Capitulo 3: Deuda de por vida.
El chico se sorprende enormemente por la cercanía de aquel extraño, esos ojos color sangre, esa mirada penetrante, esa mirada tan endemoniada y sanguinaria hacia temblar cada hueso de su cuerpo. Su respiración cada vez era mas nerviosa, hasta que ese ser no hablara o hiciera algo no podía estar tranquilo. Para su sorpresa, ese extraño se pone de rodillas frente a el, sin aparta su mirada penetrante del chico, lentamente tomo las manos del chico, las manos del extraño eran frías, como las de un cadáver, las largas uñas de extraño rozaban la piel de su palma provocando en el un escalofrió.
-Me salvaste...-dice el extraño en ese tono tan metódico- ahora, tengo una deuda contigo...
El chico abre sus ojos de sobremanera, se queda durante varios segundos en silencio. En un medio estado de shock, luego suspiro largamente, sonríe una manera un tanto nerviosas y comienza zafarse de las manos del extraño. Aun se sentía muy temeroso de aquel ser tan misterioso que aun sujetaba sus manos.
-Me alegra verlo recuperado señor...-dice cortésmente el chico- no diga eso, usted no me debe nada...-le sonríe y por fin logra zafarse de las manos del extraño- debe tener hambre, voy a darle algo de comer ¿vale?-el chico estaba a punto de irse pero el extraño vuelve a capturar sus manos- ¿señor?
-Tengo una deuda de por vida contigo...-repite nuevamente con tono firme
-¡Deje de decir eso, por favor!...-le pide el chico mirando la extraño con cierto temor, nuevamente intento volver a zafarse de las manos del extraño, pero este no se lo permitió- Solo hice lo que cualquier persona haría si ve un ser humano herido...
17 personas...-dice el extraño con un tono frió y muy hueco- 17 personas pasaron a mi lado y no se dignaron a extender su mano para ayudarme... solo tú lo hiciste...-lo mira firmemente- ¿Humano?, ¿acaso no sabes que es lo que soy, pequeño?- el extraño curvá una peculiar sonrisa en su rostro.
Señor, por favor suélteme...-pide el chico asustado- me esta asustando, por favor...-sus ojos se ponen llorosos- suélteme...
-Eres un niño apenas...-su sonrisa se amplia un poco mas- tienes miedo de mi, tu ser entero tiembla como una gelatina, pero no gritas ni tampoco tratas de escapar- sus ojos rojos se muestran algo burlones- por que a pesar de todo, te preocupe mi estado y quieres estar cerca si algo me sucede... ¿o acaso me equivoco?-dice con una sonrisa entre burlona y juguetona
-Yo... yo...-susurra en un hilo de voz, incapaz de moverse, incapaz de decir algo.
Niño, ¿sabes que soy?...-preguntá el extraño con esa sonrisa tan burlonamente escalofriante- dime, ¿lo sabes?
-Yo...-susurra el niño trago saliva y miro al extraño con temor- No lo se...-fue su única respuesta mientras miraba al ser con temor y nervios.
-Dejare que lo adivines...-aun tenia sujetas las manos del chico, las apretó un poco, haciendo que sus uñas negras se clavaran un poco en la piel del pequeño- Quiero que sientas algo...-dice en un tono frío y con cierta burla, lleva las manos de chico a su cabeza, justamente en la parte superior de la frente, donde el cuero cabelludo comenzaba- ¿Lo sientes?-preguntá mientras pone los dedos del niño en la linea donde el cabello y la frente pone su frontera, el niño siente algo duro justo en la parte izquierda de esa linea, algo muy duro y un poco puntiagudo
-¿Que..?-susurra el niño algo confundido y muy extrañado- ...esto parecé un...-susurra el niño incrédulo ante lo que sentía
-¿Cuerno?...-completa la oración del chico sonriendo toscamente, quita las manos del niño de su frente, cuando hace esta acción, de su frente, por debajo de su flequillo, a cada lardo de su frente salen dos cuernos negros enroscados de tamaño mediano- ahora dime, ¿que soy, pequeño?
-Un...-susurra totalmente paralizado de pies cabeza, con su corazón latiendo a todo lo que iba, temblando del miedo mismo- Demonio...-apenas logra pronunciar esa palabra, su voz comenzaba apagarse.
