Si cada persona es un mundo, yo quiero ser tu universo…
CAPITULO 16
UN CORAZON DIVIDIDO, UN ADIOS INEVITABLE
Luego de mandar el mensaje a su rubio, camino un poco por las calles transitadas, para finalmente regresar a su departamento en donde se encontraban Ai y Kotomi (Gaara estaba muy ocupado con Sai…XD).
-Bienvenido, Señor- decía la rubia con una reverencia
-Te estábamos esperando…- la pelinegra decía eso con un puchero en la cara y el pelinegro se acerco y le paso una mano por el cabello revolviéndoselo. La chica lo miro un poco expectante.
-Pensé lo que me dijiste…- la chica sonrió. Ella en verdad quería que su hermano fuera feliz, aun si era con uno de esos humanos de lo que nunca había tenido compasión…
De pronto, la temperatura del lugar bajo considerablemente, en medio de la habitación apareció Lamia, la mano derecha de Semiramis. Todos, incluso Sebastián se sorprendieron, ya que solo eran ocasiones muy importantes en las que Lamia hacia aparición…
-Eh estado buscándole todo el día- aquel hombre de piel negra y ojos azules como el cielo le miraba con una sonrisa en el rostro
-¿Lamia?-
-Un placer, Astaroth-sama- el hombre hacia reverencia ante el de ojos violetas
-¿Qué es tan importante como para que alguien como tú venga a verme hasta el mundo humano?-
-Semiramis-sama a dictado que ya no es necesario buscar el sello en este lugar, así que ha pedido que busques en otra parte…-
-¿Semiramis?-el moreno asintió
-Dada la gravedad del asunto, quieren que sea Akatsuki quien se haga cargo en este lugar- Ai frunció el seño, todo lo que se temía era verdad, Semiramis estaba detrás del sello, sin embargo era extraño que tan de pronto cambiara el juego…abrió los ojos desmesuradamente, ¿a caso estaba planeando algo más?
-Entiendo- ambas chicas miraron al ojivioleta- si ese es el caso, volveremos- solo tengo una pregunta, ¿Qué pasara con aquellos con quienes hemos tenido un contacto directo?-
-Borraremos su memoria…-dijo el ojiazul con seguridad
-Ya veo… esta bien…- el hombre reverencio
- eso es todo, Astaroth-sama, con su permiso- y así, como había llegado, se había marchado. Sebastián miraba serio en donde hacia unos instantes el moreno se postraba ante el
-Sebastián-sama- Ai miro con preocupación a su amo
-Lo sé, tranquila- frunció el seño- fue la triada quien me ordeno venir, y solo la triada puede hacer que regrese, no solo Semiramis-
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
[FLASH BACK]
-Naru, no sé como pasaron las cosas, de lo que si te puedo hablar, es que si tú en verdad deseas tener una nueva oportunidad, deberías aceptar a ese chico que te trata bien… digo, Sasuke no es feo, pero debes entender que nadie te asegura que si vuelves con él, no se comportara como hasta hace poco… si ese chico que conociste, Sebastián, te ofrece felicidad, deberías ser feliz… no para siempre, pero si el tiempo que dure ese sentimiento tan maravilloso…-
-Dudo que luego de lo de esta mañana, el quiera verme siquiera…-
-Creo que deberías dar el primer paso, no está por demás intentarlo…- el rubio suspiro… eso no estaba en sus planes pero aun así, si él había ofendido, era la hora de pedir disculpas…
Sin embargo, el teléfono móvil del rubio comenzó a sonar. De golpe se acerco y lo tomo de su buro. Abrió los ojos por a impresión, no se esperaba algo como eso, había recibido un mensaje de Sebastián…
“Quizá no sea el momento, pero… ¿puedo verte en el parque cerca de la escuela…?”
