Allí estaba, con su carita sonriente, una ceja enarcada, a las tres de la mañana, luego de hacer un escándalo con el timbre del apartamento para que le abrieran; despertando a cierto rubio que no estaba, por cierto, de muy buen humor. El cabello azul caía desordenadamente por sus hombros cubiertos por el traje de la marítima del país, en su cabeza el gorro naval, aquella mirada confiada, como si hubiese destruido submarinos enemigos pero no, lo que había hecho, de seguro, es invadir alguna cueva con su mágico proyectil.
-¿No me vas a saludar, Shakita? ¡Quizás un beso para este héroe de guerra!-el rubio lo miraba con una ceja enarcada. Héroe de guerra, sólo pensar que su seguridad nacional estaba en semejantes manos lo hacía palidecer.
-Entra y tírate al mueble, Kani.
Espetó con aire gélido, antes de cerrar la puerta y caminar hasta su habitación. El gemelo menor recorría sin pudor el pecho descubierto del rubio, y la bermuda que muy bien sabía cubrir ciertas parte que ya él había probado y, ciertamente, le estaba provocando probar de nuevo. Después de todo, ahora que ha llegado debía seguir la fiesta ¿no? El carnerito estuvo rico, pero como que le estaba provocando un platillo hindú.
-¿Y donde esta mi queridísimo hermano mayor?
Al rubio se le encrespó toda la vellocidad de su níveo cuerpo. Sólo recordar que al llegar al apartamento, recibió una llamada del tal Milo y salió corriendo a “satisfacer ciertas necesidades”, dejándolo a él solo luego de estar más de hora y media acompañándolo en el muelle, lo volvió a enfurecer. Incluso, fue tanto así que el Kanon empezó a ver fuego emanar del rubio y con ello tuvo la certeza de que había ocurrido.
-Vaya, parece que te ha dejado solito… “de nuevo”-resaltó lo último, con aire sensual mientras se le acercaba por detrás-. ¿Quieres consuelo?
-¡Aléjate copia barata!-soltó molesto, huyéndolo a los gruesos brazos que buscaban atraparlo.
-Mejor con una copia que con tu mano, ¿no lo crees?-le susurró en el oído, contorneándose detrás, sintiendo aquel bulto precisamente sobre sus glúteos. Pero Shaka estaba tan molesto que ni siquiera paseándole desnudo lo haría excitar.
-Kanon, si quieres preservar la vida útil de tu máquina taladradora, mejor aléjate, ¿sí?-todo dicho con un tono digno de un asesino en serie. Kanon se relamió los labios.
-¿No quieres un masaje para liberar el despecho?
El rubio ya sentía que cierta mano del griego que antes estaba en su cintura, y ahora iba bajando, muy peligrosamente a sus caderas y con destino a las profundidades de “su” océano. Resopló, con fastidio, metiendo su mano en el bolsillo y sacando cierto frasquillo que al ser visto por el gemelo lo hizo retroceder como el Plagatox a las cucarachas. Literalmente saltó alejándose del rubio y manteniéndose como a 100 metros de su perímetro.
-¡Vaya!…-murmuró el rubio con un gesto vencedor-. ¡Mi repelente antiKanon funciona de maravilla!
-¡¡¡MALDITA SEA RUBIO DESTE—IDO!!! ¡¡¡POR ESO ESTAS SOLO Y ABANDONADO!!! ¡¡¡¡SUELTA ESO!!!!
-¿Yo?-claro que sí estaba solo, abandonado, despreciado, humillado, despechado y todos los adjetivos sinónimos de vilmente soltero, sin compromiso ni moros que lo miren por la costa, pero no se lo iba a hacer saber, ¿cierto?-. Te equivocas Kani, tengo muuuchos pretendientes detrás de mí como para meterme con tu trompa en remate-el gemelo se puso rojo hasta la oreja de la ira-. Te acercas y vacio todo este frasco de pimienta en tu tersa piel bronceada, ¡y estarás tan inflado que incluso tu trompa no tendrá hueco por donde quepa!
