CAPITULO 3
MIS ESPERANZAS EN TI
Por la puerta, hacían aparición nada más y nada menos que “los populares” del instituto: Inuzuka Kiba, Yamanaka Ino, Nara Shikamaru, Sabaku no Temari, Haruno Sakura y finalmente, el Uchiha-bastardo…
-Sasuke…-
-¿Qué hacen ellos aquí?- pregunto con semblante molesto Neji
-Tranquilo amor- Hinata, ahora sujetaba el brazo de su novio fuertemente- ahora mismo el es un cliente mas, atendámoslo como se debe…-esto último lo dijo con cierto rencor en su voz.
-Yo me haré cargo…- dijo el rubio y se dirigió hacia la mesa que ocupaban los recién llegados. Tomo aire antes de acercarse y trato de parecer lo mas calmado que se podía, aun que toda su tranquilidad se fue al caño cuando noto que cierta chica pelirrosa, abrazaba con demasiada “confianza” al que alguna vez había sido su pareja. Sitio entonces una leve punzada en el estomago. Celos. Estaba sintiendo celos de aquella pobre desafortunada, puesto que no conocía realmente a Sasuke. Carraspeo un poco para hacerse notar- Bienvenidos a L´amour, ¿puedo tomar su orden?-
-Vaya, vaya, pero si es nada mas y nada menos que tu querido noviecito, Sasuke…- hablo la Yamanaka con ironía en su voz
-¿noviecito?- pregunto la pelirrosa algo fuera de lugar, para luego sonreír con arrogancia -¿Sasuke Uchiha con un monstruo como el Uzumaki?, vaya, y yo creí que tenias mejores gustos, Sasuke-kun-
-Todos cometemos errores, Sakura- decía el moreno con sonrisa “made in Uchiha” en el rostro.
-¿Van a pedir?- pregunto el menor con molestia, y eso era reflejado en la mano que sostenía el lápiz con el que estaba a punto de tomar el pedido, ya que lo estaba apretando cada vez mas fuerte, a tal grado que en cualquier momento pudiera romperse.
Neji temblaba de ira, se volvió hacia su novia y con el asentimiento de ella, camino hacia donde el joven rubio se encontraba.
-Yo les llevare lo que piden- miro con ira mal contenida a todo el grupo.
-esta bien, Neji; yo lo haré- tembló un poco; ni el mismo estaba seguro de lo que decía. Pero no iba a permitir que Sasuke le viera llorar otra vez. No ahora que se había decidido por no dejarse vencer por alguien como el nunca más…
-Cinco capuchinos y un latte moka- dijo Sasuke, y cuando el menor se volvió le dio un golpe en el trasero- y que sea rápido, amorcito…- soltó una sonora carcajada
-hijo de…- Neji estuvo a punto de agarrarse a golpes con el “ex novio” de su mejor amigo
- ¡No Neji!- dijo el rubio tomándolo del brazo- no le hagas caso…-
-¿a caso no te molesta como te trata?- miro preocupado y con cierto reproche en su voz al menor.
-da lo mismo… creo que ya estoy acostumbrado…- entristeció su rostro
-Lo vez imbecil, Naruto aun me ama y me pertenece; así que no te metas conmigo…- Neji tomo por la camisa a Sasuke y lo levanto de la silla en la que este se encontraba.
-Tu… pedazo de…-
-¡Ya basta…!- todos se volvieron hacia la persona que había acallado a ese par- ¡Es suficiente!-
-¿Naruto…?- el mencionado tenia los ojos fuertemente cerrados y ambas manos empuñadas.
-Escucha bien lo que te voy a decir Sasuke Uchiha: ¡que te quede bien claro que conmigo no vas a jugar mas, que no soy de tu maldita propiedad…! pero sobre todo: ¡que me canse de amar a un maldito miserable mal nacido como tu!, ¡que en mi vida quiero volver a verte!, ¿escuchaste?- el rubio se había armado de valor y le había gritado al “amor de su vida” en frente de todos.
Cuando Naruto termino de hablar –gritar en realidad- se sonrojo violentamente pues no se había podido contener más y saco todo lo que su corazón guardaba hasta ese momento, “todos tenemos un limite”, pensó.
-Que problemático…- habló el Nara
-Será mejor que nos larguemos de aquí- le asegundo Kiba tomando su mochila y saliendo en compañía de sus amigos.
Sin embargo, el que aun no procesaba lo que había pasado, era Sasuke. Ensombreció el rostro y salio del lugar con el orgullo herido.
