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Historia de un Vampiro por Krizz Sabaku No Uchiha

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Notas del fanfic:

Esta es mi propia version de la pelicula "Entrevista con el vampiro"...espero y les guste...

Notas del capitulo:

Espero les guste esta nueva historia XD

 

Recuerden todos los personajes son propiedad de Masashi Kishimoto-sensei...

 

sin mas a leer se ha dicho..

Una chica caminaba rumbo hacia su automóvil, se le hacía tarde para una cita importante.

Mientras caminaba, trataba de atar su largo cabello rosa en una coleta alta, vestía un pantalón de mezclilla negro, unos zapatos deportivos, y una blusa de vestir negra, mientras enzima se ponía un suéter verde militar, era de noche y el aire frio le golpeaba el cuerpo como nunca antes, lo cual era extraño.

Sentir un aire frio en pleno verano era algo que pocas veces pasaba, pero como dicen, ahí sus excepciones, el frio le calaba hasta los huesos, pero no desistió de ir a la cita que hizo para esa noche.

Sakura Haruno, era una reportera, muy mala por cierto, bueno en realidad no era mala, lo que en realidad pasaba es que nadie en sus sano juicio quería leer o publicar sus artículos, todos los editores de periódicos famosos se reusaban a poner en sus hojas los locos relatos de la pelirrosa.

Y como no, todos hablaban de la supuesta existencia de Vampiros u Hombres lobos, duendes o hadas, obviamente eso para los editores eran un chiste y algo que no publicarían ni para llamar la atención del lector.

La chica harta de las burlas tenía pensado darse por vencida y dedicarse a otra cosa, tal vez a hacerla de paparazzi y encontrar a algún famoso con las manos en la masa, y fue ese día, en el que había empezado a ver anuncios de venta de cámaras usadas, cuando tocaron a su puerta, extrañada la chica, se levantó del sofá dejando la portátil a un lado, se encamino a la puerta y la abrió…

Para su sorpresa no había nadie, pero lo que llamo su atención era un pequeño sobre que estaba al pie de la puerta de la entrada de su casa, con curiosidad levanto el sobre de color blanco y lo abrió, había una carta adentro sin firmar, además de la carta había también una tarjeta de presentación.

 

“¿Buscas una historia increíble?, llama a este sujeto y haz una cita para una entrevista con él, te aseguro que no te arrepentirás”

Leía la chica la carta, bueno en realidad no había nada más que la carta y la tarjeta de presentación, tomo la tarjeta y leyó.

-“Sasuke Uchiha, 83-15-48-63”-. Leyó en voz alta, no había nada más, ni dirección, o alguna oficina o a lo que este tal Sasuke se dedicaba, guardo la tarjeta y la carta en el sobre dónde venían.- Debe ser una broma-. Se decía la chica y tiro el sobre a la basura.

Volvió a tomar su laptop y retomo su actividad de buscar una cámara usada para cambiar su profesión, después de media hora de estar con la mirada fija en el ordenador, más específicamente en la misma página en la que lo había dejado antes de ir a abrir la puerta, comenzó a entrarle la curiosidad.

¿Y si era verdad que esa historia valdría la pena?, ¿Y si con esa historia dejaría de ser la burla de todos los editores?, sin pensarlo más, volvió al bote de basura donde había tirado el sobre con la tarjeta de presentación.

-“No te arrepentirás”-. Repitió la última línea de la carta, sin pensarlo dos veces tomo el teléfono de la sala y marco el número de la tarjeta, espero a que le diera tono, uno, dos, tres…y nadie contestaba, suspiro resignada y en el momento en el que iba a colgar…contestaron.

-¿Quién es y que quiere?-. Una voz profunda hizo aparición dejando a la pelirrosa en shock, esa voz sonaba tan seductora, la chica no se dio cuenta que no había dicho nada en un buen rato.-Muy interesante tu platica, pero si me disculpas tengo cosa más importantes que hacer-. La persona que estaba del otro lado de la línea iba a colgar.

-¿Sasuke Uchiha?-. Pregunto apenada la chica.

-El mismo, ¿Quién es y qué quieres?-. Volvió a repetir pero con un tono más molesto.

