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CAP.3
ABANDONADO
Nadie lo quería, esa era la única explicación que su mente infantil le daba por respuesta a una pregunta que se hacia con frecuencia.
Cuando llego a la mansión de su tío, todo le hacia preveer que se trataba de una corta estadía, estaba emocionado, era la primera vez que estaría solo, sin su madre o su aniki cuidando de el, ya eres grande le dijo este con solemnidad, recordándole no avergonzar a su madre ante su tío, de su obligación como hijo de la maou, debía comportarse, sin olvidar su lugar. Así fue durante las primeras semanas pero tras las evasivas de su tío al preguntarle cuando volvería a palacio, empezó a perder la paciencia, haciendo de las suyas ante cualquier incauto que interfiriera en su camino.
Cuando se entero que ya no viviría con su madre, sino con su tío, se sorprendió, debía tratarse de una broma sin lugar a dudas, pero luego fue peor, su propia madre, através de una misiva lo confirmaba, había accedido a que su tío Walterona fuera quien lo criara proclamándole su tutor legal.
El pequeño si bien quería aquel hombre con el cual tenia lazos de sangre, amaba mas a esa mujer que le dio el ser, por lo cual cada vez que podía planeaba formas de huir de ese lugar con el único fin de regresar a su hogar, pero apenas llevaba un trecho recorrido, era detenido por los guardias de esas tierras y llevado de vuelta ante un hombre notoriamente angustiado que por todos los métodos y formas intentaba de consolarlo en medio de su pena por verse obligado a estar lejos del que hasta ese momento considero su hogar. Le llenaba de mimos en exceso a mas no poder, es que, aquel hombre había perdido a toda su familia y ese pequeño era lo único que le quedaba.
Quizás pensaran que solo era una molestia, talvez ni siquiera lo extrañaban, pero aun así, el deseaba verlos, sobre todo a quien negaba como hermano.
No entendía porque de la noche a la mañana ya no les importaba, acaso lo habrían olvidado, peor, lo habrían abandonado, pero aun así, debía ser fuerte, les demostraría su error, de día seria valiente, ya no se quejaría, mientras en la noche dejaría todo su dolor en una almohada que cada mañana amanecería empapada.
Fin
CAPITULO4
EL CABEZA DE FAMILIA
La vergüenza que sentía, no se comparaba con la rabia que le producía ver a tal sujeto con su madre. No se explicaba como una noble hermosa e inteligente pudo poner sus ojos en un hombre bárbaro y escandaloso como ese, para colmo, además humano.
No comprendía como luego de haber tenido el honor de ser nombrada próxima Maou de Shin Makoku por el mismísimo dios Shinoun, lo primero que había hecho su madre al sentarse en el trono fue abusar de su posesión, para contraer nupcias con aquel burdo hombre que para lo único que servia era para luchar e irse de parrandas.
Lo único bueno de aquella relación fue su pequeño hermano, al cual intentaba de proteger sin éxito, porque el hombre insistía en entrenarle desde pequeño, bueno había que darle ese punto a su favor, en el futuro esto le seria de gran utilidad al castaño, sobre todo si deseaba permanecer en tierra demoníacas, ya que por su condición siempre seria rechazado, sin importar de quien fuera hijo, teniendo a su favor solo dos cosas, su habilidad con la espada y su vida longeva.
Como esta tu padre le decían, la molestia siempre llegaba de improviso dándole como regalo una horrible arruga en la entre ceja, un motivo mas por el cual detestarlo.
¡Padrastro!, les respondía y si fuera por él, ni siquiera eso.
El día que se marcho no se despidió, ni mucho menos se molesto en dejar una nota explicando sus motivos, su madre estaba destrozada y Conrad no encontraba respuestas a sus preguntas, ese día fue cuando se dio cuenta que su familia siempre seria comprendida por esas personas, cualquiera que llegara después, solo seria provisorio, desde entonces se propuso ser la cabeza de aquella familia, que conformaban esas personas, en ese hogar, si de eso dependía su felicidad y seguridad, se obligaría a madurar a como diera lugar.
El estaba ahí para protegerlos y nunca permitiría que los volviesen a lastimar.
Fin