Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

LIPS OF AN DEMON por ukedebil

[Reviews - 64]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, hola!!, una disculpa por este terrible retrazo de muchas semanas: Ahora trabajo, debo dedicarle tiempo a mi hija y a mi esposo... que le vamos a hacer?, en fin, comentandoles que seguramente ahora si seran los ultimos capitulos, no se, ya se alargo demasiado la historia... aun tengo que realizar el capitulo final, necesito ayuda!! alguien se apunta? contacteme por facebook: 


viry.pimentel.75@facebook.com

 

por que de verdad necesito sacar esto... o Sebas me mata!!

No me preguntes porque te amo, tendría que explicarte porque vivo...

 

CAPITULO 21

PROMESA ETERNA

 

-me pregunto si esto está bien...- Naruto sentado sobre aquel oscuro lugar, se aferraba a sus piernas con fuerza. Kyubi le había dicho que todo estaría bien si se lo dejaba a el, y no es que no confiara en el... es solo que, no se sentía tranquilo. Había algo que no le gustaba nada, desde que Sebastián había desaparecido había tenido ese extraño presentimiento. Es como si temiera por su vida, como si algo realmente malo estuviera a punto de pasar- deja de pensar en eso... todo va a estar bien... debe estarlo, es la única forma en que pueda volver a ver a Sebastián...-

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

Semiramis miraba sorprendido a los otros dos miembros de la triada, pero al instante sonrió.

 

-vaya... los esperaba hacía rato, al fin se unen a la fiesta...-

 

-ya sabes, nos gusta sorprender...- decía Tammuz sonriendo ampliamente, ¿pero por qué sonreía?, al parecer todo aquello les parecía lo más normal del mundo...

 

Con un movimiento de su mano, Nimrod hizo que aquella raíz que apresaba a Sebastián desaparecía, haciendo que el cuerpo del duque callera de lleno al suelo, kyubi se acerco a el, dando pasos cortos y precipitados; Sebastián se incorporo con dificultad; ambos quedaron frente a frente, mirándose.

 

-kyubi...- susurro Sebastián adolorido – ¿el está bien?- el demonio soltó una carcajada...

 

-tanto tiempo sin vernos y lo primero que me preguntas es ¿si ese chiquillo está bien? Has cambiado, duque...-

 

-el es...-

 

-lo se... es especial, yo también me di cuenta... ¿qué harás? ahora todos están en peligro si no paramos a ese idiota...-

 

-quiero proteger el mundo de Naruto, quiero que el este bien, que vuelva a su vida normal con...- se mordió el labio y ensombreció el rostro

 

-entiende esto Duque: somos demonios, nosotros no podemos estar con los humanos, por más que hagamos el intento, siempre terminamos lastimándolos, es nuestra naturaleza...-

 

-lo se... es solo que... – kyubi miro detenidamente a Sebastián y lo entendió. Una sonrisa surco su rostro, no era una sonrisa de malicia, era una sonrisa sincera...

 

-está bien, te entiendo. No tenemos mucho tiempo, si quieres salvarlo, tienes que hacer lo que te diga...-

 

Sebastián tomo de las manos a kyubi, sabía que eso funcionaria; sin embargo, ahora su mayor temor era que no pudiera controlarse y fuese el mismo quien destruyera todo a su paso, incluido a Naruto.

 

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

-ya sabíamos de tu traición, inesperadamente Lamia abrió la boca, a ese tipo le preocupas...- burlo Tammuz con descaro

 

-Hijo mío, ¿por qué?- Nimrod miro directamente a su hijo quien le desafío con la mirada

 

-siempre odie ese estúpido titulo, ¿hijo?...- apretó el puño con fuerza- siempre me esforcé por ser conocido por alguien más que el maldito hijo del gran Nimrod; no, pero tú no entenderías, tu naciste dentro del primer círculo, yo solo aquel al que alguna vez recogiste del bajo mundo- apretó los dientes- y ahora que me vez como una amenaza me reconoces por ello, soy un enemigo, y me vez como tal...-

