Ya estaba a punto de salir de su departamento para ir rumbo a la mansión Uzumaki con el fin de encontrarse con el primogénito de la familia y charlar unas cuantas cosas que ambos tenían discutir y dejarse al tanto.
La razón por la que no se había movido de la vivienda perteneciente a su difunto abuelo se debía a dos motivos, uno era que quería estar lo suficientemente claro en sus próximos movimientos después de que todo salió a la luz pública y para conseguirlo necesitaba pensar, eso era en un comienzo, lamentablemente toda clase de pensamientos del acaudalado directivo quedaron consumidos por sentimientos de culpa e incomodidad generados por los recuerdos que se rememoraron luego de haber hablado con Itachi; el otro punto que lo retuvo de volver a su casa era el hecho de que había llamado a su casa preguntando por el estado de su esposa, con lo que la sirvienta le dijo "a pues... está en su habitación y no ha salido, pero se escucha que está ocupada, como si estuviera moviendo ropa ¿quiere que le vaya a preguntar qué hace, Señor U...?" no le había dejado terminar cuando ya le había colgado a su empleada, y es que en esos momentos no se sentía con ánimos de mostrar una falsa cordialidad con sus súbditos.
Había que destacar que luego de tantos años de convivencia, en y antes del matrimonio, cortesía de su abuelo Madara por afianzar bien un matrimonio predestinado, había logrado entender varias cosas de su cónyuge, las cuales habían sido muy útiles para mantener un ambiente familiar de tranquilidad y control, además de poseer la valiosa característica de no interferir en su ajetreada vida como jefe de la firma automovilista más importante del país, y sin alardear podía comentar que encabezaba la lista de las más prestigiosas en el continente. Eso era algo que ningún hombre con una familia problemática podría hacer y se sentía orgulloso de eso. Lo único malo que se acumulaba con los años después de haber vivido en un matrimonio monótono sin roces, donde uno dominaba y el otro se sometía por propia voluntad con la tácita condición de obtener un amor fiel y con el aderezo de la estabilidad como garantía, era que se te hace imposible conocer la potencial reacción que afecte a tu pareja si es que ese pacto se llegara a romper, ya que no existen antecedentes que te puedan guiar, con lo que ignoras a lo que te enfrentaras.
Aunque el peligro era latente, debía aceptar que la discreción y el desapego por la "sociedad amante del cuchicheo" de su esposa eran algo que había considerado aceptable y apreciable, con lo que podía albergar con algo de argumento que su señora no intentaría demacrar más su imagen públicamente después de lo ocurrido, ya que saldría igual o más afectada que él. Sería mejor no perturbarla y dejarla hacer lo que ella quisiera, darle su espacio y no asomarse ante su presencia hasta que supiera cómo dar solución a eso de la manera más prudente posible.
Le urgía hablar con el rubio, aunque no le gustara admitir la imprevista dependencia a otro ser humano que estaba experimentando en esos momentos, le agradaba saber que se lo podía expresar sin dar explicaciones o con el peligro de que este se alejara.
Ya nada podía evitar que se acercara al ojiazul. A su rubio.
Ahora debido a eso tenía tantas complicaciones con su imagen pública... y lo que encontraba preocupante era que no le importaba.
---------------------------------------------------------
Yondaime había entrado a la sala de juegos para hacerle un poco de compañía a su hijo y enterarse de la conversación que había compartido con el menor de los Uchihas, pasando por alto lo que había escuchado antes, ese era tema de su hijo y de nadie más.
-bueno al parecer las cosas no terminaron tan mal, me alegro que hayas sabido controlar la situación Naruto- pasó uno de sus brazos por los hombros de su muchacho, le era casi imposible no tratarlo como a un pequeño y es que él era la persona que más importaba en su vida. Lo remeció un poco a modo de apoyo y cariño, a la vez que recargaba su cabeza en la de su hijo, manteniendo el reconfortante apretón en los omóplatos del ojiazul- por cierto, no hemos tenido el tiempo de conversar desde que llegué de Francia. Allá me llamó Kakashi avisando que en una semana volvería con una gran sorpresa, me parece que tiene que ver algo en conjunto con Iruka-san- dijo en son de cambiar los aires de estrés en el ambiente esperando que Naruto lo tomara con su característico entusiasmo.
