Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Te espera algo mejor por Dragon no Shiryu

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno, aquí les dejo el gran final de mi fic, muchas gracias por haberme seguido :) espero que les guste, ya pronto subiré otros más 

El caballero de la octava casa lo tenía muy en claro, Dohko quizá no dejaría de amar a Shion, a pesar de lo mal que éste lo había tratado, y de la descarada forma en la que lo había engañado. Lo tomó por el brazo y lo levantó contra su voluntad para llevarlo adentro. 

 

Dohko estaba tan cansado física y emocionalmente, que no puso resistencia y se dejó llevar, de todas maneras, Kardia era más fuerte que él.

 

Una vez que entraron el templo de Libra, el caballero de escorpio se quitó su armadura quedando sólo con la malla que llevaban debajo.

 

Kardia: -Deberías hacer lo mismo, la armadura pesa y está mojada- le dijo a Dohko en el tono de voz más suave que pudo emitir. Pero el santo de Libra no se movía, estaba recargado en la pared del templo.

 

Kardia se acercó

 

Kardia: -Dohko- levantó su rostro -escucha… comprendo lo que sientes, pero ¿no crees que está mal darle demasiada importancia a alguien que al parecer jamás te la dio a ti?-

 

Dohko: -Para ti es fácil decirlo, nunca te han decepcionado como a mí, nadie te ha hecho creer que te amaba para luego…-

 

Kardia: -¿Crees que no me ha pasado?- suspiró y obligó a Dohko a sentarse en el suelo junto a él -Degel hizo algo parecido conmigo- su mirada se tornó rencorosa -me engañó, pero al menos habló conmigo de frente, antes de que yo lo viera con mis propios ojos, luego, me dejó-

 

Dohko: -¿Qué dices?- se mostró sorprendido y alzó la vista por primera vez 

 

Kardia: -como lo oyes, Aspros le pareció más atractivo físicamente y me abandonó por eso…-

 

Dohko: -¿Qué? ¿qué tontería es esa? eso de que sea más atractivo es algo estúpido-

 

Kardia: -Lo sé…  todo para que Géminis le jugara mal también y terminara quedándose con Ásmita, ése es el problema de los que se fijan en el físico-

 

Dohko: -y… ¿ya no te buscó después?-

 

Kardia: -No, le dio vergüenza, pero si me dijo que se arrepentía por haberme engañado y dejado por Aspros… claro que ya era tarde, no me valoró cuando tuvo la oportunidad de hacerlo, así que no le di más importancia de la que debía tener-

 

Dohko: -¿Y no estuviste triste?-

 

Kardia: -Claro… y mucho, pero no dejé que eso terminara con mi vida, alguien que no merece mis lágrimas, mucho menos merece que yo cambie por él-

 

El caballero de Libra se quedó pensativo un momento.

 

Kadria: -bueno, ya que no piensas quitarte la armadura, voy a prepare un té, así no te vas a enfermar y además te hará sentir mejor-

 

El Santo de Escorpio se retiró durante unos momentos que Dohko utilizó para reflexionar. Kardia estaba en lo cierto, ¿por qué razón debía darle más importancia a Shion de Aries? él mismo había aclarado que sólo sentía atracción física y quizá un poco de cariño… y si era cierto lo que decía Kardia, ¿alguien llegaría a su vida pronto? Cerró los ojos y se dio cuenta que no era tan sencillo como parecía, olvidar al santo de la primera casa seguramente le tomaría demasiado tiempo…

 

Kardia: -Dohko, aquí está el té… ¿qué pasa?- observó la expresión del santo de libra, que no denotaba mas que tristeza, miraba al suelo con los ojos llenos de lágrimas que su orgullo no dejaba escapar.

 

Kardia: -Dohko…- levantó su rostro colocando sus dedos en la barbilla del librano -¿no recuerdas lo que dije? si Shion se va, alguien mejor espera por ti- 

 

Dohko:  lo miró fijamente -¿y qué persona piensas que va a fijarse en mi?-

 

Kadria se perdió un instante en los ojos de Dohko y suspiró, luego decidió no pensar y dejarse llevar por el momento, a fin de cuentas no sabía si tendría una oportunidad igual.