 

-te equivocas- Nimrod le  miro atentamente- es verdad que has cometido faltas por las cuales deberías ser destruido. Pero no te veo como un enemigo-

 

Semiramis estaba lleno de ira mal contenida, y soltó una carcajada demencial

 

-¿cómo te atreves...?- apretó ambos puños-no me subestimes maldito, aun si no fuese con el poder del sello, ten por seguro que te destruiría, a ti y a todo el mundo...- sonrió- ¿qué harás, detenerme?- Tammuz soltó una sonora carcajada

 

 

- ¿por qué crees que seremos nosotros quienes te detendremos? A nosotros no nos has causado ningún daño...- Semiramis se volvió rápidamente al sentir aquella repentina aura mortal a sus espaldas...

 

-imposible...-

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

Tammuz, el menor de la triada desapareció del lugar, reapareciendo nuevamente justo a unos pasos de Naruto. Se sintió intrigado por aquel chiquillo y miro detenidamente al rubio.

 

-AKATSUKI- Itachi y Deidara le miraron detrás del campo de energía- será mejor que se lleven al mocoso, no es seguro estar aquí- y con un movimiento hizo una abertura en el impenetrable domo. El moreno lo tomo entre sus brazos- cuiden de él, por ahora-

 

-El duque...-

 

-lo más seguro es que no recobre la cordura, así que trataremos de contenerlo- miro inexpresivamente a ambos chicos. Deidara quien se preocupaba por su querido maestro miro a Naruto compasivamente, si Sebastián no regresaba, ese chico lloraría lagrimas de sangre.- me refiero a que de ahora en adelante cuidaran del niño, seguramente ese loco- señalo con la mirada al transformado Sebastián- querría que así fuera...-

 

-no hables como si mi hermano fuera a morir- grito la pelinegra quien era ayudada por Tobi- es muy fuerte y resistirá lo que sea por volver a ver al Kitsune-chan-

 

-seamos realistas Kotomi- Itachi observaba los enormes destellos de poder de su maestro y de Semiramis- llegado el punto, Astaroth... ie, Sebastián-sama, no podrá reprimir su verdadera naturaleza, entonces todo terminara...- Kotomi mordió su labio inferior y apretó los ojos con fuerza, no lo aceptaba, su hermano podría contenerse, y así permanecer con Naru, porque lo amaba, por que el amor lo podía todo, ¿cierto?

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

Frente al horrorizado rostro del miembro de la triada se encontraba un ser fuera de la imaginación: un ángel de apariencia demoniaca con seis pares de alas, su piel había sufrido un cambio considerable, parecía tener un tono metálico, pequeños rayos recorrían su cuerpo y sus ojos... aquellos ojos eran de un blanco completamente puro...

 

Semiramis trago en seco, aquello era imposible, el único que conocía la manera de unir al duque con su alma era el príncipe de las tinieblas, el respetado hijo de Lucifer: Mammon. ¿Cómo era posible que Astaroth estuviera completo, y justo ahora? Miro que unos metros lejos de aquel lugar, se encontraba un inconsciente rubio.

 

-¿qué pasa?- trato de sonar tranquilo, y disimular el ligero temblor en sus piernas- ¿crees que por qué has cambiado un poco podrás derrotarme? Sigues siendo un demonio al servicio de la triada... debes obedecerme...- Sebastián sonrió de manera macabra para seguidamente aparecer en su mano una esfera de fuego azul que sin temor lanzo hacia Semiramis, pasando por alto que los otros dos miembros de la triada se encontraban allí... una gran explosión sacudió aquel lugar.

 

-¿qué pasa Semiramis?- aquella voz ronca venia de labios de Astaroth- ¡levanta maldito cobarde! ¡¡¡Te haré pagar por todo lo que has hecho en tu miserable existencia!!!-

 

La batalla comenzaba, Sebastián lanzaba repetidamente descargas enormes de energía contra Semiramis, quien a pesar de saber que aquel ser era más poderos que él, no se amedrentaba ante la situación.  Entonces sonrió pues sabía perfectamente que el tenia las de ganar, y la respuesta estaba en su mano izquierda. Nimrod le miro detenidamente, y abrió los ojos desmesuradamente, aquel a quien  había alguna vez amado como si realmente fuese su hijo... había cometido la más grande blasfemia jamás conocida...

