Capítulo 10: El primer domino.
-Dis-Disculpa…-murmura el analista arrastrando sus palabras- disculpa molestarte tan tarde, yo… no podía dormir- dice bajando la mirada fijando su vista en cualquier otro punto de la habitación que no fueran los ojos del joven frente a él. El cual estaba en desconcierto, después de guarda un rato de incomodo silencio el adolecente se decidió hablar.
-No se preocupe…-dice en apenas un pequeño susurro, siguiente a estas palabras el muchacho sello lo que pasaría ahora en adelante, con una simple oración dejo caer la pequeña bola de nieve desde la punta de la montaña más alta. Una simple oración desencadenaría una secuencia de hechos que conducirían su vida bien posiblemente a un inminente desastre o bien podría ser una caída en un colchón de plumas en un hilo de voz muy bajo para no despertar a la más pequeña de la casa pronuncio; - ¿Desea pasar…?
-S-si…-murmura el analista controlando sus nervios, volviendo unos pasos más atrás la razón del insomnio de este psicólogo era por la “tentación” de tener tan cerca a ese muchacho, con solo caminar a unos seis pasos llegaba a la habitación de ese adolecente, con solo caminar un poco estaría al frente de la puerta de una fantasía que había ocupado su mente desde ayer en la noche, ¿era lo correcto?, claro que no. ¿Le importaba?, por supuesto que no. Regresando a los hechos, ahora se encontraba sentado en la cama del joven siendo iluminado por la suave luz de la lámpara de noche que tenía esa habitación, a su lado sentado estaba el adolecente, con su cabeza baja mirando el suelo sin despegar su mirada de él.
-¿Sabe…?- murmura por fin el adolecente después de varios minutos en silencio- Tampoco podía dormir, mi cabeza esta en otro lado últimamente. No puedo concentrarme en nada más, simplemente no puedo…-murmura cerrando sus ojos- y…- ahorrando valor trago en seco y apretó con fuerza la tela de las sabanas- Tiene que ver con usted…-el analista quedo helado y solo observo al adolecente sin decir nada- No he podido dejar de pensar en ese beso, no me he sacado de la cabeza…-el chico se voltea viendo a su psicólogo a los ojos- no me he sacado de la cabeza la idea de….¡Volver a besarlo otra vez!....-lo mira a los ojos y sin titubear toma el rostro del desconcertado adulto- Perdóneme, pero necesito hacer esto, si quiere puede echarme de su casa después…-se acerca y planta un beso suave en los labios ajenos, el contacto fue inesperado y repentino, el analista solo se quedó paralizado sintiendo la escurridiza lengua del chico introducirse en su boca haciendo aquel roce profundo y placentero.
Los minutos pasaron y el roce se mantuvo un buen rato, hasta el analista demando aire y aparto de forma brusca al adolecente, este se levanta dando unos pasos hacia atrás con su mirada gacha. Hubo un verdadero e incómodo silencio entre ambos un buen rato, hasta que el muchacho soltando un suspiro muy pesado se da la vuelta y toma su chamarra del escritorio y se la coloca.
-Ya me voy, no me volverá a ver….-susurra el adolecente emprendiendo la camina para irse de allí, pero antes de dar un paso fuera de esa habitación siente como alguien sujeta fuertemente su muñeca. Sorprendido se voltea y ve al analista sujetando fuertemente su muñeca- Y-Yugi-san…
-Yami-kun… No te vayas, no quiero que te vayas…-murmura el analista mirando los ojos de ese chico- tampoco he dejado de pensar en ti, tu eres mi insomnio…- el psicólogo toma el rostro del chico y vuelve a besarlo en un nuevo beso apasionado y lleno de lujuria, abraza sus caderas y el chico hace lo mismo con las caderas del analista. Sus lenguas bailaban una danza exótica y erótica, acercando cada vez más sus cuerpos y sus pieles, poco a poco dieron marcha atrás los pasos y cayeron juntos en la cama, con aquel chico encima del analista sus manos recorrían sin pena y sin tapujos el cuerpo de aquel adulto, analizándolo y memorando cada parte de su cuerpo sobre la tela de la pijama. Mismo hacia el psicólogo con la espalda del chico, sus dedos fríos seguían cada línea tersa de la piel color tierra de aquel muchacho.
-Ah…-se separa nuevamente por el aire aquel analista mirando los ojos rojos de aquel chico- Yami-kun…
-Solo dime Yami…-susurra el muchacho mientras levanta la camisa del analista- Ya no soy un niño, Yugi…-baja y comienza a lamer uno de las tetillas del analista mientras apretaba y jala la otra con sus dedos- Mm…
-Agh…-Los jadeos silenciosos comenzaron a salir de su boca, hecha para atrás su cabeza apoyándola en la almohada sonrojada con suma fuerza- Ah… Yami... Aaagh…
-Mmm…-el chico chupaba con fuerza su tetilla y apretaba con fuerza el otro con sus dedos haciendo presión, desliza su rodilla a la intimidad de aquel adulto y comienza estimularla haciendo presión y moviéndola- mmm…
-Aah…-un gemido se escapaba seguido de varios jadeos, su cuerpo se estremece bajo aquel chico, temblando ligeramente y aferrándose más a la espalda de ese muchacho- Aaahh...