-¿es él?- pregunto la ojiperla un tanto curiosa
-Hai…- contesto el rubio un poco triste- quiere verme...-
-Naru…-
-No sé qué hacer, mi corazón aun está confundido…-
-Naru, escucha, te daré un consejo: No te niegues a la posibilidad de ser feliz con alguien más…- el rubio abrió los ojos desmesuradamente… su amiga tenía razón, ¿Pero cómo hacerlo si ni el sabia que sentía en ese momento?- Ve, Naru, dile lo que sientes, estoy segura de que si te ama, te comprenderá y te dará el tiempo suficiente para que pienses las cosas…-
[FLASH BACK END]
Estaba agitado y le dolían las piernas, había salido corriendo de la casa de su amiga y no llevaba suéter ni nada perecido y la noche estaba fresca, vaya que ni siquiera pensó en el después…
-Naruto… viniste…-
-Sebastián yo…- el moreno agacho la cabeza y camino para acercarse al rubio y tomarlo por los brazos…
-Naru yo…- el rubio abrió los ojos tanto como pudo, y se aparto un poco, dejando un poco descolocado al moreno, aquella acción sin duda le había dolido un poco…- ¿Naruto?-
-Perdóname…- el rubio se dio media vuelta para quedar de espaldas al moreno- Yo… yo no sé si te amo de verdad… perdóname-
-¿Qué?...-
-Es que… no puedo explicarlo pero sé que no los quiero perder a ninguno de los dos… tu eres amable conmigo y te adoro… pero también esta Sasuke y ese absurdo compromiso, además el me dijo que… -
-También te ama, ¿no es así?- el rubio sintió una presión muy fuerte en el pecho- Entiendo…-
-Sebastián, por favor, no me odies… …-
-Naru- el mencionado se volvió para ver de frente a un evidentemente decaído Sebastián, quien se forzaba a sonreír tranquilamente, cosa que no le resulto en lo absoluto. Paso su mano por la mejilla del rubio y acaricio su rostro de manera delicada- Naru, deseo de todo corazón que seas feliz…- el mencionado abrió los ojos de golpe.
“¿Qué significa…?”
-Sebas…-El moreno se acerco y le dio un beso muy suave en la frente. Naruto comenzó a sentir los parpados pesados y cerró los ojos, quedándose así, profundamente dormido…
“Estas confundido por que hay dos personas que te aman… por eso es mejor que ames a un humano como tu… te amo Naru, por eso, por favor, se muy feliz…”
-Adiós Naru…-
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No había pegado los ojos en ningún momento, y miraba de vez en cuando, al moreno que descansaba plácidamente en su pecho desnudo. Sonrió de medio lado, suponía que luego de tres rondas seguidas, cualquier humano caería completamente cansado. En ese momento, sintió una presencia fuera de aquella habitación, más específicamente en la terraza. Se levanto con mucho cuidado para no despertar a Sai; se puso solo los pantalones y salió del lugar. Y la vio, sentada en el borde del barandal, el viento movía acompasadamente sus rubios cabellos.
-Ai…-
-Lamento interrumpir tu momento de apareamiento, Gaara- dijo ella tranquilamente y miro por el rabillo del ojos al pelirrojo que solo sonreía…- El es diferente de los otros, ¿no?-
-Es especial…- fue lo único que dijo el chico, pues sabía que decir algo mas, pondría en evidencia que él en verdad sentía una conexión muy fuerte con ese moreno de nombre Sai- ¿Por qué estás aquí?, creí que buscarías a Sebastián –sama…-
-Justo de ahí vengo… Nos vamos de este lugar…- Gaara abrió los ojos sorprendido, sin embargo supo disimularlo bien
-Está bien-
-¿No pondrás objeciones?-la chica ahora lo veía a la cara- el es importante para ti, lo sé, puedo sentirlo…-
-Es un humano mas, Ai…-
-¿Un humano más?- el pelirrojo se volvió sorprendido, ahí, frente a él estaba Sai, cubriendo su cuerpo con una sábana blanca-¿solo eso soy para ti, un humano más?- Sai, que al sentirse sin el calor del pelirrojo, había abierto los ojos y al verlo salir a la terraza decidió seguirlo y darle una pequeña sorpresa, sin embargo, el sorprendido fue el…
-Si…-el moreno apretó los dientes con furia, el jamás se había entregado a nadie, se sentía humillado, porque ahora que sentía que se estaba enamorando en verdad de Gaara, ¿él le decía que no significaba nada más que una aventura para él?
