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Quemando Alas de Ángel por Hagane Yuuki

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Notas del capitulo:

Finalmente el capitulo 5. Disfruten!!

A leer se a dicho... Go! 

Capitulo 5

Estaba sentado en las escaleras, mirando con impaciencia la puerta. Se encontraba desde hace una hora en aquel lugar, esperando entusiasmado que se abriera. Movía sus pies adelante y atrás mientras tarareaba una canción que Itachi Niisan le había enseñado. No recordaba muy bien la letra, así que solo se limitaba al sonido que podía recordar. Una sonrisa boba se posaba en sus labios, y bueno no era para menos sabiendo que pronto esa persona estaría aquí.

Con cinco años recién cumplidos, y una tonelada de dulces en su bolsillo derecho esperaba a su persona especial.

– ¿Cuánto mas tengo que esperar? – Gruño en un bufido

No era muy paciente y sus maestras del parvulario se lo habían hecho saber, no era que no supiera estarse quieto, simplemente era que tenia mucha energía, nada que ver con la tonelada de dulces que siempre cargaba en algún bolsillo.

Una sonrisa se asomo a sus labios. Sus pies como si tuvieran un propio resorte saltaron en la búsqueda de la silueta que en ese momento entraba de forma distraída por la puerta. Abalanzándose con todo su pequeño cuerpo al contrario, restregó su regordeta y redondeado rostro infantil en un pecho forrado de uniforme escolar.

– ¡Sasuke Niichan! – Grito entusiasmado ignorando por completo la sorpresa en el rostro del mayor –Te tardaste mucho ¿Dónde estabas? – Regaño, levantándose en puntitas para poder observar el rostro alabastro. Saltando sobre su lugar sin soltarse del otro, una y otra vez efusivamente.

–Naruto… ¿Qué te he dicho de saltarme así cuando llego a casa?

Un puchero se formo en su rostro cuando la mano de Sasuke se poso sobre su cabeza, empujando levemente pero con fuerza para obligar a que dejara de abrazarlo.

–No recuerdo– Dijo ignorando totalmente lo dicho por su hermano.

Un suspiro resignado escapando de los labios del mayor.

–Ne…Ne…– Saltaba de nuevo sobre su lugar tratando de recuperar la atención del azabache, quería esos ojos brunos mirándole. Le contaría sobre el nuevo hallazgo que había hecho en la habitación de Itachi Niisan y de paso preguntarle para que servía, pero sus ojos se vieron atraídos por un color rojo prominente de afuera.

Se despego del pecho y girando la cabeza miro con mayor atención aquello que le llamo la atención.

– ¿Quién es él Sasuke Niichan? – Pregunto curioso, señalando al chico que se encontraba parado en la entrada de su casa, con el mismo uniforme que su hermano portaba y una maleta en su hombro derecho.

–Ah, él es Gaara – Dijo sin mayor interés

Miro con interés al chico que seguramente tendría la misma edad que su hermano. Tenía el cabello rojo, como la mejor amiga de su madre, si no mal recordaba se llamaba Kushina. Sus ojos eran verdes, profundos. No supo por que pero por un momento, cuando sintió aquella mirada sobre si le dio miedo, se aferro con fuerza a la playera de su hermano ocultando la mitad de su cuerpo detrás del cuerpo más grande. No le había gustado, esos ojos no le gustaban nada. Para ser tan pequeño había notado el como esos ojos le habían mirado, recorriéndole como él había hecho pero de una forma diferente. Pero no por eso dejo de mirarle.

De un momento a otro como si aquella mirada no hubiera sucedido, los ojos cambiaron mostrándose diferente. Una sincera sonrisa se mostro en el rostro del pelirojo ocasionándole mucha curiosidad.

Dejo su escondite detrás de su hermano para acercarse a una mano amistosa que se extendía hacia él.

–Me llamo Sabaku no Gaara ¿Cómo te llamas tú? – Le pregunto el chico de trece años sin despegar aquel cálido gesto de su rostro.

–Naruto– Respondió con una sonrisa tomando la mano de aquel extraño que Sasuke había llevado a su hogar.

~**~

Le gustaba que Gaara fuera a su casa. Era divertido estar con él por que le regalaba cosas que normalmente le prohibían. No solo era por los dulces que el Sabaku no- le daba a escondidas con una sonrisa, el estar con él era entretenido. Jugaban juntos y la mayor parte del tiempo que el mayor pasaba en la residencia Uchiha se la pasaba a su lado.

