Capítulo 17.- El angelical rostro de la maldad (parte 1)
Pietro estaba parado en la salita adjunta a la sala de interrogaciones mirando a Shun que estaba solo en la sala y había cruzado sus brazos sobre la mesa para apoyar su cabeza, el peliazul jefe de criminalística lo había observado por mucho tiempo, aún no podía creer todo lo que había visto y oído, tenían que interrogarlo y enfrentarlo pero luego de lo que le dijo a su hermano nadie quería entrar en esa sala de interrogaciones, Shun sabía que lo estaban mirando así que no dijo nada y solo se acomodó en la mesa, pronto se quedó dormido
El ruido de la puerta al abrirse despertó al peliverde que se incorporó en la silla y sonrió a su ex - jefe que entró con varios folders en las manos
- No se si te dije esto pero… sabías que es muy común que los que son culpables duerman cuando son atrapados? – Pietro se sentó en la silla metálica frente a Shun
- No… no me lo dijiste – el peliverde se incorporó en la silla y frotó su ojo derecho, a los ojos de DM, Shun se veía extremadamente joven, el peliazul no podía comprender cómo este jovencito pudo haber sido capaz de todas las atrocidades que ellos sabían había hecho
- Cuando un hombre inocente es apresado su desesperación no lo deja dormir, cuando un hombre culpable es apresado se acomoda y duerme, la lógica es sencilla, ya lo atraparon… ahora puede descansar
- Me gusta tu teoría, pero tu sabes cariño mío que yo de inocente no tengo nada, tu mismo me dijiste que yo era una joya en la cama, o ya no te acuerdas? – Shun le sonrió pícaramente a su ex – amante y le guiñó un ojo
- No vamos a hablar de eso – dijo el mayor muy serio y hasta algo molesto
- Ah no?, ok., de que quieres hablar entonces?
- De tus víctimas
- Ok., qué quieres saber? – Shun se puso todo serio imitando el tono de Pietro pero rompiendo a reír casi inmediatamente
- Cuántas son? – preguntó el criminalista tratando de no inmutarse y solo mirando al joven que empezó a contar los dedos de sus manos para finalmente encogerse de hombros y responder:
- No lo se… esos son términos relativos
- Cómo relativos?
- Todo depende de con quién crees que estás hablando, con el “Boy Scout”?, con el “Carnicero de la bahía”? o con que otro asesino en serie al que tan hábilmente bautizó la policía?, y que conste en actas que resiento esos nombres que me pusieron, condensaron en una frase lo que ustedes pensaron que yo era, mal mal mal – dijo Shun meneando la cabeza
- Estoy hablando contigo, sin importar como te llames – aclaró DM
- Me llamo Shun
- Lo se… quiero saber a cuántas personas has matado, quiero saber en dónde están los cuerpos que no hemos encontrado, quiero saber los detalles de sus muertes para poder dar un poco de consuelo a sus familias, lo quiero saber todo – DM puso su mano en los folders que estaban en la mesa, esta era la oportunidad de cerrar varios casos abiertos
- Lo quieres saber todo… en serio? – Shun arqueó una ceja y sonrió maliciosamente, esa mirada era la misma que tenía el joven en el sótano, una mirada fría y dura
- Si… esta es tu oportunidad de pedir un abogado
- No necesito uno, en este punto no quiero uno, no me prometiste que siempre cuidarías de mi… o eso solo lo dijiste porque acababa de chupártela?
