Beyond estaba de mal humor, apenas salió de la habitación del joven detective se dirigió al estudio principal en donde tomó una computadora personal y comenzó a buscar alguna información que le sirviese.
-Espero no estés pensando hacer lo que temo que hagas maldito-abría ficheros al azar mientras pensaba en donde buscar, era un hecho que lo que buscaba no lo iba a encontrar ahí y resultaba obvio también el hecho de que desde esa terminal no podía acceder a donde si podía encontrarla, meditó un poco y se levantó del asiento.
L, Alex, y él siempre habían tenido acceso a ciertas salas a las que los demás huérfanos estaban restringidos, no estaba seguro pero al parecer últimamente el número de usuarios de esas salas había aumentado, la verdad es que recientemente s e había mantenido alejado de lo que pasaba en el orfanato por estar sumergido en su propio mundo.
Por fin había llegado; “Sala de computo B [Usos Particulares]” rezaba un letrero sobre la puerta cerrada, abrió y se encontró ocho computadoras personales desocupadas pero la que a él le interesaba era la nueve; el servidor.
-Hola- saludó una joven de cabello castaño bastante oscuro y ojos del mismo color que usaba la terminal que él necesitaba.
-Kujo- la joven le sonrió y volvió su vista a la pantalla, el pelinegro estaba frustrado, la chica había cumplido recientemente dieciocho años y se había marchado de la mansión, no entendía que hacia allí, sobre todo después de que a los quince años escapase aunque luego Watari la trajo de vuelta.´- ¿No deberías estar en Tokio?- la joven despego nuevamente su vista del monitor.
-Tengo vacaciones- fue toda la explicación que dio antes de volver a su trabajo. De mala gana tomó la terminal seis e intento probar suerte desde ahí preguntanse si no era mejor volver mas tarde cuando ya todos estuviesen dormidos.
Después de quince minutos en silencio la joven se estiro sobre su silla y observo al absorto pelinegro.
-Watari me dijo que mataste a mi tortuga.- se dirigió al pelinegro con voz tranquila, aquel no despego su vista de su trabajo mientras contestaba con la misma tranquilidad.
-Se iba a morir de hambre de todas formas, sin ti nadie más la iba a cuidar.
-Se la dejé encargada a F.
-Anda en Seúl. – por otro par de minutos no volvieron a decir nada hasta que el pelinegro por fin abandonó lo que estaba haciendo y se volvió hacia ella.-si ya terminaste quisiera ocupar esa máquina.- la joven le miro tranquila y se puso de pie.
-No te perdonaré lo que hiciste.- la ignoro completamente mientras le daba paso y se instalaba en el ordenador quedando la joven de pie a su lado.
-No me importa, además ¿no deberías estar trabajando en tu investigación?, supe que te están patrocinando así que no deberías estar perdiendo el tiempo aquí.
-Vine a desquitarme del imbécil que quemó a Filomena, puedo hacerme un tiempo para ello.- el pelinegro por fin le puso atención y sonrió burlón, esa chica era dura, poseía inteligencia y carácter aunque este a veces se mostraba indeciso como cuando huyo de Wammy´s House después de haber cometido un error, pero la verdad había que tomarle en serio sus palabras.
-Que honor que te hagas espacio en tu agenda para algo como eso en medio de una importante investigación, me intriga saber cómo lo harás.
Se miraron en silencio desafiantes; ella seria, él ampliando su sonrisa hasta que vio que se deslizaba algo debajo de la manga y distinguió que era, de improviso se puso de pie y se alejó de ella.
-Hey, no me digas que intentas envenenarme- aun sonriente le señalo la jeringa que sostenía en su mano. – Si es así podrías haber escogido un método menos doloroso.- la joven lo miro sin emoción y apunto como si de una navaja se tratase hacia el cuello del pelinegro aunque la aguja estaba bajo su tapa de seguridad.
-No seas idiota, morir envenenado sería lo ideal para tu gusto, después de todo el sabor es dulce, no, yo quiero que sufras imbécil, lo que sufrió Filomena. – la sonrisa se amplió aun mas, le sorprendía que de verdad le estuviera amenazando.