-Disculpe si lo molesto, soy Sakura Haruno, soy reportera, le llamo para saber si puede concederme una entrevista-. Le pregunto avergonzada la chica, pues había detectado el enfado de la otra persona.

-¿Una entrevista?, ¿De qué?-. La pelirrosa estaba en un dilema, había llamado a un total desconocido para tener una entrevista, lo que se le había olvidado era el tema de dicha entrevista.

-De su vida claro-. Atino a decir, era una buena idea, hacer una biografía de un completo extraño.

-¿De mi vida?, jajá, gracias pero no creo que creas en las cosas que he pasado a lo “largo” de mi vida-. Decía el chico con un tono de burla en su voz y poniendo énfasis en la palabra “largo”.

A la chica le entro más curiosidad, llevada por su radar de lo extraño, ahora que había dicho esas palabras estaba más interesada en la vida de ese sujeto, algún suceso paranormal, o algún relato sobre secuestro alienígena.

-Obviamente no conoce como soy, por favor, permítame hacerle una entrevista-. En serio ahora más que si esa entrevista fuera su salvación y dejar de ser la burla de los demás editores, ahora era la curiosidad.

-Está bien, mañana, en el Hotel Akatsuki, estoy disponible a partir de las 11:00 de la noche-. Después de esto colgó, Sakura estaba en shock, había quedado en hacerle una entrevista a un extraño, tal vez debería ir a revisarse el cerebro, pero ya no había vuelta atrás.

Y ahí estaba llegando al hotel Akatsuki, con su maleta donde guardaba una grabadora, un block de apuntes y varias cintas para grabar, llego con el portero.

-Disculpe, busco al señor Uchiha-. El portero estaba leyendo una revista y no le dio importancia a la chica, hasta que escucho el nombre del chico, el hombre la miro meticulosamente.

-Está en la habitación 7-G, octavo piso-. Dijo y siguió con su lectura dando por hecho que la chica podía pasar.

A Sakura le extraño ese comportamiento, pero no le importó, tenía pensado tomar el ascensor pero dicho aparato estaba fuera de servicio, por lo cual tuvo que tomar, de mala gana, la escalera.

Llego a la habitación 7-G, toco la puerta varias veces pero nadie le abrió o le contesto un “pasa”, así que con mucha desconfianza empujo un poco la puerta, la cual se abrió, el lugar estaba obscuro, así que tanteo por la pared hasta que encontró el interruptor de la luz, la encendió y pudo ver el interior de la habitación.

No había muebles, bueno solo había una mesa con dos sillas en el centro de la habitación, pero nada más, no había cama, armarios, nada, solo la mesa y las sillas, lo único que si había era un gran ventanal que daba una grandiosa vista de la ciudad iluminada.

-Llega tarde-. La voz retumbo en sus oídos, rápidamente giro a sus espaldas, pues de ahí le pareció escuchar la voz, pero no había nadie, volvió a girar a la habitación y para su sorpresa, el ventanal que estaba hace unos minutos cerrado, ahora estaba totalmente abierto y al pie de este había un hombre.

-Perdone, me tomo un poco de tiempo encontrar el lugar-. Decía Sakura evidentemente nerviosa, el hombre que había estado dándole la espalda viendo por el ventanal la cuidad, se volteo para ver a la chica, este hombre era alto, tal vez 1.80 o 1.90 metros de alto, piel pálida, ojos negros, que por instantes parecían tomar un color rojizo, cabello negro con reflejos azules, y con una voz tan profunda y sensual que parecía que cualquiera que la escuchara caería rendido en un hechizo de hipnosis profunda, ofreciendo su vida a ese ser, que a simple vista parecía perfecto.

-Bien, señorita… ¿Haruno?-. Decía el hombre sin ningún tipo de gesto en su rostro, la chica se estremeció pero no dejo que lo notara.

-Puede llamarme Sakura, bueno podríamos comenzar-. Dijo la pelirrosa acercándose un poco al hombre.- Lo primero que quiero saber es a que se dedica-. El moreno rio.

-No me dedico a nada-. La chica no entendió.

-¿No trabaja?-. El moreno negó.- ¿Entonces que hace para vivir?-. El moreno no dejaba de verla, después de un rato volteo al enorme ventanal.

