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Quemando Alas de Ángel por Hagane Yuuki

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Notas del capitulo:

Disfruten!

A leer se ha dicho!

CAPITULO 3:

Tenía 8 años cuando sucedió. Realmente no recuerdo muy bien que fue lo que paso, pero supe que era malo cuando ese día por primera vez,  vi la furia en los ojos de Sasuke-Niichan.

Sasuke-Niichan era sostenido por los hombros con fuerza por Itachi-niisan. Lo aferraba de una manera tan fuerte que temía que pudiera lastimarlo. Había gritos, Sasuke trataba de soltarse amenazando a Itachi-nii con palabras malsonantes. Ese día también fui testigo de cómo mi tranquilo Niisan perdía su temple.

Ambos forcejeaban moviéndose por la habitación de un lado a otro, Itachi-nii impidiéndole el paso a Sasuke cuando este logro zafarse.

 – ¡No te metas en esto Itachi! – Rugió niichan, sin quitarle la vista al “algo” Observándolo con su penetrante y fría mirada.

Oculte mis ojos en mis rodillas. Recuerdo estar en una esquina de aquella habitación, totalmente asustando y temblando.

No comprendía, o por lo menos mi infantil mentalidad no alcanzaba a entenderlo ¿Por qué de repente mis dos hermanos tan tranquilos estaban tan enojados? Comprendí que tal vez fue mi culpa cuando entre los gritos escuche mi nombre.

“¿Qué hice? ¿Qué hice?” Me lo cuestione por mucho tiempo.

Entre ese vago recuerdo, solo fragmentos vienen a mi esporádicamente. No sé si son reales o solo forman parte de otras de mis concurrentes pesadillas. Como neblina que no tiene forma.  Pero algo que puedo sentir con seguridad, es el miedo que me provoca.

Me cuestione durante un tiempo sobre esa memoria, en donde el amable hermano que alguna vez conocí desaparecía. En esa en especial yo veía con mis propios ojos como mi Sasuke-niichan se evaporaba para dejar en su lugar a uno totalmente diferente.

“Él nunca fue así”  Me susurraba una voz “Fue tu culpa que se volviera lo que es. Al igual que Itachi-niisan. Tú los trasformaste a ambos”  Y esas imágenes tan irreconocibles venían para restregármelo.

Un Sasuke oscuro que me lastimaba con su indiferencia, con sus actos que para el no eran mas que diversión.

– ¡Es suficiente Sasuke!

– ¡No estaré satisfecho hasta que este malnacido deje de respirar!

En mi recuerdo es de noche y Sasuke-niichan e Itachi-niisan se están peleando. Gritándole a alguien mas que se encuentra en esa habitación con nosotros tres.

~**~

Cuando escucho aquella frase de su hermano no pudo evitar que aquella imagen suya de él en el suelo temeroso apareciera.

– “¿Acaso le has dicho al Dobe del por que de tu aferrada obsesión de protegerlo de mi? ¿De su hermano?”

Apareciendo como un flash al ver la sonrisa divertida de Sasuke al notar su interés.

Sus ojos se llenaron de un miedo inexplicable. Mirando a Gaara para que le dijera a Sasuke que su intención solo era protegerle, no verle llorar más. Como muchas veces ya Gaara le había dicho a él. Pero aquel sentimiento solo se acrecentó cuando lo miro bajar la mirada.

¡No! No había nada detrás de aquello. No era un sentimiento oscuro como Sasuke decía. El Sabaku-no, era su amigo. Él no cambiaria como su niichan lo hizo, por que Gaara era diferente.

¡Lo era!

Por eso se lo haría saber al azabeche.

Obligo a sus piernas a dejar de temblar al igual que a sus manos, las cuales abrieron la puerta del automóvil negro. Por primera vez en mucho tiempo tendría las agallas de encarar a su hermano, lo haría por aquel amigo que le dio refugio de sus avasallantes sentimientos prohibidos. El único que no le juzgaría por tenerlos.

 ¡No permitiría que Sasuke pervirtiera su amistad con Gaara como lo hacia con todo!

– ¡No es cierto! – Grito a todo pulmón, bajando del auto para quedar enfrente de este.

