Give me love like never before,
'cause lately I've been craving more,
And it's been a while but I still feel the same,
Maybe I should let you go
ED SHEERAN
Give me love
CAPITULO FINAL
CUIDA DE MÍ
Sebastián respondió con un beso en la frente del niño quien al sentir los labios del mayor sintió un escalofrió por todo su cuerpo, sin pensarlo dos veces, el rubio miro directamente al moreno.-Hazme el amor, Sebastián…- El mayor sonrió ampliamente y comenzó a besar al rubio, ambas lenguas se saludaron y danzaban de forma demandante, la soledad de los últimos dos años era tan abrumadora que no querían parar de tocarse, de acariciarse. Sebastián se separo un poco de los labios del rubio para recorrer su cuello dejando marcas rosáceas, dejando en claro que era Naruto fue, es y seguiría siendo suyo. Mordisqueo el lóbulo de su oreja antes de comenzar a bajar. Cuando se detuvo en su pecho, Naruto se mordió el labio y gimió bajito, ya que mientras Sebastián lamia uno de sus rosados pezones, pellizcaba el otro con los dedos.
Pocos después ambos pezones estaban completamente erectos, El moreno fue deslizando la lengua hasta llegar al vientre, en donde dio un beso en donde alguna vez, se encontró sellada su alma, el kyubi. Lamio su ombligo dejando saliva; el ojivioleta bajo un poco mas pero unos molestos pantalones le impedían seguir su labor. Se los quito en un segundo dejando al menor únicamente con la parte superior del pijama. Su respiración era algo errática y el sudor ahora perlaba su piel dándole a Sebastián una increíble vista de su amado rubio.
Sonrió al notar aquel cosquilleo en su estomago. Se estaba excitando y noto que su ojiazul, también. Miro a Naruto a los ojos y se percato de la ligera incomodidad que tenía.
-¿Qué te preocupa?- pregunto mientras subía hasta sus labios
-yo…- en un intento vano por hablar, Naruto recibió de Sebastián un abrazador beso que lo dejo sin aliento. Lo aparto un poco para liberarse pero el otro comenzó a bajar otra vez por su cuerpo.-es que yo nooohhh- la última palabra fue más un gemido que cualquier otra cosa y es que el moreno se había acercado hasta su miembro despierto y comenzaba a degustar lentamente. Naruto arqueo la espalda por el placer, sin embargo su lucidez aun que algo noqueada seguía ahí, paso sus manos por los hombros de Sebastián quien paro en ese momento.
-Nunca te haría daño. Si no quieres que lo haga, yo entiendo…-
-No, Sebastián yo quiero hacerlo contigo. Solo que… - Naruto se señalo a el mismo…- Estoy sucio…-
-Entonces…- Sebastián tomo al chico en sus brazos y lo llevo al baño, ahí lo deposito dentro de la tina con agua caliente que previamente había preparado. – ¿Mejor?- el rubio asintió, lo que nunca se esperaba es que Sebastián se quitara la ropa y entrara con él a la tina. Por un segundo quedo embelesado al ver el hermoso cuerpo de Sebastián quien al notarlo, sonrió mientras Naruto desviaba la mirada. Le sorprendía que tan avergonzado podría estar su niño. Ya dentro, el moreno tomo una esponja y comenzó a limpiar el cuerpo de su niño, la espalda, los brazos… todo. Repartía pequeños besos por todo su cuerpo y mientras el rubio sonrojado apretaba los ojos al sentirse de aquella manera, tan enamorado, tan indefenso sin Sebastián. Sintió como un par de brazos lo rodearon. El aliento de Sebastián dando en su cuello era el detonante para que el rubio soltara pequeños suspiros y su sonrojo aumentara…
Minutos después, ambos se encontraban de nueva cuenta sobre la cama, mirándose, hincados uno frente al otro. El rubio tenia puesta la bata de baño mientras Sebastián estaba completamente desnudo.
