Capítulo 3 –
Flashback Aclaratorio, Parte 2
-Muy bien Loki, tienes un trato, pero en cuanto vuelva aquí, te quiero de pie y listo para continuar ¿de acuerdo? -Pregunto Thor. -De acuerdo hermano. -Respondió el pelinegro.
En ese momento Thor comenzó a quitarse su armadura, a pesar de ser un ejercicio normal para ellos, pues ambos aún estaban siendo educados como guerreros, debían cumplir todas las expectativas tanto de sus profesores, como de su padre Odín, por lo que debían llevar completa su armadura por encima de su ropa.
Cuando la última pieza de metal cayo, le siguieron sus ropas, primero la camisa azul claro, exactamente del color de los hermosos ojos del rubio, seguida inmediatamente de la blanca playera que cubría su ya perfectamente formado torso, finalmente, el pantalón de caza café claro termino en el piso, revelando unas largas, bien formadas y exquisitas piernas, que incluso Loki tenía que admitir, eran objeto de deseo de muchas, y muchos.
El rubio solo quedo en un ajustado calzoncillo que de verlo cualquier midgardiano, pecaría solo con ello, mientras corría hacia el agua martillo en mano y gritaba:
-Me daré prisa hermano, recuerda, deberás estar listo para cuando...
Loki solo levanto la vista para ver las ondas en el agua donde Thor debía haber caído.
-Tonto Thor, siempre hablando sin ver lo que tiene ya frente a su nariz. -Murmuro el moreno, mientras una sonrisa aparecía en su rostro.
-...vuelva, cof cof, recuérdalo y no te duermas, holgazán! Cof cof cof. -El rubio no había visto el límite del muelle por recordarle el trato a su hermano, así que cayo justamente cuando seguía hablando, por lo que una considerable cantidad de agua termino en su garganta.
-Rayos, con esto tendré para al menos un mes de burlas, y un año completo de extorsiones de su parte, deberé sorprenderlo entonces para tratar de que lo olvide.-Murmuro el Dios del Trueno para sí mismo, pues sabía que Loki era perfectamente capaz de hacer tanto una cosa como otra, sería capaz de hacer que Thor hiciera los deberes físicos de su hermano, de lo contrario, les contaría a sus amigos esa pequeña y graciosa historia acerca del gran Thor cayendo al agua y sofocándose, solo por mantener palabras en su boca.
Si, podía estar seguro, era información que sería usada en su contra, por lo que apuro el ritmo de sus potentes brazadas, y en menos tiempo del que incluso Thor pensaba, llego a la otra orilla, conjuro un rayo con ayuda de Mjölnir, y se dispuso a regresar a la otra orilla, pero decidió jugarle una broma a su querido hermano, se desviaría un trecho de donde sabia era esperado, y aparecería en otro punto, pues sabía que Loki aprovecharía ese tiempo para descansar un poco recostado, y era bastante probable que se quedara dormido.
Con algunas ideas bastantes infantiles en su mente, Thor entro en el agua, sin decidirse aún por ninguna de ellas.
Mientras, en la orilla del lago, efectivamente, el Dios de la Mentira, se había recostado bajo un frondoso árbol, pero el calor era tal, que sin pensarlo dos veces, se quitó su camisa verde oscuro, dejando ver un pecho blanco como la nieve, delgado y con una hermosura tan grande, que era también codiciado por muchos asgardianos, tanto hombres como mujeres, el problema para ellos, es que el moreno solo tenía ojos para las más bellas asgardianas, habiendo ya roto la promesa de celibato hasta el matrimonio que realizase hace algunos años.
Su cansancio finalmente pudo con él y quedo recostado sobre el suelo, sumido en un sueño profundo, ignorante de que a unos pasos por detrás de él, llegaba su ojiazul hermano, dispuesto a darle un susto de muerte, al ver que efectivamente, el moreno yacía dormido.
Mientras Thor se preparaba para saltar sobre su compañero de juegos desde siempre, su vista cayo en el pecho descubierto del moreno.
Nunca había visto nada igual, bueno, nunca con los ojos con que lo veía en ese momento, se veía endemoniadamente sexy, esa pose relajada, al mismo tiempo se veía tan sugerente, una invitación a servirse del delicioso manjar que tenía enfrente.
Thor sabía perfectamente que el mismo tenía un cuerpo perfecto, además de un rostro real digno de el príncipe heredero al trono del más poderoso planeta del universo, eso lo hacía coquetear con cualquier mujer que tuviera frente a él, aunque sabía muy bien que no le atraían, pero era satisfactorio escuchar de boca de sus padres que no había mujer que pudiese resistírsele.
Si, tenía un cuerpo perfecto, sabia usar todos los atributos que tenía, pero no se había parado un momento a pensar, que pasaría si viera el cuerpo de otro Dios, el cuerpo de otro príncipe heredero al trono, el cuerpo de su hermano. Lo recordaba flaco y endeble, en qué momento se había convertido en... "esto".
