La luz de la luna entraba a la habitación por la ventana, iluminando gran parte de la cama en donde se podía ver un pequeño cuerpo desnudo tan solo cubierto por las delgadas sabanas de seda. Dormía plácidamente boca abajo con la cabeza de lado y con ambas manos debajo de la almohada.
Comenzó a abrir los ojos con pereza para ver la habitación a oscuras.
Suspiro para tratar de moverse pero una punzada en su espalda baja lo hizo desistir.
Así que, tan solo volvió a suspirar. Giro su cabeza buscando a la persona que se suponía debía estar durmiendo a su lado, pero ahí no había nada.
Cerró los ojos para recordar como habían terminado así.
Vivian en la misma casa, eran prácticamente hermanos, no de sangre, pero seguían siendo hermanos. ¿Como es que habían comenzado a acostarse juntos?
Siendo el menor de edad fue una manera de “experimentar”, como se lo había dicho su hermano mayor. El con 16 y el otro con 19. Pero, ¿Jason que ganaba con eso? Pudo haberlo hecho con cualquiera de la casa. -Tampoco es como si Bruce o los demás estuvieran de acuerdo en su “relación” ¿verdad!?- Pero pudo haber entrado a la habitación de alguno de los otros dos inquilinos de la casa.
¿Por que a la suya?
Siempre se quedaba en su habitación y dormían hasta la mañana siguiente en donde era él, el que despertaba primero. Se daba una ducha, con una notable molestia al caminar y…principalmente al moverse, para salir a desayunar y saludar a sus hermanos y a su padre.
Jason aparecía después de que todos hubieran terminado sus desayunos y se encontraran charlando. Regañándolo por no haberlo despertado y comenzando una batalla con el mayor de los cuatro.
Eso era desde hace más de 5 meses.
Bruce y los demás no querían meterse en su extraña relación, mas porque la verdad no sabían que decir.
Pero ahora….
Jason siempre desaparecía por las madrugadas y volvía por la tarde. Nunca lo veía en el desayuno ni en la comida y mucho menos en la cena.
Solo aparecía en su habitación para hacer lo que siempre hacia.
Para hacer el amor con él.
Porque para él, eso se había vuelto.
Acepto, no por que quisiera experimentar y mucho menos por la amenaza de Jason, si no, más bien porque lo tomo como una oportunidad.
Oportunidad para acercarse más a su hermano “perdido”. Y así, cayó en ese juego llamado Amor.
Volvió a suspirar.
¿¡Donde se metería Jason a esa hora de la madrugada!?
Lamentablemente sus dudas se responderían más pronto de lo que creía.
++++++
Esta vez se encontraba durmiendo en la habitación del mayor. Ya era tarde, demasiado tarde. Más de las 2 de la tarde. Sorprendentemente nadie lo había despertado. Raro en esa mansión.
Se había perdido el desayuno pero seguro que llegaría a la comida, para ser interrogado.
Se levanto, despacio para tratar de soportar el dolor en su trasero e ir a la ducha de su hermano.
Disfruto del agua tibia, la forma en que relajaba sus músculos y a su propia mente. Al salir pudo ver como la ventana se abría, entrando por ella Jason Todd. Este entro como si de un ladrón se tratase para cerrar la ventana con mucho cuidado y suspirar aliviado.
Entonces, su mirada se clavo en su espalda, aun no había notado su presencia, y unos olores se colaron por sus fosas nasales.
Alcohol, tabaco, sudor… ¡SEXO!
La habitación se lleno de ese olor, removiendo el de anoche.
Frunció el ceño.
Debía de estar bromeando.
Jason se giro para observar a un molesto Tim, aun mojado y con solo una toalla enredada en su cintura.
-Drake… ¿sigues aquí!?-dijo indiferente.
Ese “Drake” ya no lo usaba con él.
Sus ojos lo miraron triste para no decir nada y salir de la habitación azotando la puerta.
