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¿Feliz Navidad? por Tem-chan

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Notas del capitulo:

Bueno aquí viene el fic de año nuevo y que es la segunda parte del fic ¿Feliz Navidad?

Espero que les guste.

El mejor año nuevo

 

Estaba observando como el castaño dormía en su cama, como él era un ángel de la guarda no necesitaba dormir así que vigilaba que nada le pasara durante la noche cuando este dormía. Se le veía bastante feliz así que él también lo estaba. Según él, el castaño se lo merecía. Y parecía ser que el peli-rosa estaba allí para ello, lo que lo ponía celoso pero a la vez agradecía, ya que al ser un ángel él no podía hacer más que cuidarlo y quería que fuera feliz.

De repente la puerta de la habitación se abrió y entró el peli-rosa, lo que hizo sospechar al ángel. Sí, era desconfiado, pero la protección de su niño lo merecía, así que no le iba a apartar la vista en ningún segundo. El mayor solo se sentó al lado de la cama y acarició la mejilla del castaño antes de suspirar.

—Eres tan lindo. Ojala te quedes aquí conmigo para siempre. Te echaré de menos si te marchas —susurró un poco melancólico, lo que era raro en él— y eso que solo llevas seis días conmigo —sonrió— y ya te has hecho vital para mí. Bueno hoy no nos veremos hasta la noche, pero no te sientas solo que volveré, solo que tengo que hacer algunas cositas. Te dejaré una nota para cuando despiertes. Sé que es tonto venir a hablar con una persona dormida, pero era una excusa para verte, pequeño.

Dicho esto le dio un pequeño y tierno beso en la frente y se fue hacia el comedor donde escribió la nota que había nombrado. Luego la dejó en la mesa y junto con su madre se fue de la casa siendo aun bastante temprano, tenían mucho que hacer. En esa casa era tradición dar regalos para empezar bien el año, con alegría y felicidad, y sin egoísmos cada persona de la familia daba un regalo a otro. Por eso era que Tsunami se había ido temprano, quería comprar un regalo para ese castaño que tenía robado su corazón.

Un poco más tarde el menor de lindos ojos azules, se despertó un poco desconcertado. Le estaba costando saber donde estaba al despertar aunque rápidamente pasaba por su mente cierto peli-rosa, por el que sentía cosas que ni él entendía.

Afecto, eso sí tenía claro que lo sentía por el mayor, pero como no tenerlo con lo bien que lo trataba. Siempre preocupado por él, de sus necesidades, de su estado de ánimo, y siempre estaba a su lado. Des que había llegado a esa casa que el peli-rosa había estado todo el rato con él menos en las noches. También cariño, porque le encanta su manera de ser y tenerlo cerca. Ya que por el contrario se sentía solo, eso lo hacía pensar.

—“¿Será que me estoy volviendo dependiente de ese lindo chico? Eso no es bueno porque en caso de que se canse de mí y me abandonara seria un horror” —al pensar esto se puso muy triste— ¿Y esta tristeza que siente? ¿Y esta opresión en el pecho? ¿Qué significan? Será… será que siento algo más por él… ¿de lo que debería?

Negó con la cabeza varias veces. No podía ser y tampoco quería reconocer que le pasaba. Gabriel lo miró des de la silla, estaba al tanto de lo que le pasaba a su querido castaño y quería ayudarlo pero sabía que en eso no podía hacer nada. El amor era cosa de Cupido y él no podía interferir, ni siquiera para decirle que si le ama y que era correspondido. Lo único que podía hacer era esperar. Él lo entendía bien y sabía lo que sentía el pequeño, porque era lo mismo que sentía él cuando lo veía cerca del peli-rosa o cuando pensaba en él. Eran las dudas del amor, solo que en su caso también había celos. Algunas veces había imaginado como seria que en vez de ángel fuera hombre… como hubiera intentado enamorar al castaño pero sabía que su destino era estar con Tsunami así que sus sueños desaparecían rápido y volvía a la realidad.

—Pero él es un chico, igual que yo. Y casi no le conozco… Entonces ¿porque siento esto tan fuerte por él? ¿Y si lo nota? ¿Y si por eso me odia? Yo… no quiero que esto pase. Lo amo.

Estás palabras que en el fondo eran una evidencia para todos, hicieron que Gabriel se sintiera mal. Saberlo era una cosa, pero que la persona que quieres lo diga tan claro y con tanta seguridad, sigue doliendo. Pero no se iba a dejar derrumbar, ya se había preparado para ese día.

—Lo amo… pero seguro que él solo me ve como un pobre al que cuidar durante las fiestas.

El pequeño se levantó de la cama un poco triste, ya que pensaba que al acaba las fiestas Tsunami lo abandonaría. No se había dado cuenta de que el mayor sentía lo mismo que él. Aunque es lo más normal. La gente nunca se da cuenta de que gusta a otra persona hasta que alguien se lo dice o lo hace esa misma persona. De eso Gabriel se había percatado durante los años que había pasado observando el mundo humano des del cielo. De que la mayoría de las veces los humanos era ajenos a lo que los demás sienten por ellos.