-Cazo humanos-. Respondió a la chica, esta solo lo miraba con duda, ¿Qué tenía de interesante que aquel hombre tan guapo fuera un caza recompensas? – Los cazo para beber su sangre y así poder vivir-. La chica ahora estaba más confundida.

-¿Beber su sangre?-. En realidad no entendía.- ¿Cómo un vampiro?-. El moreno volvió a reír.

-Así es como nos llaman ahora, pero básicamente, sí, soy un vampiro-. La chica no se lo creía, ¿Un vampiro?, ella estaba segura de que esas creaturas no existían, aunque se contradijera ella misma, tantas personas le había dicho que era una estupidez que ella creyera en esos seres inexistentes que salían de la imaginación de grandes escritores, y ahora que uno de ellos se le plantara en frente y le dijera tal cosa, era simplemente una farsa para ella.

-Aja si claro, y yo soy la mona lisa-. Se burlaba la chica, el hombre solo frunció el ceño.- Si en verdad eres tal cosa, demuéstralo-. Lo reto.

De repente las luces se apagaron solo fue un parpadeo y el hombre ya no estaba en el ventanal, la chica se sorprendió.

-No me crea si no quiere-. El hombre estaba detrás de ella.- Esta en todo su derecho-. Le susurraba.

-¿Cómo lo hizo?-. La chica estaba sorprendida y nerviosa.

-Ya se lo dije, al ser lo que soy me da ciertas, ventajas por así decirlo-. Decía el moreno que ahora estaba delante de ella, Sakura ahora estaba más interesada en la vida de ese hombre.

-¿Podría contarme su vida?-. Pregunto la chica aun en shock, ahora le creía.

-Depende, ¿Cuál de las dos?-. Pregunto el hombre.

-Dice que es un vampiro, dígame como empezó-. Dijo la chica mientras se sentaba en una de las silla que estaban en la habitación, saco su grabadora y la coloco en la mesa.

-Mi vida a partir de ese punto es muy larga-. Dijo el moreno volviendo a ver por el ventanal.

-No se preocupe, tengo suficiente cinta, de hecho tengo una bolsa llena de ellas para toda una vida-. Decía la pelirrosa poniendo su bolsa con las cintas sobre la mesa mientras colocaba una de ella en la grabadora, en los labios del moreno solo se dibujó una media sonrisa.

-Bien, comenzare con la tragedia que me orillo a ser lo que soy-. Comenzaba el moreno, Sakura solo se dedicaría a escuchar y de vez en cuando a hacer una pregunta momentánea.

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Era tal vez mitad de siglo XVII o XIX, un moreno está en la tumba de la que fue su esposa, la mujer más bella de los alrededores, la amaba con locura, que cuando esta murió, simplemente se dejó morir con ella.

Sasuke era dueño de una de las granjas productoras  más importantes de esa área del pueblo, tenía granjeros, sirvientes, esclavos, trabajando para él, mientras los hombres trabajaban en las tierras de su propiedad, las mujeres atendían la mansión del moreno, los sirvientes podrían decir que su amo era feliz, pero después de que su esposa muriera a causa de una fuerte tuberculosis que no pudo ser tratada adecuadamente y a tiempo, el moreno parecía un muerto viviente.

Después de ese día Sasuke, ya no era el mismo, su sonrisa y su vida en si murieron junto con su esposa, ya no salía de su habitación, y las pocas veces que salía, solo lo hacía para regresar borracho o golpeado, producto de su desesperación por encontrar a su esposa en la otra vida.

Una noche, Sasuke estaba en uno de los bares del pueblo que estaba cerca del mar, estaba jugando cartas con unos marineros que traían mercancía al pueblo, todo esto estaba siendo observado por un par de ojos azules.

Sasuke estaba más que pasado de copas, pero aun así podía mantenerse en pie y “razonar” un poco, comenzó a revelar sus cartas al oponente, póker fue el resultado de juego en su mano de cartas, el moreno había ganado, esto enfado a los marineros.

