CAP.2:
ARREPENTIMIENTO
-Lo siento su excelencia- eso fue lo que le dijo Yozak tras regresar del campo de batalla.
Sus pasos eran lentos, todo parecía estar en retroceso en su cabeza, estaba en su puerta, con mucha dificultad entro al cuarto.
El cuerpo mal trecho reposaba en la cama lleno de vendajes.
Un nudo en la garganta le impedía pronunciar palabra alguna, al ver tan horrible situación, solo cuando estuvo en frente de este se atrevió a dar un grito desgarrador que hizo eco en aquel cuarto, intento apaciguarlo hundiendo el rostro en su pecho, tenia rabia, dolor, malditos humanos, no les bastaba con llevarse a Susana Julia, ahora también le habían arrebatado a su hermano.
-Coni-chan-
Se escuchaba en un susurro lastimero.
¿Por qué no fue más amable con él? , debió despedirse ese día, quizás si hubiese estado a su lado podría haberle sido de ayuda y aun seguiría con vida, nunca le podría decir que sin importar cuan hiriente fuese con el, aun así le amaba.
Le odiaba, odiaba el hecho que fuera mitad humano que aun le sonriera después de todo lo que le hiciera, que le considerara su hermano y sobre todo que se hubiese muerto sin poderle decir que seguía siendo su amado pequeño hermano mayor.
Era tarde, ya no podía remediar lo ocurrido, aunque lo deseara con todas sus fuerzas.
Maldecía su orgullo desde el fondo de su corazón, fue el principal culpable de su separación. Ahora no le quedaba mas alternativa que llorar sobre su cuerpo sin vida, que por más que intentara evitar, le fue imposible.
Alguien tenia el atrevimiento de acariciar su cabeza, como osaban a interferir en el desahogo de su alma, para colmo estaba seguro de quien se trataba, el no deseaba que le vieran así, menos el mejor amigo de su difunto hermano.
Levanto la cabeza con algo de dificultad, dispuesto a ordenarle que se marchara, cuando se percato de unos ojos cafés que le observaban con atención. Era su mano la que reposaba en su cabeza, nuevamente puede ser testigo de esa calida sonrisa que tanta felicidad le daba de niño.
Se seca con brusquedad las lágrimas, saliendo de inmediato de su estupor, en la puerta puede escuchar como alguien se acerca, no lo puede evitar, siente como la cólera reemplaza su tristeza de golpe.
-¡TU!, ¡porque dijiste que mi hermano estaba muerto!- gritaba iracundo señalándole con furia, ya puesto de pie al lado de la cama.
El peli naranja solo le miro con ingenuidad, ignorando lo que decía.
-Como sigue Capitán-
-Bien…gracias- contesto el castaño.
-¡No te hagas el desentendido y contesta embustero!-
Realmente estaba furioso, aquel medio Mazoku se atrevió a engañarlo, ¡no!, a burlarse sin importarle sus sentimientos, como se atrevió, claro que eso no se quedaría así, lo haría pagar caro. Ya tenia una llama bien formada en la mano cuando el peli rojo grito mas que preocupado, divertido del la situación.
-Usted entendió mal, siempre lo hace-
Como se atrevía a decir que fue el quien interpreto mal sus palabras, claro que lo hizo a propósito y por eso iba apagar.
Estaba preparado para lanzarle toda su ira convertida en fuego cuando una calida mano sostuvo la que tenia desocupada, por un momento se olvido donde se encontraba, peor, si el sujeto en aquella cama no estaba muerto, pronto lo estaría, si él no lograba calmarse, por el bien de este se obligo a contenerse, se deshizo de su agarre, intentando no ser brusco.
-Iré a traerle algo de comer Weller-
Paso cerca de Yozak mirándolo fijamente y advirtiéndole con la mirada que eso no se quedaría así.
Apenas salio, pudo escuchar como su coni-chan regañaba al otro guerrero por haberlo hecho preocupar, también como Yozak le decía en forma triste que el no sabia agradecer los favores y mucho menos los regalos.
Wolfram sintió un gran alivio al darse cuenta que tendría a su coni-chan por mucho mas tiempo a su lado. Pero enseguida se percato de su error, le había dicho CONI-CHAN, lloro por él, se humillo en su presencia, como lo permitió si se percato de su presencia.
Comida, si el iba por comida, enfermo o no, se las pagaría, aunque fuera en su cena, ya vería, nadie se burlaba de un orgulloso Mazoku y mucho menos un mestizo llamado Conrad Weller.
Fin