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"Ugly Dinosaur" por gabkim21

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Notas del capitulo:

¡Hola!

Primero que nada una GRAN DISCULPA ¿por qué? porque dije que subiria esta en navidad... y notese que estamos casi a mediados de años cuando al fin me digne a terminarlo ;__; 

Sinceramente me costó mucho hacerlo, por mi tiempo que es consumido por la universidad y luego no tenia muchos animos para escribir. 

Pero bueno al fin ya esta y espero les guste <3

 

Apretó sus parpados y pestañeo lentamente, los finos rayos del sol daban directo a sus ojos. Finalmente había llegado el día que tanto añoraba.

 

Se estiró perezosamente y bostezo ruidosamente, su espalda se irguió como un gato estirándose…

 

-¡Que hermosa mañana! –se dijo con la sonrisa colgada al rostro.

 

De un salto salió de las sábanas blancas con detalles rosas… se puso sus pantuflas de un gato rosa con negro y tomo su móvil asegurándose de continuar con su hermosa rutina desde hace exactamente un mes.

 

Conectó el aparato y apretó el redondo botón blanco…

 

El sonido salía de forma natural de las pequeñas bocinas. Una voz muy bien conocida resonaba armoniosamente llenando todo el lugar de una agradable sensación.

 

Entró pausadamente a su baño y se puso su larga bata antes de sonreírse a él mismo en el ovalado espejo con un fino marco blanco.

 

-Esa canción es nueva…

 

La voz seguía retocando mágicamente y los oídos ajenos se degustaban al oírlo…

 

Abrió la metálica llave dejando caer un chorro de agua caliente en la bañera, agregó un poco de gel aromatizador con el típico y singular olor a fresas y un par de jabones más fueron depositados en el interior de la cristalina agua.

 

-Como siempre… cursi –esbozó una sonrisa mucho más grande –como si aún pudiera resplandecer más-

 

Se hundió por completo en las aguas aromáticas dejando su cuerpo relajarse y a todo su organismo perderse entre la voz que no dejaba de sonar…

 

Su aparato reprodujo al menos unas cinco veces el mismo audio, cada día era uno diferente, duraban entre dos a cinco minutos… Ya tenía en su bandeja de entrada veintinueve contando ese día…

 

Después de tararear un poco más la canción optó por salir de su amada bañera. Rebuscó entre sus ropas algo realmente estupendo para ese día, con poco éxito –gracias a su indecisión –tardó casi una hora en escoger su atuendo.

 

-Creo… que esto es decente para hoy –se echó un último vistazo antes de arreglar el pequeño flequillo negro que colgaba encima de sus cejas. Tenía unas dos semanas que había optado por ese nuevo tono y debía admitir que le acentuaba perfecto a su blanca tez.

 

Combinó todo su atuendo con accesorios interesantes, quería lucir mucho mejor que cualquier día normal, porque ese día era importante.

 

Caminaba alegre y con certeza, sus pies parecían conocer ya de memoria el camino. No había necesidad de buscar el nombre de la calle, él ya sabía dónde y en qué punto debía doblar a cierta esquina. Simplemente conocía el camino a la perfección.

 

El “Ting” de la campanilla de la entrada resonó avisando la llegada de un cliente… más bien la llegada de Key…

 

 

 

El lugar era amplio y colorido, los estantes con luces parpadeantes daban el confort necesario, el área de la cafetería era sumamente acogedora y a su costado reposaba las filas de discos. Era una tienda de música combinada al compás de una sencilla cafetería, el lugar perfecto para pasar la tarde, escuchando música y bebiendo una caliente taza de café.

 

Se paseó por el lugar buscando a unas ya bien conocidas pupilas oscuras…

 

Tropezó con una chica de cabellos largos que tenía las mejillas sonrojadas y sonreía como una autentica niña, no se dignó si quiera de pedir disculpas al ver cuál era la razón de la sonrisa boba de esa chica… sus ojos viajaron hasta el final del pasillo, hacia el chico de espaldas que estaba arreglando cuidadosamente unas cajas con varios sobres. Con determinación fue directo hacia ese estante, echaba un vistazo al chico que aún seguía de espaldas, rodeó el pequeño mueble que lo separaba de ese cuerpo quedando justo enfrente.