-¡¡¡Podrías matarme!!! ¡¡Eres un monstruo!!-dramatizó el gemelo, dando pasos atrás, mientras el rubio se acercaba peligrosamente con el frasquito en mano. Shaka lanzó una risa perversa que le caló a todos los huesos. Quien viera la escena pensaría que están en una película de terror-. ¡¡¡Baja el arma!!!
-No, no Kanito… ¿sabes? Creo que ya se me quitó el mal humor. Definitivamente eres bueno para eso-le murmuró con una sonrisa burlona-. Ahora, mueve tu trasero lustrado y te quedas dormido de inmediato, dejándome la vida en paz y cuidado se te ocurre acercarte a mí-mirada amenazante, dos puñales azules clavándose en él-, porque recibirás el retiro marino antes de tiempo-agitó el frasquito-. ¿Quieres largas vacaciones?-el gemelo negó con su rostro, prácticamente en la pared-. Entonces, mantente a kilómetros de distancia de mí, Kani.
Dio media vuelta y se fue, triunfante, con una risa macabra digna de cualquier filler de medianoche. Kanon bajó la guardia, con una decisión entre ceja y ceja: se la iba a descobrar y bien cara. A un griego no se les deja con las ganas.
Mientras que en otro departamento cierto leoncito veía aterrado a la ovejita que parecía mutar en una especie siniestra de cabrío embravecido. El hermano mayor de Aioria se reía animadamente, hablando de cualquier sarta de tonterías que ninguno de los dos les estaba prestando atención; mientras Aioria veía curioso los puntitos de Mu que ahora parecían todo menos óvalos.
-Oye, Mu… ¿cuéntame que paso?-reclinaba su rostro, con ojitos de gatos triste para tratar de sacar lo que sea que le haya pasado a su primo.
-Déjame en paz, Aioria…-siseó con fuego en sus hermosas esmeralda. El griego se reclinó casi por completo al asiento, asustado de su lindo y tierno primito poseído por algún agente demoniaco.
-Déjalo Aioria-se reía animadamente el mayor-. Todos tenemos nuestras noches, ¿no?-decía tomando un vaso con leche-. Eso me hace recordar el día que Aioria, cuando estaba en la universidad, andaba plantado…
Y allí volvió Aioros con su mala costumbre de hablar solo con el aire. Aioria volvió a ignorarlo y trató de convencer a su primito de hablar, pero no, no habló y más bien se levantó, dejando todo en silencio hasta su habitación.
-Mu da miedo, Aioros-replicó el menor ya preocupado.
-Déjalo, se le quitara. ¿Te acuerdas la vez cuando cortó con el inglés? Esa vez él estaba…
Y volvió a hacerlo. Otra vez desviando la conversación a una sarta de cosas que no le interesaba en lo más mínimo al león. Y es que Aioros tenía ese defecto, podía ser el mejor líder de baloncesto, maestro de deportes aclamado, jovial, guapo, con carisma, pero… ¡¡¡POR LOS DIOSES!!! ¿Quién lo hacía callar? ¡¡¡HABLABA HASTA POR LOS CODOS!!! Aioria al final, lo dejó hablando solo…
El día había llegado y Saga regresó después de una súper noche de sexo con el escorpión. Al llegar al apartamento vio a su hermano durmiendo tal como Dios lo trajo al mundo en el mueble, con una pierna descolgada en el respaldo y todo el traje de marinero tirado en cualquier parte de la sala. Shaka parecía no haberse levantado. El griego mayor esperaba que el ánimo del rubio ya estuviera mejor, porque por una extraña razón que no terminaba de asumir, Shaka se puso como un energúmeno cuando lo dejó solo… Pero si Milo te escribe diciendo que tiene ganas de darle tres rondas, no podía desaprovecharlo ¿no?