Esto le hacía pensar en que no eran tan listos y superiores como ellos se creían, como especie superior como se suelen llevar respeto a los demás animales del mundo. Mientras pensaba en la prepotencia que demostraba la especie humana se dio cuenta de que el pequeño salió de su habitación y se dirigía a la del mayor como había hecho los días anteriores. Pero en cuanto llegó allí se dio cuenta de que la puerta estaba abierta y el interior vacio. Esto lo sorprendió un poco e incluso se asustó, pero luego se dirigió hacía el comedor y echó un vistazo en la cocina antes de darse cuenta de que había una nota dirigida a él, encima de la mesa del comedor.

 

Hola peque,

Hoy no podremos estar juntos durante el día porque tengo que hacer unas cosas muy importantes.

Siento dejarte solo en casa, en verdad no me gusta la idea, pero te prometo que volveré lo antes posible. Espero que no te sientas muy solo.

Te dejé la comida en un plato en la cocina, caliéntalo en el microondas. Para el desayuno coge lo que te apetezca más.

Hasta la noche

 

Después de leer la carta Tachimukai se sintió más triste que antes. Él esperaba ver, al ahora, su amado, pero resultaba que este ya lo había abandonado en la casa. Y ahora no sabía qué hacer. Se dio cuenta de que sería un día muy largo, aburrido y triste, pero no podía hacer nada más que esperar a que pasara.

Gabriel estuvo todo el día observando al pequeño. El cual no sabía qué hacer con él mismo. Se había estado casi todo el día en la cama tumbado pensando en los nuevos sentimientos que había descubierto que tenía por el mayor. Lo sabía porque de vez en cuando hacía algún comentario en voz alta.

—¿Qué voy a hacer ahora? No se lo puedo decir… No. Si me rechazara… y seguro que lo hace.

Dijo antes de girarse y ponerse de cara a la pared. Donde siguió pensando en ese peli-rosa de piel morena y ojos negros. Por su mente pasó la idea de que a lo mejor podría gustarle algún día. Y sonrió como tonto. Entonces algunas imágenes un poco indecentes pasaron por su mente, o al menos lo más indecentes que pueden ser viniendo de este inocente y tierno niño. Tsunami abrazándolo mientras le besaba, la mano de este bajaba lentamente hasta llevar a su trasero, el cual acarició suavemente por encima la ropa, pero que poco a poco fue hacía la cinturilla del pantalón y se metió dentro incluso de sus bóxers. Lo que le hizo suspirar solo con imaginarlo. Deseaba que algún día Tsunami lo tocara de esa forma, con ternura y amor. Se sonrojó ante este pensamiento y cierta parte de su anatomía ya se estaba empezando a despertar con pensar en ese lindo chico que lo había llevado a su casa y lo cuidaba tan bien.

 

Mientras tanto el peli-rosa miraba un tienda tras otra pensando en el mejor regalo para ese ángel que tenía a casa, y no hablo de Gabriel. Por mucho que buscaba y buscaba no encontraba un regalo ideal para su pequeño. Debía de ser algo tan especial como él, que mostrara cuán importante era para él y cuanto lo quería. Pero nada de lo que veía le parecía adecuado para él. Y encima no tenía ninguna idea de lo que buscaba.

Pero de repente entró en una tienda donde vio el regalo perfecto, lo que estaba buscando para su niño, era igual de tierno y lindo que él, adorable, suave y muy pero que muy blando. Estaba seguro que le gustaría, era un maravilloso gorila negro muy grande de peluche (a mi me encantan los adoro los gorilas de peluche). En cuanto lo vio se enamoró del peluche así que sabía que sería el mejor regalo para él, así que lo compró enseguida.

Una vez comprado el regalo de su niño volvió lo más rápido posible con él. Fue a buscar a su madre para decirle que había acabado sus compras y que ya se marchaba porque no quería dejar solo al pequeño por si le pasaba algo y cogió el bus de regreso a casa. Deseando poder ver a su castaño pero también rezando para poder esconder el regalo antes de verlo, ya que tenía que ser una sorpresa.

Entró en la casa y vio que él no estaba por el lugar así que fue a su habitación para dejar los paquetes bien escondidos y se dirigió a la de su pequeño para ver como estaba. Y encontró una escena muy linda. Su niño tumbado en la cama, sonrojadito, con la boca entreabierta. ¿Por qué de eso? Tachi se había quedado dormido mientras esperaba y estaba soñando con su amado. No era nada muy porno porque su mente era inocente pero su cuerpo realmente no lo era tanto y con solo soñar con él un deseo le venía en la mente, a lo que su cuerpo reaccionaba.

Ante esto no pudo aguantar más y se acercó a él, lentamente. Una vez cerca le acarició la mejilla, y bajó hacía el cuello y pecho, pero allí se quedó dándose cuenta de lo que hacía, al recibir un suspiró del menor. Cosa que no entendió ya que con la ropa en teoría no debía de sentir nada. Y se apartó un poco, o esa era la intención antes de que una mano lo agarrara.

—¿Tachi?

—Hola. Te eché de menos.

—Lo siento. No quería dejarte tanto tiempo pero me costó más de lo que había pensado.