 

Fingió interés en albúmenes que sus manos movían, haciendo ruido innecesario pero siendo la única forma de llamar la atención que quería. Disimuladamente miraba al chico de enfrente, en el pequeño espacio que se formaba entre el letrero del estante y la parte alta de éste. Sus dedos sacaron más estuches, chocándolos entre si provocando más ruido. Hasta que al fin el rostro ajeno dio señas de interés, con el ceño fruncido alzó la vista dispuesto a encarar a quién fuera que estuviera haciendo tanto alboroto y maltratando el material de venta.

 

Sus pestañas se alzaron al unisonó. Una rasgada y felina mirada se topó con otra totalmente opuesta; redonda y claramente mirada de cachorro.

 

En cuestión de un segundo la mueca de felicidad asaltó el rostro ajeno.

 

Satisfecho con al fin haber podido lograr la atención que tanto quería, caminó lentamente sin despegar sus miradas, hablando con ella. Porque no hacía falta palabras o algún otro gesto, con eso se decían todo.

 

Dos pares de pies se movían al mismo ritmo, acelerándose hasta quedar frente a frente. Sólo sus pupilas penetrando la una en la otra. Conjugando sus miradas y acompasando sus corazones.

 

-¿Puedo ayudarle en algo? –esa ronca voz retumbó en sus oídos.

 

-No lo creo…estoy esperando a alguien –dijo con pocos ánimos.

 

-¿Acaso una cita? –negó de inmediato e hizo amago de acercarse misteriosamente.

 

-Es… mi novio –susurró cerca del oído del otro.

 

-Entonces puedo hacerte compañía mientras él llega –se ofreció. Volvió a negar.

 

-¡No sabes cómo es! ¡No le gustará la idea, es algo… ¿celoso?! –esbozó una sonrisa juguetona al recordar una curiosa anécdota.

 

-¡Oh! Tienes razón, seguro se pondrá celoso al verte con alguien tan guapo como yo –su tono sonó muy convincente.

 

-¡Claro! Tú eres totalmente apuesto…mientras él… -meditó un poco la palabra correcta para describirlo –tiene cara de dinosaurio con cruza de alguna raza canina. Se encogió de hombros denotando su tranquilidad ante lo dicho.

 

Una brillante sonrisa se plasmó en el rostro del otro. Amaba cuando hacia eso…

 

-¿Entonces aceptaras mi oferta y me dejaras hacerte compañía? –acercó sus rostros esperando una respuesta.

 

Asintió con las mejillas infladas y un pequeño puchero apareciendo entre sus acorazonados labios.

 

-¡Pero con una condición! –objetó antes de permitir que él otro siguiera hablando.

 

-¿Cuál? –

 

-¡Bésame!

 

Se rascó la nuca fingiendo pensar la propuesta que en realidad ya tenía una clara respuesta.

 

-Supongo que tu novio no se enfadará por ello ¿o sí?

 

-Puede ser… -se encogió de hombros –Quizás te perdone si me invitas a salir en cuanto termine tu turno aquí.

 

-¡Vale! –sin pensarlo más atrajo esa cabellera oscura hasta chocar sus bocas. El beso fue lento y saboreando el aliento ajeno.

 

Amaba ese contacto, amaba esos labios, amaba a ese chico tanto que le causaba un nudo en el estómago el solo tenerlo así de cercas. Lo tomó delicadamente de la fina cintura acercando sus cuerpos. Aspiró fuertemente esa fragancia que desprendía el pelinegro. Esa era su posición favorita, podía quedarse así todo el tiempo y no se cansaría.

 

Sus labios se presionaban y compartían el movimiento certero y profundo. Unos segundos después se separaron lo suficiente para poder drenar de oxigeno sus pulmones que no dejaban de subir y bajar por debajo de sus cajas torácicas.

 

-Jjong –susurró el pelinegro entre los labios ajenos.

-¿mmm…? –recargaron sus frentes.

 

-¿Entonces aceptas salir conmigo hoy? –preguntó Key con las mejillas coloreadas.

 

Era la primera vez que él invitaba a Jonghyun y ciertamente eso lo avergonzaba. Especialmente si tenía en cuenta que el pelinegro no eran de los que le agradaban esas cosas de “salir a citas” “ser cursi” o demás, por eso el más bajo de inmediato vio el rastro en sus mejillas y no pudo evitar sonreír ante ello. Key podía llegar a ser toda una diva, engreído, orgulloso y con autosuficiencia, pero ese que tenía frente a él era Kibum… el que pocas veces se dejaba ver, el que dejaba notar su pena y se avergonzaba por cosas tan simples, el lindo y sobre todo ese… el que lo enamoraba cada día más.