- que bien que regresen, ya estaba extrañando la presencia de mi tío Iruka en el restaurant- dijo más feliz mostrando real entusiasmo por la noticia- en todo caso este último tiempo he dejado un poco olvidado Ángeles Culinarios, pero de ahora en adelante retomaré el rimo al que estaba habituado anteriormente ttebayo- finalizó con una radiante sonrisa.
- me alegra que estés así de comprometido con tu negocio, pero ¿crees que sea prudente exponerte de esa manera aparentando que nada a pasado después de lo sucedido esta noche? Lo más posible que mañana se pasee uno que otro reportero por tu restaurant- no le parecía del todo que su hijo se presentara en su trabajo, en su lugar hubiera optado por alejarse de la mirilla de las masas e ir directamente a querellarse con los responsables por perjuicios a la imagen, que era lo más sensato en esos momentos.
-no te preocupes ya que lo pensé bastante y llegué a la conclusión de que sería peor no dar la cara y dejarles que continúen sus rumores, además Fugaku-san nos dijo que ya lo tenía todo controlado-
- pues por lo que he visto esta noche, esos periodistas están bastante más controlados por su trabajo que por lo que hubiera hecho Uchiha con respecto al tema, hijo ten más cautela y si no cambias de parecer con respecto a asistir a tu labor, por favor ni se te ocurra contestar a sus preguntas, que sería como avivarles el interés-
- ¿se puede avivar más ttebayo?- dijo en una mezcla de sarcasmo y burla para con los "posibles movimientos" que los entrevistadores obviamente sí tomarían. Ya tenía claro lo que debía y no debía hacer de ahora en adelante. Su mente estaba clara, pero no menos agarrotada de preocupaciones, sentía el estrés en sus hombros, los sentía un tanto entumidos, tal vez por el frío que no ayudaba a considerar un lugar acogedor el suelo de esa sala.
Sintió una corta vibración entre sus dedos. El celular. Fugaku estaba en la entrada trasera de la casa.
-papá voy a salir a...- fue interrumpido por el rubio mayor quien en un suave movimiento de mano en sus cabellos deposito una ligera caricia en ellos.
-no necesitas darme explicaciones, confío en ti- dijo sin más con una sonrisa. Habían cosas que era mejor dejar que los hijos las vivieran por su propia cuenta, si es que se quería para ellos un real aprendizaje de la vida, un ejemplo: la confianza que se le daba a otra persona apreciada.
-gracias papá- se acercó a darle un beso en la mejilla para luego reincorporarse y dirigirse a la puerta dando una última mirada a la persona que seguía sentada en el piso de la habitación, quien le devolvía la misma mirada de "nos vemos mañana" a su pariente.
Tenía el apoyo de la persona que más estimaba en el mundo, eso le bastaba.
---------------------------------------------------------
El clima frío y seco que acogía la noche de la ciudad era incómodo de sobrellevar teniendo en cuenta que para aplacarlo la persona que pensara salir de su casa necesitaría de un abultado abrigo, pero claro no cuando poseías un buen auto equipado con una calefacción que el calentamiento global envidiaría. Ese es el caso de Fugaku Uchiha.
Miraba por medio de la ventanilla polarizada de su coche la reja por la que esperaba que el rubio saliera. Las luces las tenía apagadas por lo que la única iluminación de la calle se concentraba en la luna, que a pesar de no estar del todo llena, iluminaba con bastante energía todo aquello que estaba bajo su tutela.
Se escuchó el metálico click de la cerradura al cerrarse mientras de espaldas el chef la terminaba de cerrar para dirigirse al auto con rapidez por el frío que traspasaba su abrigo.
