CAP.11
LA FUTURA ESPOSA DEL REY
Debió sospechar de qué se trataba de ella, como no reconocerla si era la misma que hace años atrás se había agarrado del brazo, de quien fuera su prometido sin una minima de vergüenza, en pleno baile de aniversario de este.
Intento de hacerle una reverencia pero ella lo detuvo, alegando que no era necesario, ya que su salud estaba primero, el rubio sintió la sangre hervirle tal como aquella noche en la que por casualidad le echara encima una gran copa de vino en su vestido.
Ante la mirada desdeñosa de esta, que supo como fingir enfrente de un moreno, él de todas formas hizo su reverencia, no permitiría que una zorra como esa se viniera a burlar de su condición.
Como pudo, en ese entonces, le había prometido que entre ellos no pasaba nada, claro que eso era mentira, siempre le fue infiel, quizás se veían en secreto hacia años, ahora nadie podía decir que sus celos habían sido infundados.
El palacio se estaba de pies a cabeza con los preparativos de la boda del monarca, una Sherry que en un principio quiso fingir desinterés para no ofender a su hijo menor, no pudo seguir negándose a ayudar en los preparativos de esta, cuando el mismo le aconsejo que lo hiciera, sabia bien que su madre adoraba preparar fiestas y mucho mas una boda.
Una triste Greta se negaba a aceptar lo que ocurría a su alrededor, de muy mala gana solía asistir a esas sesiones en las cuales confeccionaban su vestido para la ceremonia nupcial, se negaba a estar mucho tiempo con ella y lo único que evitaba no ser grosera con esta era el hecho de que aquella llevaba en su vientre a su hermanito.
-Solo por el haré este sacrificio- decía la niña bastante compungida al estar junto a su otro padre que intentaba que esta no odiara al moreno, como le había gritado al enterarse de su boda.
La futura reina de Shin Makoku ya se hacia notar tanto en palacio como en el reino, se sentía poderosa, satisfecha y feliz por haber conseguido la aceptación de su regente, pronto se decía.
-pronto todos mis sueños se harán realidad, todo gracias a ti-
-No tiene porque agradecerme su majestad- le decía la muchacha del servicio reverenciándola.
-Claro que debo Annette- le contesto con una sonrisa, la cual la muchacha correspondió.
-Todo lo que hago es por el bien del reino-
-Y porque lo odias- respondió la mujer mirando con satisfacción desde lo alto a la criada.
-No…no es eso…yo- decía algo nerviosa.
-Jajaja, no te preocupes, yo también lo detesto-
Ambas mujeres se miraron con chispas en los ojos, era cierto, en algún momento cada una de ellas fue victima del mal carácter de aquel ex bishounen caído en desgracia.
-No sabes cuanto me alegro saber lo que le había ocurrido-
-Mi señora- dijo fingiendo pena.
-Vamos, de seguro tú rezabas por que se muriera-
La muchacha agacho la cabeza, si bien se alegro por su accidente, pensar en su muerte era algo que ni se le había cruzado por la mente.
-Pero acaso no es mejor esto, vivir como un monstruo, él, el gran Wolfram Von Bielfield, el acaparador de todas las miradas en cada evento en el cual se presentara, el responsable de miles de lagrimas en quienes rechazaba sin un mínimo de consideración-
La muchacha vio como la mujer se dirigía frente al espejo y se observaba en este como hipnotizada.
-Cuando supe que le habían dado un poco de su propia medicina, no lo podía creer, quien se negaría aquella belleza. Shibuya Yuri, me dijeron, el nuevo Heika-
Serás mío, se dijo en ese momento, te lo arrebatare tal como tu lo hiciste con quien amaba y rechazaste, te veré sufrir por el, te refregare en la cara su amor por mi, te humillare de la peor forma, ya veras Bielfield.
-La vida si que da vueltas interesantes, de prometido del rey, a ex. De ser el heredero a una de las casas mas importantes a ya no serlo. De ser uno de las promesas del ejercito a nada. De ser el más bello y cotizado del reino…a un monstruo- dijo con un dejo de maldad lo ultimo.-Si, la vida puede ser muy buena a veces-
La criada veía al fin la verdadera forma de su futura reina, maldad, maldad pura y solo eso, como pudo intento de refrenar sus nervios que ya la traicionaban, “contrólate Annette, ya estas metida en esto y no te puedes echar para atrás” , se decía mordiéndose el labio inferior.
Continuara........................................