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MALDITO ALCOHOL por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo la continuación del fic, espero que les guste para donde va el asunto y para los que tenían ganas de lemon, pues este es su capitulo

Capítulo 3.- Un clavo saca otro clavo… y que clavo!!!

 

Aioros subió a su templo mas o menos media hora después de que su aprendiz había salido del templo de Aries, en su ascenso no encontró nada fuera de lo común, cuando llegó a su templo buscó a Seiya y lo encontró en la bañera sumergido casi hasta el cuello en burbujas, su muy alegre castaño tenía una expresión de tristeza única que podría conmover a cualquiera, por lo que su maestro se acercó, se arremangó las mangas, se arrodilló y tomó la esponjita que estaba en el borde de la bañera, la enjabonó y puso su mano suavemente en la espalda de su aprendiz que se incorporó un poco para permitir que su maestro se tallara la espalda

- Shyru no es el único hombre al que amarás, él fue tu primer amor y ese duele mas cuando termina pero tu estarás bien mi niño – dijo Aioros paternalmente, al dorado arquero se le encogía el corazón ver tan triste a su aprendiz al que quería como a un hijo y el sentimiento era mutuo, Seiya quería mucho a Aioros, representaba su figura paterna

- En verdad lo cree maestro?

- Claro muchacho, lo que necesitas ahora es sanar esa herida de tu corazón y yo tengo la receta perfecta

- Ah si?

- Claro… bueno, te me adelantaste con el baño en tina, pero yo propongo chocolate caliente, pizza y una película, que dices?

- Usted es muy bueno conmigo maestro

- Nahhh… termina de bañarte y avísame, hay que ponerte nuevas vendas a tu pie, cómo lo sientes?

- Igual me duele pero no es importante

- Ok., yo voy a prepararlo todo, tómate tu tiempo

- Gracias maestro

 

Saga de Géminis estaba solo en su templo, Kanon ya había regresado al templo marino pero iba a volver para Año nuevo, el guardián de la tercera casa estaba tomando una cerveza y miraba la puesta de sol, el paisaje era hermoso pero otra cosa ocupaba su mente, Seiya de Pegaso…, Aioros se había ido muy preocupado y claro ya no había vuelto a bajar, la curiosidad le carcomía el alma al santo de Géminis que ya no aguantó mas y emprendió su asenso hasta el noveno templo pero cuando llegó no se anunció, no iba a entrar, solo quería ver a su pequeña tentación y lo encontró en el sillón de la sala hablando con su maestro, Seiya tenía lágrimas en los ojos y hablaba bajito, Saga desde donde estaba no alcanzaba a oír lo que el muchacho decía, lo que si pudo ver era como Aioros lo miraba con dulzura y luego cuando el joven dejó de hablar el santo dorado de Sagitario lo abrazó sirviéndole de paño de lágrimas

 

Seiya lloró hasta que se tranquilizó para luego acomodarse en el sillón con la cabeza apoyada en el regazo de Aioros que los cubrió a ambos con una manta y se dedicaron a ver la película pero a los pocos minutos el joven castaño estaba profundamente dormido, ahí fue cuando Saga anunció su presencia y entró al templo de su muy buen amigo Aioros que sonrió al verlo, ellos dos ahora se llevaban muy bien, se tenían toda la confianza del caso lo que era complicado para Saga, Aioros era bastante sociable pero el guardián del tercer templo era mas bien arisco

- Pizza? – preguntó el peliazul señalando la caja que estaba en la mesita, habían unos 5 pedazos que habían sobrado

- Está fría si quieres un pedazo

- Ya cené, noche de película? – dijo el visitante tomando la caja de la película que estaba en la pantalla del televisor

- Algo así… en qué te hallas amigo? – Aioros no se quería mover para no despertar a Seiya y los dos mayores hablaban bajito

- En nada, quería ver si estabas ocupado o si querías ir al pueblo o algo, me sentía encerrado en mi templo pero veo que tienes las manos llenas, qué pasó eh?, problemas de amores? – Saga se sentó en el sillón de enfrente y señaló a Seiya cuando dijo esto

- Si… no te voy a mentir aurita tengo los irrefrenables deseos de ir al templo de libra y descuartizar a Shyru lentamente – Aioros acarició los castaños cabellos de su aprendiz que se movió pero no se despertó

- Qué pasó?