-Kimiko Kujo… ¿de verdad crees que puedes hacerme algo?, antes de eso te rompo el cuello- le advirtió serio y con gravedad, la sonrisa había desaparecido y ahora su mirada denotaba molestia.-He tenido un pésimo día, pero sin duda alguna tu puedes cambiar eso, eres el perfecto sustituto de una pelota anti estrés, así como lo fue tu estúpida tortuga. – la joven de pronto fue la que dibujo una sonrisa y se metió la jeringa en el bolsillo interior de su chaqueta antes de darse la vuelta.
-Relájate BB, solo bromeo, de todas formas el tiempo será el que se ocupe de cobrarte la factura. – solo la observó alejarse y antes de cerrar la puerta tras de sí agregó: - por cierto sigo trabajando en mi investigación pero necesitaba algo de aquí- el suave golpe de la puerta lo dejó envuelto en el silencio.
-Definitivamente hay algo malo con todos los que entramos en esta sala.- pensó para sí mismo en voz alta antes de olvidar el episodio y concentrarse de nuevo en la maquina.
-Vamos viejo, tus archivos no pueden ser tan impenetrables, además de que debes de llevar un control, tú eres ese tipo de persona….- la plática con L en la terraza lo había puesto de mal humor y una sospecha se había formulado en su cabeza; ahora quería confirmarla pero eso solo podía hacerlo si lograba abrir los archivos personales de Watari. Le estaba llevando tiempo pero por fin logró entrar al computador de Roger, desde ahí podía entrar al que usaba Watari en la oficina y tal vez desde ahí podía entrar al servidor “personal” ya que había intentado entrar directamente pero le fue imposible.
-Beyond- saltó al escuchar la voz de su tutor y se volvió sonriente hacia este que lo observaba desde la puerta.
-Hola viejo, que gusto me da verte, te has desaparecido mucho.
-¿Qué estás haciendo?
-Ups, creo ya me descubrieron-
-Estaba desaburriendome y comprobando tu seguridad, ¿sabes? Tienes muchos huecos, alguien que sepa muy bien lo que busca puede encontrarlo.
-Mañana pasa a mi oficina, te espero después de las diez.
-Okey- respondió sonriente y observó al venerable anciano marcharse, en seguida continuó con lo que estaba haciendo. –Supongo que no ha de haber nada importante allí, ¿tendrá un portátil personal?, tengo que buscar si tiene otro equipo, o tal vez es el que se encuentra en Londres…-
Pensativo dejó de buscar, había olvidado un detalle; Watari tenía un edificio de localización desconocida en Londres, es ahí donde L pasaba gran parte del tiempo trabajando.
-Probablemente lo que busco no está acá en Winchester... en ese caso hay que centrar los esfuerzos hacia otro lado- sonrió divertido. –Aunque supongo que si se trata de su querido L ha de tener una maldita barrera impenetrable- extendió su sonrisa, apagó el ordenador y se dirigió pensativo hacia la biblioteca con la esperanza de encontrar a alguien, afortunadamente su intuición acertó.
-Eres un ratón de biblioteca- dirigió sus burlas a la castaña de ojos grises quien yacía en la esquina más alejada leyendo, solo interrumpió un momento su lectura para confirmar de quién se trataba antes de volver a ella.
-Es por mi posgrado.
-¿Ahora de qué?- pregunto sin mero interés mientras tomaba asiento acuclillado en la silla al lado.
-Doctorado en Arqueología.- Beyond solo se limito a observarla mientras leía, ya tenía unos cuantos libros apilados; sin duda alguna era una genio, a la edad de 7 años ya tenía dos licenciaturas: Filosofía y Letras e Historia, ahora a sus dieciséis sin duda alguna pensaba adquirir algún máster aunque si se sorprendió al saber que cursaba un doctorado en Arqueología.
-Hay un rumor- dijo de pronto el pelinegro, la joven sin dejar de leer sonrió.
-Hoy a primera hora han comenzado a correr varios, el primero fue que tal vez L estaba en la mansión, después la llegada de un nuevo genio a Wammy´s y dime si me falta enterarme de otro.