++++++
La comida la pasaron como siempre. Disfrutando la compañía de su familia y del sabor de la comida.
Y como siempre, Jason no bajo.
Frunció el ceño para seguir jugando con su sopa, llamando la atención de su hermano mayor.
Al terminar la comida, Damian decidió jugar un rato videojuegos, Bruce lo acompaño siendo amenazado por el menor.
Tim estaba a punto de desaparecer en el segundo piso cuando Dick lo llamo.
-Tim…te parece si entrenamos un poco…-
Este hizo una mueca para al final asentir.
Llegaron a la sala de entrenamientos para que comenzaran a estirarse.
-Tim…-
Este alzo la mirada.
-¿que sucede?-
Si, sabía que Dick se había dado cuenta de que andaba medio distraído. No contestar a los insultos de Damian era algo preocupante.
-Nada-trato de hacérselo creer.
Si que pasaba algo… y mucho, pero no creía conveniente comentárselo a su hermano.
-Es Jason ¿verdad?- su mirada sorprendida respondió la pregunta-¿que sucedió?-
-Dick… yo… no… no quiero hablar de ello…-le dio la espalda mientras sentía perfectamente como sus ojos ardían.
Sintió una presión en su hombro, miro de reojo y su hermano lo miraba con comprensión.
-puedes confiar en mí…-
Y algo en esa mirada celeste lo hizo reaccionar. Pudo sentir sus mejillas humedecerse cada vez mas mientras que su vista se volvía borrosa debido a las lagrimas.
Dick se acerco a él para abrazarlo con fuerza.
-¿que sucedió?- volvió a preguntar.
En cortas palabras, comenzó a decirle lo que sentía por Jason y lo que ahora sucedía.
-Sabes que nunca... umm… acepte esta relación, no exactamente por que fueran “hermanos” o por ser los dos chicos si no… porque la verdad, sabía que algo así ocurriría. Jason es el típico chico rebelde e independiente que no tendría una relación estable…y temía que tú sintieras eso por Jason.-suspiro-ahora es demasiado tarde.-
El menor agacho la mirada.
-dile lo que sientes. Tal vez el lo tome en cuenta… y así, lo que piensas que está haciendo, no lo haga o deje de hacerlo… ok?-
Tim lo miro con una sonrisa leve para asentir.
++++++
Pensó que no era necesario decírselo. Que solo fue cosa suya y pronto volvería a hacer como antes pero… se equivoco.
Esa noche, nadie toco su puerta. Nadie entro a hurtadillas.
Se quedo despierto pensando en donde estaría. Quería levantarse e ir a la habitación continua pero… tenía un mal presentimiento.
Meneo la cabeza y volteo a ver el reloj.
2 a.m.
Y seguía sin dormir.
De repente escucho ruidos en la planta baja. Como si abrieran la puerta y la volvieran a cerrar. Como subían por las escaleras.
Bruce nunca utilizaba la puerta principal cuando regresaba de algún “recorrido”.
Se levanto de la cama movido por la curiosidad para abrir su puerta y asomarse. Pudo ver como su hermano caminaba algo tambaleante a la vez que abrazaba a una mujer de cabello castaño.
Frunció el ceño.
¿Que hacia esa chica ahí?
Entonces lo entendió, al ver como entraban a la habitación del mayor y cerraban con seguro. Sintió un fuerte dolor en el pecho.
Salió para acercarse a la puerta de Jason.
-oh... Ja… Jason… ahh ummm…-
- Jennifer….-
Se cubrió la boca con las manos mientras que sus ojos se cristalizaban y sus lágrimas comenzaban a correr.
Era una estúpida broma. No podía creer que en verdad le estuviera pasando eso.
Su pecho ardía como si hubiera un incendio dentro de él. Su cuerpo temblaba y tenía tantas ganas de gritar.
Maldición. ¿¡Que eso no le podía estar pasando!?
++++++
No sabía bien la hora y la verdad, no le importaba saberla. Solo, no quería que volvieran a molestarlo.