- Shyru se acostó con otro y Seiya los cachó en pleno acto, ya te podrás imaginar como está, me da mucha ternura verlo tan triste, hoy me contó muchas cosas que no me había contado, de hasta dónde había avanzado su relación con ese muchacho, tu lo sabías?

- Por qué me lo preguntas?

- Me dijo que habló contigo la noche de la cena de navidad, yo lo vi salir pero ya no lo volví a ver esa noche, él debió llegar después de lo que llegué yo, estuvo contigo todo ese tiempo?

- Si… me lo encontré en el balcón del templo del Patriarca, tu sabes que a mi no me gustan las reuniones y salí por aire fresco, estuvimos hablando de nada en específico por algún rato pero luego me contó lo suyo con Shyru y cómo lo había visto con Syd que era el ex

- Por qué te lo contó a ti?, ustedes no son muy llevados que digamos verdad?

- No, pero tu sabes como son estas cosas, a veces la oreja de un extraño te puede dar perspectiva, hablamos hasta tarde, tu ya estabas dormido cuando llegamos aquí

- Si, eso es lo que él me dijo, gracias por ayudarlo esa noche pero igual eso no me quita las ganas de querer estrangular a Shyru

- Bueno… si quieres sacarle el aire al aprendiz de libra yo tengo la solución para ti, Docko se va de misión esta semana y no lo va a llevar, me lo dejó encargado a mi pero yo te los puedo intercambiar, que Seiya entrene conmigo esta semana y Shyru que entrene contigo, así yo consiento a tu estudiante y tu aplastas al infiel Dragón – dijo Saga con una sonrisa, esto era perfecto, si Aioros aceptaba podría tener al pegasito en su templo toda la semana, mmmmm… delicioso…

- Perfecto, pero no quiero que consientas a Seiya, él necesita ocupar su mente con otras cosas y distraerse, no quiero que pase auto compadeciéndose o algo

- Bueno… cuando yo digo consentir me refería a un entrenamiento con Katanas, extreme hiking, una caminata al lago o algo de eso, me gustan las actividades fuera del templo y hace tiempo que no hago nada de eso, me hace falta Kanon… - Saga suspiró, habían cosas que hacía con su hermano y no había encontrado un buen reemplazo y todo lo que proponía si lo iba a hacer con Seiya pero no como entrenamiento, sino como diversión

- Genial, eso a mi muchachito le encantará, Shion tiene razón, tu deberías tener un aprendiz, el que fuera escogido sería beneficiado exponencialmente, tu eres uno de los mas fuertes de todos nosotros, deberías dejar de ser tan antisocial

- Ya ya ya, que no vine a que me regañes, entonces quedamos así, mañana mándame a tu aprendiz y yo lo mantendré muy distraído, tu eso déjamelo a mi

- Gracias amigo, Shyru no va a saber que lo golpeó – dijo Aioros con una maliciosa sonrisa, Saga luego de sonreír también se puso de pie y salió tranquilamente del noveno templo luego de apretar el hombro de su amigo que iba a acabar de ver la película antes de llevar a Seiya a su habitación y acostarlo, Aioros no perdonaba una papa frita y había aún un posillo entero

 

A la mañana siguiente Seiya despertó y no sabía cómo fue que llegó a su habitación pero al salir vio a su maestro inusualmente de muy buen humor, Aioros era muy buena persona pero esta mañana hasta silbaba mientras estaba afanado picando fruta

- Qué hay Maestro?

- Ohhh… te tengo una sorpresa y para eso necesitas un súper buen desayuno, siéntate y empieza con las tostadas

- Qué sorpresa?

- Shyru va a venir a entrenar conmigo hoy… no no no, no me pongas esa cara que tu no vas a estar aquí, tu vas a ir a entrenar con Saga y me prometió enseñarte a utilizar todas las armas de su arsenal, así que sonríe porque tu tienes el privilegio que todos los aprendices desean

- Entrenar con Saga? – Seiya no pudo evitar sonreír, pero no sonreía por el prospecto del entrenamiento sino de pasar el día entero con el sexy peliazul, solitos… en su templo…

- Claro… él es uno de los mas fuertes y él puede enseñarte cosas que yo no, me dijo que quiere llevarte a escalar y no se que mas cosas, así que desayuna y alístate porque Shyru ya mismo llega y no quiero que te cruces con él, a él también le espera una sorpresita – Seiya miró sorprendido a su maestro porque sonreía con malicia

- Lo va a llevar al campo de acción y reacción verdad? – dijo el castaño tomando una manzana y dándole un mordisco