Sonriéndose luego de recordar tan fogosa noche, se fue a bañar, se puso cómodo y salió a la cocina dispuesto a despertar a su amiguito rubio para que, claro, le preparará el desayuno. Tocó la puerta de su compañero, tirando primero una toalla sobre la intimidad expuestas de su hermanito menor. Esperó pacientemente que le abrieran pero no fue así, por lo que decidió darle sólo quince minutos a su compañero de cuarto antes de ir al plan B, golpear la puerta hasta despertarlo. No fue necesario, dos minutos después Shaka salía de su habitación, con una cortísima bermuda, el cabello humedecido y una camiseta sin manga. Semejante aparición no se la esperaba el griego. Shaka no acostumbraba a usar tan poca ropa mucho menos sabiendo que Kanon estaba allí y… ¡esas piernas! Olvidaba lo mucho que le enloquecía esas columnas Hindúes.
-Buenos días Saga…-saludó Shaka pasándole a un lado, sin mirarlo, aún molesto. Saga se relamía los labios pasando sus ojos por el vello dorado y húmedo que parecía atraerlo como imanes.
-Buenos… días… Shakita…-balbuceó sin quitarle la vista a las piernas. Shaka volteó y lo vio tan embelesado en las piernas que no dudo un momento en enseñarle todo lo que se estaba perdiendo. Paseó de un lado a otro por la cocina con lentitud pasmosa, sólo sintiendo las esmeraldas ir de un lado a otro-. ¿Cómo te fue anoche?-se aventuró a preguntar, después de todo, si lo miraba así no debía haberle ido bien.
Allí Saga despertó, se acordó de las atenciones de su compatriota y se olvidó de las piernas hindúes para irse a venerar los brazos griegos. Shaka observó la cara de idiota que puso Saga, ilusionado, con casi un poco de saliva corriéndole por la comisura. Suficiente información para tirarlo del nirvana a los avernos en cuestión de segundos. Si había tenido el mejor sexo de su vida, ¡¡POR QUE DIABLOS LE VEIA LAS PIERNAS!! Shaka estaba rojo de ira, obligado a voltear para tomar la jarra de agua fría de la nevera e ir camino hacía el gemelo menor, que como imaginó, se quedó dormido con su trompa al aire cubierta estratégicamente por el hermano.
-Bueno… me fue bien…-susurró luego de salir del letargo y ver que el rubio ya no estaba en la cocina. No bien había volteado hasta la sábana cuando el grito de Kanon se escuchó, tirando la toallita al suelo.
-¡¡¡MIERDA ESTA HELADA!!!-gritó el griego menor al sentir el agua fría caerle en la cara, mientras Shaka muy tranquilamente se la regaba por todo el cuerpo sin reparo… ¡SIN REPARO! Si, hasta su hombría erecta se desinflo- ¡¡¡ME LA PAGARAS RUBIO DEL DEMONIO!!!
-Buenos días Kanon…-respondió el rubio con la frialdad más cruel posible. Kanon veía a Shaka moverse hasta la cocina, tomar un vaso para llenarlo de leche, tomárselo de un pico, frente a los griegos que lo veían extrañados, antes de entrar a su habitación de nuevo.
Los hermanos se vieron asustados. ¡¡¡Shaka estaba raro!!! No, nada bueno podía salir de eso. Y sí, hizo el desayuno como si estuviera en plena guerra. Se peleó con el huevo, maldijo cuando el aceite se le paso de caliente, espetó malas palabras al darse cuenta que Kanon se había comido todo el tomate de la nevera en la noche y al final sirvió, para comer calladito, ante la mirada de ambos griegos que estaban derechitos en su asientos como niños regañados. Cuando Shaka estaba así, que nadie se le acercara. Porque la ira del rubio no tenía nombre.
Ese día los griegos estuvieron como campo militar. Shaka no tenía reparó para darles ordenes y no, ninguno se quería sublevar, para Kanon la pimienta era una amenaza latente y para Saga… Saga no quería al rubio molesto. Así fue que Saga sacó la basura, Kanon levantó su ropa y la llevó al cesto, luego el mayor limpio la cocina, el menor la nevera y Shaka estaba sentado en la mesa casi con látigo en mano, tomándose una limonada, esperando con el pollo despresado, aliñado, para cocinar su buen pollo celestial como a él le provocaba ese día. Y todo el trabajo duro tuvo su recompensa, el almuerzo como siempre el rubio se lució con uno de sus platillos, dejando a ambos griegos viendo lejos, con el estomago lleno y corazón contento.