- Ya te dije que no vamos a hablar de eso
- No quieres hablar de lo bueno que era en la cama?, de cómo te hacía gemir de placer?, de cómo me la metías hasta hacerme gritar?, no quieres hablar de eso?, ohhh… ya entiendo, tu precioso Afrodita está detrás del vidrio y no quieres que él sepa como me cogías verdad?, bueno Pietro… eso va a estar difícil porque el solo verte hace que se me pare la… - DM dio un manotazo en la mesa callando a Shun que sonrió nuevamente, se recostó en su silla metálica, volteó el rostro hacia el espejo y les mandó un beso volado a todos los que estaba ahí, efectivamente Dita estaba allí y se sentía muy incómodo con todo esto aunque básicamente tenía pena por Pietro, Shun lo había engañado en todos los aspectos y Dita sabía lo mal que DM se lo iba a tomar, el dicho de que: “Cómo le van a robar los huevos al águila?” cobró sentido para el joven criminalista
- Basta… contigo no hay como hablar – DM empezó a caminar por la habitación, se le iba acabando la paciencia
- Claro que hay como, me puedes hacer lo que quieras, no me digas que no tienes ganas de arrojarme a la mesa y metérmela entera, mira… estoy esposado e indefenso ante ti, como se que está una cámara de video grabando esto podríamos hacer el video sexual mas pervertido de la historia, sería un éxito en el internet, si quieres lloro como lloré la primera vez que lo hicimos, te puedo decir que la tienes enorme, me puedo mover como lo hice aquella vez, tu sabes de lo que estoy hablando…
- Si no vas a hablar conmigo, hablarías con alguien mas?
- Estamos hablando Pietro
- No… tu no estás siendo racional
- No, pero nunca lo he sido, admítelo… eso es una de las cosas que te atrajeron de mi, eso y mi espectacular culo – Shun reía por lo que Pietro no lo pudo aguantar mas y simplemente salió de la habitación dando paso al detective Shura que tomó la posta, a él sería mas complicado que Shun intimidara o incomodara, ellos no tenían una relación amistosa previa ni mucho menos
El detective Shura entró a la habitación, se sacó sus gafas oscuras y se sentó en la silla que antes había estado ocupando DM
- Ok., continuaremos con el interrogatorio, ya está sentado en actas que rehusaste tu derecho de asesoría legal, entiendes lo que eso significa? – Shura hablaba en tono sereno, Shun también le respondía en el mismo tono, para cualquiera que no tomara en cuenta lo que ambos hombres decían le hubiera parecido una conversación por demás civilizada
- Si Shura, lo entiendo – dijo Shun recostándose en la silla metálica
- Muy bien, continuemos, fue Seiya Hyuga tu primera víctima?
- No entiendo tu pregunta – Shun sonrió, le gustaba provocar a sus antiguos compañeros pero hacer perder la paciencia a Shura no le iba a resultar tan fácil como le resultó con Pietro, el pelinegro en el mismo tono reformuló la pregunta
- Fue Seiya Hyuga la primera persona que mataste?
- No…
- Ok., quién fue la primera persona que mataste?
- Fueron dos la verdad no una, eso fue muy divertido
- Quiénes fueron? – Shura tenía una libreta en la que iba a apuntar todos los datos que considerara necesario pero la respuesta que recibió no se la esperó
- Mis padres… - dijo Shun con la mayor naturalidad del caso
- Tus padres no murieron en un accidente de tránsito? – Shun se acercó a la mesa como si le quisiera decir un secreto a Shura y susurró:
- Si… pero quién crees que cortó los frenos del auto? – Shura solo meneó la cabeza y prosiguió
- Y por qué lo hiciste?
- Bueno… era mi cumpleaños y no me compraron un pony – dijo Shun con fingida tristeza para sonreír casi inmediatamente de una manera muy pícara
- En serio? – Shura arqueó una ceja ante la risa audible de Shun que meneó la cabeza, el muchacho estaba jugando con él
- Claro que no… si escuchaste mi conversación con mi queridísimo hermano mayor te podrás dar cuenta de las razones que me llevaron a cometer tan atroz crimen – Shun puso expresión dramática cuando dijo esto
- Tu tenías diez años – dijo el pelinegro con sorpresa abriendo el expediente que habían armado de Shun que solo se encogió de hombros como si fuera lo mas natural del mundo
- Si… mas o menos así fue, lo que te puedo decir es que me gustó mucho su funeral, todos me abrazaban y lloraban conmigo, me sentí importante pero eso duró dos días, luego pasé a cuidado de mi hermano el que no soportaba verme, según él yo me parecía mucho a mi mamá y le recordaba a ella y se alejó de mi, yo crecí solo realmente
- Y cuando entra Seiya en la historia?