Mientras pensaba en todo ello, una molestia apareció en la entrepierna del rubio, una enorme molestia a la que el rubio no hizo el menor caso, pues su mente se hallaba sumida en imágenes bastante atractivas como para prestarle atención a algo más.
Que sentiría si pasase sus fuertes manos por ese delicado cuerpo, si su lengua jugase con esos deliciosos pezones, si sus labios danzaran junto a los de su hermano.
¿Qué pasaría si tuviera sobre él a Loki? ¿Si gozaran juntos durante todo el tiempo que sus inmortales cuerpos los dejaran? ¿Qué sería lo primero que haría con él? Lo sabía bien, lo besaría hasta arrancar jadeos de pasión por parte del moreno, bajaría lentamente hasta su quijada, y repartiría generosamente sus besos por todo el blanco cuello, continuaría su descenso hasta llegar a esos pezones que lo volvían locos, pequeños, rosados y gritando ser tomados por su boca.
Bajaría aún más por ese abdomen trabajado, sin perder cuidado en besar cada centímetro de piel al que tuviera alcance, cuando por fin llegara a su cintura, le quitaría suavemente el pantalón, bajaría su calzoncillo, y recrearía su vista en el ser más hermoso que existía en ese momento para él, acercaría su rostro a la hombría de Loki, dispuesto a quedar preso de sus deseos, mientras que una traviesa mano se colaba al trasero de su hermano y jugaba a apretar y soltar sus nalgas, ya podía incluso sentir el sabor del moreno, con su miembro dentro de la boca del rubio, mientras un solitario dedo se introducía en el apretado agujero del olivarda, sus reacciones las conocía Thor mejor que nadie, así que podía saber que Loki intentaría alejarse de la intromisión, aunque eso significara enterrarse más en la garganta del rubio.
Bien, no le molestaría en absoluto.
Continuaría con su trabajo oral mientras el moreno se acostumbraba a un dedo, después a dos, y finalmente hasta tener los 5 dedos dentro de él, Thor no era tonto, y amaba demasiado a su hermano como para desear serle el causante de cualquier dolor, por lo que sabía que sería necesario preparar primero a Loki para lo que vendría.
Ya podía oírlo pedir más, ya sentía sus manos en sus rubios cabellos suplicando por más, el mismo pene de Loki ya estaría a punto de correrse, pero no, aun no habrían tenido suficiente, se pondría de pie, se quitaría absolutamente toda su indumentaria, revelando el glorioso, exquisito y escultural cuerpo que poseía, al mismo tiempo que se levantaría su miembro, orgullosamente, antes de ser atacado por la boca del moreno, esa lengua, podía sentirla perfectamente rodeando su glande, podía sentir ambas manos de su hermano cerrarse alrededor de su pene, sabía que incluso así no podría alcanzar la longitud necesaria, Thor era poseedor de un miembro enorme y bello, así que Loki debía de estar tentado a tenerlo entre sus manos, a lamerlo cual dulce se tratara, a intentar tenerlo por completo en su boca, todo eso haría, no se quedaría con las ganas.
Cuando fuese suficiente, Thor tomaría a su hermano y lo acostaría con la espalda a él, tomaría sus nalgas y las abriría ceremoniosamente, mientras empujaba su cadera para introducirse en el moreno, que estrecho debería de ser, podía sentir su pene pulsante luchando por abrirse paso, al mismo tiempo los suspiros y gemidos de Loki llegarían a sus oídos, pediría más, más de Thor, que bien se sentiría escuchar aquello, así que se lo daría, le entregaría todo su cuerpo, comenzaría un delicioso mete y saca, uno tortuoso, pues sería muy lento, y continuaría así, introduciéndose lentamente, hasta sentir que ya no podía avanzar más, entonces comenzaría a salir, saldría por completo, y volvería a comenzar.
En determinado momento, su cuerpo le pediría con todas sus fuerzas culminar, sería entonces cuando aumentaría el ritmo de sus embestidas, aceleraría su movimiento pélvico enterrándose en los confines del olivarda y derramándose en su interior...
Cuando abrió los ojos, se dio cuenta que no estaba en su habitación del palacio, tal como había pensado, sino recargado en un árbol, muy cerca de donde yacía dormido su hermano, con un gran problema entre sus piernas, aunque se daba cuenta que comenzaba a recuperar unas proporciones normales, tenía otro problema también, se había corrido en su calzoncillo, y tan fuertemente, que el semen había salido disparado generosamente frente a él, para ser un muchacho aun, ya tenía todo para pasar a ser un hombre, solo había un pequeño detalle, sería un hombre, sí, pero sería un hombre que fantaseaba con su propio hermano.