- A  dónde mas…

- Maestro… usted es mi ídolo, y luego me preguntan a mi que por qué yo soy tan maledicente – Seiya sonreía muy divertido, Shyru deseará haber muerto en cualquiera de las guerras santas cuando acabe el día

- Ohhh… me vas a hacer sonrojar, pero apúrate y saca la cara por el templo cuando entrenes con Saga, da lo mejor de ti y hazme sentir orgulloso, come rápido y ya vete

 

Seiya tomó leche, comió tostadas y fruta antes de ir a su habitación y armar una mochila, si iba a “entrenar” con Saga necesitaría algunas cosas por lo que llevó una muda de ropa, otros zapatos para escalar, un buso, un gorrito, y todo lo que pensó que podría necesitar, abrió su cajón de la mesa de noche y luego de pensarlo un momento también puso en uno de los bolsillos de la mochila un tubo de lubricante, “por si las moscas” pensó Seiya, nunca estaba de mas ir preparado

 

Luego de despedirse de Aioros, el aprendiz de Sagitario bajó las escaleras a la carrera, su pie ya estaba mucho mejor y ya casi no le dolía, en las escaleras se cruzó con Shyru el que se detuvo para intentar hablar con él pero Seiya lo ignoró olímpicamente y siguió con su camino en descenso hasta que llegó al tercer templo, Saga estaba en medio del patio de su casa, era un patio de piso empedrado rodeado de columnas, el mayor tenía una espada es sus manos y estaba practicando varios movimientos esperando  pacientemente a su nuevo aprendiz el que llegó y lo miró embelesado al observar la gracia de sus movimientos, parecía que Saga flotaba de lo rápido que se movía, sus movimientos eran muy fluidos y mas que un entrenamiento con espada parecía una danza, una danza hermosa y mortal

 

Saga giró una vez mas pero al percatarse de que era observado se detuvo y se apoyó en la espada como si fuera bastón y sonrió a su visitante

- No te quedes ahí, acércate – Saga llamó a Seiya que dejó la mochila en el piso y se acercó al mayor con paso seguro y una divertida sonrisa – Sácate los zapatos y toma la espada que está apoyada en la pared

- Es sin zapatos?

- Si… al contrario de lo que la gente piensa para el correcto manejo de la espada todo el cuerpo es necesario, quiero ver como mueves tus pies, eso es muy importante y no te preocupes que me aseguré que no haya vidrios rotos en ninguna parte del patio, Aioros me dijo que no has entrenado con esto verdad?

- No mucho, Marin me enseñó un poco sobre posiciones de la espada, de las manos, pero no hicimos nada mas avanzado, además supuestamente los caballeros no deben usar armas

- Esa es la teoría pero el entrenamiento con la espada no es para eso, es para afinar tus reflejos, para crear en ti sentido de la disciplina también y muchas cosas mas

- Ohhh… ok., así está bien? – Seiya sostenía la espada pero a criterio de Saga no la estaba sosteniendo apropiadamente por lo que sonrió y le acomodó las manos en el mango del arma, ahí aprovechó para pararse detrás de Seiya y pegar sus cuerpos unos instantes, Seiya sonrió, este entrenamiento iba a estar muy interesante

- Ok., así está mejor, la tienes que sostener con fuerza para que el enemigo no te la pueda quitar o hacer que vuele lejos de tus manos en un combate, el rato que te desarme estás muerto, ahora voy a enseñarte posiciones básicas y partiremos desde ahí

 

Saga la mañana se dedicó a enseñarle al Pegaso pasos básicos, cómo mover la espada, cómo mover los pies, cómo avanzar, como defenderse, el castaño resultó muy buen aprendiz pero igual a la primera oportunidad que se enfrentaron Saga a los dos minutos ya tenía a Seiya recostado sobre su espalda, desarmado mientras él tenía su espada en su cuello manteniéndolo en el piso

- A eso llamas defensa? – el mayor sonreía muy divertido ante la molestia del mas joven, Seiya estaba molesto consigo mismo porque Saga era muy superior a él en esto

- Otra vez… - Seiya se puso de pie y tomó la espada nuevamente, se pusieron en guardia y empezaron su combate, Seiya tenía una cara de concentración única y se movía lo mas rápido que podía tratando de evadir a Saga, Seiya hizo un giro hacia la izquierda que tomó al mayor por sorpresa porque el pequeño Pegaso le hizo una barrida que logró desestabilizarlo, pero Saga en un movimiento felino puso una mano en el piso y se impulsó nuevamente para atacar a su oponente y de la misma manera que la vez anterior en un rápido movimiento Saga desarmó a Seiya haciéndolo tropezar en el proceso solo que esta vez el castaño no cayó al suelo porque el mayor soltó su espada y atrapó al muchacho antes de que cayera, se miraron a los ojos y sonrieron