El moreno tomo al rubio por lo hombros y deslizo la bata. Ahí estaban, después de dos largos y tortuosos años. Mirándose, deseando amarse al fin. Sebastián sonrió y calmo un poco el corazón del niño. Acaricio su rostro, delineo su mentón y se acerco a besar al rubio quien feliz lo recibió sintiendo los labios de su amante mientras que este, acariciaba la espalda de piel tostada, delineando la columna vertebral del chico. Necesitaban tocarse, memorizar cada centímetro de piel del contrario. Sentirse suyo y el otro de él.
Delicadamente el moreno recostó al ojiazul en la cama quedando en sima suyo. Ahí comenzó a besar su cuello, bajando lentamente delineando con su lengua el cuello del menor que apretaba fuertemente las sabanas y cerraba los ojos fuertemente por el placer de sentir a Sebastián de aquella forma.
-Naruto- le llamo con voz sensual y el chico abrió los ojos. Un furioso sonrojo apareció al ver el cuerpo desnudo –y ahora erecto- de Sebastián. Y es que desde su ángulo podía verse absolutamente todo…- paso su mano por su mejilla. Lo quería, lo amaba, mas a un que a su propia vida, más que a cualquier otra cosa en ese mundo. Naruto se levanto rápidamente y capturo los labios de Sebastián que gustoso le recibió. Ambas lenguas se saludaban. Sebastián acorto las distancias entre ambos cuerpos y ahora ambos gemían pues sus erecciones rozaban entre ellos sacando exquisitas sensaciones en el cuerpo contrario. Un gemido del rubio y Sebastián estaba perdiendo el auto control. Tenía que ser lento. No quería dañar a Naruto, sería la primera vez de ambos. Y tenía que ser especial.
-Por favor…- la voz suplicante de Naruto fue la cereza del pastel. Sebastián se acomodo entre sus piernas. Lamio tres dedos y metió por la estrecha entrada del niño. Naruto se tensó en seguida. Soltando un pequeño quejido. Los besos y las caricias no habían cesado. Naruto se sentía en la gloria. Un segundo dedo y abrió los ojos de golpe, aquello era incomodo, pero aun podía soportarlo. Sebastián estaba que no se creía aquella sensación tan increíble. Naruto se tensaba alrededor de sus dedos… parecía que tan solo con aquello podría terminar. Dio un profundo suspiro y volvió al ataque besando al chico. Un tercer dedo y un gemido que callaron los labios del mayor. -Por favor… Sebastián… te… te necesito- suplicaba, olvidando el poco orgullo que le quedaba y olvidándolo todo. Esto era lo que quería, era lo que necesitaba.
Sebastián trago en seco. El cabello revuelto de Naruto, su errática respiración y furioso sonrojo del niño hacían que su mente se nublara; era demasiado para el.
Tomo al rubio en brazos y lo coloco sobre su miembro, poniendo dentro solo la punta. Los ojos azules se abrieron e inundaron. Se abrazo a la espalda del demonio, pegándose a su cuerpo y le susurro:
-Hazlo. Quiero sentirme tuyo- mientras se besaban, el mayor entro completamente dentro del rubio. Naruto grito, aun que el grito quedo ahogado por otro beso. Se quedaron quietos un tiempo hasta que el ojiazul se acostumbro.
-¿Estás bien?- Sebastián estaba sonrojado, mirando como el rubio sonreía con dificultad. Naruto se acerco para besar su frente, su mejilla y finalmente sus labios. Aquellos besos le calmaban, y le hacían sentirse completamente amado.
