado en su costado, sintiendo su calor, Dash no quiso siquiera moverse para evitar despertarlo pues el deleite que tenían sus ojos ante semejante belleza era indescriptible. De pronto una serie de dudas inundaron la mente de Baxter y nublaron su mirada, de ahora en adelante su relación con Danny iba cambiar, estaba seguro de lo mucho que lo amaba y a pesar de haberle dicho que de ser posible se lo diría a todo el mundo con tal de que no su pequeño niño no dudara de él y muy en el fondo era lo último que quería, se sentía aterrado de solo pensarlo. De pronto recordó que estaba a prueba, si fallaba perdería el amor de Danny y su vida no sería la misma, pues después de todo si había cambiado había sido por él, no por nadie más ni para nadie más.
El rubio sintió que el mundo se cerraba, la angustia se apoderó de él, se sintió acorralado, incluso llegó a pensar que dejar al chico mitad fantasma sería lo más adecuado para su protección y la de su niño.
-¿Y si algo sale mal? ¿Y si nos descubren? ¿Y si me rechaza?” – pensamientos que pasaban por la mente de Dash, el cual sin querer se movió provocando que Danny se estremeciera y despertara.
-awwwwwwwww, Buenos días- Dijo Fenton bostezando
-Buenos días, ¿dormiste bien?
-sí, de maravilla.
-me alegro, y se puede saber ¿por qué?
-por que pasé la noche contigo – sonrió tiernamente.
-¿y eso que tiene de especial? – pregunto divertido.
-no seas tonto Dash.
-¿me estas ofendiendo acaso? – bromeando.
-No Dash.
-yo creo que si- y en una maniobra ágil propia del quarterback atrapó a Danny con una llave al cuello.
-ahh, tu ganas, tu ganas.
-bien, ¿ahora me lo dirás?
-sí, pero suéltame.
-No lo haré.
-a ¿no?
-No,
Danny usó sus poderes fantasmales para salir de la llave de Dash y quedar flotando frente al rubio.
-oye Daniel eso es trampa.
-claro que no, se llama defensa personal – sonrió pícaramente.
-pero yo no tengo poderes.
-mala suerte- Danny voló hacia los labios de Dash para tenerlo a su alcance y besarlo, con el beso perdió su calidad de fantasma, y lo devolvió a su cuerpo lo que le facilitó a Dash abrazarlo; el beso se fue intensificando, a manera que Dash comenzó a recorrer con sus manos las mejillas, el cuello y parte del pecho de su novio, pero lamentablemente el aire, ese elemento vital para ambos les hacía falta para seguir con el acto, por lo que se vieron obligados a romper el beso que parecía tan perfecto. Con la voz entrecortada y abrazado al pecho de Dash, Danny le reveló el secreto que Dash quería escuchar.
-Me siento tan seguro a tu lado, que fue por eso que dormí tan bien anoche.
-ya vez que es más fácil si me lo dices.
- tonto – Danny hizo un leve puchero.
Dash se levantó y tomó una toalla y ropa interior, luego se dio la vuelta y le dio un ligero beso al pelinegro.
-Me daré un baño, en el refrigerador hay comida por si tienes hambre,
-Prepararé el desayuno.
La mañana tranquila transcurrió sin algún detalle extraño entre ambos, solo se limitaban a demostrarse lo mucho que se querían con tiernos besos y ligeras muestras de cariño, Dash, completamente nervioso le propuso a Danny ver una película, pues ya que en la televisión por ser sábado había programación especial así que Danny aceptó. El nerviosismo de Dash crecía cada vez más, todo lo que había pensado en la mañana, el solo pensar que por un error Danny lo dejaría lo traía mal, no sabía cómo sacarlo de su pecho, así que solo se limitó a abrazar al motivo de su sonrisa en esos días, esa personita por la cual él había descubierto uno de los sentimientos más hermosos, esa persona quien le había dado un motivo más para despertar, para sentirse vivo para sonreírle al mundo, para quererlo.
De pronto el clima cambió y se soltó un aire frío el cual hizo estremecerse al chico rubio y a su novio.
-Sabes Danny, te quiero cuando tienes frío, porque puedo abrazarte y darte mi calor, darte algo mío, algo puro. ¿Sabías cuánto me gusta sostenerte entre mis brazos?
-No lo sabía.
-Pues ahora sí. La película se tornó algo aburrida ¿no crees?
-Sí, ¿Por qué no salimos a caminar un poco?, no quiero desperdiciar lo que queda del día mientras haya luz aquí en la casa.
-Está bien, salgamos – el rubio apago el televisor.
La pareja salió al bosque a pasar el rato. Las horas pasaron mientras Dash le preguntaba a Danny que se sentía ser un fantasma, y este le contaba cada detalle, la sensación de volar, atravesar paredes, luchar con fantasmas, y a su vez le narraba la historia de cómo adquirió sus poderes, Danny realmente estaba abriendo su corazón a Dash, le estaba confiando su más grande secreto.