Itachi-Niisan decía estar feliz por Sasuke. No comprendía aquel comentario por parte de su hermano mayor, pero cada vez que aquella frase salía de su boca un gesto cálido se formaba en su rostro.

–Que bueno que Sasuke finalmente tenga un amigo– Susurraba en voz muy baja Itachi para que solo él pudiera escucharlo.

Levantando su mirada, ignorante. Con sus dos enormes gemas brillando tratando de entender a que se refería con eso, inclino su cabeza en forma pensativa.

– ¿Es bueno tener amigos Niisan? – Preguntaba en la incredulidad con una sonrisa enorme, mientras halaba la playera del más grande.

–Lo es Naruto. Espero que tu también tengas muchos amigos– Itachi acariciaba su cabeza, revolviendo sus cabellos en un gesto cariñoso.

– ¡Gaara entonces también es mi amigo! – Exclamo contento, cerrando sus puños frente a su pecho.

–Me alegro por ti también– Le regalo una sonrisa al pequeño, que mostraba una blanca hilera de dientes de leche.

~ ** ~

Sasuke solía enojarse mucho si aparecía intempestivamente en su habitación. Pero era algo que no podía evitar, no estaba en sus genes detener una carrera para tocar la puerta. Con seis años aun no quedaba registrado en su sistema, y la mirada que solía recibir cada vez que lo hacia parecía no tener efecto.

Naruto había encontrado una sutil manera para quitar esa cara de amargado de su hermano. Una técnica que hacia que saliera victorioso en algunas situaciones que podían llevarle a una buena surra. O en su defecto a un pellizco en sus  regordetas mejillas. Y tampoco es que no disfrutara utilizar esa técnica, de entre todo su arsenal técnicas especiales que poseía para cada miembro de su familia, esa era la que mas le gustaba usar con Sasuke.

– ¡Niichan! – Grito, empujando fuertemente la puerta. Su mirada buscando a su objetivo.

Sentado en la alfombra con las piernas cruzadas, su querido Niichan tenía entre sus manos unos de esos horrorosos libros innecesariamente enormes y sin un solo dibujo. No puedo evitar que una sonrisa se formara en sus labios cuando noto el fuerte cerrar del libro y una mirada asesina a su pequeña persona.

No es que disfrutara de ver colgar de un hilo su vida, arriesgándola así interrumpiendo a Sasuke cuando leía. Era bien sabido que su adorado hermano mayor tenia muy mal carácter, pero en sus genes estaba el disfrutar aquel tic en la ceja derecha.

Se lazo con una enorme sonrisa, extendiendo sus brazos para dejar caer todo su peso en el cuerpo del moreno.

 –Mira lo que me ha regalado Itachi– Extendió una bolsa de chocolates –Me ha dicho que recibió muchos por San valentin. Así que me los dio.

– ¿No será que le fuiste a mendigar y le pusiste tu mirada de cachorro?

– ¡No sé de hablas! ¡Yo no le puse ninguna mirada! Me los dio por que tenía muchos… Así… – Dijo mientras separaba sus manos la una de la otra dando a entender cuanta cantidad de chocolates había visto en la habitación de Itachi – ¿Y que es mendigar, Dattebayo?

–Olvídalo– Suspiro – ¿Solo has venido a eso?

–No – Se formo un puchero en sus labios –Itachi Niisan también dijo que se los daban a todos, así que…

– ¿Has venido a ver si yo tengo?

– ¡Solo quiero ayudarte ya que no te gustan las cosas dulces!

–Que sacrificado. Pero yo no tengo nada, así que viniste en vano dobe– Le pego en la cabeza

– ¿¡Como que no tienes nada!? ¡Haaa los tiraste! – Grito incrédulo. Como era posible que su hermano llegara a un nivel tan alto de crueldad.

–Usurantonkachi. No acepte nada, todas esas chicas están locas.

– ¿Y que tiene que estén locas? ¡Son chocolates gratis! – Exclamo sorprendido. Estaba claro que si fuera él todos esos chocolates no serian desperdiciados.

Miro a Sasuke que le sonreía con picardía, mientras le decía que no comprendía. Otro puchero formado, y sin que Sasuke lo notara ya se encontraba felizmente recostado en el pecho mas grande y sentado entre las piernas largas.