Todos se quedaron estáticos ante sus palabras. Observándole con sorpresa, no esperándose aquello. Su corazón latía desbocado, y su respiración se volvió irregular. Realmente no sabía lo que hacia, el mirar como todos los presentes concentraban sus miradas en su persona solo lo estaba cohibiendo y mas la mirada molesta de Sasuke, que se fruncía en un notable gesto de desacuerdo que no tardo en expresar.

– ¿Qué no es cierto Naruto? – Su voz se torno mas grave, amenazante.

– ¡N-no es oscuro ni retorcido! Gaara nunca haría algo que fuera malo… no es… ¡No es como tú!

No debió decirlo, nunca sintió mas miedo con la mirada de Sasuke que aquella que le lanzaba… no estaba esa, la de su recuerdo. Ambas miraban de manera despreciante y furibunda. Instintivamente se hizo para atrás, como si Sasuke le estuviera acuchillando. Todo el valor que había reunido para defender a su amigo se esfumo con inusitada rapidez. Deseo nunca haber escapado de casa ni llamarle a Gaara,  no regresar a casa esa maña ir a clases y tener su rutina diaria. No preocuparse por una tonta nota y mantener las expectativas de su familia, lo que su apellido exigía.

No debió haber abierto la boca en primer lugar. Era tarde para volver al pasado y corregir un simple error como no olvidar un simple cuaderno.

La puerta del auto toco su espalda, chocando con ella. Era realmente irónico que una escena como esa, de la pobre victima acorralada por el asesino le sucediera a él, solo que Sasuke no era un acecino o por lo menos hasta ahora las miradas no mataban. O tal vez si por que su corazón en cualquier momento se detendría por el miedo.

–Y-yo no…– No serviría de nada excusarse, pedirle perdón por algo que no comprendía.

– ¿No es cómo yo? – Sasuke cubrió sus ojos con una de sus manos, levantando la mirada observando el cielo. Un débil sonido que escapaba de su boca, que se trasformo en algo que sin duda nadie de los presentes esperaba.

Sasuke reía de manera tan escalofriante que los vellos de cualquiera se erizarían. Una risotada loca que alerto a todos.

Cuando el azabache dejo de reír, Naruto deseo no haber nacido.

–Estas equivocado Naruto, y te lo voy a demostrar.

I´m going down so frail ´n cruel (Me estoy volviendo tan frágil y cruel)
Drunken disguise changes all the rules (El disfraz de ebriedad cambia todas las reglas)

 

~**~


Una fuerte mano se cerró en su muñeca, apresándole tan fuerte que dolía, pero palabras de quejas no salían de su boca. Estaba aterrorizado como si Sasuke le hubiera petrificado. Era consciente del por que de su debilidad cuando se trataba de su hermano. Serlo a cualquier cosa que este hacia. Era lamentable pero era así.

Esos sentimientos en su pecho le volvían alguien que no quería ser, Sentimientos que no deberían estar albergados ahí.

Fue empujado con brusquedad dentro del auto de nueva cuenta, pero esta vez no hubo nadie que impidiera que Sasuke subiera al auto y arrancara con velocidad dejando a todos igual de asustados que él.

Miro a Kakashi que era amigo de la familia desde hace mucho, mirarle partir con miedo en su tez. Gritándole al viento al azabache al notar sus intenciones.

Su hermano  apretaba el acelerador a fondo, entrando en la autopista en unos solos segundos. Era consciente de que algo malo pasaría y no estaba seguro de salir muy bien librado de ello.

Busco en sus bolsillos su celular. Estaba aterrorizado y solo con Sasuke en kilos de acero que se movían a una velocidad nada legal ni segura. Si no se estrellaban seria un milagro.

– ¡Acaso estas loco! ¿Quieres matarnos? – Aulló desesperado, al darse cuenta que su mochila y su celular yacían en la casa de Gaara.

En este tipo de situación ¿A quien podría recurrir con su celular? ¿A quien llamaría? Su única persona había quedado con la mirada gacha kilómetros atrás, vencido por unas palabras que ahora no se molestaría en tratar de procesar.

– ¡Detén el auto! – Suplico – ¡Por favor Sasuke-niichan, detén el auto! – Grito con lágrimas en los ojos, llorando suplicante desde el asiento del copiloto. 

