Capítulo 7: ¿Una simple petición?...
¿Había escuchado bien?...
¿Un… beso?...
-¿¿Eh??-El analista se levanta rápidamente de su silla dando un paso atrás mirando sorprendido al adolecente- ¡¡Yami, sabes que no puedo hacer eso!!-le dice el psicólogo mientras un ligero sonroje aparece en sus mejillas- ¡¡está muy fuera de mis limites!!
-Yugi-san, cálmese…-murmura el adolecente, en un aire extrañamente tranquilo-Es… solo un favor, vera…-el chico baja la mirada- últimamente… me he sentido un poco confundido, en mi familia un primo mío y dos de míos tíos son homosexuales…-murmura en un tono bajo de voz- nunca le he tomado importancia hasta ahora. Me he sentido confundido y una duda ha comenzado a resonar en mi mente… -susurra- ¿Cómo sería estar o besar a un hombre…?....
-Comprendo tu confusión, pero yo no puedo aclarar tu duda…-murmura bajo- soy tu psicólogo, no puedo pasar ese límite. Lo lamento mucho Yami…
-Por favor Yugi-san…-murmura mirando de forma suplicando al analista- Solo es un beso, no puedo pedírselo a nadie más. Si lo hago se burlaran de mi hasta el final…-susurra en un tono de súplica- Es un simple beso, nada más…
-….-El analista se queda en silencio suavemente, se quita los lentes y masajea su entrecejo un rato. Suelta un fuerte suspiro y relajo sus hombros, se puso nuevamente los lentes y miro fijamente al adolecente frente a el- Si… solo es un beso…. –murmura el analista difícilmente- No creo… que… haya muchos problemas, sino se repite.
-Yugi-san…-murmura mirándolo sorprendido-Gracias…
-No me agradezcas, que sea rápido…-se pone frente al chico, a milímetros de los labios del chico, mirándolo fijamente a los ojos con una mirada serena.
-…-El adolecente se sonroja suavemente, mirándolo los ojos de su analista. Trago en seco y apretó sus puños; tomando fuerzas- A-Allá voy…-murmura, sin darle más retrasos se inclina suavemente hacia adelante juntando sus labios con los de los analista. Explicar con palabras lo que sintió el adolecente sería como explicar un poema de Poe o como dar sentido a una de las obras finales de la mente suicida de Van Gogh. Con solo decir que el corazón del chico aumento su ritmo donde talaba en sus orejas y su respiración se hizo dificultosa. Sus pensamientos era incoherentes y sus piernas temblaba.
Una sensación que jamás había sentido…
Una sensación…. Nueva…
El analista a los segundos intenso separarse, pero el chico lo tomo sorprendido cuando esté toma suavemente los hombros del analista acercándolo a su cuerpo. No supo cuándo o cómo, pero el beso se hizo de a poco un tanto intenso, el analista entro en un estado de shock cuando la lengua del chico se infiltro descaradamente en su boca. Su cálida lengua exploraba cada pequeño rincón, lamiendo todo lo que se le encontraba. Sus dientes, su paladar y se enreda sin descaro a la lengua ajena. El aire faltaba, pero el analista no podía separase. El chico no lo dejaba, es más aquel adolecente mantenía cerca el cuerpo del analista hasta el punto de lo atrevido. Sentía el cuerpo del adolecente contra suyo, sin ningún espacio entre ambos, sintiendo hasta los latidos acelerados del adolecente, debido al roce de sus cuerpos el analista soltó un pequeño jadeo intencional en ese beso “prohibido” entre psicólogo y paciente.
No supo si fueron segundos o minutos, no supo cuánto tiempo transcurrió. Solo tuvo consciencia del tiempo cuando se separaron, el analista estaba recuperando un poco el aliento, un hilo de saliva unían sus labios. El analista miraba sorprendido al chico el cual respiraba agitado, sus mejillas estaban manchadas de un carmín suave tenía sus ojos entreabiertos mirando atentamente al analista con una mirada algo confusa para el psicologo.
