PROLOGO 1
¿ALGUNO DE USTEDES SE PREGUNTO COMO ES QUE YUU-CHAN EL HIJO DE SAKURA TIENE EL CABELLO IGUAL A SASORI SI EL NO ES EL PAPA?
RESPUESTA:
Corría con frenesí por los pasillos del hospital, la recepcionista le había dicho que era el cuarto 309. Dio vuelta a la derecha y ahí estaban, los padres de Sakura: Kizashi y Mebuki Haruno. Reverencio y noto la mirada soberbia de los padres de la chica.
-¿Qué haces aquí?- la madre de Sakura soltaba con frivolidad en su voz
-Me avisaron que Sakura había tenido un accidente, ¿Qué fue lo que paso?-
-Iba a buscarte cuando un automóvil la chocó…- Mebuki afila la mirada- Así que ¿te harás responsable de tu hijo?- Sasori frunció el seño, Sakura le había pedido que no le dijera nada a sus padres y cumpliría su promesa. De pronto noto como un hombre se acercaba. Uchiha Sasuke, aquel que le había pedido abortar a su hijo. Sintió una furia inundándole y camino para tomarle de la camisa y soltarle un golpe en la cara. El moreno no entendía nada.
-Tienes el descaro de venir a verla, ¿después de decirle que abortara?- y lo dijo, a decir verdad poco le importo si los padres de su amada le escuchaban. Tenían que darse cuenta de la clase de humano que era aquel tipo con quien le habían comprometido.
Kizashi observo a Sasuke con el seño fruncido y observo como el chico de cabello rojo apretaba los puños con fuerza. Era la primera vez que Sakura conocía a alguien tan peculiar. A alguien a quien no tenía que presionar para quedarse con ella, a alguien a quien no tenía que obligar a amarla. Mebuki estaba a punto de interrumpir y defender a Sasuke cuando su esposo la detuvo negando con la cabeza.
-Ninguno de los dos estaba listo…- se levantaba el moreno- a demás, no tengo que darle explicaciones a alguien como tu…-
-Uchiha Sasuke- Hizashi con la voz recia que le caracterizaba llamo al moreno- Haremos los trámites legales que sean necesarios, te devolveremos Sharingan… a cambio, dejara de molestar a nuestra hija- Sasuke frunció el seño… y sonrió de medio lado. Eso era lo que quería escuchar desde el comienzo.
-está bien…-
-Disculpen, la señorita Haruno pregunta por Akasuna no Sasori…- la enfermera interrumpía aquel pesado ambiente. Sasori miro a los padres de su novia, ambos asintieron…
-¿Ella como se encuentra?- preguntaron sus padres
-Deben decidir…- aquello estrujo el corazón de sus padres. Es verdad que su hija había cometido varios errores en su vida, pero el pequeño no tenis por que pagar por ello. Su madre sintió una opresión en su pecho. Se arrepentía de todo el mal que alguna vez le había causado a aquel noble muchacho que sin ser su responsabilidad había decidido hacerse cargo de su hija.
Sasori entraba a la habitación, escuchaba los aparatos a lo que Sakura estaba conectada. Le miraba cansada y algo demacrada.
-Saso-chan…-
-No hables, te pondrás bien- de pronto a la chica se le soltaron algunas lagrimas, paso su mano por su vientre, temía por la vida de su hijo- Saku-chan… está bien, hare lo posible por que nada le pase a nuestro pequeño…- Sasori beso la frente de su novia y apretó fuerte su mano.
Toco su mano izquierda y comenzó a hablar en otro idioma, en su dedo pulgar, apareció un anillo violeta. Sonrió, aquello lo hacía por que en verdad se había enamorado de la pelirrosa…
FLASH BACK
-El anillo que acaban de recibir, era una forma de curarse si alguna vez están por perder la vida en batalla… o bien, si quieren salvar a alguien; en cuyo caso no creo posible, ya que somos demonios…- Sebastián le entregaba a Akatsuki los anillos y sonreía divertido de ver la cara de sorpresa de sus hijos. Sasori ponía cara de pocos amigos como era su costumbre. No le gustaba que Astaroth le llamara hijo si nada tenía que ver con él.