Quitó el seguro de las puertas para que pasara sin problemas en cuanto se situara enfrente a la del copiloto. Le encantaba mirarlo, examinarlo, estudiarlo aunque no lo tuviera cerca; entre todas las cosas que le estuvieran pasando en ese momento, el tan sólo observar su caminar delante de su Mercedes negro con ambas manos arropadas enfrente de su boca intentando templarlas con su tibio aliento, además de su cara ruborizada por el frío que debería estarle afectando, lo hacía olvidar hasta su empresa. Como le encantaría tenerlo ya en su departamento.
-buenas noches, jeje hace bastante frío allá afuera ttebayo- dijo cerrando firmemente la puerta en un intento de cortar de una todo el frío que había tenido que soportar. Se dio la vuelta para mirar al estático conductor y sonreírle de la manera que solamente él sabía hacer, y que inconscientemente lograba poner a la máquina de contabilidad a sus pies. Era bastante interesante mirarlo y descubrir lo que la amistosa y sincera mueca de un ángel podía conseguir:
Después de haber estado tanto tiempo cultivando esa ensoñación y aprecio por el menor, los resultados eran bastante "obvios". La extraña combinación de una mirada ansiosa y devota, por la persona que tiene al lado, en una cara completamente rígida, dando a entender lo complicado que le resultaba mantener su aspecto de madurez. El poco tiempo que ya había compartido con Naruto ya le había afectado en sus prioridades, sin embargo que ahora le afectara en su personalidad recatada era algo peligroso, nunca se había permitido actuar con sentimientos y ahora lo hacía.
"en todo momento me recuerdas que eres especial"
-...- y sin importarle el lugar o su vocecita de la razón que en su cabeza se explayaba enumerando uno a uno diferentes motivos según los cuales no sería conveniente devorar la boca del joven chef, se acercó sin más a ese atractivo rostro para besar los exquisitos duraznos que tenía por labios. Deslizó sus dedos por la nuca del contrario, enredando estos a sus rubios mechones. Olía, sentía y tocaba a ese hermoso ser. Le costaba pensar que no lo había conocido antes teniendo una larga relación económica con su padre, como tan despreocupado al no preguntar por el ángel que tenía por hijo. Definitivamente esa debió ser la primera incógnita en su cabeza, el averiguar del atractivo heredero de la compañía. Eso era lo MÁS importante, obvio.
-fu...gaku-sama... este no es el momento usted o sabe- dijo en tono conciliador y divertido, ya que esa muestra de cariño le había encantado y sorprendido al mismo tiempo. Sonrió enfrente de sus labios junto con acariciar su mejilla derecha con la mano. Se sentía bien cómodo en su compañía y ya no temía ocultarlo, pero sabía que debía tener cuidado en esos momentos de exposición.
-...si...- dijo parco mientras se alejaba de la cara de su chef personal. Sabía que había sido una imprudencia, pero qué más daba si después de todo en esos momentos no existía persona que no supiera del "posible" romance que existiera entre ellos.
"ya quiero llegar al departamento para no tener que frenar mi cercanía contigo y es que aguantarme me hace sentir limitado, incompleto... hasta casi como un obsesivo fracasado intentando aliviarse de sus adicciones"
El viaje lo realizaron en silencio con una que otra mirada discreta para su acompañante, mas no llegó a más el rose corporal; tampoco encendieron la radio y es que era una tortura innecesaria enterarse de los comentarios mordaces que les harían los radiodifusores sobre su "inmoral" actuar, y ¿qué se metían ellos? Había que tener coraje y valentía para seguir tus deseos y anhelos, en especial para pasarte por la corneta los comentarios de terceros que siendo críticos no les da la suficiente importancia como para que alguien hable de ellos. Nadie hace monumentos a los críticos.
Al irse acercando por las calles notaron el ajetreo que iba aumentando a medida que se aproximaban a la particular propiedad Uchiha: el departamento del difunto ex monarca. No pudieron seguir avanzando debido al evidente atocha miento de minivans de reporteros. Se podía ver por el parabrisas como las personas armaban las cámaras e improvisadamente se maquillaban con lipstick, las mujeres, y gel, los hombres a la vez que iban de un lugar a otro hablando por el celular de una manera casi maniaca.
