Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

50 sombras de Gay por nezalxuchitl

[Reviews - 71]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

CAPITULO FINAL

ACLARACIONES DEL CAPITULO

Única colaboración escrita por Anne Scarlett, (Perfil: http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewuser.php?uid=15971)

NOTA DE ANNE SCARLETT: Escribí este capítulo peinada con dos coletas tipo  sailomoon, pijama de color escarchado con diseño floripepas (re-fashion) y chancla, inspirada en la última tendencia “Mi hombre” con un toque de vintage para celebrar que “Felizmente terminamos con esta pendejada”.

ADVERTENCIA:

Contiene Cropofilia, que no es lo mismo que coprofagia ni coprolalia, aunque el bestseller real haga que a muchos nos aflore la cropolalia que habita en nuestro subconsciente.

CAPITULO FINAL:

“Me tiene distraído el asunto de este correo. Huelga decir que, de momento, está a salvo. Disfrute de la cena. Yo también le echo de menos, sobre todo su trasero y esa lengua viperina suya.  Mi tarde será aburrida y solo me la alegrará pensar en usted y en sus ojos en blanco…” (Cita textual del libro, pagina: No sé. La encontré en la versión pirata que circula en internet, el espacio en mi librero es solo para libros de verdad y no para seudonovelas.”

 

Me han hecho la manicura en los callosos pies, me han servido champagne y me rodean de todas esas atenciones de la sala VIP que me hacen olvidar lo que quiera que haya pasado en los capítulos anteriores y comience a perdonar a Christian Gay por entrometerse y controlar cada aspecto de mi… ¿vida? Ahora que lo pienso bien, no tengo una vida propia ya que todo mi mundo de fantasía gira en torno a mi novio de fantasía, tendré que comprarme un perro, los blog de autoayuda sugieren que tenga uno.

Y mientras pienso en Gay y todas las atenciones que el dinero puede comprar, porque para todo lo demás existe MasterCard, comienzo a recordar nuestros intensos encuentros en el cuarto Furcia del Placer, frunzo el ceño y pongo los ojos en blanco, después, como me aburre el vuelo le escribo un e-mail al que el responde con otro y vuelvo a escribirle otro, y así sucesivamente en viceversa, del mismo modo en sentido contrario, le escribo y le escribo muchos e-mail en los que el asunto nada tiene que ver con el contenido, pero da lo mismo si el lector los entiende o no, porque aclaro en clase de redacción yo dormía y por eso no sé el uso de los sinónimos ni mantener la coherencia textual, pero eso vale gorro cuando quiero plasmar mis más intensas fantasías disfrazadas de parafilias…

De repente mi Christian me escribe unas líneas definitivamente ardientes:

“Querido señorito Steele:

Me tiene distraído el asunto de este correo. Huelga decir que, de momento, está a salvo.

Disfrute de la cena. Yo también le echo de menos, sobre todo su trasero y esa lengua viperina suya.

Mi tarde será aburrida y solo me la alegrará pensar en usted y en sus ojos en blanco. Creo que fue usted quien juiciosamente me hizo ver que también yo tengo esa horrenda costumbre.

Christian Gay.

Presidente que acostumbra a poner los ojos en blanco, de Gay Enterprises Holdings, Inc.” (Cita Textual)

Y yo extraño que su “cosita dura” y que me diga que va a follarme… duro, como me dice cada vez que folla duro. Suspiro, pongo los ojos en blanco y guardo mi BlackBerry en el bolsillo y finjo que duermo durante el resto del viaje en avión y finalmente he llegado sana y salva a…¿Dónde era?... Savanah…

Mi madre me espera con Bob (Esponja) y estoy encantado de verlos, se abalanza y me abraza y aunque estoy desbaratado por el sexo, el viaje y los e-mail, me alegro de verla y me suelto de su abrazo, después intento saludar a Esponja, pero recuerdo que se ha lastimado (En algún capítulo de su propia serie animada) así que me limito a poner los ojos en blanco y fruncir el ceño. Mientras él se queja por el peso de mi mochila y yo le aseguro que eso ha de ser la MAC. (Carga una de la década pasada) Hace calor y sigo enviando e-mail, solo que esta vez incluyo a los amigos, el resto es puro bla, bla, bla… Hasta que confieso a mi madre que amo a Christian Gay con sus cambiantes estados de ánimo, su infancia difícil y su estrechez… Y a sí, mi madre me da el único consejo feminista, útil y revolucionario que ha cambiado el curso de mi vida:

“En realidad, cielo, los hombres no son complicados. Son criaturas muy simples y cuadriculadas. Por lo general dicen lo que quieren decir. Y nosotras nos pasamos horas intentando analizar lo que han dicho, cuando lo cierto es que resulta obvio. Yo, en tu lugar, me lo tomaría al pie de la letra. Igual te ayuda.” (Cita textual)

La miro alucinado, es que sigo bajo el efecto de esas anfetanosequecosa después del vuelo, y creo que tiene razón. Tomarme a Christian al pie de la letra, y me vienen a la cabeza algunas de las cosas que me ha dicho:

<<Nene, nene, nene, Oh nene… Nene…>>

<<Buenos días, princeso>>

<<Mira las lindas pelusas de mi ombligo, nene.>>

<<Vas a desnudarte Ano, ahora mismo>>

<<Tu boca huele como una tumba y tienes las pupilas dilatadas todavía…Ve a bañarte, por favor!>>

<<Voy a follarte… Duro>>

<< Ano, mi Ano, mete tu dedo en mi ano y dame placer, Ano…>>

Se le ablanda y entristece… La mirada a mi madre, mientras a mi se me endurece la cosita (Me lo ha dicho el del Opus Dei, debo decirle “cosita” porque llamarlo por su nombre es para los putos y ante todo debo ser recatado y discreto.) La cosita se pone dura recordando que lo hemos hecho en su escritorio, en la cocina, en la habitación y ella, mi madre, me habla con nostalgia de mi padre el marine, el hombre perfecto que no conocí y por el cual debo tomar psicoterapia pues mi idealización de los hombres no es precisamente la más sana y no he superado el Edipo, sigo buscando un hombre de fantasía que me llame: “Nene” para superar mi profundo trauma y compensar la carencia de modelo masculino en mi primera infancia.

Mi padrastro el señor Esponja, nos ha invitado a cenar, recibo otro de los cursi e-mail de Gay y mi Picachu interior resucita para bailar perreo mientras leo y leo y vuelvo a leer toda su “epistola” y suspiro mientras sigo leyendo:

“Lo que parece que no te queda claro es que, en una relación amo/sumiso, es el sumiso el que tiene todo el poder. Tú, en este caso. Te lo voy a repetir: eres tú la que tiene todo el poder. No yo…. (Chorrada de babosadas de hombre sentimental)… No quiero perderte. Me angustia que hayas cogido un avión y vayas a estar a casi cinco mil kilómetros de mí varios días porque no puedes pensar con claridad cuando me tienes cerca. A mí me pasa lo mismo, Anastasio. Pierdo la razón cuando estamos juntos; así de intenso es lo que siento por ti…. (Más chorradas de hombre idiotizado)… Dicho esto, debo reconocer que solo adoptas la conducta propia de una sumisa en el cuarto de juegos. Parece que ese es el único sitio en el que me dejas ejercer verdadero control sobre ti y el único en el que haces lo que te digo. «Ejemplar» es el calificativo que se me ocurre. Y yo jamás te llenaría de moratones. Me va más el rosa.” (Cita cuasi textual) (Has caído bajo Christian, ¿Cómo pueden seguir idiotizadas pensando que eres el hombre perfecto tras esa cursilería? P/N)

Le respondo con otro correo y él hace lo mismo, se supone que tanta mailedera debería terminar con una conversación más Hot, pero no, me enojo y aprieto las piernas con decepción cuando me escribe diciendo que va a “cenar con una vieja amistad” y entonces llega a mi mente la idea de que se está cenando a su vieja amistad en el cuarto furcia, miro ceñudo la pantalla, Furioso apago el portátil, ¿Por qué tiene que seguir viéndola? Sí, tengo un ataque repentino de celos, pero se me pasa a los dos segundos porque debo ir a cenar y tengo que ponerme los vaqueros. Vuelvo a prender el cacharro infernal  y busco fotos de Christian Gay en google. Y entonces aparece una foto suya en mi graduación, su única foto conmigo y ¡Estoy en Google, Madre mía!