 

-¿Tengo que responder ahora? –quería disfrutar un poco más de ese momento.

 

-¡Yah! ¡Kim Jonghyun! –Key le dio un ligero golpe con toda la intención de lastimar al otro -¡Te juro que sí no aceptas ahora mismo, saldré con alguien más y no me importa que sea nuestro aniversario de un mes! –soltó y solo después de procesar sus palabras por unos segundos cayó en cuenta que había dicho demás… había dicho su sorpresa.

 

El de los ojos de cachorro los abrió en sorpresa. Imaginarse a su Kibum organizando todo eso, ignorando su orgullo y hacer ese tipo de cosas que no era lo suyo, por pasar ese día con él, simplemente derritió su corazón. ¿Podía ese chico sorprenderlo más?

 

-Kibum… -lo tomó de las mejillas apretándolas ligeramente, sintiendo esa piel tersa calentarse por la cercanía. Se aguantó las ganas de besarle el rostro entero. Lo acercó –si es que aun podía más –y disfrutó al sentir la mirada felina entrecerrarse por el tacto.

 

-Ki, ¿te he dicho alguna vez lo estupendo novio que eres? –no podía soportar más estando lejos de esos labios acorazonados que le gritaban por atención… -¿puedo pedir a alguien mejor?

 

-No… n-o creo –pronunció el pelinegro aun con los ojos entrecerrados, disfrutando del cálido aliento que le golpeaba los labios, lleno de ansiedad por poder probarlos.

 

Le encantaba poder producir esas sensaciones en su querido Key. Sabia de boca de este mismo todo lo que le ocurría cuando estaban cercas, simplemente era perfecto poder saber que era la única persona que podía brindarle todo eso.

 

Rozó levemente los labios en forma perfecta de corazón, sintiendo como su alma entera temblaba. Ese mismo sentimiento recorriendo su ya camino predilecto en toda su estructura ósea, esa misma sensación que seguía latente desde la primera vez que vio a ese chico, el que tenía preso en sus labios en ese instante, solo el recordar lo que pensó al verlo se le aceleró el corazón: “Es simplemente hermoso

 

 

 

 

 

 

Sus ojos estaban cansados, su vista se encontraba nublada y buscaba desesperadamente sus anteojos, solo sabía que estaban en alguna parte del suelo. El bullicio solo lo confundía más, algunos de sus compañeros le lanzaban gritos indicándole falsamente dónde se encontraban y otros más retenían sus risas burlonas.

 

Nada de eso era nuevo, de hecho había llegado a acostumbrarse a ser objeto de burla de sus compañeros. Aunque no podía ver correctamente, se hizo una idea clara de que esa ocasión era diferente, había más gente reunida a su alrededor y por alguna extraña razón sentía que le estaban prestando demasiada atención.

 

Sus dedos seguían sin rozar el armazón de sus anteojos. Sintió pánico cuando un pie paso cerca de su rostro y un crujido resonó provocando así el estallido de risas generalizado. Apretó los labios, oprimiendo sus inmensas ganas de correr lejos de ahí, de gritar de impotencia y sobre todo de llorar. Pero sabía que no debía hacerlo, de darles el gusto de ver llorando al feo… ese que siempre se sentaba al fondo del salón.

 

Sus puños se endurecieron y forzó a sus ojos a abrirlos aún más, a pesar de sentir un escozor en ellos, unas ligeras gotas saladas se acumulaban sin permiso en sus parpados y por eso debía ser fuerte, no podía derrumbarse… al menos no todavía. De pronto con dificultad logró visualizar un objeto brillante en el suelo, aproximó sus manos con la intención de poder recogerlos cuando un pie se lo impidió, rozando de manera ruda su muñeca. Por instinto protegió su extremidad juntándola de inmediato a su cuerpo no sin antes gruñir de impotencia, ese juego estaba pasándose de la raya…

 

Cuando su ira subió a sus ojos ardiéndole aún más, decidió poner fin a ello, lo que no contaba era que una voz, una muy suave voz pero que sonaba fuerte y sobre todo enojada retumbó en el pasillo deteniendo las burlas y también su cuerpo.

 

-¡¡Basta!! –alguien entre la multitud grito y se acercó hasta el centro para divisar mejor la escena que todos presenciaban gustosos.