- Seiya… a él lo conocí en el colegio, él estaba en un programa de instructores, yo tenía notas bajísimas, no porque no fuera inteligente sino porque quería llamar la atención de mi hermano y mi profesor de matemáticas me asignó a Seiya para que me ayude con los deberes, por eso empezó a ir a mi casa, yo tenía 13 años y él 17, estaba en último año y… me enamoré, Seiya fue mi primer amor y todo estaba fantástico hasta que llegó mi hermano y lo convirtió en su puta – la última frase la dijo el joven peliverde con súbita rabia, ese caso aún le dolía aparentemente
- Seiya empezó una relación con tu hermano y por eso lo mataste?
- No tuve otra opción
- Ok., de eso ya hablaste y no te lo voy a preguntar otra vez, quiero saber que pasó después, lo mataste y que hiciste con su cuerpo?
- Lo enterré en el huerto de manzanas, supongo que con lo que le dije a Ikky lo van a buscar ahí verdad?
- Si… ya mandé una retroexcavadora
- Ok.,
- Hay alguien mas enterrado en el huerto de manzanas? – Shura miró a Shun que se quedó pensativo por un momento, puso sus manos sobre la mesa y se reclinó hacia adelante para susurrarle:
- No… pero si buscan en el lago cerca de la casa se pueden llevar una sorpresita – Shura tomó nota y cuando alzó la mirada Shun le guiñó un ojo
- Arrojaste cuerpos en el lago?
- Shura… debes entender… yo tenía 14 años, no se me ocurrió ninguna otra brillante idea mas que la de ponerles piedras a las fundas en las que los envolví y los arrojé al lago, teníamos un bote en el que mi abuelo y yo pescábamos en ese mismo lago, ahora comprenderás por qué he dejado de lado la pesca deportiva
- Cuántas personas están en el lago? – preguntó el pelinegro pero Shun hizo un sonido desaprobatorio con su lengua y meneó la cabeza
- Si te lo digo se pierde la gracia, vamos Shura… no te gusta lo de descubrir las cosas por ti mismo?, si yo te lo digo todo ya nada te va a sorprender – Shura suspiró, no tenía caso insistir si Shun igual no se lo iba decir por lo que siguió con su línea de interrogatorio
- Ok., cómo mataste a las personas que están en el lago?, los mataste de varias maneras o utilizaste el mismo método?
- Bueno… a la mayoría los acuchillé, les corté la garganta, eso era lo mas efectivo, no me gusta oír gritos o súplicas, por eso los amordazo también
- Ok., y por qué los mataste?, como los escogiste?
- Esa es una historia muy divertida, Seiya murió porque no me quiso en su cama, los otros murieron porque si me querían en su cama, una noche yo volvía de la casa de uno de mis compañeros de hacer un trabajo, como mi casa estaba un poco lejos tenía una bicicleta pero la noche me cayó y el camino estaba oscuro, de la nada me saltó en el camino un tipo que me botó al suelo y trató de violarme, yo tenía una daga en mi bota y lo acuchillé en defensa propia, le clavé el cuchillo en la espalda, él iba a correr para huir de mi pero yo lo alcancé y luego de hacerle caer me paré detrás suyo y le corté la garganta entera, eso fue… alucinante… nunca me había latido el corazón de esa manera, fue una emoción única, la daga entró en su piel como si hubiera sido de mantequilla y a los pocos minutos yo vi como se desangró y la luz de sus ojos se apagó, me sentí… poderoso, así que lo arrastré fuera del camino y como estaba cerca del lago lo arrastré hasta allá, en el bote de mi abuelo había cuerda así que lo até y le amarré piedras a su barriga, remé hasta el centro del lago y lo arrojé, muy simple la verdad, si dejaba el cuerpo en la vía lo mas probable era que lo rastreen a mi porque estábamos cerca de mi casa y luego podrían preguntar por Seiya, no no no
- El tipo era grande?