-No lo necesito- volvía la cara y Astaroth le dio un golpe en la cabeza- ¿pero qué diablos te pasa?-
-No seas cabezota, estoy seguro que algún día tendrás que utilizarlo…-
FLASH BACK END
Ahora sabía a que se refería su “hermano mayor”. Sonrió. Un demonio que desea con todo su corazón salvar a un inocente. Ridículo y hermoso…
Un destello cubrió el cuerpo de Sakura y el suyo. De pronto, las alarmas del hospital comenzaron a sonar. Por la puerta de la habitación entraban los paramédicos para auxiliar a ambos, sin embargo, a quien encontraron desmayado en aquel lugar fue a Sasori. Había dejado la oportunidad de curarse por proteger a su hijo y a su amada…
PROOGO 2
ALGUNO SE PREGUNTA COMO ES QUE SEBASTIAN LE HIZO PARA GANARCE A HINATA….
En la sala podía sentirse la pesadez de aire… solo se escuchaba como el reloj que estaba en sima de la chimenea marcaba los segundos más largos de toda su vida…
-así que… ¿Qué es lo que estás dispuesto a ofrecer?- Hinata Hyuga se encontraba cruzada de brazos mirando con el seño fruncido a Sebastián que de alguna manera se sentía cohibido por la mirada perlada de la chica- si quieres estar con él, mas te vale que no dudes al responder, Cerberus-san-
-La verdad…- Sebastián dio un profundo suspiro y miro de reojo a un sonrojado Naruto que tenía la cabeza baja- la verdad es que solo puedo ofrecer mi vida a cambio de un poco de su amor- La ojiperla entrecerró los ojos. Eso era lo más hermoso que había escuchado, pero no se lo pondría tan fácil a Sebastián si quería conseguir la mano de Naruto.
-¿eso es todo?- Hinata afilaba la mirada- sígueme- Hinata se puso de pie y camino seguido del moreno al despacho de su padre. Naruto miro sorprendido pues no se creía que Hina-chan fuese peor que una madre celosa. La peli azul se acomodo en la silla y frente a ella se encontraba Sebastián.- habla con toda confianza…-
Quizás hoy no tenga todo el tiempo del mundo para expresarle lo que llevo atravesado en mi corazón; pero si puedo decir que siempre lo he llevado en mis pensamientos y si el destino me ha preparado, el sufrir por no tener su amor quiero hacerlo de la forma más confortable que conozca.- El moreno bajo la mirada y sonrió al recordar esa cálida sonrisa que cada día le regalaba su rubio-…que es amándolo cada día más.- ahora miraba directamente a los ojos a Hinata que se sorprendió por aquella determinación- Pero si con declararte esta verdad que llevo en mi alma él decide brindar esperanza a este corazón, prometo amarlo todos los días de mi vida, como lo he hecho desde que me di cuenta que el es la persona con la que mi vida cambiaría por completo. – El chico se aclaro la garganta- Te preguntaras si alguna vez le dije todo esto, la respuesta es no… a veces el miedo no deja cumplir las mejores intenciones…-
-¿Miedo a que?-
-¡A vivir en una soledad oscura sin contar al menos con la esperanza de algún día llegar a ser alguien en la vida de la persona que tanto amo
y que en este caso es Naruto!- Hinata se había quedado sin palabras y ahora un par de lágrimas corrían por sus mejillas. Rápidamente se puso de pies y abrazo al moreno quien sonrió y suspiro…
-De corazón deseo que sean muy felices… Sebastián-chan…-
PROLOGO 3
LA BODA DE ITACHI Y DEIDARA
Aquello honestamente ya le estaba teniendo arto. Sentía la acidez en su garganta y esas horribles ganas de vomitar no cesaban. Naruto Uzumaki jalaba la palanca del inodoro y se sentaba en el suelo. Recordaba que los mareos y ascos habían comenzado hacia exactamente un mes. Habían pasado seis meses y ese día seria la boda de sus amigos Deidara e Itachi. No podía presentarse así, sobre todo porque él tendría que entregar a Itachi en el altar ¿Qué pasaría si durante el proceso sentía ganas de vomitar?
-Naru ¿Estás bien?- la voz del otro lado de la puerta le sacaba de sus cavilaciones. Ahí estaba Sebastián, como cada mañana preguntando cómo se encontraba. Se preocupaba tanto por el que cualquier síntoma de vomito corría a auxiliarle. Suspiro, últimamente ni la comida le caía bien, cualquier olor extraño –incluido el peculiar olor después de hacer el amor con su esposo- Lo ponían muy mal, vamos que ni siquiera podía comer ramen como el acostumbraba. Su dieta se basaba ahora en vegetales pre cocidos y algún trozo de pescado o pollo. Se estaba terminando de lavar los dientes cuando Sebastián entro al baño.