- Ya entiendo… por eso estamos entrenando con las espadas? – preguntó Seiya cuando sintió la mano de Saga que disimuladamente bajó de su espalda hasta su trasero y le apretó un cachete, el menor se incorporó pero no pudo zafarse del abrazo de Saga que no lo soltó, mas bien lo apretó contra su cuerpo dando algunos pasos hasta acorralar a su aprendiz contra una de los pilares del patio

- Ya te dije para que estamos entrenando con las espadas, la verdad solo quiero hacer caso a todo lo que Aioros me dijo

- Mi maestro te dijo que me arrinconaras a uno de los pilares de tu patio?

- No exactamente, tu maestro me dijo que te distrajera y a mi esto me parece una muy buena distracción no te parece? – Saga dirigió sus labios al cuello del menor que sonrió e hizo su cabeza hacia atrás mientras rodeaba el cuello de su maestro y le acariciaba la nuca

- Muy buena distracción…- Seiya sonrió cuando las manos de Saga se colaron dentro de su camiseta y subían por sus costados, en este punto Saga buscó los labios del Pegaso y se unieron en un muy pasional beso, la lengua de Saga recorría la boca del castaño que presta se abría y dejaba juguetear a la lengua del mayor con la suya

- Suficiente entrenamiento? – preguntó el mayor que cargó al joven haciendo que le rodee el cuerpo con las piernas y caminando con él hacia el interior del templo

- Ajá… pero…

- Pero qué?

- Estamos sudados…

- Quieres un baño?

- Si… contigo… en tu… tina…

- Mmmmm… tus deseos son órdenes

 

Saga y Seiya llegaron a la habitación del mayor entre apasionados besos que no perdió tiempo y al entrar al baño depositó su preciada carga en el filito de la bañera y abrió las llaves de agua caliente, Seiya se puso de pie y rápidamente se fue sacando la ropa al igual que Saga, a los pocos minutos ya estaban completamente desnudos y nuevamente se estaban besando con deseo y ansia, entre besos y caricias entraron en la tina, Saga se sentó en la fría baldosa y acomodó a su niño sobre él y por un buen rato jugaron en el agua, esto le parecía sumamente sexy al mayor el que Seiya le tallara el cuerpo con una esponjita, que se pasara sus manos enjabonadas por todo el cuerpo para finalmente acomodarse sobre él y dejar que lo prepare para recibirlo

 

Seiya tenía la respiración agitada y se estaba aferrando al cuello de Saga mientras éste introducía dos enjabonados dedos en su entrada buscando dilatarla, el castaño gemía porque esto le era incómodo pero Saga lo estaba distrayendo con ardientes besos y mordidas en su cuello

- Ya… ya… Saga… ahora… - dijo el castaño que tenía los ojos cerrados pero levantó la cadera buscando posicionarse cobre el erguido miembro del mayor que igual ayudó a ubicarlo bien y sostuvo a Seiya mientras él bajaba lentamente introduciéndoselo en su cuerpo, esta tortura era deliciosa porque el castaño lo estaba haciendo despacito, Saga lo sostenía de las nalgas y de paso se las acariciaba

- Listo? – preguntó el mayor mordiendo la oreja de Seiya que estaba todo sonrojado y escondió su rostro en el hombro del peliazul

- Dame… un segundo… - dijo el menor que suspiró y se acomodó mejor para impulsarse y empezó un vaivén de caderas lento pero profundo, Saga se sentía en el cielo, Seiya lo cabalgaba con entrega y pasión, disfrutando de este encuentro al máximo, el castaño era algo estrecho y todo su cuerpo se contraía rítmicamente llevando al borde de la locura al mayor que se dedicó a besar, morder y lamer el pecho de su joven amante, que jadeaba y gemía con soltura llamándolo por su nombre

- Eso es… sigue pequeño… muévete mas… mas…

- Te gusta… si me muevo… así? – Seiya sonrió y aumentó el ritmo haciendo gemir al mayor que se estaba volviendo adicto a esa bronceada piel y a esos ojos cafés que pícaro lo miraban