-No sé si ya te habías enterado de que K esta aquí, aunque el rumor es otro; Soul llegó con Watari.- la joven dejó su libro para observar a los ojos al pelinegro.
-¿En serio?- aquel solo asintió antes de agregar.
-Aparentemente llegó con Watari en la madrugada.- la joven alzó una ceja en señal de duda.
-¿no se suponía que él que llegó con Watari fue L?, tú mismo me dijiste que lo viste.- Beyond solo sonrió, era razonable la confusión de la chica, después de todo L era un rumor en sí, parecía extraño que aunque perteneciese al orfanato, desde que llegó permaneció apartado del resto de huérfanos, cuando surgió “L el gran detective” nadie sabía siquiera que fuese alguien de Wammy´s House, pero poco después surgió ese rumor dentro del orfanato, que L en realidad era un residente de la mansión, hasta ahora desconocía quien propagó el rumor y también desconocía si surgió como mero juego o alguien de verdad sabía algo.
-Me pude haber equivocado, probablemente era ella, ya ves que parece marimacho.- la joven lo observó molesta.
-No le digas así. – lo amonestó antes de volver a su lectura. – Me mentiste, dijiste que viste a L.
-¿Tú crees que Soul sepa en donde esté L?- abandonó de nuevo su estudio.
-¿Por qué debería ella de saberlo? – el pelinegro la estudio un momento tratando de ver a través de ella.
-Es inútil, no sabe nada- respiro hondo antes de contestar- no sé, lo dije sin pensar, pero deberías preguntarle ya que son tan buenas amigas, no olvides que es una alumna del mismísimo Watari.- la joven meditó un momento.
-No estoy tan segura de ello.- Watari al igual que L era un rumor en la mansión; para Alex y los demás Watari y Quillsh Wammy eran dos personas completamente diferentes, Quillsh era el fundador del orfanato y Watari era un buen amigo del benefactor y una persona a la que nunca habían visto pero escuchaban que llegaba frecuentemente a la mansión e incluso se manejaba que tenía una habitación allí, también después surgió el rumor de que Watari había adoptado a Soul.
-Solo pregúntale, no pierdes nada.
-Me habría dicho algo, ella sabe lo mucho que me interesa el tema.
-Tal vez si le preguntas suelta toda la sopa.
-En cuanto la vea hablare con ella, eso y si es que en realidad está en la mansión.- el pelinegro sonrió satisfecho.
-Por supuesto que está, me lo dijo alguien de mi absoluta confianza. – la joven lo observó suspicaz antes de volver a su trabajo.
-Eso está por verse.
Se puso de pie y la dejó continuar con sus estudios tranquilamente, decidió pasearse por la mansión y probar suerte haber si se encontraba con Soul; era una chica de su edad, hasta donde sabia era Alemana y llegó al orfanato cuando tenía diez años, a los quince Watari se tomó el tiempo para darle clases particulares, desconocía completamente de que se trataban y le molestaba mucho ese hecho, no había tenido oportunidad y ni el genuino interés para cruzar palabras con ella de hecho le desagradaba.
-Maldita perra… y maldita su suerte.
Ni el mismo entendía por qué tenía tan mala voluntad hacia Alex y Soul, en realidad no se llevaba bien casi con nadie y todos le tenían cierto temor y preferían mantenerse alejados de él, aunque probablemente lo hacían por su comportamiento, si había algo que destacar de Beyond era su comportamiento cruel y visceral, a veces por puro gusto le nacía destruir la voluntad o algo preciado de los demás, lo último que había hecho fue divertirse con la tortuga de Kujo y asesinar la ardilla que pretendía rescatar Alex.
-Bingo-no tuvo que caminar mucho, desde el ventanal del primer piso observó a Soul; estaba en el pequeño campo iluminado por potentes reflectores, estaba jugando futbol con otros niños y se sorprendió un poco al verla, en casi dos años había cambiado mucho, ahora a sus diecisiete ya parecía más una mujer; se le notaba su busto y sus caderas, además de su estrecha cintura, su cabello que antes lo traía en un masculino corte hongo ahora lo llevaba recogido en una coleta de caballo alta y le llegaba al ras de los hombros.