 

El caballero de escorpio cerró los ojos y besó los labios de Dohko, un beso que comenzó siendo cálido y profundo, hasta tornarse devorador y apasionado. Sintió que un escalofrío recorría su cuerpo cuando se percató de que Dohko, lejos de apartarlo, le correspondía de la misma forma. Se mantuvieron unos minutos probando el sabor del otro, acariciando sus lenguas, quedándose sin aliento, hasta que tuvieron que separarse a tomar aire.

 

Dohko: -Kardia…-

 

Kardia: -Shhh- le colocó dos dedos sobre sus labios. Algunas gotas de agua todavía resbalaban de su cabello mojado hasta su rostro. Kardia se llevó los dedos a su boca y bebió las gotas que habían quedado impregnado en ellos, luego, ayudó al caballero de Libra a levantarse y antes de que pudiera decir nada, volvió a atrapar sus labios apasionadamente.

 

Rodeó su cintura con fuerza, sin dejarlo mover ni por un instante, y luego, lo condujo hasta su cama a pasos lentos, disfrutando los labios de su compañero de armas. Cuando estuvieron al borde, Dohko abrió los ojos y se separó del caballero de la octava casa.

 

Dohko: -Kardia espera…-

 

Kardia: -Shhh… déjame hacerte sentir mejor, al menos ésta noche- susurró y acarició sus cabellos castaños al tiempo que recorría sus labios con la lengua.

 

Dohko: -Kardia…-

 

Sin dejarlo continuar, el griego atrapó de nuevo los labios de Libra mientras lo recostaba sobre la cama, empujándolo con su cuerpo. Dohko, hipnotizado con el embriagador aroma de Kardia y sus sensuales caricias, no opuso mucha resistencia y se dejó llevar durante un momento. Cerró los ojos mientras Kardia lo despojaba de su armadura, despacio, y luego descendía de sus labios hasta su cuello, trazando un camino con su lengua y mordiendo suavemente la piel de Dohko.

 

El caballero de Libra echó la cabeza hacia atrás ofreciéndole a Kardia su cuello por completo, mientras éste lo saboreaba al tiempo que le quitaba la malla que llevaba debajo de la armadura. Dohko no sabía si hacía lo correcto, no estaba seguro de qué estaba bien en ese momento, pero la pasión de Kardia había conseguido que se olvidara incluso de que había otros diez caballeros dorados que servían a Athena, mucho menos recordaba el nombre de Shion.

 

Preso de la desesperación, Kardia terminó de desvestir al Santo de Libra, y luego, él mismo se desnudó mientras observaba con deseo el cuerpo del que estaba por convertirse en su amante.

 

Dohko cerró los ojos y dejó que Kardia recostara su cuerpo sobre el suyo y volviera a besar su cuello, llenándolo con su calor, descendiendo ésta vez hasta la mitad del torso, mientras sus manos recorrían todo lo demás.

 

Cuando sintió los pulgares de Kardia sobre sus muslos, reprimió un gemido y suspiró con fuerza, intentando asimilar las sensaciones que ahora invadían su cuerpo. Deseo, pasión, y despiadados escalofríos que se negaban a abandonarlo desde que Escorpio lo había besado. La sangre le hervía y su cuerpo se incendiaba mientras el griego demostraba ser todo un experto y sensual amante.

 

Por su parte, el guardián de la octava casa, apenas podía contener el deseo que le despertaba tener bajo su cuerpo a Dohko de Libra. Sus manos descendieron hasta la entrepierna del librano y las sensuales caricias rompieron el silencio de la noche cuando Dohko gimió con fuerza el nombre de Kardia.

 

La lengua de Escorpio ahora recorría sus muslos, mientras Libra suspiraba con fuerza y se aferraba a su espalda. Sin poder contenerse un instante más, Kardia aterrizó en su entrepierna y la introdujo en su boca, para saciar el deseo de ambos.

 

Dohko: -Ahhh…. Kardia…- abría las piernas sin poder controlarse ante los expertos movimientos de su amante, el placer lo asfixiaba sin compasión. Aferró sus manos a las sábanas mientras sus fuertes gemidos invadían por completo la casa de Libra.

 

Dohko: -si… ahhh, sigue- jadeaba con la respiración entrecortada, arqueando su espalda en busca el máximo placer que el de Escorpio no se negó en darle.

