El círculo de la caja frente al volante, solo les indicaba una cosa: poca gasolina. Era necesario que se detuvieran en un sitio pronto antes de que se quedaran varados. Lograron llegar a una gasolinera que estaba bastante apartada de algún otro establecimiento, y con el cansancio ya reflejado en Jonghyun decidió quedarse en un desvió a un costado de la carretera y era mejor que seguir en busca de otro lugar.
-Descansaremos aquí un rato, luego continuaremos –le anunció al rubio quien desde hace más de un rato cerraba y abría los ojos en señal de cansancio.
-¿podemos salir un momento? –preguntó Kibum quitándose el cinturón de seguridad.
-Ya es tarde, además debemos descansar un poco… ¡oye espera! –se apresuró a salir al ver que el menor no le hizo el mas mínimo caso y salió de inmediato del auto.
-¿No te gustan las estrellas? –preguntó como si nada y se subió en la parte delantera del coche sentándose.
-Key ¿Qué rayos haces?
-Tengo frio –se tomó los brazos temblando un poco -¿no me acompañas? –apunto a su costado esperando respuesta del mayor.
Esos gestos tan espontáneos y la manera de que cómo tomaba el asunto era lo que más le agradabá a Jonghyun de ese chico y sin objetar se subió también y se recostó a un costado de él posando sus brazos alrededor de su cuerpo dándole así el calor que buscaba.
-Eres tan cálido Jonghyun –el menor lo estrujó más –y hueles tan bien, por eso me gustas.
El contacto que tenían lo hacía perderse más en Kibum, y el que esa palabras salieran de sus labios tan perfectos, le producían un sentimiento cálido en su interior, una explosión de miles de emociones que lo derretían y al mismo tiempo lo volvían a crean.
-¿Qué me has hecho Kibum? –el nombrado arrugo la nariz.
- Nada –contestó algo confuso.
-Sí, me has hecho todo y a la vez nada –se acercó a esos labios bien formados en un corazón perfecto.
-Jjong, quiero saber –dijo separándose sólo escasos centímetros –saber todo de ti, como ¿Cuántos años tienes?, ¿Cuál es tu deporte favorito? , ¿si prefieres ir a comer helado al parque o pasarte la tarde metido en un cine?, quiero saberlo todo de ti –lo tomó del cuello acercando sus labios de nuevo.
- Y yo también quiero saber todo de ti mi bello Kibum –le acaricio su mejilla ya sonrojada ante tal confesión.
-Pero yo te pregunte primero, así que te toca a ti.
-Bueno… veamos, mi edad no creo que te interese mucho ya que… -sintió como esa mirada afilada lo veía seriamente –en serio Kibum no es necesario que lo sepas.
-Todo dije.
-Pero…
-Jonghyun de verdad, necesito saberlo –hizó un puchero hermoso. Jonghyun se sorprendió ya que era la primera vez que ese chico se mostraba así ante él, de una manera caprichosa y eso también le encantaba de él.
-Está bien, tengo veinticinco años ¿contento? –vió cómo los ojos del rubio se abrieron sorprendidos.
-Creí que eras más jovén –se calló de inmediato llevando una mano a su boca –pero bueno no importa –claro que importaba al menos si para Jonghyun, se sentía como un pervertido al fijarse en un niño como él.
-Sí importa y mucho –dijo tristemente.
-Claro que no, además contesta las demás preguntas –soltó Kibum tratando de desviar el tema, y lo consiguió.
-En los deportes no soy tan bueno como quisiera –arrugo la nariz –lo mío es la música, de hecho trabajo componiendo canciones –los ojos del rubio se iluminaron.
-¿algún día me compondrías una canción para mí? –cuestionó emocionado.
-Las que tú quieras –lo volvió a besar, confirmando así que ese parte de inocencia que aun tenia Kibum le agradaba en demasía.
-Y respecto a la última pregunta, no me importa donde pasar el tiempo, siempre y cuando este junto a mí la persona que quiero, puedo incluso estar recostado en un auto a medio noche mirando las estrellas –dijo provocando una sonora carcajada en Kibum. Si lucia bello estando serio, sonriendo era mucho más que eso, en definitiva si ese chico le gustaba sin conocerlo tanto, ahora sentía como ese sentimiento crecía de una forma descontrolada.
