Si se le pidiera que se definiera, Oliver diría que es un chico directo, sincero, algo vago, temperamental, un experto manipulador, un lobo disfrazado de una tierna oveja, y un gay al que le gusta vivir la vida a cada instante.

Y si a Benji se le pidiera que se definiera, diría que es un chico serio, amable, muy posesivo y celoso de lo que es, o cree que es suyo, al que le gusta divertirse con sus amigos y ligarse a alguna chica de vez en cuando.

Es cuando se les pide que definan al otro, cuando la cosa cambia por completo. Mientras que para Oliver, Benji es simplemente lo peor que ha tenido la desgracia de conocer; éste se da cuenta de que el pelirrojo ha logrado poner su mundo patas arriba en un instante, haciéndole dudar incluso de su propia sexualidad al verse necesitado de que esos ojos marrones le miren sin todo ese odio de por medio.

Por otro lado, Daniel, el mejor amigo de Oliver, ve que el amor llama a sus puertas en forma de un joven veinteañero que parece estar obsesionado con él.

Porque, después de todo, el amor y el odio sólo son puntos de vista diferentes.

Aviso a nuevos y viejos lectores: lean el aviso del capítulo 48 antes de empezar la lectura. Gracias.

Además, podéis encontrar la versión actualizada de la historia en este link: http://www.amor-yaoi.com/fanfic/viewstory.php?sid=163383