Ya habían pasado tres días desde esa vez que Jason trajo a una chica a la casa. Y sabía perfectamente, que lo seguía haciendo.
Dick, Bruce, Alfred y hasta Damian fueron a su habitación para tratar de animarlo pero el seguía igual. No salía para nada de la habitación, ni siquiera para dar una ronda por Gotham.
Se encontraba recostado en su cama cuando tocaron la ventana de su habitación.
Se limpio las lagrimas para abrirla sin siquiera ver de quien se trataba, ya sabía quién era.
-Kon… por favor… no quiero que me molesten…-
El nombrado voló dentro de la habitación para mirar con el ceño fruncido a su amigo.
-se que Bruce le dijo a Clark que vinieras… pero no era necesario y…-se volvió a recostar en su cama mientras el otro se recargaba en la pared a lado de esta.
-No. Esto no tiene que ver con ellos. Nadie me pidió que viniera. Yo vine porque quise…-
Tim lo miro un poco incomodo debido a la seria y dura mirada que Conner le lanzaba.
-Bien. ¿¡Que es lo que quieres Conner!?-se sentó en la cama mientras veía como el otro se sentaba a su lado.
-¿como estas?-
El menor lo miro extrañado.
-a que se debe tu pregunta... estoy bien, no vez!-
- sabes a lo que me refiero Tim…-
Bien. Ya.
Conner de seguro había escuchado sus llantos. Y no es como si no supiera la relación que tenia con… eh… bueno, que tenia. Después de todo era su mejor amigo, aparte de Bart.
El nombrado desvió la mirada.
-no quiero hablar del tema…-se levanto para caminar hacia la puerta pero se detuvo antes de siquiera pensar en abrirla.
-pero Tim…-
-Kon… por favor…-apreto sus puños con fuerza-yo…-
Volteo y noto como Superboy ya se encontraba frente a él.
-Conner…-dijo en un susurro sintiendo como el otro se acercaba cada vez mas.
-Tim yo…-se recargo en la puerta. No dándole escape al menor-quiero ayudar…-
-Yo no...-bajo la mirada. ¿Por que la cercanía de su amigo lo ponía tan nervioso?
Entonces tomaron su mentón, alzando su mirada para que apreciara esos ojos color celeste frente a él. Tan indiferentes pero tan profundos.
No son como los de Jason.
Sintió sus ojos arder. No. Nuevamente iba a llorar y no quería que su amigo lo viera así, entonces cerró los ojos con fuerza.
-Tim…Tim…mírame…-le dijo Conner que seguía sosteniendo su mentón-por favor…-
Tim abrió sus ojos, rojos por aguantar las ganas de llorar. Pensaba decir algo cuando lo cayó los labios de su amigo.
El menor lo miro sorprendido para nuevamente cerrar los ojos sintiendo el calor que le daba Superboy. Aun así, varias lágrimas escaparon de sus ojos.
++++++
Abrió los ojos. Nuevamente estaba a oscuras pero esta vez era diferente.
De golpe, los recuerdos de hace unas horas surcaron su mente.
Conner, el beso, su habitación.
Oh dios… no.
Miro a su lado y si, ahí estaba su mejor amigo, durmiendo con solo la sabana cubriéndole la desnudes.
Se recostó boca arriba sintiendo el punzante dolor. Esto no podía estar pasándole.
Sintió nuevamente sus ojos arder. Pero esta vez no era de tristeza si no de impotencia.
Se cubrió sus rostro con su antebrazo mientras sentía sus lagrimas recorrer sus mejillas.
¿Los habrán escuchado? ¿Jason lo habrá hecho!?
De repente, comenzó a reír quedamente mientras seguía llorando.
-*Ja! Por favor, a él no le importa lo que haga o no… nunca le importo…*-siguió riendo amargamente.
Un día voy a reírme de este dolor,
Un día voy a ser libre de tu corazón
Pero mientras llega el día,
Todo es una ilusión.
Rio Roma