Naruto cayó al suelo, en su rostro podían apreciarse claramente gruesas y amargas lagrimas provocadas por el enfrentamiento con el, con el supuesto amor de su vida…
-¡Naruto!- Hinata salía de la cocina preocupada al ver a Neji abrazando fuertemente a su amigo- ¿Qué pasó, que te hicieron esos miserables?-
-Hina-chan…- se soltó a llorar desconsoladamente en los brazos de su amiga- duele…-
-Tranquilo mi niño… ya veras que pronto pasara… además, fuiste muy valiente…- sonrió ella con ternura mientras limpiaba las cristalinas lagrimas del menor
-Te aseguro que de aquí en adelante, todo va a cambiar, te lo prometo…-
Era tarde, quizá cerca de la media noche cuando llegaron a casa de Hinata, ya que ahora que el rubio había terminado definitivamente con Sasuke, ahora vivía con la chica y su familia, que lo habían recibido con los brazos abiertos, ya que Hiashi Hyuga, padre de Hinata, había sido el mejor amigo de sus fallecidos padres: Kushina Uzumaki y Minato Namikaze.
-¡Ya volvimos padre!- anuncio Hinata al entrar a la mansión Hyuga
-me da mucho gusto, cariño- sonreía un hombre aun joven para los 45 años que tenia, el padre de Hinata, era de complexión delgada, alto, fácilmente media el 1.80, tenia el cabello castaño y ojos aperlados que sin duda habían heredado sus dos tesoros mas preciados, Hinata y Hanabi- ¿Cómo esta todo por la cafetería?-
-Bien, con mucho trabajo gracias al cielo- sonreía la chica a su padre ya que sabia que a el la idea de la cafetería no le agradaba del todo, ya que siendo miembros de la rama principal de la familia Hyuga, tenían un buen futuro asegurado. Y solo había aceptado por que tanto como Neji y su hija se habían esforzado en abrir juntos la cafetería: Neji quería mantener por si solo su futura familia con la peliazul y con un negocio propio, podrían comenzar. Fueron los argumentos que la pareja le dio- ¿Cómo esta Hanabi?-
-Marco hace un momento, manda saludos para todos y además, te envió un regalo, un paquete que esta en tu habitación-
-Supongo entonces que el regalo significa que no vendrá el fin de mes a pasar las vacaciones del verano con nosotros…-
-No, también te pide disculpas-
La chica suspiro, desde que su hermana menor había ido a estudiar al extranjero, no había tenido oportunidad de verla, y es que eso de viajar a América en plena temporada escolar, no la convencía del todo.
-Que remedio, bueno, si nos disculpas, vamos a mi habitación padre-
-Con permiso Hiashi-san…- fue lo último que el rubio dijo antes de ser literalmente arrastrado a la habitación de su mejor amiga…
Por el piso de la sala se podía apreciar ropa regada, signo de la intensa sesión de sexo que acababan de tener Sakura y Sasuke. Ambos se encontraban desnudos en el sofá: La pelirrosa dormida sobre el pecho del moreno, completamente dormida, mientras que el mayor, estaba despierto con la mirada perdida en un punto infinito de aquella habitación.
¡Que te quede bien claro que conmigo no vas a jugar más, que no soy de tu maldita propiedad…!
No, no era que le importara lo que hiciera Naruto, es mas, la supuesta “relación” que había tenido con el, había sido plan del estupido grupo en el que estaba… mejor dicho, había sido por una apuesta con Kiba, que había tenido todo eso con el rubio… y si no le importaba en lo mas mínimo, ¿Por qué su corazón se sentía tan pesado?
¡Que me canse de amar a un maldito miserable mal nacido como tu!, ¡que en mi vida quiero volver a verte!, ¿escuchaste?
Le dolía la cabeza. Sin despertar a su amante tomo una cajetilla de cigarros y encendió uno, para finalmente, darle una calada y cerrar los ojos, de alguna manera tenia que aliviar el dolor de cabeza…
-¿Un enmusubi omamori*?- pregunto escéptico el rubio
-Mira, tiene una tarjeta, a ver… “para Naruto, para que se consiga un buen novio, y deje al bastardo Uchiha, Hanabi…”-la chica volteo a ver a su amigo que muy apenado y algo triste, tomo la pequeña bolsita de tela de un color azul cielo, con una flor de loto bordada en ella- Discúlpala… ella es así-
-tranquila, lo se y se lo agradezco- sonreía el joven, aun que de alguna manera, tener aquel pequeño artefacto en su poder, le hacia sentirse un poco mas relajado- este es el inicio de un nuevo comienzo, supongo-
El ventanal de su habitación estaba abierto, sus rubios cabellos eran alborotados por el viento mientras la luz de la luna acariciaba delicadamente su piel trigueña. En sus orbes azules se podía apreciar la luna en todo su esplendor. Suspiro profundamente y volvió su vista hacia el amuleto que ahora tenia entre sus manos. Se sentía ridículo, pensar en lo que iba a hacer, iba incluso en contra de él mismo… Cerró los ojos y apretó el omamori contra su pecho.
-Yo… me gustaría poder encontrar a una persona que me ame de verdad, que quiera estar conmigo… deseo poder encontrar a una persona así…- decía en susurro mientras una delicada lagrima surcaba su adorable rostro…
*Enmusubi omamori: Son utilizados para fines especiales, el omamori es un amuleto de la suerte que ha sido bendecida con el espíritu y el poder de un santuario sintoísta (jinja) y diseñados para ayudar a garantizar el amor y el matrimonio