Las historia de dos chicos que gracias al destino y a un arbol sus camino se cruzaran...

Un hombre con una vida tranquila, a su parecer no necesita nada más, pese a sus treinta años es bastante ingenuo, pero la llegada de un chiquillo a su vida, hará que todo se vuelva una pequeña montaña rusa.

Yume ha vuelto a hacer de las suyas, no dejará vivo al excéntrico de kureru.

Otra victima del afamado seductor empedernido

 “Artes de Seducción”

la vida es buena, aunque sea corta

En un mundo diferente, en el año 2013, en el reino de Las 8 rosas de sangre, dos jovenes:

Rio Fujiwara, de 18 años enfermo de tuberculosis. Heredero de una de las familias mas importantes. Y Rey Takajashy, heredero de una de las familias Yakuza mas importantes, se encuentran, y sin darse cuenta se enamoran el uno del otro.

Apartir de aque, comienza una historia de amor apasionante y con un toque un poco tragico, donde se les presentaran muchos obstaculos.

" ¿Es así como se presenta un egoísta ? "

-          Señaló dentro de la lúgubre tienda, un tipo de persona poco común de toparse por las calles, llevaba el cabello en tono negro, largo ... un poco más debajo de los hombros, lacio, ropa de cuero exageradamente pegada al cuerpo ¿color? Igual que su cabello, la misma estaba integrada por correas, hebillas y cinturones en toda la extensión, botas con leve plataforma y de actitud bastante burlona. Miraba todo de manera casi obscena sin quitar cierta sonrisa de su rostro, que dejaba ver claramente un implante de colmillos de cada lado.

Emil (quien sólo confía en él) vive una monótona vida rodeado de lujos, a los cuales no da tanta importancia. Pronto, conoce a Enzo; empedernido mujeriego, un verdadero vago, pero excelente jugador de futbol. Sus rutinarias vidas cambiarán por el simple hecho de conocerse.

nota: si leen el capítulo, firmen alguna opinión, por favor ^ ^

No, no soy el tío más enrollado e interesante de todo este puto y podrido mundo decadente. No, tampoco tengo súper poderes ni puedo convertir a la gente en cabras montesas. Mi nombre no salió en la CNN, ni siquiera en el puto periódico local. Y mi mente no es el lugar más sano del mundo—su estancia os promete vómitos a mansalva y un asco general por la vida y por cualquier cosa orgánica--. Sólo soy un tío que se aburre y que se pasa el día pensando en lo divertido que sería pegarle fuego a esa cárcel, ejem, instituto. Y resulta que voy a ir al infierno por maricón.

NOTA PARA LOS LECTORES: el fanfic está detenido por el momento. Mi ordenador se suicidó del todo y ya no tengo desde dónde escribirlo. Muchísimas gracias por haberlo leído hasta ahora y espero volver pronto.