-Ya…yami…-murmura bajo mirándolo.
-….-el adolecente parece despertar de su sueño, rápidamente se echa para atrás apartando su mirada. Sus mechones tapan sus ojos, pero aun ese sonroje estaba pintando en sus mejillas-Gracias Yugi-san, lamento si le incomode…
-No te preocupes…-murmura el analista mirando a otro lado- bien, tratemos de pensar de que esto jamás paso… -dice de forma firme el analista- ¿Seguimos con la sección, por favor?...-mira firmemente al adolecente.
-Es-está bien…-murmura el adolecente, mientras se sienta en la silla frente al escritorio del analista, con su mirada-“Sé que él dijo que lo olvidara…”-piensa el adolecente cerrando sus ojos suavemente- “Pero no sé si pueda hacerlo…”
….
El reloj marcaba las dos y treinta de la mañana, era la quitan vez que se removía en su cama. Aquel adolecente no podía dormir, eso no era nuevo pero esta vez… sabía el porqué de su falta de sueño. Ese beso, ese beso que tuvo con su analista. Desde que paso no dejaba pensar en esa gama de emociones que sintió en su pecho, no podía dejar de pensar en los labios del analista, en lo suave que eran, en su embriagante sabor y por sobre todo el calor. El calor que transmitía el cuerpo de ese psicólogo.
-Su olor…-murmura- Su respiración, su calor y su piel…-murmura el adolecente- los siento, a flor de mi piel los siento…-aprieta un poco sus dientes- Me frustra, pero a la vez me calma…-susurra y se acomoda más en la cama- deja de latir así…-murmura el chico, refiriéndose a su corazón acelerado- ya basta... –murmulla- basta…
“Ahora dudas que jamás me han atormentado antes, me están atormentando ahora… “
“¿El pensara en ese beso en estos momentos?...”
“¿El sintió algo cuando me beso?...”
“… ¿El pensara en…mí?...”
“Estas preguntas jamás me han atormentado, hasta ahora. Es insoportable ver cómo me atormento por esto, siento que la respiración me cuesta. Que mis latidos sean así de fuertes y molestos, quiero que se detenga. Que mi corazón se detenga para siempre, así no recordare esta sensación, así olvidare para siempre la sensación de sus labios sobre los míos. Dormir eternamente….”
“No se oye tan mal…”
Este tormento mental estuvo con el chico durante unas horas más hasta que el sueño por fin lo arropo, pero creyendo encontrar paz en sus sueños, encontró todo lo contrario. Después de contemplar un vacío oscuro, su mente comenzó a formar las primeras imagines de un sueño. Pronto reconoció el lugar donde estaba parado, el consultorio de su psicólogo. Totalmente desolado, silencioso. No sabía cómo había llegado allí, miro hacia los lados buscando a alguien conocido hasta que de la nada aparece, sentado donde siempre; su psicólogo. Mirándolo con una mirada serena y tranquila.
-Yugi-san…-murmura el adolecente mirando incrédulamente al psciologo- ¿Qué…?
-Yami…-llama el analista con voz tranquila- Me alegra mucho verte, necesito hablar contigo….
-¿Eh…?-el adolecente parpadea un par de veces mirando al psicólogo sin comprender nada- ¿Pero… que pasa aquí?....
-Yami…-el analista se levanta de su silla y se acerca lentamente hacia el chico, hasta estar frente a el- No he dejado de pensar en ti desde que me besaste…-murmura- no he podido ni siquiera dormir…
-¿En… serio?...-murmura el adolecente mirándolo sorprendido- yo… tampoco… -susurra- Yugi-san, no he dejado pensar en usted…
-Me alegro de escuchar eso, Yami…-toma el rostro del chico mirándolo a los ojos, con una sonrisa un poco ¿sensual?- No he dejado de pensar en el sabor de tus labios…-aquel hombre pone la punta de sus dedos en los labios de Yami acariciándolos suavemente- tan suaves…-murmura bajo mirándolo con una mirada un poco ¿indecorosa?- me tientan…
-¿Yugi-san…?-murmura sonrojándose- ¿Qué….?
