¿Junta demoniaca?-pregunto incrédulo Ciel mientras veía a su mayordomo fijamente, este sonreía de lo más normal.
Si, como vera Bochan, siendo el primer hijo de Lucifer es mi obligación asistir pues sino podría perderme nuevas reglas y por consiguiente podría perder el contrato con usted si no las tengo en claro y cometiera un error-respondió tranquilamente ensanchando la sonrisa.
Humm -Ciel lo veía sin creerlo- “No permitiré que me mientas y mucho menos que me abandones como antes, Sebastian”-pensó para después responder- en ese caso también me convendría escucharlas ¿no? Después de todo soy el condenado.
¿Eh? Claro! Cuando regrese se las comentare todas-dijo Sebastian viéndolo con cariño.
No me refería a eso Sebastian-comento cortante- si quieres salir de esta casa para tu dichosa “junta” tienes dos opciones o me llevas o cumples antes el contrato, tú eliges-dijo para después darse vuelta en su cómodo sillón, viendo por la ventana.
Sebastian lo miraba sorprendido y nervioso.
- si me permite preguntar ¿por qué hace esto bochan?-
Esto tomó desprevenido a Ciel quien ideo una excelente respuesta.
Me dejaras solo, y ¿quién te asegura a ti que los asesinos de mi familia no vendrán mientras tú no estés? No pienso arriesgarme a otra humillación- respondió seco aun sin voltearse; pasaron unos minutos y giro- ¡es una orden Sebastian! ¡No me dejes solo!
Sebastian no salía de su asombro, ¿enserio su amo le necesitaba tanto? Su corazón maldito latía rápidamente ante la idea de que Ciel lo quisiera tanto como él. Sonriendo y con una mirada llena de amor se arrodillo ante su amo para decir las palabras que, aunque lo obligarían a mostrarle el peor lugar a su amado, lo mantendrán unido a él de por vida:
Yes, my lord…
Pov. Ciel.
Me sorprendió el que no dudara en acatar la orden, eso solo significaba que no mentía, pero lo que más me sorprendió fue la mirada que me dio antes de arrodillarse… ¿cabía la posibilidad de que él me amara? No, imposible, él ama a ese angelucho.
Bien, en ese caso prepara todo lo que tengas que preparar-dije girándome de nuevo hacía la ventana.
Entendido-respondió y salió.
Pov. Sebastian.
Salí del estudio dirigiéndome a la habitación de Ciel, en el camino me encontré a Youi.
¿Cómo te fue con el mini jefe?-pregunto siguiéndome el paso.
Perfectamente!-dije con sarcasmo entrando y comenzando a empacar la ropa del amo.
¿a qué viene el sarcasmo y porqué estas empacando las cosas de CIel-kun?-pregunto extrañado.
Por qué, para poderme ir, tengo que llevarlo a él conmigo-dije aun empacando.
¿Qué? ¿Lo llevaras al infierno? ¿Con tu padre?-dijo conmocionado.
Aja, y no iré solo, tu vendrás conmigo-dije mirándolo seriamente.
¿Perdón? ¿Para qué tu lindo padre me coma o torture o mate? No, ni loco-contesto comenzando a caminar hacia la puerta.
Si no vas le daré yo mismo la rosa y enviare a alguien más para que enamore a Ash-dije sin girarme a verlo.
Y bueno como te decía es una buena ocasión para visitar a la familiar digo, tu padre debe ser un amor, ¿a qué hora dices que nos vamos?-sonreí triunfal ese tipo era muy predecible.
En una hora partimos-conteste y el asintió saliendo para empacar, yo no tenía que llevar nada pues haya tenía cambios de ropa.
Al salir ya se encontraba un carruaje negro jalado por 10 caballos del mismo color con ojos rojos como la sangre. Ciel y Youi quedaron sorprendidos pero a mí no me causo sorpresa pues mi padre tiende a espiarme lo cual de seguro hacía como para que enviara inmediatamente un carruaje.