 

Escuchó unos pasos aproximarse hasta que se detuvieron justo frente a su rostro. 

 

Estaba esperando una burla más, una humillación más, un grito siquiera e incluso un golpe. Pero nada, nada de eso llegó.

 

La imagen borrosa de esa persona delante suyo le hizo saber que se colocó a su altura donde se encontraba hincado. Sus manos se acercaron a su rostro y solo atinó a cerrar los ojos, no sabía cuáles eran las verdaderas intenciones que tenía e instintivamente esperó lo peor.

 

Al abrirlos se encontró con algo que no esperaba, que no se imaginaba siquiera. Parpadeó repetidas veces para asegurarse que lo que sus ojos veían eran cierto, para confirmar que realmente tenia puesto los lentes y que un rostro estaba muy cerca del suyo.

 

Unos ojos completamente rasgados y una respingada nariz que se acomodaba perfecto a su fino rostro resaltando así sus labios en una forma perfecta de un corazón, sus cabellos rubios caían de una manera graciosa sobre ese mismo rostro… que era hermoso.

 

Estaba absorto en sus propias cavilaciones que no se percató cuando ese chico que tenía delante le ofrecía su mano para levantarlo. De forma indecisa la tomó y un fuerte escalofrió recorrió su mano hasta llegar a su pecho, era una extraña sensación pero no se sentía incomoda al contrario, se sentía como si hubiera encontrado algo que le gustará pero que no había tenido antes.

 

-¿Estas bien? –esa suave voz preguntó un poco preocupada al ver la expresión del otro chico de lentes gruesos que parecía no estar en ese mundo.

 

Su respiración se volvió algo pausada y con pesadez asintió, sus mejillas se tornaron rojizas al notar la leve sonrisa que el rubio le brindaba.

 

No supo en qué momento pero ya estaba de pie y seguía sosteniendo la mano del chico.

 

-Son unos idiotas, no deberías hacerles caso y no dejes que te humillen de esa forma –una sonrisa amarga surcó sus labios.

 

Asintió lentamente… ¿Qué se suponía que debía hacer ante eso? Ah cierto…seguir respirando. 

 

En el momento en que sus manos se distanciaron sintió cómo su cuerpo se volvió ligero, como cuando te bajas de la montaña rusa y sientes que el alma vuelve a ti lentamente.

 

Alzó la mirada para toparse con esos afilados ojos que lo veían de una manera muy distinta a los demás, no ocultaban nada esos orbes, podía jurar que incluso brillaron cuando sus miradas se conectaron. Aunque fue tan rápido que casi notó cómo el rubio la desvió de inmediato.

 

-Gr-a-ci-as –como pudo logró pronunciar esas palabras de agradecimiento.

 

El rubio le dedicó una mirada más, acompañada de una media sonrisa y se aproximó a la multitud abriéndose paso entre ella murmurando un par de cosas que solo provocó suspiros de enojo y de vergüenza.

 

Después de eso no dejaba de pensar en él, en ese chico que lo ayudó. Gracias a su mejor amigo Jinki logró saber su nombre: Key.

 

No sabía exactamente cuáles eran sus verdaderos sentimientos hacia él, pero de una cosa estaba seguro, no podría olvidarlo fácilmente. Esa había sido la primera vez que lo conoció y conforme el tiempo pasaba no dejaba de mirarlo a la distancia, siempre muy atento.

 

Gracias a ese rubio sonreía más e incluso era tanta su alegría que comenzó a componer, retomó sus clases de música y cada vez se inspiraba en Key para crear una nueva canción. Simplemente había ese sentimiento hacia él que le era imposible describirlo con exactitud.

 

Pensó varias veces en acercarse pero cuando lograba reunir el valor necesario algo se interponía en ellos. Al tener varios intentos fallidos optó por dejar de intentarlo y se resignó a seguir contemplándolo a la lejanía.

 

Conforme pasaban los días también pudo darse cuenta que el rubio recibía muchas atenciones de varios chicos, todos ellos gozaban de un buen atractivo o al menos buen físico, también erna parte del circulo de la popularidad de ese instituto y cada vez que veía a Key sonreírles algo le apretaba el pecho. Key lucia feliz con esa clase de atenciones que le daban, eso solo le rectificaba su lugar. 

 

Él no era lo suficiente para el rubio, no era siquiera guapo o tenía algo que le envidiaran, él era un simple nerd que Key había defendido, eso quizás era lo más importante que había representado en ese lugar, fuera de eso no era más que un chico con notas altas y con el corazón latiendo por alguien inalcanzable.