-Shhh…-el chico alza la cabeza mirando al analista- No querrás que Mana se despierte, ¿o si?...-aquel muchacho sonríe de lado con un toque pícaro y travieso, vuelve a bajar la cabeza y jala sus dientes la tetilla del adulto mientras aumentaba la presión con su rodilla, moviéndola de forma rápida.
-Agmm…-muerde sus labios tratando de controlarse- aghm, no puedo evitarlo…ahmmm…tocándome de esa forma, ahmmm yo….ahmmm….-los gemidos se ahogaban en su garganta, suavemente alza su rodilla y comienza a estimular el miembro del chico- ahm… quiero, aahmm que Yami también se sienta….ahmmm…bien…
-Aghmmm….-jadea el adolecente, mira de reojo al adulto y se separa de su pecho- eso es injusto…-murmura el adolecente con sus mejillas rojas- aaaghmm….Yugi, quiero sentir tu mano…-toma la mano de su psicólogo o mejor dicho su nuevo amante y la pone sobre su intimidad, hace lo mismo con su mano colocándola sobre la intimidad del adulto- Yugi estas muy duro…-comienza a estimularla, apretándola y acariciándola por sobre la ropa.
-Aaaah….tú...ahmm también yami….-comienza estimular le miembro de chico de igual forma, lentamente ambos bajan sus pantalones hasta las rodillas y acercando descaradamente sus cuerpos, estimulando al contrario. Hasta que el adulto se acercó más al cuerpo ajeno haciendo que ambos miembros se rozaran, gemidos, jadeos y alaridos de placen salían de las bocas de ambos mirándose directamente a los ojos, besándose de vez en vez ahogando gemidos y uno que otro jadeo. Una mano escurridiza perteneciente al chico va hacia la entrada del adulto y suavemente mete dos de sus dedos comenzando a moverlos.
-Ah…-suelta un pequeño gemido de dolor, más no se preocupa en detener al chico, es más abre un poco más sus piernas y comienza a estimular más rápidamente al muchacho- aahmm…
-Aaaagh, yugi…-el muchacho mueve más frenéticamente los dedos sin dejar de estimular al adulto moviendo su mano más rápidamente, la mano libre del adulto se aventura bajando al trasero del chico, esta introduce dos dedos en su entrada, provocando algo de dolor en el muchacho- aaahm! Yu-yugi!...ahmm…-muerde un poco sus labios.
-Ca-Calma pronto se sentirá bien…-murmura el adulto comenzando a mover sus dedos al ritmo que movía su mano más frenéticamente. Los gemidos aumentaban y eran cada vez más sonoros y escandalosos, ambos tenían sus piernas levemente abiertas, la respiración era cada vez más dificultada y pesada. Estaban al borde del éxtasis y placer, dejándose llevar por el placer y la locura, aferrados al contrario, gimiendo los nombres del contrario idos de esa realidad sumergiéndose en el aditivo sabor de lo prohibido.
Y en medio de ese ensueño de lujuria….
Resuena una voz inocente…
-Papi…
El psicólogo se detiene bruscamente y se levanta colocando al adolecente a un lado de la cama, su pequeña hija de tres años estaba parada bajo el portal de la puerta, con sus ojos entrecerrados sosteniendo un pequeño oso de peluche. Ambos tenían sus caras completamente roja y las preguntas habituales resonaron en sus cabezas “¿Hace cuánto ha estado ahí?, ¿Qué habrá visto?, ¿Cuándo se despertó?...”
-Papi…-vuelve a decir la niña con voz adormilada- tuve una pesadilla, ¿puedo dormir contigo y Yami-chan?...
-Eh…-el analista se queda pensado que decir y luego mira a Yami, este lo mira a los ojos sin saber que decir o hacer- No… no hijita, Yami le gusta dormir solo. Vamos a mi cuarto…
-Esta bien….-murmura la niña la cual lentamente se encamina al cuarto de su papá.
-Ah…-el chico suspira y comienza a acomodarse la ropa, de repente el adulto toma su rostro y lo besa cortamente en los labios sorprendiéndolo- Yu-Yugi….
-Mañana tengo el día libre, Mana tendrá su primer día en la guardería. Tendremos la casa para nosotros…-murmura viéndolo levemente sonrojado- Buenas noches Yami…-lo besa cortamente en sus labios, se levanta y se va de la habitación cerrando la puerta tras él. El chico sonríe de lado y se acuesta en la cama mirando el techo.
-Tal vez esto no esté bien…-murmura cerrando los ojos.
Pero…
¿Eso en verdad importa?...