-¡¡¡Es lo mejor que he comido en meses!!!-exclamaba Kanon sonrojado de la buena comida. Tenía cara de haber tenido el mejor sexo en su vida.
-Bien, entonces como te di la mejor comida en meses…-siseaba el rubio con zafiros que brillaban con fuego. Saga al verlo tragó grueso-, entonces tú te encargaras de lavar los platos.
-¿QUE?-de una vez se quejó el griego menor-. ¡QUE LO HAGA SAGA!
-Yo saque la basura y limpie la cocina.
-¡Yo lave la nevera y recogí todo!-el sonido de algo saliendo del bolsillo del rubio alarmó el gemelo menor. Saga veía extrañado el frasquito. La cara de Shaka no tenía rastros de querer negociar y Kanon entendió la ligera amenaza-. Está bien… ¡¡¡apúrate a tragarte todo eso, hombre!!!
Saga atragantándose con la comida y Kanon viendo con furia al rubio que ya estaba tomando muchas atribuciones… ¿pero cómo decirle no? La cara que tenía era el presagio a una muerte dolorosa y lenta. De repente el teléfono de Shaka sonó y el rubio, se levantó para contestar. Momento que aprovechó Kanon para preguntar.
-Hoy Shaka está de un pésimo humor. ¿¿Qué rayos hiciste ayer?? ¡¡¡Jamás lo había visto así!!!
-¿Yo? Nada, se puso así no sé porque. Sólo le dejé aquí cuando Milo me llamó.
-¿Se lo metiste?-Saga se puso de todos colores, suficiente para que el menor tuviera su respuesta-. ¿Hace cuanto? Entonces no es abstinencia…-analizaba con el rostro de un detective.
-Creo que hace dos semanas.
-Mmm… ¿y cuanto llevas con Milo?
-¡¡¿¿Y eso que tiene que ver??!!-preguntó el mayor ya sintiéndose interrogado para una investigación policial-. ¡¡SHAKA DEBE ESTAR MOLESTO POR OTRA COSA!!
Kanon enarcó una ceja, incrédulo. La mirada era digna de cualquier psicólogo especializado que busca desenterrar la verdad a su paciente, tanto que puso a Saga nervioso. Al final, se sonrió lujuriosamente.
-Se lo hiciste estando con Milo…-Saga tragó grueso-. ¡¡¡POR ESO ERES MI HERMANO MAYOR!!! ¡¡¡ERES EL MEJOR!!!
-¡¡¡¡CALLATE!!!!-reviso y Shaka no estaba en la cocina, parecía que se había ido al cuarto-. ¡¡No lo digas duro o se enterará!! Estábamos bebidos… y bueno…-se puso rojo…
-¿Qué tan bueno es?-Saga se excitó solo de recordar todo esos movimientos de caderas aplicados a su hombría… eso era ¡LA GLORIA!- ¿Puedo probar?
-¡¡¡¡NI SE TE OCURRA!!!! ¡¡¡NI SIQUIERA PIENSES ACERCARTE!!! ¡¡¡¡NI LO TOQUES!!!!
-Lo cuidas mucho para ser tu “amiguito”-espetó tomando los platos, con una sonrisa burlona.
La mirada de Saga fue asesina, la del tipo: “sigues en el tema y te quedaras sin cabeza”. Kanon entonces lo dejó quieto, riéndose animadamente de la testarudez de su hermano. Era obvio que todavía sentía algo por Shaka y se seguía negando y claro, era evidente que el humor de Shaka fue porque ya sabía eso de que estuvo con él ya saliendo con Milo.
Al rato, vieron a Shaka con la cara más alegre vista en muchos días. Saga lo veía ahora más espantado, sobre todo porque vestía muy casual. Jeans, una chaqueta del mismo material, una camisa roja, botas deportivas, una mochila cruzada y una sonrisa delirantemente sensual.