-¿De dónde sacaste esas cartas?-. Grito uno de ellos.- Apuesto a que nos has estado estafando todo este tiempo-. El moreno no tenía expresión alguna en su rostro, como si nada estuviera pasando, el moreno miraba indiferente al hombre.

-Yo no he hecho trampa-. Decía Sasuke con su voz más que decaída, el hombre se molestó aún más y de entre sus ropas saco un arma y apunto a Sasuke, el moreno siguió con su expresión de indiferencia, abrió su camisa a la altura del pecho.- Hazlo si tienes las agallas-. Decía mientras mantenía abierta su camisa descubriendo su pecho para que el hombre le disparara, así podría acabar con su patética existencia.

El marinero lo miro sorprendido pero guardo su arma, con lo que sufría en vida era más que suficiente como para darle el gusto de matarlo.

Sasuke se levantó de la silla y se encamino a la salida para regresar a su casa, todo había sido presenciado por un hombre, que estaba en el segundo piso del bar, este hombre era rubio de ojos azules, al sonreír de su boca se asomaron un par de afilados colmillos y sus ojos azules se habían vuelto rojos, ese moreno había llamado bastante su atención, en un parpadeo había salido del bar para buscar a ese moreno.

El moreno estaba tambaleándose, las copas de más estaban haciendo efecto, el alcohol ahora causaba que su vista se hiciera doble y le costara mantenerse en pie, de pronto frente a él había un hombre, rubio, muy apuesto, parpadeo varias veces para ver si su cabeza y el alcohol no le estaba jugando una mala pasada.

Cuando menos se lo imagino ya tenía al rubio frente a él…

-¡¡ ¿Pero qué diablos?!!-. La cruda se le había bajado, ahora no tenía ni una sola gota de alcohol en la sangre.

-Vaya, tu aura es aún más apetecible de cerca-. Dijo el rubio cerca de su oído, con una voz profunda, dando a entender que aquel sujeto fácil podría ser algo mayor que él.

-¿Quién eres?, ¿Qué quieres de mí?, si lo que buscas es dinero, ahora no tengo-. Decía el moreno, más asustado, la sola presencia de ese sujeto hacia que la piel se le erizara, su voz aterciopelada lo estremecía.

-Yo no busco dinero, lo que busco es aún mejor-. Dijo el rubio y acto seguido tomo al azabache por el cuello y lo elevo unos cuantos centímetros del suelo, el moreno se sorprendió por el acto, era imposible que un hombre pudiera levantarlo de esa manera, comenzó a retorcerse para poder zafarse del agarre del que era presa, pero parecía que nada funcionaba contra el de cabellera rubia.

Se escuchó un ruido que los alerto, esto hizo que el rubio bajara al azabache y desapareciera, Sasuke trataba de recuperar el aliento, se agarraba la garganta como tratando de hacer que esta reaccionara y así poder obligarla a tomar más aire.

Volteo para ver que había asustado a aquel sujeto, una pareja salía del bar donde hacía unos cuantos minutos había salido él, estaban más que ebrios, se notaba por que el hombre se apoyaba en la mujer que había pasado coqueteándole todo el tiempo, regreso su vista pero no encontró señal de aquel hombre rubio, estaba dispuesto al olvidarlo cuando sintió que lo tomaron del cuello por la parte de atrás.

-¿A dónde crees que vas?, todavía no me has dado lo que quiero-. Susurraba el rubio en el oído del moreno, Sasuke se estremeció, sintió una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo y como aquel sujeto paseaba su lengua por su pálido cuello.- Parece que tienes una sangre deliciosa recorriendo estas venas-. Dijo mientas con una de sus manos hacia su cabeza para atrás para poder tener mejor acceso a su cuello, en moreno en ningún momento se dio cuenta que ambos estaban flotando por encima del mar.

-¿Sa…sangre?-. No pudo decir nada más pues después de eso sintió un fuerte aguijonazo en su cuello.- ¡¡¡Ahhh!!!-. Grito, pero no era un grito de dolor, más bien era uno de placer, un placer inimaginable, sus mejillas se tornaron rojizas, se había excitado con la mordida que le había dado, parecía que se quemaba por dentro, sentía un calor inimaginable, se estaban bebiendo su sangre, le gustaba, le gustaba ese dolor, parecía que entre más evidente se hacia la falta del líquido vital más excitado se sentía, pronto el color había abandonado su rostro, y el sueño le estaba venciendo.