Pero Sasuke no se detenía, al contrario aumentado mas la velocidad mientras su llanto se volvía descontrolado.

 – ¡D-detente! ¡Detente! ¡Detenteeeee! – En el último grito El azabache detuvo el auto.

–Sal– Escucho con tono seco desde afuera.

Abrio sus ojos que en algún momento en el camino se cerraron. El hermosos zafiro estaba opacado, rojos. Levanto su mirada solo para encontrarse con la fría expresión de su hermano señalándole con un leve movimiento de cabeza que no esperaría a que saliera por su cuenta.

Sasuke le jalo sacándolo con un rudo movimiento.

– ¿D-donde estamos? – Pregunto con voz temblorosa.

No reconocía el lugar. Erróneamente creyó que su hermano le llevaría a casa para gritarle y tal vez agredirle físicamente una vez en ella, pero este lugar no se encontraba ni remotamente cerca.

Miro su alrededor con pánico. Las calles se encontraban desérticas, y aquello tenia sentido. Era muy noche como para que alguien se encontrara caminado por ahí.

–Cúbrete con esto– Ordenó Sasuke, colocándole una gabardina que había sacado de la cajuela. Le quedaba grande y cubría su uniforme como suponía era lo que deseaba su hermano.

Supo por que Sasuke hizo aquello cuando enfrente de él un imponente edificio de tal vez 30 u cuarenta pisos se elevaba.

¿Por qué estaban en un hotel y no en casa? Seguramente por la forma en que se lo llevo de la casa de Gaara, no quería ser seguido.

Una parte de su alma se sintió relajada, por leve atisbo de tiempo -En lo que entraban en el hotel y les daban su habitación- se sintió a salvo. Comenzó a creer  que sus especulaciones de en donde podía sentirse a salvo estaban completamente mal. Tan solo estuvieron frente a la puerta aquella habitación, la seguridad que sentía de estar en un lugar con gente se fue por el drenaje.

Fue empujado con rudeza al interior de la habitación, la puerta fue cerrada con llave y la luz no fue prendida. El pánico se apodero de su cuerpo cuando su hermano comenzó a asecharlo, mirándolo como si quisiera devorarlo.

–¿S-sa..Sasuke-ni…?– Su pregunta murió en su garganta cuando sus labios fueron sellados. La lengua de Sasuke se encontraba dentro de su boca, moviéndose con maestría.

Su cuerpo fue guiado hasta la cama y tumbado ahí, apresado entre las suaves sabanas de algodón y el fuerte cuerpo de su hermano.

~**~

Por lo general un niño tiene un instinto cuando algo no anda bien. Cuando nota lo oculto de tras de una sonrisa. Tienden a apartarse, pero si es alguien que conoce la confusión se apodera de ellos.

“Esta mal, pero esa persona es alguien que quiero” “Es alguien cercano” “No me lastimara”

Pero a pesar de tratar de convencerse a si mismos ese “Algo” que les dice que esta mal sigue ahí, asiéndose mas fuerte conforme lo oculto comienza a revelarse.

El rechazo viene cuando el niño se siente amenazado.

Trataran de alejarse de aquello que les da miedo.

¿Pero que pasa cuando su lugar seguro deja de serlo?

Esa persona confiable no les dará la seguridad que ellos requieren para alejarse de “eso” que da miedo.

Probablemente sean engañados por esas palabras mentirosas.

–“No te lastimare, Naruto”

– ¿Gaara-san?

~**~

– ¡No te atrevas a tocarme! ¡No soy una de tus putas!

I wish I had your angel tonight (Desearía tener tu ángel esta noche)

Notas finales:

¡Yey! ¿Cómo están? Aquí yo con un nuevo capitulo, algo corto y rapidin pero algo es algo.

Muchas gracias a todos por sus comentarios, me alegran mucho el día.

Bien creo que tenemos una idea leve de que fue lo que sucedió con Gaara hace 6 años. Sasuke no siempre fue un bastardo. Y ¿Qué pedo con Itachi? Jojojo lo averiguaremos pronto.

Espero sus comentarios.

Bien me despido les mando muchos besos.

Nos leeremos pronto.

Bye, bye.


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