Después se tumbaron en la cama. Naruto con las piernas alrededor de la cintura de Sebastián quien se sentía en la gloria al tener a su niño de aquella manera tan intima, poco a poco comenzó a embestirlo, lento al principio y aumentando la velocidad. Pronto los gemidos de ambos inundaron la habitación creando música para los oídos de Sebastián quien se extasiaba de los gemidos del chico debajo del quien con un furioso sonrojo en la cara, la respiración entrecortada y esas eróticas expresiones se encendía aún mas arremetiendo cada vez más profundo en Naruto que no podía acallar los gemidos que salían de su garganta. Aquel dolo que en un principio sintió Naruto fue desapareciendo, moviendo las caderas al ritmo que Sebastián le marcaba mientras le masturbaba. Cambiaron de postura tantas veces que ni se daban cuenta pues el placer era tanto que no podían contenerse. Pronto terminarían, la electricidad los recorría.
-Se-Sebastián… ya no… mmm…. No aguanto… más…-
-Yo tampoco mi Ángel….- Con una última estocada, Naruto se corrió entre ambos abdómenes gritando el nombre del contrario, Tensándose haciendo que el moreno se corriera en su interior. Sebastián salió de su interior tras un rato. Besando constantemente el rostro del más chico. Después tomo su camisa que había quedado en una de las pequeñas mesas junto a la cama del rubio que ahora estaba hecha un verdadero desastre por la acción recién terminada, y comenzó a limpiar delicadamente al rubio quien se sonrojo furiosamente. Naruto se abrazo protectoramente a Sebastián quien correspondió el abrazo. El rubio aun acalorado y sudoroso sonrió.
-Te amo Naruto… todo este tiempo… me hiciste tanta falta…-
-Te amo, Sebastián- Naruto apoyo su cara en el abdomen del moreno. Quien soltó un suspiro al viento. Ambos se acurrucaron para seguidamente quedarse profundamente dormidos.
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Deidara estaba siendo besado de manera voraz por Itachi cuando se detuvieron de golpe. Aquello era extraño, acababan de sentir una presencia.
-podría ser…- Itachi contemplo el rostro de Deidara quien frunció el seño- si no es el… ¿Quién podrá ser?-
Rápidamente subieron a la habitación del rubio; con mucho cuidado abrieron la puerta, Deidara quien era el rimero en entrar se quedo pasmado por lo que sus ojos veían. Itachi le seguía y miro a rubio frente a él, cuando al fin noto el desastre de ropa en el suelo y miro a la cama, su boca se abrió considerablemente.
A ambos se les llenaron los ojos de lágrimas. Querían abrazar a su maestro, pero era la primera vez que podían notar aquella expresión de verdadera felicidad en su rostro. El rubio tomo por el brazo al moreno y asintió. Ya tendrían tiempo de hablar con él. Salieron de la habitación sin hacer ruido, para dejar descansar a los ahora nuevos amantes.
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La luz del sol dio de lleno contra sus ojos haciendo que despertara inmediatamente. Al quedar sentado en la cama, noto que estaba solo. Trago en seco. Su corazón dio un vuelco y su estomago se sentía vacio…
-¿S-Sebastián…?-le llamo sin recibir respuesta… aquello lo estaba alarmando… sus labios temblaban y unas ligeras lagrimas cayeron por sus mejillas- No puede ser…- se acomodo en la cama cubriendo su rostro con ambas manos… el llanto ya no podía soportarlo, ya no podía soportar la ausencia de su amado Sebastián- … no otra vez…-
Noto como la puerta de su habitación se abría, por el umbral aparecía Sebastián quien llevaba en sus manos el desayuno servido. Lo acomodo en una mesilla. Sin esperar a nada, Naruto salió de la cama completamente desnudo y se lanzo sobre Sebastián quien cayó de bruces sobre si. Sorprendido noto como algunas lágrimas caían por el rostro del niño.
-No me he ido a ningún lugar… no tienes por qué llorar-
-¡No te atrevas a jugar así conmigo, Sebastián Cerberus… ie… Astaroth-BAKA!- el mayor sonrió y tomo al chico en sus brazos. Al notar su desnudez sonrió lascivamente. Le encantaba ver el cuerpo desnudo de su niño.