 

 

 

 

Jonghyun había encontrado una forma nueva de sonreír, esta vez era gracias a una chica que compartía clases de biología con él, era muy linda, de buenos modelas y podría llegar a decirse que era tierna, le gustaba pero no era el mismo sentimiento que había experimentado tiempo atrás. Pensó que el destino no volvería a toparlo de nuevo con el rubio, ya que siempre le rehuía por la vergüenza que le deba el que se acordara que él era ese chico que una vez hace casi un año había defendido.

 

Pensó también en acercarse a la linda chica que siempre le dedicaba lindas sonrisas, pero como otra jugada de la vida, fue envuelto de nuevo en las circunstancias, esas mismas que hicieron que Key se convirtiera en su compañero de clases y llegado en el momento exacto como si hubiera estado predicho desde tiempo antes, Key y él eran parejas para un proyecto final.

 

Cuando escuchó el nombre de ambos salir de los labios de ese profesor, sudo frio y su pecho volvió a detenerse por un instante permitiéndole a su respiración entrecortarse y sentir ese mismo escalofrió. Al ver el rostro del rubio notó cómo no era de su agrado formar equipo con él, y como no serlo si el mismo le daba vergüenza que él otro lo observará con esa gatuna mirada que parecían desnudos ante él.

 

Lo primero que se le ocurrió fue en tratar de pedirle al docente que cambiara de pareja y así poder evitarse futuros problemas, pero al cruzar de nuevo su mirada con la de Key su estómago se contrajo y supo que no quería del todo estar lejos de él, siempre lo había estado y por una vez tenía una oportunidad. Por ello al ver salir al rubio del salón en busca del maestro para que le dieran el cambio, pensó muy bien algo, y antes de salir tras él chocó con Yoona, la chica linda que le sonreía. Y algo se le ocurrió.

Ese trato salió de sus labios sin permiso alguno y soltó la bomba. No sabía por qué había hecho eso, quizás era para tratar de demostrarle a Key que él estaba interesado en alguien o solo para convencerse que ya no sentía nada por el rubio.

 

 

Durante esos días sus sentimientos dieron muchos cambios, lo confundían las actitudes que Key tomaba con él y de vez en cuando una ligera esperanza surgía en su interior. Era como si ese sentimiento siguiera latente en su cuerpo.

 

Sus encuentros eran cada vez más tortuosos y lo obligaban a recalcarse cuál era el motivo de su trato.

 

Pero el día de la graduación, ese día todo fue tan diferente a como esperaba, cuando salió del cuarto de Amber –quien se había vuelto una amiga para él –con ese nuevo cambio de look, algo dentro de él vibró al notar la intensa mirada de Key. De nuevo esa esperanza surgió con mayor fuerza.

 

Cuando los brazos ajenos lo envolvieron su sistema dio vueltas como la primera vez y su cabeza divagaba en el mundo de cálidas sensaciones. Conforme pasó la noche sus sospechas iban creciendo y con ello las esperanzas también, tener como pareja a Yoona era algo que ni siquiera estaba fijándose, simplemente su mirada no podía despegarse del cuerpo de cabellera rubia que se movía al compás de otro chico.

 

Esos fueron los segundos más largos que había experimentado, bueno al menos eso había pensado antes de que una nueva melodía fuera cantada, ni siquiera reparó en quién era el dueño de la profunda voz que salía de esas enormes bocinas, no, nada de eso importaba cuando de nuevo esos ojos tan transparentes se atraparon con los suyos, perdiéndose, hablándose y sintiéndose sin decir palabra alguna, sin tocarse, solo con mirarse. Esos fueron realmente los segundos más eternos, y fui ahí donde comprendió todo, donde su corazón le brindó esa calidez que solo con el rubio parecía llenarse de esa emoción.

 

La conexión repentinamente se rompió y por inercia su cuerpo se movió en busca del otro. Pero cayó en realidad al sentir unos delgados brazos reteniéndolo en su lugar. Giró el rostro hasta encontrarse con una Yoona confundida, ella no se merecía eso, se repitió así mismo pero antes de que pudieran seguir pensando en eso otra presencia lo trajó a la realidad, era Amber. 