-¿Estas mejor?-
-Mejor- dijo y sonreía, no le gustaba preocupar tanto a su prometido. Ya suficiente tenía con las preocupaciones del trabajo, no le iba a dar más solo porque a su estomago le daba la gana de no sentirse bien.- Saldré antes, tengo que ayudar a Dei-nii con algunas cosas de último minuto. ¿Te veo allá?- Sebastián asintió.
-Si no te sientes bien, no vamos-
-No seas aguafiestas, es un día importante para tus “hijos”- dio un apasionado beso a su prometido y salió corriendo de la casa. La boda de Deidara seria en un jardín a las afueras de la ciudad. Al llegar noto el blanco de la decoración. Cristalería y meseros corriendo por todas partes. Y ahí estaba el, hecho un mar de nervios y algo irritado por que los floristas no acomodaban bien el centro de una de las mesas para los invitados.
-Parece que más que una boda estamos en entrenamiento militar…- soltaba feliz mientras abrazaba a su amigo
-¡No me creo que no puedan hacer ni eso!- Deidara se agarro el estomago con fuerza- y ahora este horrible asco… no es mi día Naru-chan…-
-Deja que ellos se encarguen de su trabajo, tú necesitas relajarte y darte prisa si quieres llegar a tiempo al registro civil-
Naruto jalo de la mano a su amigo y entraron a la casa, ahí sentó al ojialnendra y le regalo un vaso con agua. Entonces apareció, esas ganas de vomitar y el mareo de todos los días… sin decir nada corrió al baño. Dejando a un sorprendido Deidara. Quien le seguía con la mirada. Cuan el rubio al fin salió del baño un sonriendo rubio le aguardaba.
-¿Qué es tan divertido?-
-Estas preñado- soltó y Naruto abrió los ojos considerablemente
-Estás loco, es imposible, soy un hombre-
-Pero fuiste el contenedor de Kyubi… y no sé si alguna vez Sebastián te lo conto, pero… Kyubi es un demonio de lujuria… así que… ¿Has pensado en algún nombre para el bebe?-
Naruto se quedo en silencio. Los mareos, el asco… y entonces cayó en cuenta de que dos más dos es cuatro. Se sentó algo shokeado por la noticia y algunas lágrimas cayeron de sus ojos. Deidara se alarmo, ¿será que Naruto aun no estaba listo para aquella noticia? Bueno, en realidad el no había tenido poco tacto al dársela.
-Naru-chan, lo siento yo…- el rubio sonrió ampliamente, aun lloraba. Paso su mano por su vientre.
-Sería lindo, ¿no? Ver correr a un pequeño que tenga la misma mirada de Sebastián… su cabello negro…- Deidara abrazo fuertemente al chico, ese Naru no se daba cuenta de lo adorable que se veía cuando hacia esas expresiones llenas de ternura.
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Sentía su estomago hecho un nudo. Los nervios lo estaban matando. Y mirar a aquellas personas que le acompañaban, que observaban su lento andar. Agradecía que Sebastián lo tuviera del brazo porque si no, lo más seguro era que se desmayara. Delante de él, Itachi era entregado por Naruto quien vestía un traje azul rey que le hacía ver adorable. Aun que él no se quedara atrás, ya que su traje completamente en color blanco le hacía ver increíblemente hermoso. Su amante lo noto, lo supo por el vistoso sonrojo y la sonrisa en su cara…
-Cuídalo bien… o te arranco la cabeza, hijo- decía Sebastián a Itachi quien asentía. Aun si Sebastián ya no fuera el demonio poderoso que solía ser, seguía siendo su padre y merecía el respeto de todos los Akatsukis que se encontraban en las bancas justo detrás de ellos.
Al terminar la ceremonia, en el banquete, Itachi miraba de reojo a su esposo que no podía parar de sonreír. Aquello sencillamente era idílico. Increíble que Deidara hubiera aceptado casarse con el finalmente. Algo llamo su atención: En el fondo de aquel jardín, Naruto ponía la mano de su maestro en su vientre y este tomo al rubio en brazos. Haciendo que ambos rieran. Sonrió de medio lado tomando la mano de su ahora esposo. Aquello seria el comienzo de algo nuevo. De algo maravilloso…
FIN