-Por como estas, lo último que quiero es desayunar lo que traje…- Naruto noto aquello y rápidamente se cubrió con las sabanas sonrojándose en el proceso, el chico parecía tomate maduro…
-Me gusta saber que estés aquí conmigo… pero… ¿Cómo pudiste regresar?- Sebastián sonrió y recordó entonces lo que tuvo que pasar para poder regresar…
FLASH BACK
Lo último que recordaba era que sentía un dolor agudo en el pecho, y que justo ahora recorría un camino de piedra que parecía no llevarlo a ningún lugar. Miro a su alrededor, noto entonces que a lo lejos podía observarse una enorme estructura de mármol blanco. Suspiro, tal vez ahí pudieran decirle en donde rayos estaba.
Toco un par de veces, y solo podía escucharse el eco en aquel lugar que no parecía tener cielo, principio o fin. Estaba en un vacio… pero ese vacío ¿debía tener un nombre verdad? Después de un tiempo se rindió y se sentó fuera de aquel lugar, no supo en qué momento se quedo profundamente dormido.
Parecía escuchar cuchicheando a alguien pero por desgracia sus parpados se sentían tan pesados que aun no estaba listo para abrir los ojos… se sentía tan bien aquel lugar tan suave… ¿suave?... abrió los ojos de golpe y entonces noto en donde se encontraba… miro a la “suavidad” a la que se refería y un par de enormes senos lo asusto un poco cayendo de lo que parecía ser una cama. Miro a su alrededor, aquella habitación estaba adornada con hermosas flores y tenía un peculiar olor a jazmín…
-Es bastante apuesto, ¿no?-
-si… es completamente mi tipo…- rápidamente se puso de pie, estaba rodeado de mujeres… y todas parecían alteradas con su presencia…
-Ya basta…- aquella voz le saco de sus cavilaciones y observo que frente a él había una chica de cabellos rubios y peculiar mirada… era parecida a…
-¡Lucifer!- grito sorprendido y la chica rio tímidamente
-Por supuesto que no… Lucy es mi hermano menor, yo soy Kami…-
FLASH BACK PAUSE
-¡KAMI-SAMA!- grito Naruto sorprendido… ¿es decir cómo era posible?- ¿dices la verdad?-
-Yo no tengo motivos para mentirte….- sonrió el mayor sacando un sonrojo al rubio- y como te decía…-
FLASH BACK PLAY AGAIN
-¿Qué hago aquí?- pregunto algo asustado
-Auto sacrificio… te sacrificaste por Naruto-kun… así que, por eso estas aquí- el chico ensombreció el rostro… el estaba muerto y su niño seguía con vida… no había forma de regresar y eso estrujo fuertemente su corazón… no había forma de regresar con su Naruto.- Yo no diría eso…- Sebastián levanto a mirada algo dubitativo- solo tienes que hacer meritos, convencerme de que mereces regresar a la tierra con el chico…-
FLASH BACK END
-¿meritos? ¿De qué tipo?-
-me volví un demonio de bajo rango, uno que puede morir... Kyubi se quedo arriba…- sonrió al darse cuenta que el zorro-demonio estaba feliz de verse rodeado de hermosas chicas de enormes pechos…- y Kami termino por acceder a tu petición…-
-Así que…- Naruto se sentó sobre la cama dubitativo- ¿es gracias a mi que estas aquí?- sonrió travieso
-Si- soltó el chico- ahora… ¿cómo podría agradecerlo?...- entro a la cama y rápidamente se quito la ropa pegando a Naruto a su cuerpo haciendo que el menor temblara debajo de si, sonrojado. Miro al ojiazul y su corazón se inflamo de felicidad… ¿Qué más daba si ya no era el “gran duque Astaroth” si ahora podía estar junto a Naruto hasta el final de sus días? –Así que, de ahora en adelante cuida de mí, Naruto-kun…-
FIN