El rubio paro de beber su sangre en el momento preciso y paso su lengua por la herida cerrándola al instante, antes que el azabache cayera inconsciente susurro.- Nos volveremos a ver-. Después de eso, lo soltó dejando que cayera al mar.

 

Despertó a la mañana siguiente a las orillas del mar, creyendo que todo era un sueño, que lo de la noche anterior no había pasado, de lo poco que recordaba era del inmenso placer que le hizo sentir aquel desconocido, también recordaba algo de volverse a ver, inmediatamente sacudió su cabeza desvaneciendo cualquier pensamiento sobre esa noche, se levantó como pudo de la fría arena que se sentía en las mañanas por la fría agua del mar.

Llego a su mansión, algunos de los sirvientes ya estaban trabajando en las tierras, entro al recinto y se encamino a su habitación, una de sus sirvientas le había ofrecido algo de comer, pero él se negó, ahora lo que menos quería era comer, entro a su habitación y se encerró toda la mañana y toda la tarde, había corrido a varias sirvientas durante ese lapso de tiempo, ¿Qué no entendían que lo que en realidad quería era estar solo?

Todo la tarde se la paso pensando en aquel sujeto rubio, ¿Quién sería?, ¿Con que motivo bebió su sangre?, ¿Qué era el?, todas esas preguntas sin respuesta, intentaba dársela pero no podía, después paso por su mente cuando le susurró al oído y cuando lo tomo del cuello, de lo excitado que se sentía cuando comenzó a besarle, según él, el cuello.

Este pensamiento hizo que el moreno se llevara la mano al cuello, en el lugar donde sintió ese magnífico y placentero dolor, y lo sintió, dos pequeñas marcas que comenzaban a cicatrizar, esto hizo que volvieran a su mente todas esas preguntas sin  respuesta.

Al caer la noche decidió que visitaría la tumba de su esposa, tal vez estando ahí junto a ella, las respuestas lloverían a su cabeza, se cambió de ropa, pues aun tenia las que estaban sucias por la arena de la playa de la noche anterior, al terminar de cambiarse, aviso a las sirvientas que no sirvieran la cena, y se marchó al cementerio de la familia.

Antes de llegar al cementerio fue por un ramo de rosas blancas del jardín de su mansión y las cambio por las ya marchitas que había dejado tres días atrás, se arrodillo a un lado de la tumba y pasos sus dedos por el nombre que yacía grabado en la lápida.

-Te extraño tanto-. Dijo a la nada, tratando de hacer que su difunta esposa lo oyera.- No sabes la falta que me has hecho-. Llevo sus manos a su cabeza tratando de evitar que las lágrimas salieran de sus negros ojos.

-Humanos-. Dijeron muy cerca de donde estaba el azabache, lo que causo que este descubriera sus ojos para ver quién era.- Sus vidas no son más que un suspiro sobre la tierra-. Un hombre rubio hacia acto de aparición, era el mismo de la noche anterior, Sasuke lo vio sorprendido, ¿Cómo lo había encontrado?, ¿Lo había estado siguiendo?, no, él estaba seguro que nadie lo seguía hasta ahí, porque le había ordenado al portero que nadie tenía permitido entrar a excepción de él.

-¿Quién eres tú?-. Pregunto.- ¿Qué es lo que quieres de mí?-. El rubio sonrió mostrando sus afilados colmillos.

-Perdona mis malos modales, jeje-. Se acercó al moreno.- Mi nombre es Minato, he estado viajando de cuidad en cuidad buscando algo-.

-¿Qué es lo que quieres de mí?-. Pregunto una vez más el azabache, sintiendo un aire frio en su espalda, cuando menos lo imagino aquel hombre llamado Minato estaba es su espalda, y como la noche anterior, con una mano lo tomo del cuello, mientras que con la otra lo tomaba de la cintura juntando sus cuerpos.