 

 ¡Había robado el brazo izquierdo del príncipe Mammon y lo había implantado en su cuerpo!

 

-¡Tammuz!- el mencionado quien reaparecía a su lado frunciendo el entrecejo- ¡activa la barrera de contención, prepárate para invocar al gran rey de los infiernos!- el menor asintió y comenzó a recitar antiguos y malditos cantos haciendo que aquel lugar comenzara a llenarse de seres nauseabundos e innombrables mientras que el cuerpo del más anciano se había cubierto de una extraña escritura y quien comenzaba a expedir vapores por sus ojos y boca, una ola de energía se expandió varios kilómetros a la redonda. En ese momento, el tiempo se detuvo. Y como si todo quedara congelado, de entre aquellas sombras se veía una pequeña figura que caminaba despacio. Poco a poco fue haciéndose visible, hasta que un pequeño niño de cabellos en un tono blanco y con ropas del mismo color, se hizo presente. Observo detenidamente la situación, con aquellos ojos de peculiares colores, ya que el ojo izquierdo era de un color plata, mientras que el derecho era de un tono verde esmeralda.

 

-Estas observando, Kami...- dijo despacio y vio como los cielos se abrían y descendía una chica rubia, y a diferencia del niño, tenía el ojo izquierdo de un color verde y el derecho de color plata- se ha salido de control...-

 

-tus niños siguen siendo avariciosos, decía la chica sonriendo alegremente- el niño suspiro

 

-tan avariciosos como cualquier ángel...- soltó y la chica asintió- castigare a Semiramis, ¿pero qué haremos con Astaroth?-

-El amor es un sentimiento puro, Lucy- hablaba la chica con dulce voz- eso le ha redimido, es una pena que tenga que morir... –

 

-¿qué hay del contenedor?-

 

-¿no te has dado cuenta, Lucy?-

 

-no me llames así, odio ese horrible apodo- decía el niño seriamente, a lo que la chica sonrió con ternura

 

-Uzumaki Naruto, o mejor dicho, el contenedor de la esencia vital del ángel Astaroth, de alguna forma, ha desarrollado una personalidad propia- el niño le miro por el rabillo del ojo- ha desarrollado una verdadera alma, digna de ser admirada por nosotros-

 

-¿hablas en serio?-

 

-yo nunca miento, Lucy- sonrió la chica, quien desapareció en un instante, para nuevamente aparecer frente a Akatsuki, quienes parecían congelados- Uzumaki-san, ahora eres libre- decía a la par de soplar en la boca entre abierta del rubio, dándole a este, una segunda oportunidad.

 

Mientras tanto, “Lucy”, como le había llamado Kami, observaba la piel metalizada de Sebastián. Toco entonces 5 diferentes puntos, justo al rededor de su ombligo, sellando nuevamente su alma dentro de él, kyubi regreso a su oscura celda completamente agotado y débil, su tiempo pronto terminaría. Tomo a Semiramis por el brazo y sin piedad lo desprendió de su cuerpo. Acto seguido, miro de frente a Astaroth. Y miro detenidamente; el duque había cambiado tanto... y todo por culpa de un simple humano.

 

-Es una pena...- se dijo y chasqueo los dedos antes de desaparecer.

 

El tiempo regreso a su curso normal.

 

Un estruendo más fuerte que los anteriores hizo que el rubio abriera los ojos lentamente, y al notar que lo alejaban del lugar frunció el seño molesto.