Ya no tengo malgenio terrible, luego nos maileamos más y por último cuando estoy en el bar descubro con horror que está aquí después de llenar el resto de capitulo con más e-mail insignificantes.

Presento a Christian con mi madre y ella se queda como apendejada sin decir palabra luego de que él le dedicara una sonrisa “cosecha Christian Gay destinada a la rendición total sin rehenes”. Frunzo el culo y descubro que quedarse mudo de asombro es genético.  Después seguimos bebiendo, ah, y Christian pide una bebida como si fuera un elaborado plato a la carta…

Después, gracias a la alcahuetería de mi madre, voy a la habitación 602 del hotel a buscar a mi hombre, porque estoy embriagado y eso me ha envalentonado para hacer cosas que normalmente un chico casto y puro como yo no haría.

Llamo a la puerta y Christian abre. Está hablando por celular sobre unas indemnizaciones, me mira con sorpresa y sigue hablando, echo un vistazo a la habitación que es supermoderna y muy actual con todo en purpura y dorado mate con bronce en las paredes.  (inspirada en el interior de un ataúd del siglo XV, Sí, súperactual)  

Me ruborizo cuando se planta delante de mí, se supone que estábamos enojados, pero dicen que el sexo es mejor después de la reconciliación, dispuesto a probar la validez de esa teoría me quedo viéndolo y él me mira, y entonces tengo el corazón desbocado y la sangre me corre como loca por todo el cuerpo (Dos cosas en mente: Baño de sangre a lo Silent Hill o escena de glóbulos rojos a lo Dr.House) El cuerpo, el deseo crece… por todo mi ser… Christian se acerca y me pasea la nariz por el hombro y la oreja hundiendo sus perfectos dedos en mi pelo.

- Te deseo. –Me dice después de plantarme un beso en alguna parte de la oreja.

Gimo… subo los brazos… Pongo los ojos en blanco… Me aferro a sus brazos… Ladro, digo UAU… Suspiro… Pongo los ojos en blanco… Se me para la cosita… Me hormiguean las nalgas… Pongo los ojos en blanco.

- ¿Estás con la regla? –Sigue besándome.

Maldita sea, no se le escapa nada. Soy hombre, no tengo regla, debe ser algún eufemismo para referirse a la diarrea que tengo desde el capítulo anterior.

- Sí. –Le susurro cortado…

- ¿Tienes dolor?

- No. –Me sonrojo, por Dior…

- ¿Te has tomado el laxante?

- Sí.

- Entonces vamos a tomar un baño. –Me dice mientras me avergüenzo. Me pide que me recoja el cabello y me quite las chanclas. – Te lo voy a hacer en el baño, Anastasio…

Se inclina y me besa, frunzo el culo no vaya a ser que no pueda controlar lo de la diarrea y eche a perder este hermoso y mágico y perfecto momento.

- Mírate, eres precioso. –pone mis manos en mi vientre y me dice que me toque, que toque mis turgentes pechos, y que me toque la cosita… Me acaricia los pezones con sus pulgares. Gimo y arqueo la espalda. Observo facinado su cara perversa y el ondular de sus caderas. –Muy bien, Nene. –Murmura. -¿Cuándo te ha dado diarrea?

- Apenas esta mañana. –Susurro excitado y con vergüenza, sintiendo su dureza presionando contra mi cosita. Besa mi cuello y me abraza con sus fuerzas.

- Apóyate en el lavamanos. –Ordena agarrándome de las caderas echándolas hacia atrás para doblarme como aquella vez en el cuarto furcia…

Me pasa los dedos entre las nalgas y tira suavemente de “aquello” sacándolo de mi interior. ¿Qué hizo? Me ha quitado el supositorio, lo ha tirado al váter y me ha penetrado con todas sus fuerzas de un solo movimiento. Estamos piel con piel, mis manos se aferran al lavamanos y mis piernas se enredan a sus caderas, siento lo profundo que es, lo grande y profundo que es entrando y saliendo de mi interior, empujando, siempre empujando con un ritmo castigador. Con su mano acaricia la “cabeza de mi cosita”, Oh por Dior, me acelero…

- Oh Ano, oh Baby, Oh… ¿Alguna vez me saciaré de ti?...