-Tienes razón… esto que paso solo fue sexo ocasional… no era nada parecido a amar, ¿cierto?- Sai trataba de contener las lagrimas que ahora mismo amenazaban con salir de sus ojos negros. Gaara sintió un nudo en la garganta, tenía ganas de correr a abrazarlo, de decirle que era mentira lo que había escuchado, que él lo amaba… pero si lo hacía, aria aun más difícil la partida…
-tengo que irme…- el pelirrojo paso a un lado de Sai, quien no se movió ni un poco. Escuchaba como Gaara se vestía en silencio y sin decir nada mas, salió de aquella habitación…
En ese momento ya no se pudo reprimir, cayó al suelo, llorando amargamente su suerte… era la primera vez que amaba, y la primera vez que lo humillaban de aquella manera…
-Te odio… Gaara…-
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El viento había comenzado a agitarse de una manera violenta, como si estuviera enterado de lo que a partir de ese momento pasaría. Sus largos cabellos negros revoloteaban al compas del aire… un suspiro salió de su boca de labios delgados y recordó en ese momento cuales habían sido sus órdenes.
[FLASH BACK]
-Bien caballeros, hemos llegado al escenario de nuestra próxima misión…- un teléfono móvil comenzó a sonar y el hombre rápidamente respondió- Hemos arribado al lugar, ¿Cuáles son las ordenes de Semiramis?...-
-Deberán borrar la memoria de todos los que hayan visto al Duque, y también quienes hayan tenido contacto con él, humanos, por supuesto-
-¿Solo eso?-
-“Ie… Irán tras un chico de Nombre Naruto Uzumaki y le demostraran la verdadera naturaleza del Duque Astaroth”- del otro lado contesto con voz profunda la mano derecha de Semiramis.
-¿Cuál es el propósito de esto?, si Astaroth no está de acuerdo nada bueno va a resultar y lo saben…-
-“Eres parte de Akatsuki, ¿cierto?- el moreno frunció el seño- el grupo bajo las ordenes del Gran Semiramis-sama… solo cumple con tu trabajo… no necesitas saber más de aquello que se te ha encomendado”-
[FLASH BACK END]
-Es hora de comenzar con esto… - suspiro nuevamente – No me gustaría ser yo quien molestara a Astaroth… pero ese Semirami no sabe medirse…-
Comenzó a mover las manos tan rápido como podía, el conjuro para borrar toda existencia en ese lugar del gran Duque Astaroth, había comenzado…
-Que pase lo que tenga que pasar…-
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Se sentía molesto consigo mismo por haber aceptado desde el principio, el ir a un lugar como ese. No, no es que le molestara el ambiente, en realidad era ese tipo de ambientes a los que él estaba acostumbrado, lo que le molestaba era la compañía; de un lado, se encontraba su “flamante” novia, Sakura Haruno, y del otro, el bastardo de Kiba, que no habían parado desde que llegaron de hacer comentarios de críticas y burlas a las chicas y chicos aquella noche. Estaba fastidiado y su cara lo reflejaba todo.
-¿Qué pasa Sasuke?- pregunto la pelirrosa al ver que su novio se había levantado del sillón rojo
-Necesito tomar aire, me estoy sofocando- dijo y sin más, salió al patio de la escuela.
El viento le dio de golpe en la cara, haciendo que cerrara un poco los ojos… como le hacía falta despejarse un rato.
No se dio cuenta de en qué momento se había alejado de la escuela y ahora se encontraba caminado por aquel parque en donde muchas veces había llevado a Naruto para tomar un helado, o simplemente para dar un paseo… Su corazón palpito rápidamente, ¿Qué le había pasado?, ¿Por qué ahora el solo mencionar su nombre lo ponía tan nervioso?