 

-¡Regresemos!- Naruto se zafo del agarre de Itachi quien frunció el seño

 

-¡El ya no es la persona que recuerdas, está completo, si vas allá te matara!-

 

-¡no me importa!- el rubio ensombreció el rostro- lo amo, me niego a dejarlo ir, a dejarlo así… por favor, Itachi-san, necesito estar cerca de Sebastián…- El rubio miro con desesperación al moreno quien ante aquella mirada suspiro pesadamente.

 

-si las cosas se ponen mal, sin peros salimos de ahí- Naruto sonrió.

 

 

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

 

 

Aquel enorme cráter en la tierra asusto a los presentes y una nube de polvo inundo todo el lugar. El tiempo había regresado a su normalidad. Incluso Astaroth había regresado a su forma original, a volver a ser Sebastián.

 

Al darse cuenta de que era Sebastián quien se encontraba hecho polvo sus amigos corrieron para sacarlo de ahí. Naruto tenía lágrimas en los ojos, se había acercado y ahora limpiaba la cara de su gran amor de forma cariñosa.

 

-Sebastián, ¿estás bien?- aquella voz la reconocería en donde fuera. Sonrió con algo de dolor ya que sus costillas estaban rotas.

 

-Naru…- suspiro y abrió lentamente los ojos- ¿tu estas bien?-

 

-Baka…- se sonrojo tímidamente, era increíble que a estas alturas Sebastián se preocupara por él cuando era su cuerpo el que estaba completamente Llenó de heridas por la pelea que había sostenido con Semiramis. Rápidamente se puso de pie, aun que con dificultad.

 

A lo lejos, la sombra de aquel desdichado aparecía entre la bruma. Semiramis sostenían con su brazo derecho el lo que quedaba de su izquierdo, que estaba sangrando a mares. Se veía aun mas acabado que Sebastián. Con dificultad caminó hacia donde ellos se encontraban; Sebastián supo que ya no era una amenaza, pues no contaba con el brazo de Mammon. Sebastián desapareció de lado de Naruto y reapareció  frente al antiguo miembro de la triada.

 

-Te perdonare la vida con una condición-Semiramis le miro fijamente- deseo ser un humano- Semiramis sonrió de medio lado, de manera altanera.

 

-Eres estúpido… tu de ninguna manera me interesas- su mirada cambio a la de un demente al mirar por el rabillo del ojo al rubio que trago saliva pesadamente- no me interesa si Tammuz o Nimrod me matan, ese chico…- apretó los dientes con furia y antes de que Sebastián pudiera hacer algo Semiramis lanzo un rayo que iba directo al corazón del rubio- ¡Si el alma de Astaroth no es mía, no será de nadie!-

 

-¿pero qué…?- Naruto abrió los ojos sorprendido e inmediatamente sintió un peso sobre él. Su respiración se detuvo al ver que de los labios de Sebastián, comenzaba a brotar sangre, y en el lugar en donde alguna vez estuvo su corazón, ahora había un hueco en donde fácilmente cualquiera podía meter un puño… la mirada de Naruto cambio a una de terror y sin pensarlo sostuvo a Sebastián en sus brazos.

 

Todos le miraban asustados, y un odio podía sentirse en el aire. Kotomi apretó fuertemente ambas espadas y corrió para tratar de atacar a Semiramis pero este sin ningún problema la aparto de un golpe dejándola inconsciente en el suelo.

 

-Estúpidos, a caso creen que pueden conmigo, que no tenga un brazo no significa que cualquiera de ustedes infelices pueda contra mi…-

 

En ese momento, Itachi y Deidara corrieron para atacar a Semiramis quien detuvo ambos ataques, aun si no podían ganarle al menos pelearían hasta el final.

 

El estruendo de los golpes se escuchaba, la lucha continuaba unos metros adelante, mientras tanto, Naruto sostenía al moreno en sus brazos fuertemente.

 

-Por favor, alguien…- Naruto miraba como el chico del antifaz, Tammuz y Nimrod lo miraban sin decir ni media palabra, podía ver en sus rostros tristeza y dolor. El chico del antifaz tomo a Naruto por el hombro negando con la cabeza, el rubio apretó los dientes con furia, no podían quitarle a su Sebastián- No… - se volvió y observo a Sebastián sonriendo en una mueca de dolor.