-¿y ahora qué hacemos?- decía sorprendido Naruto con la masa indesmesurada de gente practicante en el rubro de las comunicaciones. La calle estaba prácticamente cercada por toda esa especie de feria ambulante en busca de información.
-irnos antes que nos vean, ajústate el cinturón-entrecerró los ojos y agarró con firmeza el manubrio, cambio la marcha de primera a tercera abruptamente mientras pisaba el acelerador gradualmente, giró 360° y cambió de carril para alejarse lo más rápido posible. El rubio chef no había ni siquiera alcanzado a captar las indicaciones cuando ya estaba pegado al vidrio del auto, no sabía lo violento que podía ser al volante, mentira sí se lo imaginaba después de haber conocido su parte menos delicada en cuanto a lo de obtener lo que quiere se refiera.
-pasaremos la noche en otro lugar, tengo contactos con un accionista que tiene como trabajo favorito el administrar moteles y night´s clubs, me debe un favor así que te puedo asegurar que tendremos su discreción... sabe lo que le haré si pasa lo contrario- susurró para si mismo recordando el pago de deudas que le hizo a Danzo, un viejo controlador y adicto al poder y todo lo relacionado a este, mas no por eso no tenía sus aficiones a la placentera vida que traía consigo la vida nocturna, sabía que algún día le serviría tener agarrado de su "orgullo" a alguien como él, aunque en ese tiempo tuviera sus dudas al respecto.
Por suerte nadie se percató de su presencia en las calles de la ciudad, como siempre todos los transeúntes se veían atareados con sus últimos quehaceres del día, había que agradecer de que sólo unos pocos estaban en el ese maldito rubro de noticiario. A medida que avanzaban se iban alejando del centro de la localidad por lo que las avenidas se hacían cada vez más chicas hasta convertirse en simples callejuelas de tierra, el estrecho tramo era alumbrado por las luces del carro, por lo que la amarillenta luz no dejaba diferenciar con claridad cada piedra u hoyo recorrido, siendo el remesón del auto el inminente efecto. Así siguió por unos minutos más, teniendo que Naruto obligatoriamente apoyarse en el techo para darse estabilidad.
Fugaku se estacionó enfrente de un portón negro con líneas rojas, se veía desde afuera un letrero que decía "Motel: Palo de rosa" junto con una escultura estampada en la muralla de unos amantes desnudos en una posición erótica que rallaba en lo burdo. Tomó su celular y marcó el nombre archivado como Danzo, el pito de espera no demoró mucho en ser contestado.
-habla Fugaku Uchiha necesito que me facilites una de tus habitaciones del motel que tienes a la salida de la ciudad... me imagino que sabes... no estoy de humor para tu "interés" y tú tampoco estas en condiciones de enojarme, ¿no?... y diles que abran rápido-colgó, en eso abrieron el portal.
---------------------------------------------------------
-Sasuke por favor deja ya ese vodka, te di un vaso no la botella- decía Itachi mientras estaba acomodando la habitación de Sasuke para que se acostara.
Entrar a la mansión no fue fácil debido a la estadía de unos cuantos reporteros, pero nada tan complicado como la existencia de las enamoradas de Sasuke, quienes muy preocupadas por el estado del Uchiha se fueron a instalar en la vereda de su casa con la intención darle algún consejo o apoyo si es que lo veían. Graso error de su parte, empeoraron las cosas con esos recordatorios.
-no lo dejaré, nadie tiene la moral para venir a decirme lo que está bien o está mal...nadie lo tiene- de un golpe se tragó un buen sorbo del fuerte líquido con el que se quemó la garganta trayendo como consecuencia una fuerte tos luego de dejar la botella en el velador- ... como sea me quiero dormir...- se acercó a la cama con paso cansino y mecánico, ya no daba para más, en esos momentos quería cerrar los ojos y dejar de torturarse con los recuerdos. Es verdad que sólo tenía la opción de procesar y aceptar el hecho de que su padre se había quedado con la persona que quería, pero ese proceso dolía tanto que prefería dejarlo, retrasarlo, para otro minuto.