-Bueno, par de griegos, no me esperen hoy-Kanon estaba boca abierta. ¿Y de cuando Shaka tenía citas? ¿Entonces era verdad que tenía muchos pretendientes? Saga estaba que hervía por saber quien rayos lo llamó para cambiarle el ánimo-. Este rubio se va a volar un rato-siseó con una mirada brillante.
-¿Tu? Y… ¿quién te llamó?-preguntó sumamente incomodo el griego mayor. Shaka afianzó esa sonrisa triunfante que le caló en los huesos.
-¿Importa acaso?-indagó sintiendo que tenía el mundo en sus manos, sobre todo al ver la mueca de celos que había dibujado en el rostro. Shaka se sonrió divertido-. Saldré con un muuuy buen amigo. Parece que tendremos una noche, sumamente-relamió sus labios. Ambos gemelos estaban que no se lo creían-, divertida. En fin, nos vemos mañana.
Un ademan con su mano, caminar confiado y al final, la puerta que se cerró. Ahora sí que Kanon estaba asombrado. En el tiempo que venía conociendo al rubio jamás lo había visto tan descaradamente coqueto. Lo peor es que le dejó a su hermano hecho un ogro. ¡Genial!, se salva del rubio déspota para quedarse con el hermano demente. ¡Definitivamente él también iba ir a buscar lugar para desembocar! Pensándolo bien, sí, Kanon ya estaba pensando con esa sonrisa delictiva buscar nuevo puerto para su portaaviones marino.
Y Shaka llegó rápidamente al lugar de reunión donde su amigo Mu lo había llamado, con tanto misterio de por medio que no podía dejar de pensar en que rayos pasaba por la mente del ariano. Y al verlo, con ese rostro de “tengo el plan más malditamente bueno que se haya creado” sólo hizo que Shaka se sonriera de expectativa. Después de todo, en la llamada le dijo que tenía el pasaje para que ambos se divirtieran de lo lindo con ciertos griegos, y después de ver la forma que Kanon intentó burlarse de él en la noche y el descaro de Saga, definitivamente, quería vengarse. Ahora, ¿cómo Mu sabía de Kanon? Temía conocer la respuesta y dado a la fama del gemelito menor, ya tenía una idea del cómo.
-Bien, Shaka. Antes de empezar. ¿Por qué no me dijiste que Saga tenía hermano menor y gemelo?-preguntó con uno de sus puntitos haciendo una extraña forma que denotaba irritación. Shaka resopló con fastidio, tal parece que de nuevo Kanon aprovechó su parecido.
-¿Quizás porque creí que con la omisión podría de verdad desaparecer en el fondo del mar?-Mu lo miró extrañado. Shaka sólo tomó un sorbito de esa malteada de mora que había pedido-. Pensar en Kanon para mi es, como decirlo, como entrar a un bucle infinito que daña mi procesador central-Mu no entendía ni media letra de lo que le decía el hindú-. Es como un servidor recibiendo un ataque Dos o… mejor aún, como el registro de Windows intentando conseguir un programa mal instalado-Mu estaba en la nebulosas.
-Habla en español rubio, tus términos nerd no los entiendo-Shaka dibujó un gesto de sabelotodo que molestó al tibetano.
-Ah, lo siento Mu, a veces olvido que la gente corriente no maneja estos términos tan comunes-Bien, ya Mu estaba a punto de tirarle la malteada encima al creído rubio. Si no fuera porque lo necesitaba para su venganza…-. Lo que quiero decir es que Kanon me da dolor de cabeza del sólo recordarlo, lo mismo ocurre con Saga. Y por cierto, el término más aplicable para mi es geek, no nerd-Mu lo miraba a punto de perder la paciencia-. Supongo que no sabes que es geek, ¿cierto?-El leve sonrojo en las mejillas de Mu ya presagiaban que la malteada terminaría sobre el hindú. Shaka, al entender las variables y hacer uso de su intuición, comprendió que mejor cerraba su linda boquita-. Pero ni modo, ya que me preguntas debo suponer que te engañó. Me refiero a Kanon.
-El maldito me hizo creer que era Saga.