No respondo, pongo los ojos en blanco y me estremezco pensando si después de esto volveré a sentir estreñimiento alguna vez, me aferro a sus fuertes brazos y siento como se corre dentro de mí, su respiración entrecortada en perfecta sinergia con la mía y nuestros ojos en blanco. “No debo acariciarlo, no debo acariciarlo” Me digo como si fuera un mantra salvador, no quiero arruinarlo, si lo toco va a molestarse, “no debo acariciarlo” (Otro claro ejemplo de una vida sexual ridículamente aburrida carente de fantasías) “No debo acariciarlo”… Y sigue llenándome mientras escucho sus roncos gemidos en mi oído y ya no puedo más, me aferró con fuerza al lavamanos y me desparramo en chorros de blanca esperma. De repente me acuerdo que tengo diarrea. Me acurruco abrazándome y lo miro para decirle con vergüenza:

- Estoy cagando.

“- A mí no me molesta.

- Ya lo he notado —digo sin poder controlar el tono seco de mi voz.

Se tensa.

—¿Te molesta a ti? —me pregunta en voz baja.

¿Que si me molesta? Quizá debería… ¿o no? No, no me molesta. Me echo hacia atrás y levanto la vista, y él me mira desde arriba, con esos ojos grises algo nebulosos.

—No, en absoluto.

Sonríe satisfecho.” (Cita textual)

Sigo acurrucado, levanto la mirada, veo sus cicatrices en el pecho, descubro que no son producto de la varicela, tuvo que ser de otra cosa, oh, por Dior ¿Qué te hizo Robinson?... Le pregunto, vuelve a ponerse huraño y no quiere responder, ahí lo tengo desnudo, espléndidamente desnudo, manchado de mi mierda, y yo también estoy desnudo. (Gran descubrimiento)… Por fin vamos a tener esa conversación… Que al final no tenemos porque me pongo paranoide preguntando de qué habla con Robinson y le escucho confesar que habla de negocios y el universo…

Resbalo rompiendo uno de los tubos del lavamanos, o sí, como dice Murphy: Cuando algo va mal, sale peor… Y lo peor ha sido que un chorro incontrolable de agua fría nos caiga encima porque estamos desnudos hablando del pasado y de su ex, porque soy un posesivo ignorante al que se le ocurre hablar de esas cosas cuando está teniendo sexo con el hombre más sexy y rico del planeta.

- Ya no pienses esas cursilerías Ano: I´m a mother, father, gentleman... Damn, girl, I´m a party Mafia.*

Lo miro, creo que me quiere, creo entenderlo todo lo que me dice sobre el gentleman, ese hombre de verdad me ama.

Lo abrazo, me pego a su cuerpo olvidando el pasado y así mojados, excitados y cagados… lo volvemos a hacer bajo el chorro de agua, hacemos el salto en la bañera, el gato encalambrado, la mantis religiosa, usa el jabón como lubricante y me sigue dando. Me empuja contra la pared y hunde sus uñas en mis nalgas para separarlas y penetrarme hasta sentir sus bolas rozando mi entrada. Gimo en su boca. El me agarra de las nalgas y me sacude como si fuera un muñeco de trapo en sus garras, conozco esa maravillosa contracción dentro de mí, yo también estoy a punto, el agua gira a nuestro alrededor, el mundo gira, Gay gira… Estoy mareado.

 Después del sexo viene otra de nuestras entretenidas conversaciones acerca de nada en particular, me dice que quiere hacer algo especial, le pregunto qué y no responde, sólo me dice que me duerma de una vez, y más blah, blah, blah…

Christian está en una jaula con barrotes de acero, viste de negro, el abdomen y un muslo al desnudo, vestido ceñido y los pies deliciosamente desnudos, baila para mí “she Wolf” moviendo su perfecto trasero y abriendo sus piernas dentro de esa jaula. Tiene en su hermoso rostro esa hermosa sonrisa de saber algo que él sabe y los demás no. Y sus ojos son grandes y grises me miran. Se acerca con un cuenco de fresas en sus manos y deposita una a una en mi boca acariciando mis labios.