-sasuke quiero que sepas que sin importar lo que pase... puedes contar conmigo, tal vez no me puedo imaginar lo que estas sintiendo, no obstante sí entiendo que lo que te está pasando con el tiempo dejará de ser una carga... escúchame, quiero que me mires. Todo tiene una razón de ser en este mundo, nada es al azar, tal vez esto traiga consigo un bien mayor, más autonomía, no lo sé, piensa que con esto tu burbuja ya se reventó, mira a tu alrededor y lo que siga brillando guárdalo y haz que perdure... sólo te pido que no te cierres ni te amargues, un evento no arruina la vida de una persona, sino el significado que se le otorga lo hace, convierte esta vivencia en algo productivo para ti, no salgas con las manos vacías-sus miradas chocaban relampagueantes entre ambos. Las palabras de su hermano mayor lo remecieron completamente, sonaron contundentes y con una coherencia tan única y liberadora que sentía que no se las podía él solo. Era una verdad, una lección de vida lo que le estaba sucediendo y lo más probable era que lo recordaría lo que le restara de vida
-yo... quiero dormir... pero ¿te puedes quedar un rato?-
----------------------------------------------------------
La pieza era de un tono rosado pálido, con una cama de dos plazas que tenía el cabezal poyado en la pared y cerca de ella había un jacuzzi sin pared que los separara, por los rasgos típicos que resaltaban como primer plano del lugar, se podría decir que no era más que una burda habitación de motel para infieles adinerados.
Ambos se tiraron a la amplia cama sin tapujos ni demora, saltaron levemente entre las cobijas que recibieron el impacto hasta que sus cuerpos quedaron en un estado estático encima del lecho. Naruto se quedó boca arriba mientras que Fugaku lo hacía boca abajo.
-¿qué sucedió?- dijo con la mirada puesta en el techo de la habitación el rubio.
-Itachi fue al departamento en tu ausencia y me dejó pensando por un largo rato- se tomo un tiempo antes de proseguir-... y llegue a la conclusión de que para ambos no he sido un buen padre... realmente nunca pensé en mi desempeño como padre, lo tomaba como algo tácito, que estaba sin la necesidad de esforzarme por ello... recién ahora me vengo a dar cuenta de que se forja con el tiempo, recién ahora que ya están grandes- no había cambiado de su posición inicial, seguía con su cara ladeada y pegada a las tapas de la cama.
-...- se incorporó despacio y se posicionó encima del empresario, con sumo cuidado se fue acercando a su cara que daba contrario a él, se aferró a sus hombros y de esa posición le dio un beso en la mejilla para después pasarse al otro lado de la cama y tener los ojos del Uchiha enfrente de él.
-tu situación es difícil, pero sin importar qué, me gustaría estar ahí para apoyarte. Tú sabes que nunca es demasiado tarde para intentar arreglar las cosas con la gente que quieres- posó su mano derecha en la mejilla contraria y la acarició antes de depositar un beso en los labios del Uchiha.
"Gracias por esas palabras... en especial por tu compañía"
Los labios empezaron a tocarse con mayor decisión, con más necesidad por el contacto ajeno. Naruto enredó sus dedos a la cabellera negra y condujo su peso del cuerpo arriba del moreno, mientras que éste acariciaba posesivamente los muslos y trasero del rubio, quien a cada apretón que le daba a su piel respondía con un carnal gemido que se resignaba a oírse inentendible mente al morir en la boca del patriarca corporativo.
Entre mordiscos e intentos por mostrar a quien pertenecía quien, se fueron desvistiendo de apoco hasta quedar con pleno contacto entre sus pieles. El mayor se sentó bruscamente, aun con Naruto en sus piernas, y le empezó a besar y chupar el torso, no quedó nada sin ser probado por su lengua, ejercía presión desde la espalda del menor con su mano para que no se alejara por tanto movimiento. El rubio en tanto gemía y disfrutaba de lo que le estaba haciendo, se afirmaba a la espalda y con sus uñas la arañaba débilmente.