Dash por su parte seguía nervioso, ser un poco testarudo y terco entraba en su naturaleza por eso no se había sacado de la cabeza la idea de que Danny pudiera dejarlo por algún error que pudiera cometer, Danny notó eso en Dash, pero guardó silencio, quería que Dash se lo dijera.
Ambos siguieron caminando por el bosque, Danny seguía contándole anécdotas de fantasmas a Dash hasta que se detuvieron en un claro, Dash no aguantó más la presión y se decidió a hablar tomando a Danny de las manos y mirándolo a los ojos.
-Ya no puedo, no puedo. Necesito que me lo digas de una vez.
-¿Decirte que Dash?
-Si te quedarás conmigo después de mañana o nos separaremos.
Danny se quedó perplejo, creyó que sus palabras no habían generado impacto alguno, pero era todo lo contrario, Danny se abrazó a Dash – claro que te seguiré amando, no importa lo que pase, yo siempre te amaré, no importa lo que hayas hecho en el pasado, si fue amargo el inicio, es más dulce el final.
Dash sonrió de felicidad besó en los labios a Danny con una pasión inimaginable, como queriendo impregnarse en él, pero esta vez no fue el oxígeno el que los interrumpió, sino una fuerte lluvia que comenzó a caer en ese momento.
-Creo que debemos regresar, la lluvia es muy fuerte y pronto va a anochecer.
Dash y Danny comenzaron a correr para salvaguardarse de la lluvia, alrededor de una media hora, pudieron llegar hasta la casa, al momento que arribaron ya estaba oscureciendo rápidamente. Entraron en la casa.
-Mírate Daniel estás empapado.
- pues tú estás igual, no te quedas atrás.
-Será mejor que nos cambiemos de ropa, si no vamos a enfermarnos.
-Tienes Razón será mejor que me quite esta ropa mojada.
-Iré por un par de toallas – el rubio se dirigió a la habitación para ir por dos toallas y al regresar encontró una escena que jamás había presenciado, si bien antes había visto a su novio desnudo en los vestidores de la escuela la experiencia no se asemejaba con esta, Danny estaba de espaldas a él, y lentamente se quitó la playera blanca que traía, al hacerlo sacudió sexymente su cabello y se lo acomodó hacia atrás con las manos, lo cual le parecía muy sensual a Dash, el cual se deleitaba con las gotas de agua que recorrían la piel blanca del chico mitad fantasma, Danny procedió a quitarse los zapatos y se desabrochó el pantalón el cual deslizó lentamente por sus piernas para quedarse únicamente en ropa interior, Dash no daba crédito a la escena, simplemente no podía creer que su chico, su Danny fuera tan dulce y a la vez tan sexy. Dash se acercó lentamente con una toalla para cubrirlo.
-Dash me asustas…. – Danny había sido interrumpido por un beso de Dash, el cual aún seguía con la ropa húmeda.
Ese beso estaba lleno de pasión y amor, un beso largo, perfecto, profundo, las manos de Dash comenzaron a acariciar la espalda de Danny, el cual se estremecía al sentir las caricias de Dash, las manos fueron bajando hasta llegar al borde de la ropa interior de Danny, la cual Dash pasó por alto y palpó partes de la anatomía de Danny que jamás habían sido tocadas por alguien, lo cual hizo que Danny se estremeciera al sentir la mano de Dash tocar sus glúteos.
-Shhh, no te voy a hacer daño.
-No, no es eso, es solo que…nadie me había tocado antes – dijo nervioso.
-¿Quieres parar?
La mente de Danny quería parar pero su cuerpo le exigía más contacto, solo se limitó a ver a Dash.
-Si no te cambias te resfriarás,
Dash solo le contestó con una sonrisa, y se quitó su playera lentamente para revelar un torso y unos abdominales bien marcados, producto de su entrenamiento de football, Danny se sonrojó tanto que parecía tomate, su expresión de inocencia y ternura provocaban a Dash, quien volvió a besarlo, el contacto labial era más pasional que de costumbre; era un sentimiento nuevo para ellos, ante todo cada acto estaba lleno de nerviosismo tanto que al dar un paso en falso ambos cayeron al suelo, rompiendo el beso, Dash miró a Danny quién lo miró con algo de miedo, Dash sintió que había ido demasiado lejos, que esto no estaba bien. Danny se levantó confundido y se dirigió hacia la habitación dejando al rubio ahí en el sueño por lo tanto Dash se quedó ahí sentado en el piso, también él estaba confundido.
-Eres un idiota Baxter!, ahora tengo que ir a disculparme con él – Dash siguió a Danny hasta la habitación, donde pudo ver sin que se diera cuenta como secaba su piel con la toalla, por momentos deseaba que fueran sus manos quienes tocaran la piel tersa del joven fantasma, involuntariamente caminó hacia donde Danny estaba y lo besó tiernamente, esta vez no había deseo en los labios de Dash, solo ternura, Danny sorprendido se abandonó en los brazos de Dash y comenzó a acariciar sus mejillas dulcemente, Las manos de Dash volvieron a recorrer la espalda de Danny pero se detuvieron al sentir la toalla que estaba ceñida a la cintura del menor, Dash rompió el beso y miró los brillantes ojos azules de Fenton que lo volvían loco.
