Comentarios previos: “Madre mía! Qué historia TAN mala!!! Demasiado rosa para ser “sado” y un poco “sado” para ser rosa…Creo que pretendió ser una novela rosa con toques ehhhh…. para asustar a l@s niñ@s. Lemon de principiante. Seguro esta chica tiene un pariente en la editorial que la publicó. Eso sí, tengo que reconocer que me guardo el contrato, me puede servir para algún novio, así me ahorro explicaciones. Ahora….
“LÍMITES INFRANQUEABLES: Actos con fuego. Actos con orina, defecación y excrementos. Actos con agujas, cuchillos, perforaciones y sangre. Actos con instrumental médico ginecológico. Actos con niños y animales .Actos que dejen marcas permanentes en la piel. Actos relativos al control de la respiración. Actividad que implique contacto directo con corriente eléctrica (tanto alterna como continua), fuego o llamas en el cuerpo.”
¿Y qué carajo le podes hacer al tipo si tiene tantos límites? ¡Qué viva la corriente alterna!
Fic:
Y ahora si!! Vamos al cap 21
Cómo ser un chico malo: Por Anastasio Steel! Cuidado mundo!!!!!!!!!!
(Cita textual –esto no es del cap 21 pero lo leí accidentalmente y…no podía no ponerlo!)
“voy al cuarto de baño. Quiero cepillarme los dientes. Veo el cepillo de Christian. Sería como metérmelo a él en la boca. Mmm… Miro rápidamente hacia la puerta, sintiéndome culpable, y toco las cerdas del cepillo. Están húmedas. Debe de haberlo utilizado ya. Lo cojo a toda prisa, extiendo pasta de dientes y me los cepillo en un santiamén. Me siento como una chica mala. Resulta muy emocionante.”
Rememoro así mis capítulos pasados mientras lo espero a ÉL (páginas y páginas de sexo que pretende ser eh….imaginativo y es más y más de lo mismo, después páginas y páginas de una conversación mantenida vía e mail , aburridísima y que parece puesta solamente para ocupar lugar, páginas y páginas de definiciones copiadas – pegadas de internet con el mismo fin…bla bla)
Vuelvo a la realidad Y a pensar en ÉL (hay un solo hombre en mi pequeño y mojigato mundo al que podría referirme simplemente así, al que no hace falta nombrar…Porque soy hombre de un solo hombre, así como mi mamá, mi abuela y…bueno, mi bisabuela no, porque dicen que conoció varios —me ruborizo— No, no ,no. Yo no soy así. Yo soy como hay que ser. Las pequeñas sinverguenzuras a las que me entrego son sólo un toque simpático, picardías, me puedo comportar como una putita pero dejando bien claro siempre que me da mucha vergüenza hacerlo. Porque quiero casarme algún día!…¡Qué creen!
Hay luz por todas partes. Una luz intensa, cálida, penetrante (esta palabra me da ganas de tocarme pero me aguanto. Sin mi hombre? Nunca!
Estoy en la enorme cama de Christian Gay, pero él no está.
Me quedo tumbado un rato, contemplando por el ventanal desde mi encumbrada y privilegiada posición el perfil urbano de Seattle. Encumbrada, si. Esa es la palabra justa…valió la pena ir a la universidad para conocer a este hombre y escalar un poco en la sociedad…La vida en las nubes produce desde luego una sensación de irrealidad. Una fantasía —un castillo en el aire, alejado del suelo, a salvo de la cruda realidad— lejos del abandono, del hambre, de madres que se prostituyen por crack. (No sé qué tienen que ver las madres que se prostituyen con esta historia, pero quedé flashado desde el capítulo de Lenayuri y no puedo parar de pensar en drogas). Me estremezco al pensar lo que debió de pasar de niño, y entiendo por qué vive aquí, aislado, rodeado de belleza, de valiosas obras de arte, tan alejado de sus comienzos… toda una declaración de intenciones (las declaraciones de principios son para marxistas) Ah…mi aristocrático Cristian. Podría estar dedicado al trabajo social en cuerpo y alma, con todos los recursos que tiene, pero no…..ayyyyyy mi príncipe azul ha decidido sanarse el alma dedicándose sólo a si mismo y ahora…tal vez un poco a mí.Cuánto me ama .Frunzo el ceño,(Natrium se toma un trago de fernet ateniéndose a la cláusula de Nez y Henry) . Curiosamente, yo me siento igual aquí arriba, en su torre de marfil. Lejos de la realidad. Estoy en este piso de fantasía, teniendo un sexo de fantasía con mi novio de fantasía.