- No… debía haber tenido unos 18 años máximo, mi nissan era mucho mas grande, como me resultó muy difícil y cansado arrojarlo al lago y al día siguiente me dolía todo, me dediqué a levantar pesas, necesitaba estar fuerte para poder cargarlos, tu sabes… si en el futuro se presentaba otra vez la oportunidad
- Tu eres delgado – dijo Shura mirando al joven que en verdad era esbelto y no muy alto
- Lo que pasa es que no me has visto desnudo, pregúntale a Pietro… yo soy fuerte aunque no lo parezca, pura fibra… - DM tras el vidrio solo apretó los puños
- Ok., y así escogiste a todos los que mataste y arrojaste al lago?
- Si… me dediqué a caminar las noches por los caminos circundantes a mi casa, mi abuelo me había advertido que era peligroso pero… mi abuelo ya no estaba para cuidarme, antes de que construyeran la carretera principal era un camino bastante transitado, ahora es que está casi totalmente abandonado, lastimosamente esta ciudad está llena de pervertidos e inevitablemente siempre hubo alguien que quería cogerme así que… - Shun hizo un sonido gutural mientras pasaba su mano por su cuello dando a entender que los había degollado a todos aquellos que tuvieron la muy mala suerte de acercarse a él
- Y cómo los llevabas al lago? – continuó Shura tratando de ignorar lo mal que se iba sintiendo con este interrogatorio
- Los arrastraba al inicio pero eso además de dejar marca en el suelo me resultaba muy cansado, luego tenía una carretilla a la mano y los llevaba con mayor facilidad, eso era muy divertido, me hacía sentir vivo…
- Ok., y cuánto tiempo duró esto?
- Hasta que acabé la secundaria y me mudé a la ciudad para ir a la Universidad
- Ok., y qué pasó?, dejaste de perseguir a violadores?
- Ajá… ya no era tan divertido, yo ya estaba mas grande y quería probar cosas nuevas, así que en lugar de ofrecerme como víctima se me ocurrió que sería divertido ser el victimario, el primero que cayó fue mi profesor de biología, me llamó un día a su oficina para hablarme de un trabajo, yo fui y luego de hablar lo que teníamos que hablar de manera muy directa me senté en sus caderas y le empecé a besar, él pensó que me cogería como había cogido a tantos otros alumnos, pero yo supongo que es mi rostro… nadie creería que alguien que se ve como yo pueda someterlos, pero lo hice, tomé de su escritorio una grapadora industrial y le golpeé la cabeza, le até las manos con su corbata, lo puse en 4 en el sillón y yo me lo cogí con ganas, esa fue mi primera vez y se sintió fantástico, él se quejaba y trataba de pelear conmigo pero yo me impuse y me lo gocé, cuando terminé le golpeé la cabeza otra vez con la grapadora, él aún se resistía así que continué golpeándolo hasta que dejó de moverse
- Cómo se llamaba tu profesor?
- Hades algo… la verdad no me acuerdo su apellido… - dijo el peliverde con una muy sínica sonrisa
- Ajá… qué hiciste con el cuerpo?
- Bueno… como estaba lejos del lago y no tenía como sacarlo de la oficina sin llamar la atención busqué por ahí y encontré varias fundas de basura industrial, en su gabinete estaban sus herramientas para disecciones así que… lo diseccioné y saqué su cuerpo en bolsas plásticas, me tocó hacer tres viajes hasta su auto, lo dejé en un contenedor de basura no muy lejano pero tampoco cercano y regresé a su oficina para limpiarla, ahí es cuando se me ocurrió que quería ser criminalista, en mis noches de insomnio ya había leído todos los libros del tema que mi tío Shion dejaba en casa, eso fue en verdad muy útil porque aprendí yo solito a no dejar evidencias, a limpiar mis rastros, además el tío Shion me contaba de sus casos aquí así que yo sabía mas o menos lo que la policía busca en las escenas del crimen
- Fundas de basura con cuerpos en partes, eso fue hace cuatro años, en esa investigación se encontraron mas de 25 cuerpos – Shura recordaba ese caso y un escalofrío le recorrió la espalda entera
- Si… eso es mas o menos lo que fue, si… - dijo Shun haciendo memoria de sus víctimas
- Cielos…
- Quieres tomarte un descansito Shura?, mucho para ti? – preguntó el peliverde al notar la palidez del detective que respiró profundamente y meneó la cabeza
- No… es mejor seguir
- Ok., pregúntame… pregúntame… - eso lo dijo Shun en el tono del Burro de Shreck, Shura solo lo miró y por algunos minutos se puso a analizar su folder hasta que encontró los rastros de químicos en sus víctimas, por mas estudios que habían hecho no habían podido determinar a ciencia cierta la sustancia que Shun les inyectaba así que por allí fue su próxima línea de interrogatorio
- Qué les inyectas a tus víctimas?
