Reconstruir la mansión no fue problema, no me tarde más de 1 hora y logre hacerla a imagen y semejanza de la anterior. La amueble rápidamente colocando todo en un lugar específico en cada habitación. Regrese a buscar a Ciel quien esperaba afuera.
Bochan-mencione el nuevo nombre que le había colocado el cual significaba “joven amo”, mientras giraba hacía la parte del jardín donde se había quedado; me quede quieto al verle, estaba dormido, profundamente dormido, tapado con la manta y echo ovillo. Su rostro estaba tan pacifico y había recobrado su expresión anterior: llena de calma tranquilidad y felicidad, era verdad lo que decían: los sueños son el único lugar donde puedes ser feliz sin la interrupción de nadie. Sonreí:
Ojala siempre estuvieras así-susurre y me hinque a su lado apartando unos mechones rebeldes que le caían sobre sus ojos- mi Ciel.
Así que eras un demonio-le escuche susurrar y aparte la mano mirándole sorprendido, el se levanto un poco mirándome serio, peor con un extraño brillo de ¿felicidad?
Restregó su ojo en un lindo gesto infantil.
¿Así que si me recuerdas?-baje la cabeza negando, con una sonrisa feliz y sorprendida, me recordaba y eso me alegraba enormemente pero…me sorprendida que no hubiera dicho nada, o que no se hubiera reusado a hacer el contrato tal vez sintiéndose “traicionado”.
Hum-contesto y levante mi vista para verlo, el veía hacia el horizonte donde un bello atardecer terminaba para dar paso a la oscura noche del mismo color de su hermoso pelo.
¿”hum”?-pregunte.
No tendrás que aguantarme por mucho-susurro después de un rato, sorprendiéndome- solo necesito la venganza y después…….no necesito mas después de eso, no me importa si estoy dormido, si acabaste la misión solo mátame, no quiero estar más en este podrido mundo.
Sus palabras eran frias como el hielo, cargadas de dolor y desesperación.
Si termino rápido ten por seguro que no te matare, sino que tratare de recuperar aquel brillo que tenias-susurre, si él me escucho no dijo nada. Miro la mansión y un gesto de dolor se hiso presente en su fino rostro.
Veo que terminaste-susurro, todas sus palabras eran susurros. Se levanto tapándose con la manta y entro a la casa observando todo- y está perfectamente igual.
Si quiere que la cambie para que sus recuerdos no vuelvan yo la….-comencé pero me cayó.
¡No! Déjala así, el dolor alimentara mi odio y mi odio me dará fuerza suficiente para vivir ya que por cuenta propia no tengo muchas-respondió y siguió caminando viendo todo y tocando todo-iré a dormir, no me molestes.
Hai-conteste mirando como subía.
Escuche un sonido extraño y comencé a andar por los pasillos buscando de donde provenía. De repente sentí como alguien me tapaba la boca y me agarraba por la espalda, tenía un olor peculiar, el mismo olor que sentí cuando me acerque a las ruinas de la mansión. Esa persona olio mi pelo y se acercó a mi oído el cual comenzó a lamer.
mmm…-ronroneaba- Sebastián…¿me recuerdas?
Como olvidarte-dije quitando su mano tapada con un fino guante blanco y girándome para verle- Ash…
El ángel que tenia frente a mi sonrió.
Lo mismo digo mi querido amante demoniaco-susurro con una sonrisa lasciva.