-Perdón –soltó de la nada Kibum –perdóname, por ser así contigo antes, por enseñarte a Key.
Jonghyun lo miro confundido ¿Qué era eso de “enseñarte a Key?
-Sé que al principio te trate como un juguete, esa ocasión en la fiesta de mi madre… -sus mejillas subieron de tono a uno rosa intenso –no debí provocarte así, desde la primera vez que te vi me gustaste y quería que solo me miraras a mí y que te olvidaras de mi hermana –dijo bajando la mirada posándola en la nada.
-¿Por eso te comportabas de esa manera? –Kibum solo asintió –pues deberías saber que desde que te vi la primera vez me atrajiste de una manera inexplicable, incluso fuiste muy tentador para mí.
-Sí pero yo no soy así, Jonghyun yo lo hice por miedo a que mi hermana si pudiera complacerte y yo no –algo salado comenzó a rondar por su mejilla – de verdad lo lamento Jjong.
-No tienes que pedir perdón Key –le levantó el rostro dejándolo frente al suyo –así me gustas con todo y Key, como Kibum igual, como sea así te quiero –lo besó. Por primera vez era Jonghyun quien lo besaba de esa forma tan suave y dulcemente.
-Jjong, ¿ya podemos entrar? Me congelo aquí afuera –ambos sonrieron ante el comentario. Entraron al auto de nuevo solo se dedicaron a observarse un par de minutos más antes de quedar completamente dormidos.
Cinco días habían pasado y el andar por varios lugares ya se estaba volviendo una costumbre, pero Jonghyun sabía que eso no duraría mucho más ya que el dinero que traía consigo pronto se agotaría y eso implicaba regresar.
-Kibum tenemos un problema –le dijo mientras bebía un poco de café en ese restaurant acogedor.
-¿problema? No me digas que tienes un problema entre tus pantalones…. –Jonghyun lo callo de inmediato, era más que claro que Key seguía siendo un adolescente y con ello sus hormonas estaban a todo lo que deban.
-¡no! Claro que no es eso, yo me refiero a los gastos que estamos teniendo, ya me queda poco dinero –finalizo más calmado ya que casi escupe su café por tratar de callar a su chico.
-ahhh… eso… -se sonrojo de inmediato –Jonggie no te preocupes yo sé cómo solucionar eso.
-¿Jonggie? –preguntó incrédulo.
-Sí, es que eres tan lindo –el rubio se acercó agarrando las mejillas del mencionado y aplastándolas.
-Kibum eres imposible –dijo soltando su agarre en las mejillas –primero tu mente pervertida y ahora luciendo muy lindo –se acercó quedando lo más cercas posible –pero así me gustas.
-Lo sé –le dió un beso corto – Pero como te dije sé cómo solucionar eso, tengo muchas joyas que me obsequiaba mi padre y muchas de ellas no me gustan, así que las puedo vender y con ello rentar un cuarto y con eso podemos sobre llevarlo, ¿Qué dices?
-No suena tan mal la idea, pero aun así conseguiré un empleo pronto para poder mantenernos, al menos hasta que seas mayor de edad y podamos regresar a casa.
-No quiero regresar jamás –dijo cruzándose de brazos –podemos vivir en otro lugar no precisamente ahí.
-Está bien pero por ahora termina de cenar ¿de acuerdo?
-Pero ¿qué me darás a cambio por comer? –interrogó de manera seductora causándole una enorme sonrisa al mayor.
-Lo que quieras –el menor asintió y tiempo después pidieron la cuenta, y se dirigían rumbo al cuarto que rentaban.
-Vamos por acá –dijo el rubio desviándolo del camino en la acera.
-¿A dónde vamos? Si la habitación esta por allá –apunto hacia al frente.
-Ya se pero no quiero dormir ahí, al menos no esta noche –se acercó rozando apenas sus labios.
Entraron a un hotel, no era lujoso pero al menos era más decente que el lugar donde estaban hospedados, la habitación la pago Key, y era la más cara que podían tener en ese pueblo donde ya llevaban dos días estando.