- Si… así… ohhhh… - Saga desvió una de sus manos hasta el miembro del muchacho y lo empezó a frotar con entusiasmo, esto hizo estremecer a Seiya que inconscientemente aumentó el ritmo y pegaba mas sus cuerpos al sentir esta deliciosa fricción, el jovencito estaba por llegar a la cumbre del placer, en este punto no oía nada ni tomaba atención a nada, solo sentía placer en cada una de las células de su cuerpo y con un gemido ahogado se derramó en la hábil mano de su amante el que al sentir como se contorsionaba el menor y como su cuerpo se contraía por su orgasmo lo llevó a él también a alcanzar el clímax derramándose dentro de ese joven cuerpo que se estremecía entre sus brazos

 

El cuarto de baño se llenó de jadeos y gemidos para después caer en un silencio que era solo perturbado por las respiraciones entrecortadas de la pareja que estaba abrazada aún en la bañera, Seiya movió su cadera una vez mas con lo que Saga salió de su cuerpo pero no lo dejó ir, lo atrajo haciendo que vuelva a sentarse en su regazo, Seiya apoyó su cabeza en el hombro de su amante y se acurrucó en su pecho, Saga acarició la joven espalda que estaba helada, el agua ya no estaba caliente por lo que el mayor dejó ir el agua de la bañera y abrió nuevamente las llaves del agua caliente

 

Entre risas y besos se dieron un buen baño, Saga lavó el cabello de Seiya que se dejaba hacer y hablaba de todo un poco, Saga solo sonreía, este muchachito decía muchas cosas para hacerlo reír, en verdad disfrutaba mucho de su compañía, ya luego se enjuagaron y salieron de la bañera, se vistieron y fueron por algo de comer, Saga no lo podía creer, entre el entrenamiento y el muy placentero baño después ya eran las cinco de la tarde, en la cocina Saga sacó varias cosas del refrigerador y las puso en el mesón, Seiya había tomado un vaso con agua y se sentó en uno de los banquitos que estaban frente al mesón

- Vas a cocinar?, en serio? – el joven miraba al peliazul entre sorprendido y divertido

- Ajá… hoy tengo antojo de carne al vino, con papas y ensalada – el mayor ya había dejado la carne fuera del refrigerador y la había alineado el día anterior, ahora solo tenía que ponerla en el horno

- Wow… ok., cuando vayas a mi templo no esperes que yo cocine para ti, para eso si que soy negado, salvo que quieras comer tostadas – dijo Seiya con una sonrisa

- Mmmmm… yo comería tus tostadas todos los días – Saga al decir esto buscó los labios del joven que se sonrojó por la implicación de las palabras del peliazul y el hecho de que le estuviera acariciando las nalgas descaradamente

- En serio?

- Claro… pero ven y ayúdame si quieres que la cena esté a tiempo, picas la lechuga?

- Uy… un hombre que se hace cargo de la situación… que sexy… - Saga le dio el cuchillo a Seiya que lo tomó al igual que a la lechuga a la que veía como si fuera un alien o algo así

- No no no… así no coges el cuchillo, nunca lo has hecho pegasito? – Saga sonrió al ver que Seiya no sabía por donde empezar, se paró detrás de él y ubicó su mano en el mango del cuchillo de mejor manera aprovechando para pegar sus cuerpos y besarlo en la nuca

- La verdad no, Aioros es el rey de la comida congelada

- Mira… lo haces así – Saga puso sus manos sobre las de Seiya y ambos fueron picando la lechuga, Saga guiaba y Seiya complacientemente facilitaba todo

- Que sexy te ves aurita – dijo el menor girando un poco su rostro y mordiéndose el labio

- Gajes del oficio… y la edad…

- No eres tan viejo, bueno… solo un poquito… - esto dijo Seiya con una pícara sonrisa

- Ah si?, si yo estoy viejo, tu… estás en edad perfecta para darte de nalgadas si te portas mal – Saga le acarició el trasero y se lo palmoteó juguetonamente, Seiya saltó y se sonrojó

- Hey…

- No me digas que no te gusta –Saga volteó a Seiya luego de dejar el cuchillo en la mesa y lo abrazó posesivamente agarrando su trasero con ambas manos y besando su cuello

