Había llegado hasta un puente, desde ahí, la espectacular vista al mar le sorprendió. El viento se movía, revoloteando sus hebras rubias al compás de las notas que el silbido del viento le regalaba…
Se acerco a la orilla mirando el cielo azul, ese cielo azul que era tan inalcanzable… tan inalcanzable como lo era el amor que le profesaba a Sasuke, a su Sasuke. Nuevamente las lágrimas surcaron su rostro. Su recuerdo era increíblemente doloroso, sentía que su corazón estaba partido en miles de pequeños trozos, los cuales, era imposibles de reparar. Sonrió melancólicamente. Su vida ya no valía la pena, si el amor de su vida ya no sentía nada por el…
Subió entonces a la pequeña barda que separaba el puente de una caída abierta al mar. Cerró los ojos. A su mente vino la primera vez que lo vio, el primer beso, su primera vez… y ahora… su final…
[FLASH BACK]
La primera vez que lo vio estaban en el instituto. Uchiha Sasuke era uno de los pocos chicos de segundo año que gozaba de belleza inigualable. Era popular, hermoso, y sobre todo, soltero. Nunca entendió por que un chico como el no tenia pareja. Fue hasta esa tarde de primavera, que quedaría prendado del mayor… El siempre había sido tranquilo, solo tenia dos amigos; Hyuga Hinata y Hyuga Neji, primos y que eran mayores que el y con quienes se llevaba desde que estaban en primaria.
Aquel dìa tendria que regresar solo a casa, ya que ese día en particular, Neji tenia clases de Violin – cosa que por sierto odiaba, solo lo hacia para que sus padres no le molestaran- y no podría regresar con el a casa.
Caminaba tranquilamente por la calle, cuando unos tipos lo acorralaron en un estrecho callejón. El estaba asustado, aquellos chicos le quitaron la mochila de un tirón, mientras trataban de quitarle la ropa y abrirle las piernas.
Fue en ese momento, que apareció un chico alto, de una figura estilizada; que miraba a los otros con ira en su mirada.
-suéltenlo…- los hombres así lo hicieron, pero se lanzaron contra el mayor. Sin embargo este no tubo dudo a la hora de enfrentarse a ellos. Dejándolos en el suelo sin sentido.
En ese momento, Sasuke se acerco al espantado chico que al verse a salvo, se lanzo a los brazos de su “héroe”, que entre sorprendido y gustoso, lo recibió cortésmente.
Tiempo despues, se dio cuenta de que aquella imagen de caballerosidad, pronto desaparecería.
Luego de un mes, “Sasuke” fue ganándose el cariño y admiración del rubio chico; que termino cediendo ante el juego de seducción del mayor. Sin embargo, poco a poco, el mayor cambio con el, era frió y distante. Hasta que llego el día en que los gritos, las malas palabras y los golpes no se hicieron esperar. Aun así, Naru amaba a Sasuke –masoquista -.-U-, incluso con varias infidelidades a cuestas… lo amaba y nadie en el mundo lo iba a cambiar…
-“Siempre pensé que había nacido para estar a tu lado, y así era… incluso con tus continuos desplantes, tus infidelidades, los golpes que mas que herirme el cuerpo me herían el corazón… te perdone… te perdone todo por que creí que si te daba mas amor podrías llegar a cambiar… pero eso nunca paso… lo supe ayer, cuando frente a los borrachos de tus “amigos” me llamaste “cosa”, eso también lo hubiese pasado por alto, pero entones… no hiciste nada para defenderme… incluso dijiste “hagan lo que quieran…” y ellos me tocaron… ¡esos malditos cerdos me tocaron y me trataron peor que a la mas grande puta que pudiese conocer!… me golpearon y si no hubiera sido por que reaccione a tiempo, yo… -sollozos-… y lloré. Llore peor que un niño, encerrado en la alcoba, no podía dormir pensando que tal ves pudieran tirar la puerta y terminar lo que comenzaron… Y ahora… frente a esta hermosa imagen del mar y este cielo inmenso, te entregare mi vida… ¿Qué tanto podrá valer mi vida, cuando la persona que amo no siente lo mismo por mi?, no lo se, pero de algo estoy seguro, Uchiha Sasuke: Nadie te va a amar y a soportar tanta humillación como lo hice yo… ¿sabes? aun tengo una vaga esperanza de que, luego de mi muerte, me recuerdes y sientas un poco de remordimiento… ya se que soy un egoísta por querer que me ames, por querer que me extrañes… y aun que se que al final nunca lo harás… te amo Sasuke…”-
Estaba perdiendo el sentido, el agua salada había entrado a sus pulmones. Aquello era doloroso, pero incluso si lo fuera, no lucho por salir a respirar. Estaba decidido a morir de aquella forma.