- Come. –Me ordena.

Y yo trato de huir y escapar porque no quiero seguirme llenando de fresas.

- No quiero, estoy desnudo y gordo, no quiero. –Quiero decirle eso, pero estoy mudo y no puedo chillar, soy una vaca anoréxica que se niega a comer fresas, pero no puedo defenderme. Me estremezco. Chillo estirando los brazos tratando de tocarlo, pero él no me deja, las vacas gordas no podemos tocar a los ángeles de Charlie.

- Anastasio. –Me llama con su voz. –Despierta…

No, por favor, no más o voy a pasar de vaca a ballena… Oh, no más… Abro los ojos en una milésima de segundo y todavía estoy en la cama y es de noche.

- Despierta, nene, princeso. –Me dice y su voz se extiende como caramelo derretido por mi piel, es tan dulce, tan perfecto, tan maravilloso, blah, blah, blah… -Vamos a levantarnos, quiero perseguir el amanecer contigo… -Ah, qué bello se ve cuando me dice esas cursilerías, es mi hombre perfecto que me hace vivir fantasías perfectas y está vestido… ¿Vestido?

- ¿Qué haces vestido? Me encontraba teniendo un lindo sueño y me despiertas vestido, pensé que querías sexo.

- Anastasio, yo siempre quiero sexo contigo y me alegra que te suceda lo mismo. ¿Qué soñabas?

- Soñaba contigo, dándome de comer fresas…

Y seguimos hablando babosadas el resto de la mañana, me sube a su vehículo y pone en su auto una de esas sinfonías clásicas, y le pregunto que es y me dice que se llama la Traviata, una ópera basada en la Dama de Las Camelias de Dumas, él supone que la he leído, le digo que sí, pobre ingenuo le miento para ser intelectual, pero no se de que va esa cosa, cambio de tema, más blah, blah, blah… Le digo que su música es deprimente y me deja elegir una de su ipod.

“El iPod de Christian Gay… esto va a ser interesante. Me muevo por la pantalla y encuentro la canción perfecta. Le doy al «Play». Jamás habría imaginado que él pudiera ser fan de Britney. El ritmo electrónico y bailable nos sobresalta, y Christian baja el volumen. Igual es demasiado temprano para esto: Britney en su faceta más sensual.

—Conque «Toxic», ¿eh? —sonríe Christian.” (Cita textual) (N/A: Un hombre que tenga a Britney en su ipod es un macho salvaje grrrrr…. Voz de Sheldon Cooper: Estoy usando sarcasmo)

Me lleva a planear un avión y todo lo que tengo que decir mientras piloteo y hablamos de Enrique VIII es UAU. Después le escribo un mail sobre el tema y el me responde con otro mail firmado por el presidente Gay… Suspiro, pongo los ojos en blanco y vuelvo a decir UAU…

Me despido de mi madre y de Esponja. Regreso a la ciudad y a Christian, durante el vuelo vuelvo a mandarle más e-mail que él responde del mismo modo y viceversa en sentido contrario. Y por fin de nuevo estamos a solas.

UAU… Por Dior, lo deseo tanto… Me tiendo en su duro colchón, él me dedica su sonrisa de “yo se algo que tú no” me rodea con su satén nuevo y pone en mis oídos unos auriculares, quiere que escuche su música, “me enseña un pequeño dispositivo plano que parece una calculadora modernísima” (Descripción textual de Anastasia describiendo un mando a distancia, que inteligente, no? Mujeres del siglo XXI, seguid su ejemplo y llamad a todo “Cacharro infernal”)

Me ordena que levante la cabeza y me pone un antifaz, Mi Picachu interior baila la macarena orgulloso porque por fin vamos a jugar al sex-cosplay. Sí, sí, síiiiiiiii, Mi Christian vestido de Sasuke Uchiha se dispone a tomarme como el buen “Raruto” que soy.

No escucho bien lo que dice, tengo auriculares y escucho el sonido de mi respiración errática, me toma de las muñecas, me ata con correas de cuero y después me acaricia, estoy como loco, mojado, duro, la música me excita, Christian me excita, el cosplay me excita. Y de pronto, ¡Zas! Un latigazo en el vientre.

- Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah –Me quejo de dolor.

No es que me duela, es que me hormiguea en todo el cuerpo, pero me gusta.

- Aaaaaaah….

Quiero moverme y escapar, o disfrutar del golpe, no lo sé. (No es lo único que no sabes, eres indeciso a muerte)…. Gimo fuerte…. Creo…. Porque no oigo nada…. Tengo auriculares puestos y escucho música sensual que no sé cuál es porque es del repertorio de Christian… como sea… la cama se mueve y mi macho, mi hombre, mi perfecto novio, se arrodilla entre mis piernas y de pronto siento una descarga eléctrica en mi agujerito… gimo loco, gimo como loco, sigo gimiendo más loco y quiero cerrar las piernas pero no puedo porque tengo grilletes en los tobillos que no sé a qué hora puso ahí… Ah, el aparatito, un vibrador que hace que me convulsione y ponga mis ojos aún más en blanco.

- Por favor… Por favor… -Suplico mientras la música coral sigue en aumento provocándole un paroxismo a mis neuronas.

Christian saca el aparatito y me posee con fuertes embestidas de su cosota, la mía es cosita. Mi cuerpo se tensa, mi piel se desintegra, la sangre recorre como loca todo mi cuerpo, pongo los ojos en blanco, siento su orgasmo en mí, siento mi orgasmo goteando en la cama y cuando la música ha cesado, él también cayendo desplomado sobre mi cuerpo.

Dijo que era el motete no sé qué cosa y que siempre había querido follar al ritmo de esa música, le digo que ha sido impresionante volviendo a ocultar mi ignorancia, recuerden que lo clásico no me va, prefiero a Britney Spears o La Mayonesa… La próxima vez lo haremos a ritmo de  “Desesperada” para que se ponga bien caliente cuando escuche:

“Soy una mujer normal… Camino bajo el sol, pero es invierno en mi corazón….Así estoy yo, de-ses-pe-ra-da…oh siii… oh siii.”

Mi mente tararea la canción y ya no me acuerdo qué era lo que Christian decía del motete de las voces en Si mayor…

Después me besa y conversamos cosas tiernas, blah, blah, blah, me dice que soy único y que me extraña y yo me enamoro cada segundo más y más, abrazo mi destino, le llevaré flores a la virgencita de las novelas mexicanas, para darle gracias por mi Christian Gay que es tan perfecto con esa mirada gris y esos arrebatos de pasión… UAU, lo amo, lo adoro, lo quiero…

Cuando despierto estoy desorientado, no debo seguir consumiendo las anfetaminas, pero qué se le va a hacer?, como sea, creo que soñé que rodaba por las escaleras, pero no importa, busco a mi hombre y lo encuentro tocando el piano, me mira, frunce el ceño. ¡Mierda, seguro está enojado!, me acerco como una polilla a la luz y él me mira.

Nos besamos, hablamos de más cosas banales, absurdas y estúpidas que no aportan nada a la trama, sigo tratando de descifrar el significado de sus sombras, cambia de humor, me hace enojar, me dice estupideces, me hace sonreír, así es mi Gay, mi Christian Gay…

Me dice que el contrato ha quedado obsoleto, ahora hay más, así que me pasa otro contrato, ha tachado algunas cosas, agregado otras, qué se yo, nunca leo la letra menuda porque me da pereza, solo veo la negrilla y leo vagamente:

“NORMAS

Obediencia: La Sumisa obedecerá inmediatamente todas las instrucciones del Amo, sin dudar, sin reservas y de forma expeditiva. La Sumisa aceptará toda actividad sexual que el Amo considere oportuna y placentera, excepto las actividades contempladas en los límites infranqueables (Apéndice 2). Lo hará con entusiasmo y sin dudar….. (Blah, blah, blah, blah)….Higiene personal y belleza: La Sumisa estará limpia y depilada en todo momento. La Sumisa irá a un salón de belleza elegido por el Amo cuando este lo decida y se someterá a cualquier tratamiento que el Amo considere oportuno… (Más de lo mismo, puro blah, blah, blah…zzzzzzzz).  El incumplimiento de cualquiera de las normas anteriores será inmediatamente castigado, y el Amo determinará la naturaleza del castigo.”