-¿Lo disfrutaste?-preguntó con asombrosa frialdad el rubio y Mu se puso de todos colores. ¿Qué si le gusto? ¿Y eso que tiene que ver? lo engañó, lo humilló y le dio el mejor sexo de su vida pero no, eso no era algo que debería evaluarse.
-¿Eso qué importa? ¡La cuestión es que quiero hacerle sentir lo mismo! Quiero humillarlo, hacerle sentir que es un vil y miserable en la cama.
-Porque realmente no lo es y eso es lo que más te asquea-completó con pasmosa tranquilidad. Mu se puso rojo para luego desviar la mirada-. Vamos hombre, seamos sincero, Kanon lo sabe mover.
-¿Seamos? ¿Acaso tú?
-Sí pero no es que me engañe-otro sorbo de su bebida y un leve suspiro-. El idiota sabe la combinación de teclado para ponerme en suspensión-Mu volvió a enarcar sus lindos punticos. Otra vez Shaka le hablaba en otro idioma-. Claro, ayer no le sirvió porque tenía el bloqueo de teclado y su mouse no le funcionó como debiera. En fin…-resopló para ver la enorme incógnita en el ariano. Percibirlo hizo que Shaka se riera efusivamente, haciendo sentir al pelilila como un perfecto ignorante.
-¡Estás más insoportable que de costumbre!
-Supongo que estoy al límite de mi memoria virtual-resopló, viendo al ariano cada vez más confundido-. Bien, no vinimos a hablar de mí, ¿cierto? Te quieres vengar de la trompa en remate y me dices que tienes algo para yo divertirme con Saga, así que, ¡suelta prenda!
-Bien… pensaba en lo siguiente. Ese tal Kanon se cree que es el mejor en la cama, así que hay que humillarlo en esa área, hacerle sentir dominado para luego, hacer que su trompita no vuelva a funcionar por un buen rato.
-Pimienta.
-¿Cómo?-preguntó el tibetano ante la interrupción del rubio.
-La pimienta, la pimienta lo infla como pez globo. Se pone rojo y lleno de ronchas, le tiene pavor-los ojos del ariano brillaban con signos asesinos-. Claro, si abusas puedes matarlo, pero, ¡creo que le harías un bien a la procreación mundial!
-Eso puede ser muy útil… yo pensaba darle hasta que no pudiera más pero, con esto me ayuda muchísimo…-ya Mu estaba imaginándose todo el escenario y la mirada era cada vez más sádica. Sí, ese griego no sabría que le paso por encima hasta estar en su red-. ¡Muy útil…!
-Bien, ahora, ¿qué tienes para mí?-preguntó el rubio, ya pensando en que ponerse a hacer por el resto del día para llegar al siguiente. Así sea se quede durmiendo solito en un hotel-. Vamos, que tengo que pensar en que ponerme a hacer el resto de la tarde.
-Veo que Saga te hizo algo para que estés tan intolerable.
-El muy descarado se le ocurrió probar mi Kernel de Linux, teniendo a Windows instalado en la otra partición-Mu lo miro con cara de “no entiendo una mierda de lo que dices”-. Tuvimos sexo mientras ya él salía con otro, yo sin saberlo. ¿Entiendes?-Mu quedó pasmado. ¿Osea que los dos se dan?- Claro, los dos estábamos bebidos, yo tenía siete meses sin correr en memoria, necesitaba un relajo y bueno… termine de nuevo en sus brazos-resopló fastidiado. Ya se había terminado de tomar la malteada.
-Osea que ustedes dos…
-Sólo cuando estamos muy necesitados, hartos de alcohol o despecho. El hecho es que sabiendo que mi Kernel es más efectivo y sabe aprovechar mucho mejor sus recursos, prefiere quedarse con el Windows-Mu a duras penas entendió lo que Shaka le quería hacer entender con la metáfora. Con que de eso se trataba-. Milo es como Windows, al principio todo corre de maravilla, y luego te llena de archivos estúpidos y todo te desmejora el rendimiento de la maquina, hasta el punto que te absorbe toda la memoria y toca formatear. Además, para disfrutarlo necesitas pagar licencia y son renovables por cada cierto tiempo. En fin. Durará cinco meses de nuevo.