Se removió un poco entre las sabanas. Abrió los ojos con pesadez para darse cuenta de que no se encontraba en el infierno como el lo pensaba…
-¿en donde estoy?-
-me alegra que despertaras- sonrió dulcemente Hinata
-…se supone que debería estar muerto, que debía ahogarme en el mar… yo…-
-¡Naruto!…- la chica abrazo sobre protectoramente al rubio-… ¿Por qué lo hiciste?-
- …Sasuke… el…- sollozo un poco el menor
-¡ese hijo de perra!… ¿te hizo algo?- pregunto la ojiperla furiosa al saber que debió haber hecho algo terrible como para que su hermanito, el cual, -literalmente- idolatraba a ese bastardo, se negara a dejarlo incluso a sabiendas del terrible mal trato que recibía, dijera que ya no estaba a su lado- respóndeme…-
-el… no hizo nada para protegerme… ayer llevo a unos hombres a la casa… snif… y dejo que me tocaran…- la chica abrió los ojos de la impresión, ese bastardo Uchiha estaba muerto…
-esta bien… no pasa nada… pronto esa herida que llevas en el corazón sanara…- decía la chica que apretaba contra su pecho al rubio de bellos ojos, que no pudo sino llorar amargamente su suerte.
-¿a caso soy tan poca cosa como para lograr que se enamore de mi?, ¿hice algo mal?-
-el problema no eres tu Naru, ya te lo había dicho, es ese miserable al que amas aun cuando no estas con el; pero te juro que esto que te ha hecho no se va a quedar así… yo misma me encargare de darle un escarmiento…-
-Hina-chan… déjame estar así… solo un poco mas…- decía el menor acurrucándose en los calidos brazos de su “hermana mayor”.
Había pasado entonces casi una semana en la que Naruto Uzumaki había “vuelto a nacer”. Caminaba nuevamente por la calle camino a su trabajo de medio tiempo. Al menos eso le hacia sentirse útil, ya que luego de aquel altercado con… “esa persona”, había cerrado su corazón, lo último que quería en aquellos momentos era que sus sentimientos nuevamente fuesen apaleados…
Llego a la cafetería L'amour, el lugar en donde trabajaba con su hermana y su mejor amigo, Neji Hyuga; la primera era quien preparaba los pedidos y el segundo era mesero junto con el.
Aun que sentía que su cuerpo estaba vació, tenia que sonreír y demostrarles sus amigos que estaba bien. No le gustaba que se preocuparan de sobremanera. En especial Hinata que sentía odio e ira tan solo al escuchar el nombre de “el”… Ya no hablar de Neji que juraba que si veía ese “bastardo mal parido”, le rompería la cara y lo mandaría al hospital –yo con gusto haria lo mismo-.
-Buenos días- sonrió el rubio ojiazul llamando la atención de los otros dos.
-Buenos días Naru- sonreía un chico de cabellos astaños y sensuales ojos grises; ese era Neji, un chico guapo y de buenos sentimientos que protegía al menor como si fuese su hermano menor- ¿Qué tal matemáticas?- rió por lo bajo ya que sabia que su amigo no era bueno en la materia y ese día tenia examen.
-Eres cruel...-suspiro cansinamente el menor, que ponía su mochila dentro de un Locker al fondo del negocio-sabes que no soy bueno y tu burlándote de mi…-
-je, je, lo siento, pero como esta vez no me pediste ayuda, creí que habías estudiando muy duro-
-lo hago… pero los limites no son lo mío- dijo resignado el ojicielo que dibujaba un puchero adorable en su rostro.
-hey ustedes dos, que la clientela comienza a llegar- sonreía Hinata de manera maternal con esos dos, ya que a pesar de que Neji era un año mayor que ella, se comportaba como un chiquillo malcriado de cinco años, un niño al que amanba desde pequeños, y que gracias a que pertenecian a la misma familia, ahora ambos estaban comprometidos.
Poco a poco el la cafetería francesa se llenaba de adolescentes y universitarios que iban ahí ya que el lugar preparaba unos capuchinos increíbles, e incluso Hinata se daba el lujo de hacer sus propias creaciones, como los “baisers du chocolate” o besos de chocolate –no se si son invenciones mias, pero , ¡a poco no suena rico?- que habían causado sensación entre las chicas, ya que quien servia esta especialidad era el universitario, Neji, cosa que la ponia un poco celosa...
-tres vanilla latte y un moka frappe-pedía el rubio a su amiga que inmediatamente se dispuso a prepararlos, pero en ese momento sonó su teléfono móvil
-¿si?- la chica sonrió al reconocer la voz- claro, yo espero. Adiós-
-¿paso algo bueno?-pregunto poniendo una linda carita de duda el menor.
-¡es lo mejor que pudo pasar hoy!. Toma aquí tienes- decía entregándole la charola con el pedido.
Ya era tarde, casi las 6:30, la clientela había disminuido un poco y Naruto y Neji se encontraban limpiando las mesas.
Hinata no había dejado de sonreír desde que había recibido aquella extraña llamada. Incluso, estaba tarareando una canción de moda. Cosa extraña ya que era de un carácter fuerte y estaba acostumbrada a llamar a todo el mundo con malas palabras. Excepto a sus dos “niños”, claro.
-¿Qué le pasa a Hina-chan?, ha estado extraña toda la tarde…- pregunto el castaño un poco extrañado.
-no lo se, temprano recibió una llamada y ahora mira como esta…- la señalo. Mientras la chica se ponía a bailar en círculos dentro de la cocina…
-es oficial- decía Neji con cara de resignación- la perdimos-
9:30. La campana que anunciaba a un nuevo cliente, sonaba.
-Bienvenido a…- Naruto se volvió para saludar al recién llegado, sin embargo al tenerlo en frente, no pudo articular palabra alguna. Sus sentidos estaban completamente fuera de si…