—¿Así que lo de la obediencia sigue en pie?

—Oh, sí.

Sonríe.

Muevo la cabeza divertido y, sin darme cuenta, pongo los ojos en blanco.

—¿Me acabas de poner los ojos en blanco, Anastasio? —dice.

Oh, mierda.

—Puede, depende de cómo te lo tomes.

—Como siempre —dice meneando la cabeza, con los ojos encendidos de emoción.

Hace una pausa y frunce el ceño, yo frunzo el culo, sus ojos se oscurecen víctimas de un terror, ese hombre me necesita, debo rehabilitarlo… Sin mi está perdido… en su profunda oscuridad… Su mirada es la de un hombre asustado y triste… Yo puedo aliviarlo, puedo regenerarlo, puedo curar todos sus males.

Le digo que estoy dispuesto a probar lo doloroso que pueda ser, no tengo miedo ni titubeo… bueno sí, pero que no lo note, quiero estar aquí para él…. Me agarra del brazo y me lleva al cuarto furcia de los juegos, me ordena subirme en el banco.

Él regresa de donde quiera que haya estado y la atmosfera cambia por completo. Cierro los ojos y me preparo para el golpe, llega con fuerza en mi trasero.

- ¡Cuenta Anastasio! –Me ordena. -¡Demuéstrame que te enseñaron a contar en preescolar y todavía resistes las otras dos partes de esta trilogía!

- Uno…

Me vuelve a pegar y siento que el dolor recorre todo mi ser. Mierda, esto si que duele.

- Dos…

Me hace chillar. Su respiración es agitada, se aferra al cinturón y lo descarga de nuevo.

- Tres…

Me salen las lágrimas, esto es peor que los azotes, por Dior, no se está cortando en nada…

- Cuatro…

- Cinco…

- Seís… -Chillo como loco sintiendo el latigazo que abraza mi espalda sin compasión… Ya no quiero a Gay, ya no quiero saber nada de él, trato de escaparme, intento zafarme, me revuelvo y después de lloriquear como la más adoctrinada protagonista de telebobela, le digo dignamente: - ¡¡NO ME TOQUES!!

(Y así es como la escena de bondage más esperada de todo el libro termina.)

Él me mira aturdido. Me limpio los mocos con la manga del sweater, y le lanzo una mirada rabiosa y feroz, como de animal salvaje, digamos que como de pantera, tigre y cocodrilo…

- ¿Esto es lo que te gusta, verdad?

- De hecho, sí… De eso se ha tratado todo este pedo… ¿No lo habías notado?

- Eres un maldito hijo de puta.

- Ano… -Me suplica.

- No hay Ano que valga, tienes que solucionar tus mierdas, Christian Gay…

- Y tú tienes que bajar a la realidad, querido. Deja de fantasear narrando historias asombrosas de amor que ni tu mente esquizofrénica puede creerse, esta es la realidad, me gusta darte fustazos, correazos, latigazos y follarte… duro, mientras las mujeres cuarentonas como nuestras madres se masturban leyendo nuestras hazañas en esta patética trilogía…. Este es el mundo real Nene, y  no eres Alicia en Wonderland…

- Pero Christian…

- No me hagas escenas. –Me dice y frunce el ceño. –Dijiste que podías soportarlo y al final te arrugas. Cobarde, Ano, eres un cobarde, poco hombre…

Me deja mientras el cinturón cae de sus manos y le miro con desesperación sintiendo el dolor en mi trasero. Agarrado al pomo me recuesto un instante en la puerta. ¿Adónde voy? ¿Salgo corriendo? ¿Me quedo? Estoy furioso, y el trasero me palpita rojo de dolor, ¿En qué estaba pensando para dejar que me hiciera algo así?... ¿En qué estaba pensando para acobardarme cuando ya había llegado tan lejos?

Escucho su voz, el claro: ADIOS ANASTASIO, que murmuró al otro lado de la puerta hace que me descojone y que el picachu interior se arranque los pelos de la cola.