 

Kardia succionaba con fuerza, mientras su lengua jugueteaba con la entrepierna de Dohko, y sus manos acariciaban con fuerza los muslos del caballero de Libra.

 

Después de varios minutos, los espasmos que sufría Dohko se hicieron más marcados y constantes, hasta que arqueó de nuevo su espalda y se corrió por completo en la boca de Kardia, gimiendo su nombre con fuerza y respirando con dificultad.

 

El de escorpio sonrió complacido y ascendió de nuevo hasta los labios de Dohko, posando encima los suyos y arrebatándole otro apasionado beso. Kardia se aferró a los hombros de Dohko sin dejar de besarlo mientras esperaba un poco a que el librano se recobrara.

 

Kardia: -Es la primera vez ¿verdad?-

 

Dohko: -… Yo…. si- se sonrojó apenado ¿cómo había podido saberlo?

 

Kardia: -Tranquilo, falta lo mejor- le susurró sensualmente mientras recorría sus labios semiabiertos por encima de los de Dohko y volvía a descender a su cuello, jugueteando a ratos con su oreja y mordiéndolo de forma incitadora. Cuando sintió  bajo su cuerpo que el de Dohko había comenzado a reaccionar de nuevo, emitió un gemido e introdujo sus dedos en la boca del castaño para que los mojara con su saliva. Una vez que los humedeció, besó de nuevo sus labios al tiempo que introducía uno de ellos en la cavidad de Libra.

 

Dohko apretó los ojos y se aferró a la espalda de Kardia, mientras éste movía el dedo dentro de su cuerpo. En pocos instantes, un segundo dedo acompañó al primero y ambos se movieron dentro del cuerpo de Dohko.

 

En unos minutos, Kardia sacó los dedos y descendió un poco su cuerpo, rozando las entrepiernas de ambos logrando que emitieran un gemido apasionado casi al mismo tiempo. Se colocó despacio entre las piernas del castaño y comenzó a introducir su miembro.

 

El menor sintió un agudo dolor que lo invadió repentinamente. Apretó los ojos y reprimió un grito doloroso. Kardia continuó despacio hasta el final, pero cuando le dio la primera embestida, el librano no pudo contenerse y soltó un fuere grito mientras  rasguñaba la espalda de Escorpio.

 

Kardia se detuvo de inmediato 

 

Kardia: -perdona- susurró a su oído y comenzó de nuevo con las embestidas mucho más despacio al tiempo que masturbaba su miembro para hacerlo olvidar el dolor.

 

Kardia: -Ahh… Dohko… ahhhh-  gemía apasionadamente sin dejar de moverse sobre su cuerpo y sin dejar de masajear la entrepierna del menor. 

 

El cuerpo del castaño comenzó a relajarse y a acostumbrarse a sentir a Kardia dentro de él. Enredó sus piernas en la cintura del Escorpión y presionó su espalda con fuerza, embriagándose con el deseo, enviciándose con el aroma que ambos desprendían.

 

Dohko: -Ahh… no te detengas Kardia, sigue… ahhh ¡sigue!- gemía con fuerza. Estaba seguro que sus gritos se escuchaban en todo el santuario, pero no le dio importancia, lo único que existía en ese momento era Kardia y el exquisito vaivén en el que se veía envuelto.

 

Kardia aceleró sus embestidas y pequeñas gotas comenzaron a barnizar su perfecto cuerpo mientras una expresión apasionada que casi rozaba en la lujuria invadía su rostro. No dejaba de gemir el nombre de su amante ni de moverse de todas las maneras en que le era posible dentro de Dohko, suspiraba jadeante y apretaba los ojos, preso de la pasión y la locura que lo invadían.

 

Kardia: -Ahh… Dohko… me vuelves loco… - A esas alturas, ya de poco servía intentar pensar las consecuencias que traería, pero no pudo evitar imaginar lo que sucedería con Libra. ¿Qué ocurriría al día siguiente? ¿Sería algo más que un ocasional encuentro amoroso? ¿Por qué Dohko le había entregado su primera vez esa noche? Esa noche en la que todavía creía amar a Shion. Se estremeció cuando las caricias del librano descendieron por su espalda y lo atrajeron más hacia el cuerpo del que estaba siendo dueño. Se le heló la sangre cuando Dohko suspiró su nombre a su oído y todos sus pensamientos se vieron envueltos y transformados en nada en menos de un instante. Sintió los dedos del menor enredarse en su cabello y escuchó de esos labios suplicarle más. Más de su pasión.