-Vaya es más bonita de lo que pensé –dijo Kibum escaneando todo el lugar.
-Pero ¿Qué hacemos aquí Kibum? Nuestro cuarto está bien ¿Qué tiene de malo ese cuar…? -sus labios fueron sellados de manera instantánea.
-Ya te dije que hablas mucho Jonggie –siguió besándolo intensificando más el beso.
-ahh… Kibum –gimió el mayor al sentir el contacto de sus pieles rozándose tan frenéticamente. En un instante Key lo tenía acorralado en la pared frotando placenteramente su cuerpo contra el suyo.
-Dijiste que me darías cualquier cosa, y yo como buen chico cumplí mi parte ahora te toca a ti –le hizo saber mientras escabullía sus manos debajo de la camisa que traía Jonghyun.
-Si pero no creí que hablaras en se-rio ¡Ahhh¡ -era muy sensible al tacto y tener a Key de esa forma era peor para la estabilidad de su cuerpo.
Sin pensarlo más Key se lo empujó sobre la orilla de la cama y comenzó a quitarle su camisa lentamente sin apartar sus labios en ningún momento. Por su parte Jonghyun se rindió y se dejó llevar por el aroma embriagante de su chico. Lo sujeto de ambas piernas y lo posicionó encima dé el justo como meses atrás lo tuvo.
-ahh ~ Jjong hazme tuyo –susurró en su oído que estaba siendo estimulado por la ágil lengua del rubio.
-Ki ~ yo no sé hacerlo –dijo entrecortadamente debido a los jadeos.
-Yo tampoco pero déjate llevar Jjong –lo beso con más insistencia como que si de ello dependiera su vida.
De un instante a otro se encontraban sin ropa y solo vestían su piel, esa misma que estaba bañada en un tono perlado por el sudor de sus cuerpos. Sus labios mantenían el mismo ritmo que desde el inicio, chocando y saboreándose tanto como el aire que requerían se los permitía. Sus manos se posaban en el cuerpo ajeno como si les fueran a ser arrebatados en un instante, paseándose descaradamente en cada rincón posible, grabando cada centímetro de piel de cada uno.
Kibum sabía que al ser su primera vez dolería, y tendría que ser cuidadoso pero las ganas de tener adentro a Jonghyun de una vez por todas lo torturaban exquisitamente. Así que sin más preámbulos se posiciono debajo de su Jong, esperando que este entrara de la mejor manera posible.
-Jjong arggg ~ apretó fuertemente las sabanas al sentir el roce del miembro con su entrada.
-Lo siento Key –le dio un par de besos en el cuello tratando de distraerlo un poco.
-No Jjong, no debes sentirlo, yo lo quiero, así lo quiero, tenerte dentro de mí –lo besó desesperadamente – ahora muévete –ordeno lo último.
Cada estocada era como alcanzar las estrellas y bajar de ellas un centenar de veces. Podía jurar que Jonghyun lucia como un experto, dándole el mayor placer que en su vida había imaginado. Kibum está tocando el paraíso con sus dedos y no solo sentía placer, sino una enorme felicidad, después de mucho tiempo está siendo por primera vez feliz y todo gracias a Jonghyun la promesa de su nueva vida.
Un gemido al unísono indicó que ambos llegaron al orgasmo al mismo tiempo, Jonghyun corriéndose dentro de Kibum y este a sus vientres. Cada segundo quedo grabado en la memoria de Jonghyun, desde cada milímetro de su piel, hasta los gemidos y los gestos de su chico.
-Te amo –le dijó de pronto sorprendiendo al menor.
- Yo te amo igual Jjong –correspondió con los ojos aguados a punto de soltar una lagrima.
-Te amo tanto que no me importo cambiar mi vida anterior por completo, que no importo nada más que no fueras tú. Por eso te prometo que a partir de ahora vivirás una vida perfecta a mi lado –le dió un beso tierno y suave, degustándose así de esos labios rosas que tanto amaba.
-¿Lo prometes? –preguntó con lágrimas en los ojos de tanta felicidad en tan poco tiempo.
-Lo prometo Kibum.