– ¿Qué era lo que estabas leyendo? – Pregunto metiéndole mano a los chocolates amablemente cedidos por Itachi.

–Historia– Respondió con simpleza.

– ¡Aburrido! Mejor vamos a leer algo mas emociónate – Dejando su bolsa de lado, se levanto con un ágil movimiento y se dirigió a la estantería –Mejor léeme esto– Le entrego uno de sus libros preferidos.

– ¿La historia de un ninja con agallas? (1) ¿No te cansa de leerlo?

–Teme si me cansara no te pediría que me lo leyeras.

El azabache suspiro derrotado.

Naruto sonrió contento, volviendo acomodarse donde se encontraba con anterioridad.

–Bien, puedes comenzar.

No era que no le gustara el libro, de hecho era su favorito. Pero sin duda lo que mas le gustaba era estar así con su Niichan. Sasuke solía abrazarlo con fuerza, jalarlo hasta acomodarlo bien en su pecho. Con una de sus manos en su cintura, mano que solo le abandonaba para cambiar la pagina mientras con la otra sostenía el libro. Él por el contrario colocaba sus manitas encima de la que le sostenía, recargándolas ahí.

Era una sensación que le encantaba experimentar. Era mucho más gratificante que los brazos de Itachi-Niisan, incluso se atrevía decir que le gustaba más estar ahí que en los brazos de su madre, Mikoto.

En algún momento de la historia comenzó a quedarse dormido. El sueño comenzó a ganar terreno, ocasionando que le fuera difícil el mantener los ojos abiertos. Era el soport que Sasuke le ocasionaba. Niichan era cálido, y sus palabras mientras leía era como si le acunaran.

– ¿Tienes sueño? – Murmuro su niichan.

Solo atino a mover su cabeza afirmativamente. Sasuke le atrajo mas, cubriéndolo en su totalidad con sus dos brazos. Seguramente había dejado a un lado el libro para poder hacerlo. Sonrió, enterrando su rostro en la playera de su hermano inhalando su aroma.

–Me gustas como hueles Niichan– Dijo en voz baja, cerrando sus manos en puños aferrándose a la ropa del moreno.

–Lo sé, no te cansas de decirlo– La voz tenue de Sasuke solo llegaba a sus oídos.

Podía sentir la cabeza de su hermano mayor sobre la suya. Los cabellos azabaches tocar sus mejillas, los labios en su frente en un beso de buenas noches.

–Naruto…

–Hum…– Una respuesta vaga dada ya casi en la inconsciencia.

–Te amo.

–Y-yo también te amo, Niichan– Un bostezo. Una contestación a pesar del sueño, una sonrisa.

Las suaves manos de Sasuke acompañando el cabello azabache en sus mejillas, deslizándose por sus labios en un fino toque. (2)

Y se quedaron así, un buen rato supuso. Él entre los brazos de su Niichan hasta que la burbuja se rompió.

– ¿Qué haces dentro de mi habitación sin tocar antes, Gaara? – Una pregunta formulada con el tono mas helado que  haya escuchado.

I wish I had an angel (Desearía tener un angel)
For one moment of love (Por un momento de amor)

Notas finales:

*Es (y si no me falla el nombre) el primer libro que escribió Jiraya, de donde Minato tomo el nombre de Naruto.

** No sé si se entendió. Sasuke esta inclinado muy cerca del rostro de Naruto mientras lo abraza. Obviamente ambos siguen sentados en el suelo. Esta tan cerca que Naruto siente el cabello de Sasuke en sus mejillas, al mismo tiempo que la mano de Sasuke delinea sus labios (jujuju)

Tarde, muy tarde lo sé pero la inspiración no venia y no más no quería aparecer. Al fin la encontré jajajaja.

Y que Gaara encuentra a Sasuke con un Naruto adormilado en una actitud un tanto sospechosa. ¿Un hermano puede tratar a otro de esa manera? ¿Desde cuando Gaara estará parado ahí en la puerta viendo?

¿Y finalmente escuchamos a Sasuke decir te amo? Es un te amo en sentido familiar, o…

Debo decir que me encanto escribir este capitulo. Espero lo disfruten y no les defraude.

Les mando muchos besos y espero comentarios para ver que les pareció.

Chuu… ~ 


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