- Ohhh… eso es solo algo de mi propio diseño e invención, no lo podrías conseguir en una farmacia
- Qué es?
- Ok., te lo voy a explicar para que lo entiendas porque tu solo eres policía, es una especie de relajante muscular con una muy saludable dosis de un alucinógeno bastante delicioso, como que los atonta y los vuelve dóciles, cómo crees que logré que caminaran por el bosque sin hacerme mucho escándalo?
- Cómo lo hiciste? – a Shura le parecía increíble que Shun haya podido desarrollar su propia toxina pero al examinar su expediente pudo ver que su coeficiente intelectual era en verdad alto, este muchachito hubiera podido hacer con su vida todo lo que hubiera querido y escogió ser asesino…
- No viste que atrás de mi casa hay un vivero?, todo se puede encontrar en la naturaleza si sabes en donde buscar, yo solo lo busqué, lo planté, lo cociné y lo hice, yo era muy bueno en química no te lo dije?
- No…, pero cómo lo hiciste?, pudiste haberlos envenenado, una toxina de esta naturaleza en la dosis equivocada puede ser letal – dijo el pelinegro temiendo la respuesta
- Ya lo se… pero en verdad crees que estuviera usando algo así sin haberlo probado primero?, que pasa Shura?, no me conoces en lo mas mínimo?, yo todo lo reviso y lo chequeo mas de una vez, por eso tan bueno en mi trabajo – Shun sonrió muy significativamente y Shura entendió la indirecta por lo que preguntó sin mas miramientos
- En quién probaste tu toxina?
- Esa historia es buenísima, te van a gustar los próximos… una tarde estaba en un café y un mocosito trató de robarme la billetera, el pobre no supo lo que le pasó, él fue mi primer experimento, nunca lo olvidaré, yo estaba en tercer año de la carrera y estábamos viendo lo de los venenos y demás sustancias químicas, cómo reconocerlas, cómo tratarlas y toda la cosa, yo había estado jugando en el laboratorio y tenía algunas mezclas que quería probar en alguien así que lo ahorqué hasta que perdió el conocimiento y lo subí al auto de mi abuelo, como necesitaba privacidad lo llevé a la vieja casa y él fue mi primer invitado en el sótano, lo disfruté mucho, lo disfruté una semana entera, ese muchachito fue mío en todos los sentidos, fue muy complaciente porque le había prometido que no lo iba a matar pero… las cosas no siempre pueden ser como uno las ofrece
- En él probaste tus toxinas?
- Si, quería ver lo delas dosis, que tanto tiempo duraban y esas cosas, efectos secundarios no deseados además de los esperados, pero lo que en verdad yo quería era ver si sentía lo que le hacía así que le hice muchas cosas – cuando Shun dijo esto su mirada se tornó soñadora, él recordaba los episodios de sus torturas como algo muy placentero
- Qué le hiciste? – preguntó Shura con rabia
- Bueno… primero me lo cogí, y con ganas por varios días, luego empecé a ver su tolerancia al dolor, al fuego, a los cortes, al calor, al frío, mi toxina necesitó varios ajustes, por lo que necesité varios voluntarios para probarlos, esa época fue muy divertida
- Qué hiciste con los cuerpos?