-Naruto…- y el viento se llevo sus palabras, aquel nombre que hacía que su corazón latiera con insistencia, aquella persona que le había robado el corazón…-Naru… te amo…-
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“Estas confundido por que hay dos personas que te aman… por eso es mejor que ames a un humano como tu… te amo Naru, por eso, por favor, se muy feliz…”
Abrió los ojos de golpe y se incorporo en la cama, estaba agitado, un poco sudoroso… había tenía una pesadilla, una en donde Sebastián no estaba, lo dejaba solo en una lugar oscuro, un lugar que a pesar de sus intentos no podía salir… y sintió tristeza, vacio y soledad… se sentía indefenso sin el… Pero entonces lo comprendió… había sido solo un sueño… un sueño y nada mas…
Suspiró un poco más satisfecho. Y se levanto de la cama, sin embargo un vago recuerdo le hizo que se marease al instante…
“-Es que… no puedo explicarlo pero sé que no los quiero perder a ninguno de los dos… tu eres amable conmigo y te adoro… pero también esta Sasuke y ese absurdo compromiso, además el me dijo que… -
-También te ama, ¿no es así?- el rubio sintió una presión muy fuerte en el pecho- Entiendo…-
-Sebastián, por favor, no me odies… …-
-Naru- el mencionado se volvió para ver de frente a un evidentemente decaído Sebastián, quien se forzaba a sonreír tranquilamente, cosa que no le resulto en lo absoluto. Paso su mano por la mejilla del rubio y acaricio su rostro de manera delicada- Naru, deseo de todo corazón que seas feliz…- el mencionado abrió los ojos de golpe.
“¿Qué significa…?”
-Sebas…-El moreno se acerco y le dio un beso muy suave en la frente. Naruto comenzó a sentir los parpados pesados y cerró los ojos, quedándose así, profundamente dormido…
“Estas confundido por que hay dos personas que te aman… por eso es mejor que ames a un humano como tu… te amo Naru, por eso, por favor, se muy feliz…”
-Adiós Naru…-“
-Eso… es mentira…- el rubio paso ambas manos por su cara, de repente comenzaron a tocar la puerta de su cuarto, del otro lado se encontraba Hinata quien le anunciaba de la visita de Sai.
-¿Qué haces aun dormido a estas horas?- pregunto el sonriente moreno a su rubio amigo
-¿Q-qué hora es?-
-Las 2 de la tarde… parece que te desvelaste mucho…-
-Sai, yo… le dije ayer a Sebastián que no estaba seguro de si lo amaba a él o Sasuke…-
-¿Sebastián?- el moreno le vio un poco extrañado- Naru, ¿de quién me hablas?-
-De Sebastián… nuestro compañero de clase, nuestro amigo…-
-Seguramente dormir tanto te afecto y tuviste un sueño extraño… no hay nadie en la clase con ese nombre-
-¿Qué?- el rubio abrió los ojos tanto como pudo
-Nee, yo solo venía a decirte que si querías ir conmigo a visitar a mis padres, pronto será Bon Odori y no me gustaría estar solo… a demás, se que tu también vas a visitarlos en estas fechas… ¿Qué dices?... ¿Naruto?- el rubio tenía una cara total de desconcierto…¿Por qué Sai no sabía quién era Sebastián?... ¿Por qué ese temor de sentirse sin el… de estar solo?... ¿ a caso, solo había sido un sueño?... ¿un producto de su imaginación?...
-No…- el rubio se paro rápidamente y salió corriendo en busca de respuestas… eso debía ser una broma, sí, eso, una broma de mal gusto que Sai le jugaba… Sebastián existía, porque él lo quería… el… se detuvo de golpe antes de salir de la casa. En realidad no sabía a quién amar, y sueño o no el se lo había dicho…
-Naru, ¿A dónde vas?- Hinata preguntaba al rubio- Hina-chan… dime… ¿tú sabes quién es Sebastián?-
-¿Algún idol?- Naruto miro fijamente a Hinata con una mueca de preocupación, entonces había sido un sueño… Sebastián no existía, y también el gran cariño por el… era una mentira… ¿pero entonces porque si no era real se sentía tan solo… como si lo necesitara en ese momento?
-¿entonces fue un sueño?-
“No… no quiero que sea un sueño… no quiero que lo que siento sea una mentira… Sebastián… te amo… por favor, no me dejes…”