 

Cerró los ojos y volvió a las embestidas mientras sus largos dedos envolvían la entrepierna de Dohko y se permitió sentir lo que jamás había sentido antes, aunque fuera sólo por esa noche. Si sería la última vez, al menos haría que fuera inolvidable para ambos, de poco servía reflexionar en ese momento, tendría toda la vida para ello.

 

Sintió los dedos del librano enredarse aún más en su cabello y su agitada respiración entrecortada sobre su cuello. Se aferró con más fuerza a sus hombros y aceleró su vaivén al máximo, al tiempo que se percataba de que la expresión de Dohko había cambiado, se había tornado mucho más apasionada, más suplicante, gemía entrecortadamete su nombre y jadeaba casi sin quererlo. Ahora, Escorpio estaba seguro que al menos por un momento, había conseguido que se olvidara de Shion.

 

Continuó moviéndose dentro del cuerpo de Dohko y masturbando su miembro como jamás lo había hecho, saciándose del cuerpo de su amante y deleitándose con sus gemidos sin aliento de todas las formas en que le era posible.

 

Dohko de Libra se dejaba llevar por lo que su cuerpo le pedía, sin haber imaginado lo excitante y exquisito que podía llegar a ser. Sin poder contenerse un segundo más, se corrió por segunda vez, ahora en la mano de Kardia, ensuciando ambos cuerpos con su semilla mientras gemía con fuerza el nombre de su amante.

 

Escorpio, al sentir ese liquido sobre su cuerpo, no logró aguantar más tiempo y explotó dentro del cuerpo de Dohko, rasguñando las sábanas con apasionadamente y gimiendo su nombre de una forma tan erótica que incluso podría confundirse con la lujuria.

 

Ambos cuerpos barnizados por pequeñas gotas que parecían ser plateadas, se mantuvieron unos instantes en la misma posición, jadeando y suspirando con fuerza, mientras intentaban recuperar el aliento. El rostro de Kardia frente al de Dohko, ambos con los ojos clavados en el otro, hasta que Escorpio salió muy despacio del cuerpo de su reciente amante y se recostó agotado a su lado.

 

La noche estaba ahora despejada, la lluvia se había ido y sólo caían pequeñas gotitas sobre los enormes charcos que la tormenta había dejado. 

 

El silencio había vuelto a la casa de Libra y la alegría también. Ambos amantes estaban aferrados el uno al otro, envueltos en un cálido abrazo, perfecto para la helada noche, y Kardia acariciaba la espalda de Dohko mientras su respiración se regulaba. El caballero de Libra delineaba los músculos del abdomen de Escorpio pasando suavemente sus dedos por encima de su piel.

 

El guardian de la octava casa sabía que no era el momento para sus preguntas, que debía abandonarse de todo pensamiento que lo invadiera y dedicarse a disfrutar lo que quedaba de la noche con el santo de Libra, pero la mirada de Dohko y la pregunta que la acompañó después, no le dejó otra alternativa mas que develar lo que estaba aquejando su alma.

 

Dohko: se había incorporado un poco y lo miraba fijamente. Al sentir sus ojos turquesa posarse sobre los propios, preguntó -¿Qué pasa, Kardia?-

 

Kardia: -¿A qué te refieres?- contestó con una sonrisa que revelaba la satisfacción que sentía en ese instante.

 

Dohko: -Estás muy pensativo-

 

Kardia: -Es sólo… que me siento cansado-

 

Dohko: -Tu mirada dice más que eso… vamos, ¿acaso no confías en mi?-

 

Kardia: sonrió -Claro que confío en ti, ¿o no acabo de dejarlo claro?- sonrió aún más.

 

Dohko: le devolvió la sonrisa -Si… entonces dime-

 

Kardia: emitió un suspiro y sin más, habló -Dohko… es sólo… ¿qué va a pasar con nosotros mañana?-

 

Dohko: -¿Por qué lo dices?- se mostró intrigado.