- Nada muy elaborado, los degollé y los abandoné en los callejones, estaba acabando la carrera y el tiempo era esencial, tenía muchos trabajos y cosas, me dio pereza, qué te puedo decir?
- Esas fueron 15 víctimas, esos son los crímenes del “Carnicero de la bahía”
- No sabes como odio ese nombre – dijo el peliverde en un susurro cargado de rabia
- Y a ellos los escogiste porque te intentaron asaltar?
- No… solo el primero me intentó asaltar, los otros solo fueron convenientes para mi, drogadictos y pandilleros, eran desperdicios humanos así que los traté como tal, nadie los iba a extrañar, eran muchachitos sucios que vivían en la calle, sin nadie que los llore, sin nadie que los extrañe, pero fueron muy útiles, de eso no hay duda, me permitieron perfeccionar mis herramientas, mi técnica, mis cortes son precisos como los de un cirujano, y eso que no tengo entrenamiento formal en esa área
- Suenas orgulloso
- Cómo no estarlo?, siempre me ha gustado ser bueno en lo que sea que haga
- Ok., y de ahí pasamos a los últimos asesinatos o hay mas?
- No… no hay mas, después de eso me convertí en su “Boy Scout”
- Ok., gracias Shun… eso será todo – Shura cerró los folders y empezó a recogerlos
- Ah si? – Shun arqueó una ceja - Yo pensé que querías saber los detalles de estas muertes por ser las mas recientes
- Tenemos la evidencia – dijo Shura caminando hacia la puerta
- Si… pero no sabes los motivos, mi amado Pietro se moría por saber cómo los escogí, y eso que se lo dije mas de una vez, solo que él no lo pudo poner en contexto, hasta lo llevé allí conmigo y él no se dio cuenta de nada, yo fui de cacería con él y ni lo sospechó, eso fue cumbre – el peliverde sonrió al vidrio a sabiendas que Pietro lo estaba mirando
- Yo creo que he escuchado lo suficiente – dijo el pelinegro cerrando los folders, Shura se sentía enfermo y necesitaba salir de esa habitación
- No me digas que no quieres saber los detalles de la muerte de Mu, o de Julián Solo, no quieres saber por qué mandaba dibujos?, no quieres saber por qué en luna llena? – Shun sonrió cuando Shura volvió a la mesa y dejó todos los folders pero no se volvió a sentar sino que igual se dirigió hacia la puerta
- Necesito un descanso, voy por un café
- Yo también quiero uno, con dos de azúcar por favor
Shura se puso de pie y salió de la sala de investigación, le dolía la cabeza y tenía la piel de gallina, escuchar hablar a Shun de sus asesinatos como quien habla de sus mascotas le había llegado al alma al pelinegro que caminó por el pasillo sacudiendo las manos y meneando la cabeza, mientras que Pietro miraba a Shun por el espejo, el joven peliverde se había vuelto a recostar en la mesa pero tenía su mirada fija en el espejo y sonreía de una manera muy especial al saber que lo estaban mirando, Dita sostenía del brazo a Saga que temblaba de la rabia, Docko estaba arrimado a la pared de pie junto a Shion que estaba total y absolutamente pálido, todos habían escuchado las palabras del peliverde en total concentración y aún así no podían creer todo lo que habían oído
Shun cerró los ojos y empezó a tararear una de las canciones que estaban de moda en la radio, guiñó un ojo al espejo y al ritmo de la canción que estaba cantando se empezó a contorsionar en la silla de una manera muy sensual, les sonreía a todos pícaramente antes de quedarse quieto y cerrar los ojos nuevamente para fingir dormir, al peliverde le parecía sumamente divertido provocar al cuerpo policial entero, todos al verlo ahora con el rostro sereno y laxo nadie podría haber imaginado que tras ese rostro angelical se escondía un ser sin corazón y sin consciencia, un ser que su sed de sangre lo había llevado a asesinar a un número indeterminado de personas en un período relativamente corto de tiempo…