Ese beso aunque tierno había sido muy apasionado, lo cual había hecho que Danny acelerara su respiración, sabía que estaba jugando con fuego, Danny tomó la mano derecha de Dash y comenzó a pasarla por sus labios, dándole ligeros besos introduciéndosele en la boca, jugando con su lengua y paseándola por su cuello, sus hombros y poniéndola de vuelta en su espala para volverse a unir en un beso breve, Danny tomó la mano de Dash y la puso sobre sus glúteos, Dash se quedó completamente sorprendido ante tal acto pues hacía menos de 10 minutos que la reacción de Danny no fuera positiva ante la misma acción. Ambos se miraron fijamente y Danny le dijo a Dash
-Si no te cambias de ropa te vas a enfermar.
Dash solo lo miró y tomó sus manos para que fuera el quien desabrochara su pantalón, solo necesitaba que Danny siguiera el juego, pues él ya había tomado la iniciativa, esto era ya un viaje sin retorno, Dash se despojó de sus pantalones y de su ropa interior quedando totalmente desnudo frente a su novio, el cual abrazó y besó, ahora Dash estaba suelto, acariciaba a Danny por toda la espalda y sus glúteos, mientras deslizaba sus labios por el cuello del menor, arrancando gemidos de sus labios, lo cual excitaba a Dash a continuar con el acto.
Como gesto de ternura Dash cargó a Danny y lo recostó en la cama y le susurró al oído.
-¿Seguro que quieres continuar con esto?
Danny solo movió su cabeza con los ojos cerrados y con su respiración entrecortada, Dash pasó sus labios por el cuello de Danny solo rozando, sin tocar concretamente la piel, despertando aún más la sensibilidad de Danny. Dash comenzó a bajar por su pecho jugueteando con su lengua, haciendo gemir a Danny, la mano derecha del rubio acariciaba su abdomen, Danny solo gemía y entre ellos decía levemente el nombre de Dash, lo cual provocaba al rubio a seguir con su tarea más animadamente.
Dash acarició el miembro de Danny por encima de la ropa interior del pelinegro, el cual se encontraba cautivo, pero no más, Dash lo libero pues bajó lentamente y con sus labios despojó de esa última prenda a Danny, Dash acariciaba lenta y delicadamente el miembro de Danny, deslizaba sus dedos por todo el contorno de este, sutilmente sustituyó sus dedos por sus labios, Danny se desbordaba de placer y arqueó su espalda ante tales reacciones, Dash jugueteaba con su lengua, lo que hacía que el chico fantasma gimiera de placer, Danny se movió para besar a Dash y devolverle el mismo placer que él le ofreció. Danny acercó su cara directamente a la entrepierna de Dash y como todo un inexperto en la materia solo introdujo la punta del miembro a su boca, pero Dash comenzó a mover sus caderas y marcó el ritmo lo que le facilitó el acto a Danny, el pelinegro también vacilaba con su lengua lo que le producía tremendo placer a Dash, así estímulo a Dash por un poco de tiempo hasta que el rubio no aguantó más y terminó por correrse en la cara de Danny, el cual solo sonrió, Dash fue hacia él y le dio un tierno beso para volver a acariciar su cuerpo, Danny rodó sobre Dash para quedar encima del rubio; las manos de Dash siguieron acariciando y masajeando la espalda de Danny y bajaron por esta hasta llegar a sus glúteos y masajearlos lo que le provocaba a Danny un placer inmenso, poco a poco Dash dejó bocabajo a Danny, lo cual le dio algo de terror al chico fantasma, de alguna manera sabía lo que seguía y no le agradaba del todo, de pronto su cuerpo se tensó demasiado, Dash se acercó a su chico y le susurró al oído -Relájate Daniel sabes que sería incapaz de dañarte.-
Y dicho esto paso sus manos por su esbelta figura hasta llegar a sus caderas, Dash separó las piernas de Danny e introdujo su ser dentro de él lentamente, lo que hizo que Danny soltara un grito de dolor, lo cual hizo que Dash se detuviera en seco y le dijera al oído de nuevo.
-¿Quieres que pare?
-No, continúa…
Dash siguió con su tarea, entrando lentamente y parando en ocasiones, hasta que por fin estuvo completamente dentro de su novio, Dash esperó a que Danny se acostumbrara al intruso y lentamente comenzó a moverse, despacio, mientras acariciaba la espalda y los glúteos de Danny, el cual dejó de sentir dolor y comenzó el placer, pues sus gemidos y los de Dash se unían para crear una sinfonía dedicada al erotismo y al placer, Dash siguió entrando y saliendo de Danny, mientras el ritmo aumentaba, el placer iba en igual escala, hasta que ambos no pudieron seguir y terminaron por derramarse, Dash dentro de Danny y Danny en la cama.
El rubio abrazó a su chico y lo besó intensamente acorrucándolo en su pecho. Se quedaron así por un largo tiempo, mientras Danny se quedaba dormido escuchando los latidos del corazón de Baxter.