CAPITULO 6
DESCUBRIMIENTO
-Tienes como probarlo-
Le soltó su pequeño hermano menor, a lo que su aniki mas tenso de lo normal agrego.
-¿Quién es el supuesto padre?-
Ambos vieron como el muchacho frente a ellos agachaba la cabeza, sobandose nerviosamente las manos.
-Bueno- dijo el peli gris quien perdía la paciencia.
-Veras…yo…bueno…aniki-
-¡No me digas que no sabes!-
El rubio lo miro tan sorprendido como su otro hermano por la pregunta.
-¡Es eso!-
Gritaba furioso el General acercándosele en forma amenazante levantándole la mano, la cual por suerte, Conrad detuvo justo a tiempo.
-¡Claro que se quien es el padre!- le grito al mayor saliendo de su estupor.
-¡Yo no soy como tu maldito Heika!-
-Wolfram no hables mal de su majestad- dijo un castaño.
-¡Por favor Conrad!, todo el mundo sabe que no se iba a su mundo precisamente a pegarse a las faldas de su madre, si no a las de otras mujeres- se defendía el rubio.
-Eso no te consta- le alego el castaño.
-Entonces de donde salio Maki-san- decía el demonio de brazos cruzados.
-Eso es asunto aparte-
-Cielos como puedes ser tan patético-
-¡Wolfram basta!- definitivamente Gwendal estaba cansado que aquellos dos le ignoraran, más importante aun, que se desviaran del verdadero motivo de la discusión.
-¡Pero es cierto!, su adoración por Yuri da asco-
Tras escuchar a su hermano menor, ahora era él quien deseaba golpearlo, Gwendal pudo notarlo de inmediato, entonces como psíquicos, un pensamiento se les paso por la mente, “Esta embarazado”, ambos respiraron con calma, el castaño soltó a su aniki y siguieron la discusión.
Tras varias horas de discutir cualquier cosa menos de lo mas importante, se retiraron a sus respectivas habitaciones, ya que debían prepararse para la cena, pero no sin antes dejarle en claro al caprichoso mocoso que tenían por hermano, que la conversación no había acabado.
Por más que intentaron sonsacarle el nombre del padre de su hijo, lo único que lograron fue darse cuenta como el rubio era experto en cambiar de tema, peor aun, se notaba que las hormonas ya hacían de las suyas en él, ya que explotaba como polvorita sin ningún tipo de provocación.
La cena paso sin mayores acontecimientos, a no ser por el tenso ambiente que se respiraba. Yuri ya había aprendido con el paso de los años a no abrir la boca en esas circunstancias, lastimas que su prometida solo llevara un año con ellos.
-Te sucede algo Wolf-chan-
Este la miro con picardía, a lo cual ambos hermanos respondieron.
-¡No!-
-Solo esta cansado Lady Maki-
Todos se percataron como el rubio hizo una mueca muy parecida a un gesto que solía hacer la muchacha, por suerte esta ni noto la clara burla, pero el chico a su lado era caso aparte.
Termino la cena sin contratiempos, peo en cuanto pudo fue hablarle, quería saber que le pasaba ahora, porque si tendría esa actitud con su prometida era preferible que se marchara a una misión, aun si debía inventarle alguna.
Estaba a punto de tocar su puerta cuando escucho unos gritos, era fácil reconocer de quienes eran las voces, agradecía mucho que su padrino no lo hubiese dejado aparte luego de romper con su pequeño hermano, a decir verdad, ese era uno de los motivos por lo cual seguía aquella relación, tras la partida de Greta. Les debía mucho aquellos hermanos, hijos de la ex Sexy Queen, además que en aquellos años les había tomado un gran afecto que solo era comparado con el que sentía por su propia familia.
Noto que la discusión subía de tono, mas no entendía bien lo que decían, estaba claro que estaban regañando al demonio de fuego por su comportamiento en la cena, estaba muy feliz por ello, ya que no deseaba pelear con Wolfram, aun se sentía mal por la vez que le propino un puñetazo, jamás pensó tener tanta fuerza, había mandado al rubio a volar de un solo golpe. Un fuerte sonido hueco retumbo en el cuarto, cuando se dio cuenta se encontró con su amigo tirado en el suelo inconciente. Pero un momento pensó haberlo matado, aun podía sentir la angustia de ese momento vivido y como tuvo que explicar lo ocurrido a una preocupada doctora, quien no paraba de recriminarlo con la mirada.
-¡Que vas hacer!, ¡golpearme!- gritaba Wolfram.
-¡Si eso es lo que deseas!- le decía en el mismo tono el general.
-¡Vamos inténtalo!- le provocaba el rubio.
-¡Gwendal, Wolfram, cálmense!- pedía el castaño intentando calmar las cosas.
Eso estaba fuera de control, es hora de que intervenga, pensó el maou, quien sin previo aviso entro al cuarto en medio de la disputa.
-¡Si no me dices quien es el padre te quedaras encerrado en este cuarto hasta que ese niño nazca!- le amenazaba el mayor de sus hermanos.
-¡Gwendal!- le grito su otro hermano menor.
-¡Ja, eso quiero verlo!- retaba a viva voz el rubio.
-Wolfram, te doy mi palabra que si no me lo dices, apenas nazca, lo alejare de tu lado y jamás, ¡escúchame bien!, jamás permitiré que sepas donde se encuentra- sentencio su aniki.
La ira de Gwendal había crecido, se notaba en su rostro que no estaba utilizando aquella amenaza como un simple ardid para sonsacarle la verdad, hablaba en serio, todos los presentes se dieron cuenta de eso.
Los verdes ojos del joven se anegaron de lágrimas que de inmediato se desbordaron por sus delicadas mejillas.
Al castaño se le rompía el corazón al ver a su hermanito en ese estado, había que ver cuan inconciente podía ser su hermano mayor en ciertas ocasiones, mas considerando el estado actual del pequeño, iba a reclamarle cuando noto a cierto individuo parado, tieso, como una estatua de piedra, observando aquella disputa familiar.
-Yuri- dijo el castaño.
-¡Por Shinoun, Conrad, ya dijo que el no era el padre!- gritaba Gwendal furioso.
-Yuri Heika-
Dijo asombrado, indicando hacia donde se encontraba este sin ser escuchado por el mayor.
-¡Conrad basta!, el no…-
Fue en ese momento en que noto al fin la presencia del maou, quien todavía no salía de su asombro.
Continuara......................................