-Vaya, ya dejó de ser un mugroso niño para convertirse en una sucia mujer. – sonrió un poco al recordar la última vez que la vio; temblando y llena de lagrimas.
-No entiendo por qué demonios Watari te pondría a lado de L… al final no hiciste nada más que estorbar. ¿Por qué tu también volviste?, debiste haberte largado estúpida. –
Poco a poco los recuerdos se adueñaron de su mente; siete años atrás se encontraba en el jardín principal como siempre acuclillado por ahí comiendo su deliciosa mermelada cuando llegó una lujosa limusina de la cual descendió su benefactor pero no venia solo; detrás de él apareció un niño bastante nervioso que de inmediato se prendió de la mano del mayor; era flaco con el cabello al ras de las orejas completamente negro; sus ojos de un azul bastante brillante que no dejan de mirar discretamente a todos lados.
-Un nuevo huérfano eh-se concentró en las letras y dígitos rojos que flotaban sobre la cabeza del recién llegado. -Seele Schützen… ¿Seele?, que raro nombre para un chico, me parece es alemán.-
Observó como el mayor acompañado del recién llegado entraron a la mansión y ya no volvió a saber nada del chico hasta el día siguiente, se había olvidado incluso de él hasta que lo vio jugando con otro huérfanos en el jardín, entre ellos Alex, que en realidad no estaba jugando, solo estorbaba como de costumbre.
-¡Quítate Alex! ¡Estamos jugando!- era costumbre de ella pasearse mientras leía atravesándose a cualquiera sin importarle un demonio si estorbaba, ese día en particular parecía que ya había fastidiado mucho a los demás que estuvo a punto de recibir un empujón pero fue salvada por el recién llegado.
-¡no te metas Soul, ya viste que lo hace a propósito!- al final no paso a mayores pero el joven continuo observándolos un rato mas.
-Con que Soul eh- observo cierta tendencia de Soul; la hacía de defensor de los débiles por así decirlo, además de que era un chico bastante rudo y fuerte, lo pudo ver al darle un empujón a otro niño tres veces más grande que él y termino enviándolo al piso.
-¿Es una niña muy enérgica no crees?- Roger apareció a sus espaldas y argumentó al ver en quien se centraba la atención del pelinegro.
-¿Esa cosa es una niña?- el mayor solo sonrió.
Decidió ignorar a la recién llegada, en realidad no le importaba mucho su existencia pero eso cambio de repente un día; Beyond tenía la particularidad de ser muy curioso y cuando algo llamaba su atención no se quedaba con la duda, así que en realidad no fue difícil para el darse cuenta de quién era Watari y tampoco lo fue encontrarse con L; siempre andaba husmeando y era bueno para investigar; así fue como escucho pronto la relación que tendría Soul con L, tenía casi dos años de haber permanecido la joven en la mansión cuando escucho una plática de Roger con Watari.
-¿entonces estas seguro?
-Es algo que quiero probar, sus actitudes y capacidades son las adecuadas, solo es cosa de darle el entrenamiento adecuado, además lo trae en la sangre.
-Pero es muy joven.
-Considero que en dos años estará lista o probablemente tres, quiero prepararla muy bien no solo en la cuestión de seguridad, también quiero que aprenda sobre logística.
-Tú eres el jefe, pero tengo una duda ¿ya le dijiste a L?
-No, pero no te preocupes, no creo que le caiga mal un poco de compañía, estoy seguro de que Soul le apoyara muy bien.
Se quedó inmóvil un momento tratando de procesar lo que decían los ancianos, incluso dejó de poner atención a lo que seguían conversando.
-¿Intenta poner a Soul con L?
Escucho que uno de los adultos se acercaba a la salida y de inmediato se alejó no quería que le liaran por estar ahí cuando estaba prohibido, estaba conmocionado.