—No pasa nada. Es normal que tengas cosas a hacer —dijo con la mirada un poco triste.

—¿Cómo puedo compensarte?

—Solo abrázame.

Y eso hizo. Lo abrazó fuertemente pero no solo eso, sino que sin poderlo evitar Tsunami dirigió sus labios hacia los del menor, besándolo con todo el amor y la pasión que sentía por él. Tachi correspondió, por lo que se besaron hasta que quedaron sin aire en sus pulmones. Al separarse Tachi respiró agitadamente durante unos segundos antes de mirar al mayor.

—¿Y este beso? —preguntó con miedo.

—Es para demostrarte que te quiero.

—¿Me quieres?

—Claro que sí. Con lo lindo que eres como no lo iba hacer.

—Y-yo… t-también te-te qu-quiero.

—Me alegro porque no pensaba dejar de quererte aunque me hubieras rechazado.

Después de decir eso lo besó de nuevo pero esta vez con más pasión y más lujuria. Su mano viajó como Tachi había pensado anteriormente, pero no quedó allí sino que aparte de ello, le quitó el pantalón y los bóxers, dejándolo sin ropa en la parte de abajo. Allí vio que su pequeño estaba ya excitado del todo por lo que decidió darle una ayudita con su tierna y húmeda boca. Así que empezó con movimientos de arriba abajo y de abajo arriba, a momentos más rápido, a otros más lentos. A veces lamiendo el glande otras soplándole, haciendo que Tachi sintiera el mayor placer de su vida hasta el momento y sacándole muchos suspiros y gemidos un poco ahogados por la vergüenza que estaba sintiendo en ese momento. En pocos minutos se corrió en la boca del mayor sintiendo su primer orgasmo.

—¿Cómo te sientes? —preguntó el mayor.

—Bien, aunque un poco cansado.

—¿Quieres seguir o lo dejamos por hoy?

—Quiero seguir.

—Buena respuesta. ¿Pero estás seguro? —preguntó inseguro de la respuesta.

—Seguro. Quiero sentirte.

Dicho esto le quitó la ropa de arriba al niño que tenía debajo, produciendo un desangre nasal, mayor del que ya tenía, a cierto ángel que observaba la escena. Una vez desnudo del todo Tsunami se abalanzó sobre los pezones de su ahora novio. Primero besó los alrededores sintiendo como el pequeño temblaba y los pezones ya se erguían un poco. Y luego los lamió, mordió suavemente y succionó haciendo que quedaran erectos y que su dueño gimiera de placer.

En cuanto los dos estuvieron bien preparados, el miembro de Tachi ya lo estaba también. Eso alegró al peli-rosa, el cual se desnudó ante la mirada del castaño. Luego se lamió tres de sus dedos y los acercó a la entrada del menor, para meter un primer dedo. Empezó con el movimiento circular para ensanchar la entrada y luego metió el segundo cambiando el movimiento al de tijera. En cuanto vio que estaba suficientemente dilatada metió un tercero para seguir con los movimientos circulares. Una vez preparada la entrada dirigió su miembro hacia allí y empezó a entrar lentamente haciendo que no le doliera al pequeño.

Una vez dentro espero unos segundos antes de empezar a moverse buscando el punto de placer del niño que estaba debajo de él, rápidamente lo encontró y empezó a embestir rápidamente a ese lugar. Se acercó a la boca de Tachi para besarlo. Le encantaban esos labios.

Gabriel por su parte hacía rato que no miraba. Era un momento de intimidad entre ambos y no iba a molestarlos. Y no quería ponerse celoso así que decidió irse hasta que acabaran la tarea.

Tsunami siguió con los movimientos hasta que vio que estaba a punto de terminar así que cogió el miembro de Tachi y empezó a masturbarlo hasta que acabaron juntos. Una vez acabado Tsunami salió de dentro del castaño y se tumbó a su lado intentando recuperar el aire. Una vez recuperado le abrazó y le dio un tierno beso.

—Te quiero —dijo antes de que ambos cayeran en los brazos de Morfeo.

Al día siguiente se despertaron aun en la cama, desnudos y abrazados. Tsunami besó de nuevo a su hermoso novio y lo abrazó más fuerte. No quería separarse de él, pero debía ir por el regalo así que se levantó y se fue a su habitación para buscarlo. Y en cuanto lo encontró volvió junto a su adorado niño.

—Tachi. Esto es para ti —le dijo acercándole el peluche.

—¿Pa-para mí?

—Sí, es lo que fui a buscar ayer. Un regalo de año nuevo para ti.

—G-gra-cias… pero y-yo no tengo… n-ninguno pa-para ti.

—Mi regalo ya me lo diste anoche —Le dijo besándolo de nuevo— Te amo y espero que estes conmigo para siempre.

—Yo también… l-lo espe-ro —dijo sonrojado el castaño.

FIN

Notas finales:

Y aquí acaba este fic de año nuevo…creo que acaba un poco precipitado pero es que no tengo tiempo de más lo siento.

¿Les gustó?

¿Merezco reviews o bronca?

¿Me quedó bien el lemon?

 

Y ya me despido,

Hasta pronto


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