Salgo de la cama sintiéndome agarrotada y, a falta de una expresión mejor, bien machacada. Sí, debe de ser de tanto sexo. Mi subconsciente frunce los labios en señal de desaprobación, ella piensa que debería dejar el alcohol, las drogas y los sueños de matrimonio. Cuidar mi salud física y psíquica y conseguirme un buen trabajo. Yo le pongo los ojos en blanco, ¿Estás loca? Le recrimino Es el mejor partido que hemos tenido!! No importa que esté un poco loco, que no me escuche, que yo no entienda el 90% de las cosas que dice. Aguanta hasta que tengamos el anillo en el dedo!!!! Voy a firmar el estúpido contrato y cualquier cosa que me pida! Tengo que estar casado antes de los 35 entiendes?????????? —Le grito. Salgo a buscar a mi hombre.
No está en la galería de arte, pero una mujer elegante de mediana edad está limpiando en la zona de la cocina. Al verla, me paro en seco.(Estos movimientos espasmódicos y raros son efecto secundario de las benzodiacepinas que me clavé anoche, seguro. No llevo puesta más que la camiseta que me dejó mi machote. Me siento cohibido por mi desnudez.
—Buenos días, señorito Steele. —Me dice la vieja — ¿Le apetece desayunar? —me pregunta en un tono agradable pero profesional, y yo alucino (oh! Todavía estoy drogado). Alucino que la vieja tiene colmillos largos y que me mira con maldad no…con lujuuuriaaaa Oh por dios, voy a ser violado por una anciana rubia y desconocida…—pienso , o tal vez grito, porque la mujer, muy asustada me dice
—Ah, lo siento muchísimo… Soy la señora Jones, el ama de llaves del señor Gay.
— ¿Qué tal? —consigo decir con la resaca post sobredosis que traigo.
— ¿Le apetece desayunar, señor?
— ¡”Señor”! Oh, sí! Podría acostumbrarme a esto!
—Me gustaría tomar un poco de té, gracias. ¿Sabe dónde está el señor Gay?
—En su estudio.
—¿Qué hace esta atractiva rubia en la cocina de Christian?—Me pregunto otra vez. Me froto la entrepierna mientras la veo irse…No era que ella me miraba con lujuria…yo la miraba a ella! Jujuju —Me rio como bobo. Es un nuevo descubrimiento este: las mucamas ancianas me calientan…
Salgo disparado hacia el estudio muerto de vergüenza, tapándome con un almohadón que levanté de por ahí, mi miembro erecto. ¿Por qué Christian sólo contrata a ancianas rubias atractivas?
Llego hasta su estudio y lo veo hablando por teléfono. No entiendo de qué habla ni me importa. Cosas de hombres…(si, si, soy hombre pero ya les expliqué mi situación).
Al levantar la vista, me ve en la puerta. Una sensual sonrisa se extiende lentamente (al parecer también tiene alguna secuela neurológica después de nuestra noche de drogas)por su hermoso rostro, y me quedo sin habla al tiempo que se me derriten las entrañas (necesito un baño yaa!). Es sin lugar a dudas el hombre más hermoso del planeta, demasiado hermoso para los seres vulgares de allá abajo, demasiado hermoso para mí. No, la diosa que llevo dentro me mira ceñuda, demasiado hermoso para mí, no. En cierto modo, es mío… de momento. La idea me produce un escalofrío y disipa mi irracional inseguridad. (Porque recuerden: LA MUJER ES IRACIONAL E INSEGURA, por lo menos la mujer que aspire a casarse….yo soy un hombre que quiere casarse de vestido blancooo)
Sigue hablando, sin dejar de mirarme. Pero mis entrañas ya no dan más y salgo corriendo hacia el baño.
—OHHHHHHHHHHHH SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIiiii— Esto es mejor que cualquier orgasmo que haya tenido — jadeo. Tiro de la cadena respiro hondo, secándome el sudor de la frente.
Vuelvo hacia el estudio después de haberme lavado bien. Él sigue en el teléfono…qué pesaaaaadooo. Se supone que los príncipes azules han heredado su fortuna, no que tienen que trabajar todo el día para ganársela… (bueno, si decir palabras difíciles por teléfono puede considerarse trabajar).
—¿Cuándo vuelves de Georgia? —me pregunta.
—El viernes. (le contesto cualquier cosa porque me toma desprevenido mmmm “me toma” comienzo a imaginar chanchadas…)
Por fin cuelga —Buenos días, señorito Steele. —Dice.
—Señor Gay —sonrío tímidamente, porque sonreír normal es de puta.
Rodea el escritorio con su habitual elegancia y se sitúa delante de mí. Me acaricia suavemente la mejilla con el dorso de los dedos.
—No quería despertarte, se te veía tan sereno. ¿Has dormido bien?