-Es estúpido ¿acaso piensan ponerle ayudante a L?, es absurdo él no necesita algo así, además si así fuera ¿Por qué Soul? Es la persona menos indicada, es una idiota.- vagó distraído por la mansión, en realidad escuchó muy poco como para sacar una conclusión determinante, probablemente estaba acomodando mal las palabras de Watari. Así que mientras todos dormían fue al lugar en donde guardaban los expedientes y buscó el de soul, ahí no podían encontrarse datos personales de nadie pero si pruebas a las que todos son sometidos, eran pruebas físicas, de conocimientos y psicométricas, también de vez en cuando realizaban evaluaciones de aptitudes.
-No hay nada interesante aquí, de hecho su desempeño es hasta cierto punto mediocre. – ojeaba cada una de las pruebas hasta que llego a una hoja en donde los tutores hacían sus observaciones personales. –no hay señalamientos especiales, si, malinterprete eso, pero necesito saber para qué quiere a Soul ese anciano.- acomodó todo como estaba y guardo el expediente, observó el computador de Roger y decidió probar suerte y ver si podía burlar el password. Estaba a punto de encenderlo cuando algo le dijo que se detuviese.
-Estos viejos son unos alarmistas, no me sorprendería que si la enciendo les llegase alguna especie de señal, después de todo lo importante no lo tienen en papel guardado en un cajón, información importante de Wammy´s se mantiene de forma digital.
Se sentó un momento en el escritorio y sin buscar nada en particular su vista se poso sobre el mar de papeles dispuestos sobre este hasta que encontró uno en particular que parecía ser un boceto, estaba lleno de apuntes y borrones; “Primera etapa: Curso de oficial militar” se leía como membrete.
-Esto es un borrador, ¿están pensando en implementar un nuevo curso?- no se le hizo raro, puesto que a todos les habían dado un curso ya de supervivencia y de seguridad, pero esto se le hacía poco común. –acá dice que se evaluaran puntos como manejo de armas y defensa personal.- lo de defensa personal tampoco se le hacía raro, ya que en la mansión se impartían cursos de diferentes artes marciales que cada quien si quería era libre de tomar la que quisiese.- manejo de armas se me hace demasiado, además acá también se evaluará psicología criminal, esto más bien parece un curso personalizado ¿quién lo tomará?- continuo leyendo al final de la hoja y al reverso había más anotaciones.- esto es una guía detallada para capacitar a un guardia operativo.- inconscientemente se llevó una mano a su mejilla derecha mientras una sonrisa se formaba.
-No sé que estas pensando viejo pero definitivamente él no necesita que lo cuiden.- dobló con cuidado el papel y lo metió en el bolsillo de su pantalón antes de salir.
-Tal vez deba hacerle una visita a Soul.- una sonrisa perversa se formó en sus labios.
-¿En qué piensas?- la voz de Roger lo sacó de sus cavilaciones regresandolo al presente.
-En nada en particular.-
-¿sigue siendo muy enérgica verdad?- sintió un extraño deja vu, de nuevo estaban observando a Soul como hacía años atrás.
-Sí, aunque debo admitir que ha sufrido una transformación.
-Así es-
-Pero sigue caminando como un luchador.- el anciano solo sonrió- Oye viejo… ¿Por qué están Soul, Koujo y L en la mansión?, ¿qué traman?- Roger solo lo miró sorprendido, poco después se acercó al rostro del pelinegro para verle más de cerca.
-¿De nuevo traes ese golpe en la mejilla?, no me digas que te peleaste o me saldrás con lo mismo de siempre de que chocaste con un árbol.- el pelinegro también sonrió a la vez que se llevaba la mano a la mejilla derecha.
-Esto es solo un golpe de gatito.- el mayor comenzó a alejarse no sin antes agregar;
-Mañana sabrás sobre los planes de Wammy, no cabe duda de que hemos hecho un buen trabajo si no has logrado enterarte.- fue todo lo que agregó antes de desaparecer por el pasillo pero la mirada del pelinegro se ensombreció.
-En realidad temo que ya se dé qué demonios se trata… maldición… estúpido L, solo espero estar equivocado; de lo contrario jamás te lo perdonaré.