Vamos hijo, que no puedo preocuparme por ti-escuche la voz de mi padre salir del carruaje, suspire, eran siglos sin escuchar esa voz melodiosamente sensual la cual servía para atraer almas rápidamente hacia él.
Ja! Como si te preocuparas por mi-respondí haciendo un ademan con la mano para que Ciel entrara, le seguí y al último aun indeciso subió Youi.
No me digas que enserio piensas traer a un humano y a un ángel a mi presencia-comentó burlón.
Lo que haga o deje de hacer dejo de ser asunto de tu incumbencia desde que cumplí el primer siglo-dije cortante- y ahora te agradecería que te callaras, molestas a mi alma.
TwT mi hijo no me quiere… ¡es tan triste!-comentó burlón- Jajaja así ya tengas más de 100 millones de años sigues siendo mi responsabilidad y por lo tanto me preocupo por todo lo que hagas, recuerda que cualquier error que cometas tendré que arreglarlo yo, ahora espero que ya hayas hecho el conjuro a menos que quieras que tu preciada alma y tu amigo ardan al entrar al infierno o que tu preciada mascota, cancerbero, los muerda hasta morir, sabes que nunca me obedece.
Ese no es mi problema, tu bien sabes que ni siquiera me gustan los perros!-estaba harto, completamente harto de esta conversación.
Jaja lo sé pero es divertido verte enojado, hijo-me sorprendí un poco, solo un poco, al escuchar lo que decía mi padre, nunca usaba ese tono tan paternal, nunca.
Deje de prestarle atención y permanecí cayado. El carruaje avanzo más rápido y jale a Ciel sentándolo en mis piernas y, abrazándolo fuertemente, deposite un suave beso en sus labios para después abrazarlo más fuerte. Youi entendió eso y prendió el aura de Dios como escudo, sonreí, esa lucecita a pesar de ser tenue podía llegar a matar a 100 demonios o mas pero…
No lo suficiente para matar a Satanás o a su hijo legítimo, ¿no?-continuo Youi, reí con un toque de molestia, ¿es que nadie iba a dejar mi mente en paz?
No-dijeron mi padre y Youi a coro, suspire rendido y me concentre en Ciel quien ya estaba dormido, sonreí, no pudiendo entender como él se había vuelto lo más importante para mí.
Atravesamos la puerta del infierno y todo lo que había caído sobre el carruaje, hojas, tierra, agua, se quemaron rápidamente. Bochan estaba tranquilo, mi padre ya no había vuelto a hablar y Youi estaba nervioso algo normal si se trata de un ángel que viaja al infierno.
El carruaje se detuvo frente a una inmensa mansión en llamas, suspire y baje aun con Ciel en brazos.
No creo que sea buena idea que lo dejes aun dormido, según entiendo la mayoría de los demonios puede robártelo fácilmente estando en el infierno y estando él en ese estado de inconsciencia-menciono Youi.
Tienes razón-comente y desperté con delicadeza al amo- Bochan, Bochan despierte por favor.
Ciel comenzó a abrir los ojos y me vió extrañado.
¿Sebastian?-pregunto pues estaba muy cerca de él, al darse cuenta se alejo rápido, sonreí.
Ya llegamos Bochan y no creo que sea buena idea el que se aleje de mí en un lugar como este-dije tranquilo extendiendo mi mano para que él la tomara, él entendió y me dio la suya dudando un poco.
Al llegar a la entrada uno de los mayordomos nos recibió incandoce completamente en el suelo.
Bienvenido mi señor, su padre lo espera en la sala-comento, asentí y comencé a avanzar mientras ellos sacaban el equipaje.
El humano dormirá conmigo-dije seriamente- pongan su equipaje en mi habitación.
Como ordene, mi señor-comentaron y se fueron, Youi se acerco más a mí y se coloco a un lado de Ciel tomándole la mano. Llegamos a las puertas de la sala y las abrieron.
…Bienvenido, hijo…