—¿Te me veías, me te veías? Ah! Quiere decir: Te veías tan sereno. Pero no lo corrijo, se vería mal que yo me expresara mejor que mi machote.
—Todavía tengo un poco de resaca, algunas alucinaciones, mal aliento y dolor de estómago, pero ahora se me quita todo con una ducha —Explico con una cándida sonrisa. Lo miro, me embebo de él. Se inclina y me besa con suavidad, y no puedo controlarme. Me cuelgo de su cuello y mis dedos se enredan en su pelo aún húmedo. Con el cuerpo pegado al suyo, le devuelvo el beso. Lo deseo. Mi ataque lo toma por sorpresa, pero, tras un instante, responde con un grave gruñido gutural. Desliza las manos por mi pelo y desciende por la espalda para agarrarme el trasero desnudo (oh! No me subí los calzones después de cagar!), explorándome la boca con la lengua. Se aparta, con los ojos entrecerrados.
—Es cierto —Dice — Tu boca huele como una tumba y tienes las pupilas dilatadas todavía…Ve a bañarte, por favor!¿O te echo un polvo ahora mismo encima de mi escritorio?
—Prefiero lo del escritorio —le susurro mientras el deseo invade mi organismo como la adrenalina , las anfetas, las benzo y la yerba que nos metimos toda esta semana. Me mira perplejo un milisegundo.
— ¡Ni loco! ¡Apestas! —Me da una sonora palmada en el trasero. Lo miro y no se ríe. —¡ Ve a ducharte! —Me ordena ásperamente y con dulzura, gritándome con amor, mirándome con tierno asco, todas esas cosas contradictorias que sólo él puede hacer.
Me retiro cabizbajo, arrastrando los pies porque no coordino bien las piernas todavía, sintiendo la caricia de mi calzón colgando cerca de las rodillas y un tufo terrible que me sale del pelo y de las axilas.
Como demoro una eternidad enjabonándome, el tipo (quiero decir, el amor de mi vida: Gay), Viene a buscarme. Me lleva de nuevo al estudio y me coge sobre el escritorio cumpliendo con todos los clichés del caso y que no voy a enumerar porque si has leído un par de historias de secretarios sexies tomados por sus jefazos sobre un escritorio seguro puedes imaginar algo mucho mejor que lo que describe mi libro.
— ¿Qué diablos me estás haciendo? —Dice después besuqueándome el cuello—. Me tienes completamente hechizado, Ano. Ejerces alguna magia poderosa. —Yo creo morir!!! Esta es la frase que toda boba ha soñado escuchar en su vida!! Es el momento en que eres reconocido y valorizado por el otro!!! Mi subconcienta me dijo una vez que no hay que creer nada que te diga alguien apenas ha tenido sexo contigo, porque uno larga la primera huevada que se le ocurre y que casi nunca es cierta…Pero no…. Yo sé que Gay me lo dice desde el corazón….
—Soy yo el hechizado —susurro (confirmando que después de tener sexo uno larga la primera huevada que se le ocurre y que casi nunca es cierta).
—¿Seguro que tienes que irte a Georgia? —Me pregunta con expresión romántica y cruel , amorosa y sarcástica, dulce y salada…
Asiento despacio. La verdad es que no tengo la más pálida idea de qué me está hablando porque me saltee un par de capítulos.
—¿Te duele? —pregunta inclinándose sobre mí.
—Un poco —confieso. Aunque no entiendo a qué viene la pregunta, y eso que no me saltee líneas en este cap…
—Me gusta que te duela. —Sus ojos abrasan—. Te recordará que he estado ahí, solo yo.( Ahh …debe estar hablando de mi culo…la verdad es qu me duele más por la diarrea que tuve que por la cogida o sea…ya lo hemos hecho tantas veces….Pero no se lo digo. No debo decepcionar a mi hombre).
Me coge (pero coger de agarrar, no de follar)por la barbilla y me besa con violencia, luego se endereza y me tiende la mano para ayudarme a levantarme. Miro el envoltorio del condón que tengo al lado.
—Siempre preparado —murmuro.
Me mira confundido mientras se sube la bragueta. Sostengo en alto el envoltorio vacío.
—Un hombre siempre puede tener esperanzas, Anastasio, incluso sueña, y a veces los sueños se hacen realidad. —Dice. No tengo idea cómo la visión de un forro usado lo lleva a esas reflexiones pero le sigo la corriente.
—Tengo un par de llamadas más que hacer. —Dice luego— Creo que la señora Jones te ha lavado la ropa de ayer. Está en el armario.