 

Kardia: -Me refiero… quisiera saber si lo de hoy ha sido… sólo por ésta noche-

 

Dohko: sonrió -Pues eso fue lo que dijiste hace rato-

 

Kardia: -Lo sé, pero…-

 

Dohko: soltó una risa -Lo más gracioso es que supones que pienso dejar que te vayas-

 

Kardia: alzó la cejas sorprendido y volvió a posar sus ojos sobre los de Dohko -Entonces…-

 

Dohko: -Entonces no, no es sólo por esta noche- se volvió a recostar sobre el hombro de Kardia y cerró los ojos.

 

Kardia se quedó mirando hacia arriba un rato más, intentando asimilar las palabras de Dohko. El caballero de Escorpio era excelente entendiendo las indirectas pero ésta vez necesitaba que se lo explicaran como a un niño pequeño. Sin embargo, por alguna razón tenía un buen presentimiento. Se volvió hacia Dohko y lo miró dormir un rato, hasta que a él mismo lo venció el sueño.

 

 

 

Amaneció soleado, pero había nubes que amenazaban lluvia. Kardia abrió los ojos y se encontró con Dohko aún durmiendo y abrazado a su cuerpo. Esbozó una sonrisa y llamó al caballero de Libra. Seguramente el mediodía se acercaba y ninguno de los dos había movido un dedo.

 

Dohko se despertó y sonrió con una expresión de cansancio en su rostro. Besó a Kardia en los labios y se incorporó. Estaba por levantarse cuando una voz muy conocida interrumpió sus pensamientos.

 

Shion: -¿Dohko? ¿sigues aquí?- preguntaba el caballero de la primera casa.

 

Dohko abrió los ojos de par en par y observó a Kardia. El caballero de escorpio parecía incrédulo al igual que él.

 

Dohko: -Voy a decirle que se vaya- le dijo a Kardia

 

El guardian de la octava casa asintió mientras Dohko se colocaba una bata de seda y salía a ver al caballero de Aries.

 

Kardia miraba al suelo mientras escuchaba la voz de Shion romper en llanto y suplicarle a Dohko una oportunidad más, asegurándole que había abandonado al caballero de cáncer. No pudo escuchar más porque Dohko le pidió que hablaran en otro lado, casi afuera de la casa de Libra, y un estado de terrible ansiedad y nerviosismo invadió su cuerpo. Al ver que pasaba un largo rato y Dohko no regresaba, suspiró esperando lo peor y comenzó a vestirse despacio, con la intención de marcharse de la casa de Libra.

 

Justo cuando estaba por terminar de colocarse la malla, Dohko apareció con una expresión serena en el rostro.

 

Kardia lo miró un momento mientras Dohko se acercaba, advirtiendo que entre todo el tiradero de ropa que habían dejado la noche anterior, estaba el pequeño prendedor que le había regalado a Kardia. 

 

El caballero de Libra se sentó en la cama justo frente a él. Suspiró, y sólo entonces esbozó una cálida sonrisa mientras le preguntaba a Kardia

 

     -¿Quién te dijo que te vistieras?-

 

Kardia alzó las cejas sorprendido

 

Kardia: -Pero…-

 

Dohko: -Perdón por tardarme en correrlo, pero estaba histérico y no me dejaba hablar-

 

Kardia: -¿Entonces lo corriste?- se mostró incrédulo a la vez que feliz.

 

Dohko: -Shhh, hablas mucho- besó sus labios y se colocó despacio sobre su cuerpo, mientras lo acariciaba suavemente y se disponía a despojarlo de la malla.

 

Kardia: -Entonces el entrenamiento…-

 

Dohko: -Shhh, si tu no dices nada, nadie va a saber que no entrenamos hoy... soy tuyo Kardia... soy tuyo y tu eres mío-

 

Y envueltos de nuevo en la pasión, en donde los únicos sonidos que tenían cabida eran los de sus gemidos y susurros, se entregaron de nuevo ese día, sus cuerpos se pertenecieron de nuevo y para siempre, a partir de ese momento, al igual que sus almas.

 

FIN

Notas finales:

Sii, se quedaron juntos Kardia y Dohko jeje... espero que les haya gustado el final, comenten n_n pronto añadiré más fics y leeré los de ustedes :)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).