Sin mediar palabras, el psicólogo toma posesión de los labios del adolecente besándolo de una forma que quitaba el aliento. La escurridiza lengua del psicólogo se deslizaba sin pena ni vergüenza por toda la boca del chico, llevándolo a un maremoto de emociones y sensaciones desconocidas y sin darse cuenta… cae lentamente en un abismo.
No sabía con exactitud cómo pero ahora estaba en un sofá, recostado con el analista encima de él. Besándolo con pasión, cuando el aire hizo falta se separaron por un momento, el chico respiraba agitado mientras el analista lo miraba con lujuria. Pronto aquel adulto quito la camisa del chico mandándola lejos, la lengua del psicólogo sin pena alguna lame descaradamente las tetillas del adolecente mientras una mano indiscreta comenzaba acariciar la zona intima del chico por sobre la tela de su jean.
-Aagh…-el chico sin querer comienza a gemir, se sentía en verdad excitado como nunca antes. El chico no comprendía bien que pasaba pero tampoco deseaba saberlo, la lengua de aquel analista era caliente y suave, se sentía muy bien sobre su piel- Aaaghhm Yugi-san… aAaghh…-gime fuertemente cerrando sus ojos totalmente ido en las sensaciones de su piel.
Lentamente el adulto baja hasta el miembro del chico, en ningún momento quitaba su mirada lujuriosa de chico, su boca indiscreta muerde por sobre la tela de jean el miembro del chico provocando que este gimiese con fuerza y se arqueara un poco estremeciéndose suavemente.
-¡Aaagh, yugi-san no…!-gime con fuerza el chico aferrándose a la tela del sillón- aaaahjmm….
-MMmm-el adulto saca el miembro del chico y lo pone enteramente en su boca, comienza a subir y bajar chupando suavemente su miembro apretándolo entre sus dientes provocándole al muchacho un fuerte escalofrío en la espalda del chico.
-AAahmm, no… aaaaham …yugi-san…-gime fuertemente aferrándose al sillón- se..aaahm siente muy bien..aaaahm….
El analista sigue en ese ritmo un rato, hasta que lo acelera. Chupaba y mordía el miembro del chico con desesperación y desenfreno provocándole un enorme placer al chico, el cual con cada segundo perdía más el control, el joven se estaba perdiendo en sus pensamiento sin darse cuenta estaba por llegar al clímax.
-Yugi-san, aaahm…. apartese…yo…aaaahm-hablaba entre gemidos y jadeos el pobre chico tratando de avisa estaba llegando al límite- Yugi-san, aaaahmm…¡¡¡Yugi-san…no aguanto…AAAaaaaghmmmm!!!!....-gime con fuerza arqueándose completamente derramando su esencia en la boca de su psicólogo- aahmm…lo….siento…aahmm….
-No te preocupes…-dice el analista mientras se tragaba toda la esencia del chico, sin pena alguna quita los pantalones del chico subiendo las piernas de este a sus hombros colocándose justamente entre sus piernas-… llegare hasta el final contigo…yami…
-¿eh…?...-escucha como el psicólogo se baja lentamente el cierre de su pantalón- no… Yugi-san….-Siente algo entrar en su entrada, algo muy grande- ¡¡¡AAaghmm!!!....
….
-¡¡aAAAahmm!!!-el chico se sienta en su cama, respirando agitado y excitado, su cuerpo sudaba y se estremecía, sin perder tiempo miro hacia abajo y miro sus pantalones, entre sus piernas se deslizaba un líquido blanquecino que el reconocía perfectamente, respirando agitado comenzó a cobrar consciencia de lo que había pasado en sus sueños.
No puede ser….