—¿Qué? ¿Cuándo lo ha hecho? Por Dios, ¿nos habrá oído? Me ruborizo. La sola idea de las manos arrugadas de la señora Jones fregando mis calzones me pone cachondisimo…intento no ruborizarme. De pronto sufro una gran desilusión recordando que mi ropa interior permaneció colgando indecorosamente de mi todo el tiempo y por lo tanto, si la abuela lavó algo, no fueron mis calzones…
— ¿Qué pasa? —me pregunta Cristian en voz baja.
— ¿A qué te refieres?
—Pues a que estás siendo aún más raro de lo habitual.
— ¿Te parezco raro?
Trata de reprimir una sonrisa.
—A veces.
Espero sinceramente que jamás sospeche que fantaseo con mucamas ancianas rubias….
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Salgo del despacho completamente anonadado. No sé qué quiere decir la palabra “anonadado”, pero como me llamo Ano….jejeej ¿entienden el chiste?
—La señora Jones sigue en la cocina. Oh Dios! No permitas que me caliente con ella….
— ¿Le apetece el té ahora, señorito Steele? —Me dice. Y creo que su tono es más sensual de lo necesario. Me guiña un ojo y se pasa la lengua por el labio, como yo cuando me quiero hacer el seductor.
—Me voy a duchar primero, gracias —murmuro, y me apresuro a salir de allí con el rostro aún encendido.
—Pero…pensé que ya lo había hecho…—La mujer se inclina y abre la puerta del horno. Extrae de él una bandeja que huele exquisitamente y la deposita sobre una mesada. Entonces me mira a los ojos y comienza a levantarse la falda. Oh Dios! Todos esos pliegues de piel me van a volver loco….ondulaciones y surcos…y esa textura añosa que parece tan suavecita….
No reacciono cuando la mujer se me cuelga del cuello y comienza a besarme ¡Es la primera vez que beso a una mujer! Me entrego sin pensarlo más…
(escena de gerontofilia censurada por la Santa Inquisición).
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Cristian se ha reunido con nosotras en la cocina. La señora Jones canturrea feliz mientras le sirve algo de comer. Está como si nada hubiera pasado ¡Qué vieja pícara! Yo no me atrevo a levantar los ojos de mi plato. Me da mucha vergüenza lo que pasó con ella.
Y Cristian….No me quita los ojos de encima, su expresión es indescifrable—. Siéntate —me ordena, señalando uno de los taburetes de la barra. A mí me parece raro, porque pensé que ya estaba sentado, pero no lo contradigo ni se lo hago notar…
—¿Ya has comprado el billete de avión? —pregunta.
—No, lo compraré cuando llegue a casa, por internet. —Respondo aun siguiéndole la corriente porque no logro saber a dónde se supone que me voy ni para qué…
Finalmente, después de una aburrida y larga conversación en la que todo el tiempo se hace alusión a lo increíblemente rico y poderoso que es Gay, y a que está dispuesto a ponerlo todo a mis pies, saco en claro que tengo que viajar para entrevistarme con el misterioso Mr. Hyde…¿De dónde me suena este apellido? El extraño caso de….No, no me acuerdo
El tema es que viajo.
Tengo una entrevista con este Jekyll, digo Hyde para ver si consigo un trabajo (esto, obviamente es solamente una farsa, una imagen que voy a mantener solamente hasta que me case con Gay, entonces renuncio y me convierto en un mantenido totalmente dependiente de él, tirando por la borda años de estudio y exámenes. Sólo los campesinos ilusos van a la universidad para conseguir un título, nosotros, los niños bien criados, vamos para conocer hombres ricos! Sépanlo, muchachas ingenuas!).
Este Hyde me mira de una manera….creo que le gusto. Y tiene una ayudante llamada Elizabeth que tiene una facha de degenerada… Por supuesto mantengo en todo momento mi aire bobo y virginal. Como me han enseñado que debo hacer.
Igual protesto un poco, para darme aires de “progre”, digo cosas como: “Las entrevistas me parecen algo tan artificial; todo el mundo comportándose de la mejor forma posible e intentando desesperadamente esconderse tras una fachada profesional. ¿Encajo en el perfil? Habrá que esperar para saberlo.” Bien que estaría perdido si viviera en un mundo donde tuviera que ser espontaneo y no andar representando continuamente mi papelito de “chico bueno”.
Paso a ver a mi amigo Cato y le cuento todas las estupideces que nos decimos Gay y yo (lo de la vieja no!! Cato es demasiado mojigato para enterarse de algo como eso). Él me dice que se nota que estamos enamorados o algo así y que me cuide mucho de Gay y que si me hace algo se lo cuente. (¿?)
Finalmente me despido porque resulta que viajo a pasar tiempo con mi madre. Tomo el avión y me avisan que he sido cambiado a primera clase.
—¡¡Ah!! Este Gay….Será un manipulador, acosador, incoherente y todo lo que quieran. Pero tiene tanto dinero!!!!!
Continuará.