-Como te decía, he viajado de ciudad en ciudad buscando algo-. Decía mientras pasaba la punta de su nariz por el pálido cuello de moreno, Sasuke volvió a estremecerse ante el contacto.- Algo que solo puedo encontrar si busco por todo el mundo-. Volvió a susurrar mientras comenzaba a besar el cuello de moreno, una de las manos del rubio comenzó a descender por la cintura del azabache hasta llegar al borde del pantalón.

-¿Qué es lo que buscas?-. El moreno sentía un calor recorriéndole la espalda, se sentía excitado por el contacto con el rubio, y todo parecía empeorar cuando sintió la mano de ese hombre en el borde de su pantalón, el rubio no contesto, paso el borde de su pantalón hasta llegar al miembro del moreno, el cual estaba ligeramente alzado.

-Ahh-. Gimió Sasuke al sentir la mano del rubio aprisionando su miembro y comenzar a masturbarlo mientras besaba y mordía su cuello, sin enterar sus colmillos.

Esto era el cielo, parecía que había muerto y había ido a parar al cielo, y pensar que un hombre le estaba haciendo sentir este placer inimaginable, aunque desde el principio dedujo que no era un hombre común y corriente, pronto sus mejillas adquirieron ese tono rojizo.

-Ahh…más rápido…ahh…si así-. El moreno estaba fuera de sí, no sabía cuándo pero ya estaba en las garras de ese hombre que para él era un total desconocido.

El azabache paso una de sus manos por detrás del cuello de aquel que lo tenía sometido frente a la tumba de su esposa, por tanto placer recibido ya se había olvidado que estaba frente a la tumba de su esposa, sin pensarlo más volteo un poco su cabeza para besar al dueño de esa bendita mano que lo estaba llevando al séptimo cielo, el rubio no se negó y lo beso con ferocidad mientras aumentaba el movimiento de su mano, acallando con el beso los gemidos ahogados que soltaba el moreno.

Se alejó de los labios del moreno para mostrar sus afilados colmillos, y sus ojos mostraron un tono rojizo, mientras hacía delirar al azabache, el rubio clavo sus afilados colmillos en el cuello del moreno, volviendo a beber su sangre.

-¡¡¡AHH!!!-. El moreno volvió a gemir de placer al sentir ese dolor conocido con anterioridad, este torrente de emociones mezcladas en una sola llamada placer, el movimiento de su mano no se detuvo haciendo que se corriera en sus pantalones, producto del excelente orgasmo del que fue víctima en cuestión de minutos.

El moreno se sentía tan débil y cansado por la reciente actividad hecha, que no único que quería hacer era dormir, pero algo pasaba, aquel hombre no había parado de beber su sangre como la vez anterior, seguía bebiendo, no fue hasta que casi se desmaya en sus brazos que se detuvo.

-Lo que busco, mi amigo-. Dijo mientras recostaba al moreno sobre la tumba de su esposa.- Es a mi compañero-. El rubio volvió a besar al moreno, al alejarse llevo una de sus muñecas a su boca y la mordió causándose una herida, la sangre del rubio no tardo en fluir, acerco su muñeca herida a la boca del moreno incitándolo a beber de su sangre, el moreno dudo un momento, pero después de probar la primera gota se abalanzo a la herida que sangraba, absorbiendo el vital líquido del rubio.- Y al que he elegido es a ti-.  Terminaba su oración.

Sasuke seguía bebiendo de ese líquido llamado sangre, el sentía que su boca ardía al igual que el resto de su cuerpo, pero aun así no dejo de beber, hasta que el rubio lo alejo de su muñeca herida para lamerla y cerrar la herida, el moreno comenzó a agitarse, parecía que el aire le faltaba, sentía que lo exhalaba con la misma rapidez con la que lo inhalaba, sentía su cuerpo arder, su corazón subiendo sus latidos a una velocidad sobre humana, de repente su corazón se detuvo y sus pulmones dejaron de recibir aire.

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-¿Y qué pasó después?-. La pelirrosa se había quedado impactada con la historia del moreno, ¿Qué paso después?, Sasuke solo sonrió, desvió su vista del ventanal para mirar a la chica.

-Morí-. 

Notas finales:

Que les parecio???...

 

meresco RR???...ojala si...

 

Krizz Sabaku No Uchiha se despide...

 

Matta Ne...  n_n


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