 

-Naru…- el moreno comenzó a toser algunos coágulos de sangre- no llores… todo va a estar bien…-

 

-¿Cómo me puedes decir eso?- reclamo el rubio con lagrimas por toda la cara- No puedes dejarme otra vez, No puedes….- Naruto entrelazo la mano del moreno, sintiendo su débil agarre

 

-No llores mi ángel, ten por seguro que volveremos a vernos; seguro con otro aspecto, te juro que volveré a amarte tanto como te amo ahora…- Sebastián trago duro- En… en mi pecho…- con la mano libre tiro de la pequeña cadena y entrego a Naruto con manos temblorosas aquella roca  de un color azul profundo engarzada- consérvalo…- acarició la mejilla de piel tostada con la mano que aun tenia libre. Naruto sintió como la sangre corría por sus piernas aquello comenzaba a alterarlo.

 

-¡NO!- apretó el cuerpo de Sebastián contra su pecho- Ya no hables… veras… veras que todo sale bien, regresaremos a casa, estaremos juntos… Por favor, Sebastián, ¡NO ME DEJES!-

 

-Te amo, mi pequeño Kitsune…- Sebastián lo miro por última vez, para no olvidar el rostro de su amado. Un rostro que aun que estaba empapado de lágrimas y lleno de tristeza, seguía siendo muy hermoso. Después se cerraron… dejando escapar unas últimas lágrimas, Naruto sintió que en la mano de Sebastián no había pulso. La mano con la que había acariciado su rostro cayó, mientras que la que estaba entrelazada con la del rubio se quedo débil y quieta. Ahora solo las mantenía unidas la fuerza de Naruto. El rubio supo que todo había terminado…

 

-¡SEBASTIAN NO TE VAYAS!! NO ME DEJES AQUÍ!, TE AMO MI VIDA… ¿Qué voy a hacer solo…? ¡Sin ti yo… no puedo vivir!- lo apretó con fuerza, intentando no perder su calor, pero ya no había nada más que hacer. Sebastián estaba muerto. Naruto, en la misma postura en la que estaba alzo el rostro y miro al joven rubio de ojos dorados, intentando entender lo que acababa de pasar, con sus ojos azules y vacios. Habían perdido su brillo y ya nunca más volverían a tenerlo. Se quedo allí, abrazando el cuerpo inerte del moreno, llorando, sintiendo su corazón roto y sus ganas de vivir perdidas para siempre.

 

En ese momento aparecían Itachi y Deidara con Semiramis que estaba completamente irreconocible por los golpes recibidos.

 

-Tenemos que llevarnos su cuerpo- dijo Tammuz sintiendo algo extraño al ver el rostro del niño- No podemos permitir que sea profanado por nadie más…- miro a Semiramis de forma altanera- te presentaras ante el gran rey, ese será tu castigo- dijo y noto que los ojos de Semiramis se llenaban de un miedo indescriptible-ustedes- dijo señalando a los Akatsukis- cuiden del chico… y sáquenlo de aquí-

 

-Por favor… solo un poco mas…- parecía que el cielo compartía su tristeza, púes en ese momento, la lluvia que por un segundo parecía había parado, continuaba mojando ambos cuerpos. De pronto, observo como el cuerpo del moreno se desintegraba poco a poco en pequeñas luces de color violeta, desapareciendo en el cielo, dejando a Naruto aun hincado en la fría explanada de aquel lugar. La lluvia ocultaba sus lágrimas. Y con fuerza soltó un golpe al suelo. Aquello no era justo. De ninguna manera.

 

-Sera mejor que nos vayamos…- decía Itachi tomando en brazos a un Naruto que no respondía, se había desmayado. El shock por la muerte de su gran amor, había sido demasiado… 

Notas finales:

Pues bueno.... ahora si me apunto para los jitomatasos y mentadas... ya saben, las merezco!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).