-... mmmh ...rico- susurraba en el oído ajeno. De un momento a otro cambiaron de posiciones, quedando el moreno entre las piernas del sonrojado ojiazúl que respiraba agitado. tres dedos fueron a quedar enfrente de la boca del chef, quien entendió el mensaje rápidamente y los ensalivó sensualmente sin darse cuenta, pero no sucedió lo mismo con el excitado Fugaku a quien esta escena lo dejó adolorido e impaciente. Introdujo un dedo lentamente para luego moverlo en forma zigzagueante en su interior, posteriormente adhirió un segundo dedo al movimiento, para después agregar el tercero con el cual terminó la preparación de su entrada.
-te necesito... ahora- susurro Fugaku uniendo sus sudadas mejillas una a la otra. Posó sus manos en el inicio de los juveniles muslos de Naruto y de una sola estocada penetro su interior. La sensación era única, tal vez por lo pecaminoso que seguía siendo eso, sin embargo a la vez le daba el toque arriesgado y enfermizamente especial a la situación.
-yo igual... ah ah más- el sincronizado movimiento de sus cuerpos hacía mover la cama al compás de las embestidas. Los gemidos de ambos inundaban el lugar; el mayor apretaba exquisitamente los muslos del rubio, como aferrarse a ese instante de placer, para seguidamente besar apasionadamente los duraznos labios que tentaban a morderlos y lamerlos.
Naruto por su parte se empezó a auto inferir placer con su mano, imitando el ritmo de los empujones que recibía en su trasero. Ninguno de los dos quería que cesara, mas no quedaba mucho para la catarsis de sus cuerpos. Luego de unos minutos más de besos y caricias ambos llegaron a la cúspide juntos, mostrándolo con un sonoro gemido y el cese de los rítmicos movimientos eróticos.
-ah ah... grandioso... ah- dijo el moreno enfrente de la carismática cara del chef que todavía mantenía ese carmín en sus mejillas. Poco a poco se fue formando una sonrisa satisfecha y sincera en ambos, parecía que nada estaba mal en sus mundos a pesar de todo.
- jeje... me cansé ttebayo- dijo con la sonrisa zorruna que lo caracterizaba.
-mm... yo no, parece que aún te falta experiencia pequeño- dijo entre arrogante y divertido ante la posible respuesta que le diría el joven después de eso.
-¿qué? Pues para que sepas yo ya tengo experiencia y mucha, además, en unos años tendré más y más - dijo infantilmente agrandando un poco sus mejillas
-pues para que sepas tu también esa experiencia te la ensañaré yo, así es que es como si no supieras nada de nada... ah y antes que se me olvide: a la única persona que le mostraras lo que aprendiste será a mí y sólo a mí- dijo con una posesividad nunca antes experimentada tan directamente hacia su persona.
-je, je... ¡jajajaja!- una fuerte carcajada asomo esos lindos labios antes de continuar su charla- al parecer eran cierto esos comentarios que me hacia Temari de ti "él no es más que un pedófilo-fetichista, ya veo que te sacas el premiado y además de eso sea un posesivo compulsivo, Naru-chan"- dijo imitando una voz diferente.
-pues tratándose de ti, sí, te puedo corroborar que te sacaste el premiado- dijo extrañamente orgullosos de esa definición. Secretamente aceptaba esas cosas sólo porque se lo reconocía a Naruto, a nadie más le aguantaría esas faltas de respeto.
-tengo sueño Fugaku, vamos a dormir-
-yo igual- se levantaron y acomodaron debajo de las sabanas, intentando fallidamente ordenarlas del todo después de haber sobrevivido a una sesión de sexo encima de ellas. En seguida pagaron las luces mediante un código de aplausos para no tener que levantarse de la cama.
Naruto se acomodo entre los brazos de Fugaku y se abrazó a su espalda, mientras él lo hacía a su desnudo cuerpo.
-buenas noches- dijo el rubio antes de perder la noción vencido por el cansancio.
-sí, buenas noches mi ángel- lo contempló unos minutos antes de besar sus rubios cabellos y dormirse.
End chapter sixteen