Llamas... eso era lo único que veía corría a través de los pasillos pasando miles de puertas buscando solo una, en el camino pude ver a varios de los empleados saliendo y a uno rodando en el suelo gritando, tratando de apagar el fuego que se apoderaba de su cuerpo; era algo que traumaría a cualquier niño de mi edad sin embargo yo solo quería llegar a un lugar, comprobar que las llamas no me habían arrebatado a dos de las tres personas que mas amaba... gran error hice al ilusionarme con eso: al entrar en aquella habitación lo único que pude contemplar fue los cuerpos de mis padres inertes en el suelo, siendo devorados por las llamas y junto a ellos una figura, la de una mujer que sonreía, eso era lo único que distinguía: su sonrisa a través de las llamas y después su mano alzándose hacia mí.
Déjame limpiar tu alma Ciel-menciono y fue lo último que pude ver o escuchar...
¡Ah!- desperte alterado, sudando y con la cabeza dando vueltas.
Otra vez ese sueño, como si no fuera suficiente con haberlo vivido-me dije.
Cuando me calme vi a mi alrededor tratando de recordar mu paradero " una vez que rechaces la fe te será imposible atravesar las puertas del Cielo" recordé aquellas palabras y todo me cayó de golpe.
Vendí mi alma- susurre- a... Sebastian
Lo último me quemo el corazón: Sebastian, la tercer persona a la que más quería... Un demonio... moví mi cabeza de un lado a otro para despejar mi mente, ya había sufrido y superado antes las dichosas preguntas de "que sientes" por él y no quería volver a tenerlas.
Me levante de la cama sorprendiéndome de estar vestido y limpio, un sonrojo se hiso presente al imaginarme de quien era la culpa. Mire por la ventana hacia el jardín bellamente arreglado... Sin embargo no siempre estaría así y no podía dejar que Sebastián se hiciera cargo de todo solo, necesitaría contratar personal para que ayudaran; camine hacia la puerta en busca de él para informarle, baje las escaleras y escuche voces me acerque y logre distinguir la voz de Sebastian sin embargo la otra por alguna razón me recordó a aquella mujer. Me acerque más y logre escuchar parte de su conversación.
¿Amante?-dije en voz alta detrás de Sebastian el cual giro rápidamente.
¡Bochan!-dijo sorprendido, ¿bochan? ¿Desde cuando me llamaba así?
Es de mala educación interrumpir a la gente y mucho mas espiarla-dijo el otro le mire con odio pues no solo me "robo" a Sebastian sino que también me corregía.
También es de mala educación entrar a la casa de alguien sin ser invitado -respondí fríamente y sin interés, o sea como era mi voz de ahora: sin interés, muerta, sin vida. El otro me miro enojado pero no le preste atención.
Como sea- continúe- solo le iba a decir a Sebastian que contrate personal-dije de la misma forma viendo a Sebastian quien asintió, vi por última vez al otro y di media vuelta.
Era todo continúen- dije alejándome, mientras más lejos me encontraba mas crecía la opresión en mi pecho: lo perdí, repetía en mi mente, perdí a la última persona importante que me quedaba; al llegar a mi cuarto cerré y me acosté boca abajo en la cama tapándome completamente con las sabanas y dejando escapar unas lagrimas que poco a poco fueron aumentando. Unos golpes en la puerta me hicieron parar por un momento pero no me importo y seguí llorando tratando de hundirme mas entre las mantas, como si pudiera fundirme con el colchón.
Bochan-escuche a esa voz entrar- bochan ¿está bien? - menciono ¿preocupado?-
sentí que trato de quitar las mantas sin embargo me aferre a ellas con fuerza; no fue suficiente pues el logro quitarlas.
¡Déjame! ¡Quiero estar solo!-grite para luego ocultar mi cara en la almohada, de repente sentí un par de brazos rodearme cálidamente recordándome el tiempo que había pasado feliz con él en mi infancia. Mis manos se aferraron al saco de Sebastian y lagrimas del dolor mesclado de la perdida de las tres personas a las que mas quería se hicieron presentes.
Sebastián pov.
Después de sacar a Ash me dirigí con mi bochan, antes de llegar escuche sollozos toque la puerta sin respuesta y decidí entrar, vi a Ciel cubierto por las mantas.
¿Bochan?-me acerque y escuche su llanto ahogado-bochan ¿está bien?
Grite y trate de quitarle las mantas pero él las jalaba, sin embargo logre quitárselas; la imagen que vi me rompió el corazón, si es que tenía: Ciel tenía el rostro cubierto de lágrimas y demacrado de dolor.
¡Dejáme! quiero estar solo - dijo hundiendo su rostro entre las almohadas, no dude un segundo y le abrace como lo había hecho cuando él era más pequeño, él tardo en corresponder pero cuando lo hiso sonreí feliz de que me aceptara como antes sin embargo no duro mucho pues me llene de ira al escucharle llorar, juro que mataría al culpable de su dolor así fuera lo último que aria.
Mátalos –susurro, me sorprendí ante sus palabras, iguales a mis pensamientos; él siguió- ¡mata a aquellos que me arrebataron a mis padres! a dos de las tres personas que mas quería... MÁTALOS Sebastian!!!
Mis ojos se volvieron rojos y abrazando más a Ciel conteste:
Yes, my lord...