Mu lo veía más confundido aún, si entendió lo primero, todo lo demás lo dejó hecho un ignorante. Sí, Shaka estaba más insoportable y se la pasaba hablando con metáforas informáticas que él no entendía. Pero por lo que veía el rubio hacía un esfuerzo para no explotar con cualquiera.
-Bueno, ¿Qué te parece probar con otro griego?-Shaka enarcaba un ceja con desaprobación-. Escucha, tu problema con Saga es lo siguiente: Estás disponible-las mejillas hindúes se sonrojaron-. Claro, ponte a pensar, con lo último me lo confirmaste. Eres el sexo fácil y sin desperdicio en su mismo apartamento-ahora el color se le subía a las orejas-. Cuando le provoque, te lleva a beber, copitas de más y le das un poco de lo que busca, luego simplemente sigue buscando otras parejas y tu todavía allí, disponible para él…
Y Shaka estaba sin palabras. Pensándolo bien, ¡¡Mu tenía razón!! Nunca había tenido pareja fuera de Saga desde que lo conoce. Unas cuantas salidas pero nada serio, cuando quería ligar Saga le echaba a perder la conquista y cuando tenían ganas, se daban y luego todo seguía normal… Shaka era para Saga como…
-¡SOY EL BACKUP DE SAGA!-exclamó alarmado. Mu intentó entender que rayos quería decir-. ¡MIERDA! ¿Cómo no me había dado cuenta?-Ok, ya Shaka estaba haciendo mucho drama.
-Shaka, no es para tanto…
-¡MALDITA SEA! CON RAZON, ¡¡¡SOY UN IDIOTA!!! NO SOLO EL KERNEL DE LINUX SINO EL DISCO ESCLAVO. ¡¡¡MALDICION!!!
-¡YA ASUSTAS, SHAKA!-clamó Mu buscando calmar a su acompañante-. Hay una manera de ayudar con eso-dijo más calmado, con una mirada sumamente controladora-. ¡Demuéstrale que no estás disponible!
-¿Sabes lo que me cuesta ligar? ¡¡Tiene que ser perfecto!!-reprochaba Shaka como si fuera el fin del mundo-. Siempre encuentro algo que me desencanta de todos los que intento ligar.
-Y Saga no es la perfección hecha hombre. ¿Por qué no te desencantas de él? ¿O es que tu estándar de comparación es en base a Saga?
Shaka de nuevo se puso rojo hasta la oreja… ahora que pensaba… ¡era cierto! A todos los comparaba con Saga. No tiene las piernas de Saga, la boca de Saga, el buen gusto de Saga, la elocuencia de Saga, los ojos de Saga… ¡¡¡MALDITA SEA!!! Pero ahora que ya lo sabía… ¡¡debía reprogramarse!! Si, ahora cambiaria el algoritmo de comparación de ligues para que no lo comparara con Saga. ¡¡Claro!! Eso es lo que debía hacer, una reingeniería en sus estándares de belleza y perfección masculina, aplicar otra fórmula, un nuevo sistema de detección de fallas en ligues que no tuviera nada que ver con Saga… Todo eso claro, lo estuvo pensando en voz alta y Mu quedó con una cara grandísima de perdido en el espacio. ¿De qué rayos hablaba Shaka?
-¿Podrías dejar de hablar tan extraño? ¡¡Asustas!! ¡Así nadie querrá acercarse!-el rubio resopló con fastidio. Definitivamente Mu no llenaba ningún estándar para él-. Tengo un primo, es muy agradable, bueno en deportes, inteligente, el alma de las fiestas, baila como sólo él sabe, puede que te agrade.
-¿Me estas proponiendo salir con tu primo para darle celos a Saga?-la mirada de Mu lo decía todo. Shaka se sonrió-. Déjame conocerlo a ver si es tolerable.
-Te agradará y él, bueno, cuando te vea de seguro que querrá cazarte de inmediato. Eres su tipo. ¿Qué te parece si ahora en la noche vamos a la discoteca Light Moon donde él suele ir? Se presentan, hablan un rato y el resto… ¡ustedes dirán!