No aguanto, quiero verlo, sentirlo, olerlo, tocarlo, ver las uñas largas de sus pies y las pelusas de su ombligo, deseo que me haga el amor con o sin diarrea y que volvamos a hacer el salto en el armario y el gato encalambrado. Quiero que me agarre de las nalgas y me meta el vibrador, que me folle delante de su madre y de la mía y que hagamos el amor en el balcón.

Quiero hacerme el estrecho y ponerme en la posición más digna de hombre reina del drama, hacer que me suplique, pero él me ha dicho adiós y me ha mandado bajo la puerta el cheque con muchos ceros porque para todo lo demás existe MasterdCard.

Salgo de la habitación y le doy alcance con el cheque en la mano…

- Christian… Mi amor. –Caigo de rodillas a sus pies y lloro porque me duele el trasero y me ha roto el corazón. Rompo el cheque para indicarle que no me importa su dinero, solo su amor -¿A dónde voy? ¿Qué debo hacer?

- Ano, no soy ese tipo de hombres que hace un contrato y luego otro, y después otro, para terminar suplicando que te quedes. –Me dice ceñifruncido, y yo frunzo el culo, también, evitando que salga un lacrimógeno gas…

- No… -Exclamo mirando sus grandes ojos grises. –No, amor mío… Oh, Christian si me dejas, ¿Qué va a ser de mí?

- Francamente, querido, me importa un bledo.

Sale de la mansión y me deja chillando, al menos me queda la Mastercard, Wanda y el resto de regalos que se empeñó en no aceptar. Aprieto los párpados, pongo los ojos en blanco, abro mis ojos, chillo y absorbo mocos, vuelvo a poner los ojos en blanco mientras veo su silueta alejándose en medio de la niebla y escucho la música dramática mientras me dejo caer en la escalera.

Me quedo mudo, pongo mi pose de Scarlett O´hara a punto de asfixiarme con el sweater lleno de mocos, voy a morir de tanto dolor, sé que no hay apelación… Por muy a la ligera que… hubiera pronunciado que… lo amaba.

Me dejo caer sobre la cama, con zapatos y todo, y lloro desconsoladamente. El dolor es indescriptible… físico y mental… metafísico… lo siento por todo mi ser y me cala hasta la médula. (Cita textual) Sufrimiento. Esto es sufrimiento. Y me lo he provocado yo misma. Desde lo más profundo me llega un pensamiento desagradable e inesperado del picachu interior que llevo dentro, que tuerce la boca con gesto despectivo: el dolor físico de las dentelladas del cinturón no es nada, nada, comparado con esta devastación. Me acurruco, abrazándome con desesperación y me abandono al sufrimiento, porque recuerden que soy autista, esquizofrénico y que todo el DSMIV hace parte de mi enferma personalidad.

- ¡¡SUBNORMAL, ANASTASIO, ERES UN IDIOTA SUBNORMAL!! –Me grita en su idioma de pica-pica-picachuuu…  Y yo… Entiendo que esté tan desesperado como yo porque esto se ha salido de mis manos y porque  soy la reina del drama, y porque este es mi destino: desvirgado, azotado, me prostituí por Wanda, los vestidos y la Mastercard, pero no importa, suplico porque soy el modelo perfecto de novia perfecta y debo ir a por más…

¿Qué va a ser de Ano sin su Christian Gay?... Me pregunto… Y de pronto llega la respuesta cantada por un coro celestial, que no, no es Mónica Naranjo ni tampoco la Prohibida, tengo una visión, como cuando Simba se encontró con Mufasa: Preparar el culo, me dice,  Ano debes preparar el culo para las 50 sombras más oscuras o morir en el intento…

------------- FIN DEL PRIMER LIBRO-----------

 

Notas finales:

CREDITOS…

Gentlemen, coro de la canción de PSY: http://www.youtube.com/watch?v=1bJarDvETR0

She Wolf, video de Shakira: http://www.youtube.com/watch?v=booKP974B0k

Raruto: http://www.youtube.com/watch?v=2Y93ZVqPDY8

Mayonesa: http://www.youtube.com/watch?v=Feu0gHezueY

Monica Naranjo: http://www.youtube.com/watch?v=dvcAAWuJNko


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).