-Correcto...-responde el demonio sonriendo de una manera fríamente burlona, las manos del chico temblaban intensamente, sentía como un sudor frió recorría toda su espalda- Tranquilo pequeño - dice el extraño sonriendo aun- no voy hacerte ningún daño.
-....-el niño no le responde, estaba en un estado de shock muy profundo, ahora solo podía escuchar, sin poder dar ninguna respuesta.
-Ja...-suelta una risita el demonio, suelta las manos de pequeño, al soltarlas la marca lo mira fijamente a los ojos- Como dije antes, no te haré ningún daño- dice en tono metódico el extraño- Me has salvado, tengo una deudo de por vida contigo...
-¿Deuda...?-susurra el niño saliendo poco a poco de su shock.
-Has salvado mi vida miserable- dice el demonio con aire frío pero a la vez pensativo- ahora en adelante...-el demonio pone sus manos en el suelo, se inclina, colando su frente en los nudillos de sus manos. Quedo justamente a los pies del chico- mi alma te pertenece...
-....- el niño queda totalmente mudo.
-Juro ante las sombras demoniacas, ante los antiguos demonios y en nombre de los 7 pecados mortales, que ahora y siempre mi cuerpo, mi alma y mi ser van servirte solamente a usted, mi nuevo amo...-jura el demonio, se endereza, quedando de rodillas frente al chico, mirándolo justo a los ojos- estoy a sus servicios amo- toma una mano del chico y besa el dedo anular de este, justo ante de besar su dedo, el demonio muerde su labio inferior con fuerza haciendo que su labio se rompiera y cuando este dejo de besar el dedo del pequeño, una gota de sangre quedo allí. La sangre se ilumino y se transformo en un anillo color rojo carmesí con un diamante negro en forma de rosa en el medio.
El chico dio un paso hacia atrás, cayo sentado frente al demonio mirándolo con sorpresa y miedo mezclados, parpadeo un par de veces y se quedo mirando al ser frente a el durando interminables minutos. Querido/a lector/a te imaginas estar en una situación así?, honestamente yo no sabría ni que decir ni que hacer, pero de algo estoy muy seguro. Si estuviera en una situación así, yo de seguro me estuviera muriendo del miedo.
Después de varios minutos muy largos y silenciosos, en los cuales el demonio y chico se miraron a los ojos sin decir ni una sola palabra guardando el mas frío de los silencios. Hasta que el pequeño chico soltó un suspiro largo y pesado, se levanto y miro al demonio a los ojos.
-Toma un baño...-dice el chico Mientras mira al demonio- lo necesitas, mientras yo estaré preparando el desayuno, ambos necesitamos comer algo...-exclama el chico mirándolo fijamente- también voy a buscarte ropa, no puede estar así siempre...-el demonio solo vestía la sabana que le chico el había dado, esa sabana estaba atada la cadera del demonio tapando sus partes privadas.
-¿Es una orden amo? -pregunta el demonio mirando sus ojos- no se preocupe por la ropa, yo me las arreglo, mi amo...
-Tomalo como una orden o como una petición, no importa...-susurra el chico cerrando sus ojos frunciendo un poco el seño, se da la vuelta, dando la espalda al extraño- Mi nombre...-susurra el chico sin voltear- es Yugi, ¿como te llamas tú?...
-Yami...-responde el demonio sonriendo mirando la espalda del chico- como ordene, amo yugi...-el demonio se levanta lentamente y camina a paso lento hacia el Baño, cuando llega cierra la puerta tras el y pocos minutos después se oye el sonido de la ducha recién abierta.
El chico camino hasta la cocina, encendió la estufa y saco de los cajones un salten, luego de la nevera saco unos huevos junto con algunas tiras de tocino. Seguidamente coloca los huevos y el tocino en el lava platos, y el salten al lado de la estufa, toma un cuchillo de cocina y al hacerlo mira el anillo rojo que estaba en su dedo, se quedo como estatua mirando el anillo, llevo el cuchillo hacia su muñeca y sin ni siquiera parpadear, hace un corte diagonal en su muñeca, siente el dolor agudo en su muñeca mientras ve como la sangre corre por todo su brazo, manchando su camisa.
-Es real...-susurra el pequeño mirando como el liquido carmesí escurría de su muñeca- esto es real..