- No… me encanta… mmmmm…. Saga… - Seiya rodeó el cuello del mayor con los brazos y se rindió a los muy pasionales besos que su amante le estaba dando, y en eso estaban cuando sonó la alarma del horno, ellos seguían en sus juegos y aún no tenían la ensalada, entre risas y besos la prepararon rápidamente para luego cenar, cuando la cocina estuvo lista y limpia Seiya tomó su cosas y con un dulce beso se despidió del mayor que le dijo que trajera su bolsa de dormir para el día siguiente porque irían a acampar

 

Seiya subía las escaleras con una sonrisa en el rostro la que se profundizó cuando vio a Shyru bajar con dificultad las gradas, el castaño agradeció a todos los dioses por su maestro, conociendo a Aioros habría hecho repetir esa maldita pista a Shyru hasta que la pasara completa y desde el inicio cada vez, Seiya recordó cuando él hizo ese entrenamiento con su maestro, la pista de acción y reacción estaba cruelmente diseñada para lanzar ataques que el que esté pasando la pista no pueda esquivar, entonces invariablemente Shyru debía estar adolorido hasta la médula, Seiya recordó las veces que él mismo se cayó en ese foso, las flechas que le llovían de todas las direcciones, las enormes piedras que tenía que esquivar, la delgada cuerda que era lo único que se interponía entre la vida y la muerte si caía en los barrancos, las espinas del camino que le despedazaron sus pies y piernas, los derrumbes, los bichos y demás animales traídos por Aioros especialmente para ese entrenamiento, nada que hacer… esa pista era solo para los fuertes de corazón, Seiya entrenó mas de un mes antes de ir a esa pista y el hecho de que Aioros haya llevado allá a Shyru sin ningún tipo de preparación era el equivalente de enviar a alguien a la guerra con un cuchillo en vez de una metralleta

 

Al llegar al templo el castaño vio a su maestro tomando un te, Aioros estaba impecablemente vestido y eso que no había tenido tiempo de cambiarse, en cambio Shyru se veía como si lo hubiera pasado un tren por encima, Seiya sonrió y abrazó a su maestro que le devolvió el abrazo

- Qué cara puso cuando cayó al foso? – preguntó el castaño muy divertido

- Eso fue cumbre, al verse cubierto de fango casi se muere, sin contar que no estaba con los zapatos correctos, una de mis flechas le rozó el trasero, se le rompió la cuerda al cruzar por el tercer barranco, los perros lo alcanzaron pero no le pudieron morder

- Cuántas veces le hizo repetir la pista?

- Siete… pero quien cuenta, la última vez cayó al último obstáculo pero igual lo mandé al inicio de la pista, uy Seiya si las miradas mataran a mi ya me habría fulminado un rayo, y a ti como te fue?

- Maestro… Saga es tan hábil con la espada que asusta, es como si danzara con ella, o flotara o algo, yo no me puedo ni acercar a él pero al final del día logré sacarlo de su balance y lo hice caer

- Hiciste caer a Saga? – Aioros sonreía muy complacido, Seiya era muy hábil en batalla pero no pensaba que pudiera hacer caer a Saga si era maestro en su arte

- Bueno… casi se cae, al último segundo se apoyó con su mano libre en el suelo y saltó, me desarmó y me hizo tropezar, yo hubiera caído al suelo por enésima vez hoy pero soltó la espada y me atrapó en el aire, fue fantástico maestro

- Bueno… ve a bañarte y ayúdame a preparar la cena, mi hermano está viniendo con Ikky esta noche

- Ya me bañé en el templo de Saga, me dijo que mañana nos vamos de excursión y que tengo que llevar mi bolsa de dormir

- Mejor ve a preparar todo

- Qué va hacer con Shyru mañana maestro?

- Lo voy a llevar a las cuevas – dijo Aioros con un guiño de ojo

- Maestro usted es perverso – Seiya aún tenía pesadillas cuando recordaba esas cuevas, ese ejercicio era de privación de los sentidos, muy complicado y arduo

- No no no, no estoy haciendo nada que no haya hecho contigo

- Si pero… para ir a las cuevas entrenamos como un mes en preparación

- Bueno… ese es un secreto entre tu y yo, ya ve a hacer tu maleta

 

Seiya sonrió nuevamente y se fue a su habitación a empacar, día de escalar montañas con Saga… si este día con las espadas le fue tan bien, bueno… mañana esperaba que le vaya aún mejor…

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado, nos vemos la proxima semana porque ya sali de vacaciones, el martes tendrán sin falta capitulo nuevo (si por azares del destino no puedo lo subo a mas tardar el lunes en la noche)

Muchas gracias por leer, cuidense mucho, saludos, bye


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