 

Ella le dio claras instrucciones que dejará a la chica bailando con Taemin quien salió tan oportunamente y se ofreció a seguir la pieza con ella. Sin muchas ganas de preguntar u objetar aceptó y su amiga lo guio lejos de la pista, tenía dudas pero por un instante se las guardo, al ver hacia dónde era que Amber lo había llevado.

 

Y esa misma noche sus esperanzas se volvieron realidad, sus latidos se volvieron presurosos desde esa vez que probó y confirmó lo que su corazón le decía en susurros.

 

 

 

-Kibum –susurró entre los labios rosas.

 

-¿ah? –

 

-¡Te amo! –pronunció suave y dulcemente.

 

El pelinegro contuvo el paso de oxígeno y su corazón paró su marcha solo unos instantes.

 

-Jjong… ¿qu-é,,, dijiste? –era gracioso, ¿desde cuándo Key era el que tartamudeaba?

 

-Dije que… -el peli plata probó un poco más de suerte en ese día –dije que ¡si quiero salir contigo!

 

Unas mejillas de porcelana se inflaron y se tornaron rojas. “Tan hermoso” pensó por décima vez en el día Jonghyun.

 

-¡Kim Jonghyun! ¡Si estás jugando búscate a alguien más! –hizo el amago de empujarlo. Con poco éxito.

 

Sonrió satisfecho con esa reacción tan peculiar de su ahora novio.

 

-No quiero a nadie más a menos que seas tú…

 

Cuando los delgados brazos estuvieron a punto de atacarlo de nuevo los sujeto con delicadeza colocándolos en los costados de su cuello y atrajo esos labios de nuevo. Reclamándolos como suyos y degustándolos. Esos labios no quisieron corresponder al inicio pero fueron cediendo al sentir el beso tierno y suave que lo atrapaban.

 

-Te amo Kibummie –soltó entre suspiros entrecortados.

 

-Jjong… ¿Por qué juegas así conmigo? –cuestionó con los ojos aun cerrados disfrutando del aliento contrario golpeando sus labios húmedos.

 

-¡Claro que no! El que juega conmigo eres tú, porque tú has hecho dar giros a mi vida como si de un torbellino se tratará, y ahora ¡mírame! Sigo siendo el mismo dinosaurio feo de antes –dejo otro beso corto –solo que ahora completamente feliz.

 

Key sonrió curioso por tal confesión.

 

-Jonghyun, podrás haber cambiado en apariencia ahora pero sigues siendo igual de tonto que antes –le picó la nariz.

 

-Quizás, pero este tonto está enamorado de alguien tan hermoso como tú.

 

El pelinegro con las mejillas aún más rojas asintió, dándole la completa razón a su novio.

 

-Jjong… yo… también…te amo –pronunció con cuidado y agachando ligeramente la mirada.

 

-¿Ah? ¿Qué ha dicho mi bello Kibum? –el acelerado corazón de Jonghyun delató su felicidad.

 

-Dije que… -también Key sabía jugar –que como ya aceptaste salir conmigo, ahora deberás cumplir con hacerte cargo de mí todo el día. –y jugaba muy bien.

 

Una ligera risa escapó de ambos al unísono.

 

-De acuerdo acepto la responsabilidad a cambio de otro beso –sin esperar confirmación los juntó de nuevo.

 

-Te amo –dijo Key al despegarse ligeramente.

 

Volvieron a reír pero esta vez para apaciguar sus acelerados corazones.

 

-Entonces ¿A dónde iremos para festejar este día? –preguntó Jonghyun atrayéndolo de la cintura.

 

-A comer helado y comer mucha pizza –respondió divertido.

 

-¿solo eso? –preguntó un tanto sorprendido.

 

-Sí, mi nuevo plan es volverte feo y empezaré con hacerte comer cosas con azucares y repletas de grasas, así serás por siempre mi feo, y solo mío.

 

-Kibum… ¿seguro que no quieres otro beso para sentirte mejor? –dijo entre risas amplias.

 

Así fue como entre varios besos más y muchas risas, salieron de ese local para comenzar con el nuevo plan de Key, solo que esta vez lo volvería feo y no tenía que estarlo para nadie más que para él porque esta vez ya tenía el enorme y hermoso corazón de su feo dinosaurio.

 

FIN

 

Notas finales:

¡Gracias por leer y por apoyar este escrito! 

Mañana respondo todos los reviews que por cierto son mas de los que esperaba y si gustan no se olviden de dejar un comentario para saber que tal les parecio.

Gracias y mucho amor de parte del JongKey <3 


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