Shaka lo pensaba, no era tan mala idea. Después de todo, cuando salió les hizo creer que tendría una divertida noche, ¿porque no hacerlo realidad? Aunque él no acostumbra a bailar cuando no está con Saga… ¡Mierda! ¿También eso? No, no, no… ¡¡ahora bailará toda la noche hasta que le duela los huesos!! Los ojos azules de Shaka brillaban de determinación. ¡¡Esa sería su mejor noche por que sí!!
-¿Cuál disco?-preguntaba Saga por su lado, mientras veía a su hermanito arreglándose.
-La misma a la que fue ayer… creo que se llamaba Light Moon-respondía Kanon poniéndose de nuevo su trajecito de marinerito recién lavado y secado-. A ver con qué nuevo me encuentro. ¿Y tú a donde iras?
-Milo me dijo de ir a un bar, con unos antiguos amigos de la universidad, de allí, posiblemente a su casa. Pensé decirle a Shaka que me acompañara pero con esos ánimos…-Saga calló al verle la cara a su hermano, diciéndole un “Estás loco”-. ¿Qué?
-¿Qué me asombra que todavía sigas vivo. ¡Ese rubio es para que ya haya aparecido en primera plana como asesino!
-Exageras…
Tomando la chaqueta de cuero se despidió de su hermano, tratando de hacer un lado la idea de que Shaka salió con alguien que no sabe quién es y de paso dijo que no lo esperaran. Se moría por saber con quién estaba, que hacía, ¡¡porque no le ha contado!! ¡¡¡Sobre todo que hace!!! Sólo imaginar que Shaka le baile de esa forma que sólo ha hecho con él lo enfurecía a límites exorbitantes. Pero no, Shaka no podría hacerlo… no, Shaka sólo era así con él… sólo le tenía esa confianza a él. Despejó todo pensamiento cuando por fin se consiguió con el bello griego de cabellos azules, ojos turquesas, sexymente vestido, una bomba en la cama además.
“Shaka debe estar en algún centro de videojuego jugando Dance Dance Revolution”
Pensó… quitándose toda idea de la cabeza fue a besar a su ahora pareja.
Así llegó la noche. Shaka en compañía de Mu entraban al ruidoso sitio, sentándose en una de las mesas más alejadas, mientras en la pista de baile la música electrónica resonaba con fuerza y las parejas, hombres y mujeres, bailaban frenéticamente. Mu le señaló al primo que ya estaba en el centro de la pista, bailando con flexibilidad, soltura y excelente ritmo. Shaka lo observaba desde su asiento.
La luz de la pista creaba graciosos reflejos azules y rojos sobre la tez bronceada. Una camiseta esmeralda sin manga pegada a su torso excelentemente labrado, un jean que amoldaba muy bien todas sus virtudes; el griego de piel tostada, cabello castaño y dos esmeraldas refulgentes era toda una aparición y Shaka sabía muy bien admirar la belleza. Además, tenía una sonrisa de delirio. Shaka se sonrió y con eso Mu tuvo la señal suficiente, sabía que a Shaka al menos físicamente le agradaría.
-Lindo primo. ¿Cuál es su edad?-“Debe tener mi edad… a mí me gustan algo más mayores como… ¡¡momento!! No Shaka, cambiemos de menú. ¡Ahora uno jugosito para variar!”
-Nuestra edad, veinticuatro años. Es especialista en redes y telecomunicaciones, muy emprendedor, proactivo, excelente compañero y por los comentarios de sus ex pareja, muy buen amante-resaltó el ariano, como si estuvieran vendiendo en telecompras.
-Interesante…-cruzó sus piernas, colgando su cabeza en una de sus manos-. Puede que si me agrade…
Sí… el librito quedó rezagado con un montón de libros en su biblioteca personal. Ahora Shaka pensaba que era hora de hacerle sentir al griego una cucharada de su propia medicina. ¡Y el chico hasta baila como quiere! Sí… la pasaría muy bien esa noche…
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