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CUANDO ALGUNA VEZ ME AMASTE por DRAGIOLA

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Notas del capitulo:

Que puedo decir esta es la tercera entrega de los extras que escribi tras haber escrito este fics, espero que lo disfruten.

 

EXTRA 3

CULPA

 

 

 

 

La hora se acercaba y los nervios iban en aumento, no estaba seguro si lo que hacia era lo correcto, había intentado disipar aquellas dudas que tanto se encargo de clavar en lo profundo de su mente para no dejarse caer nuevamente en ellas. 

 

Por mucho tiempo fue así, su relación era de Heika y soldado, compadres por su pequeño hijo, todo iba perfecto, el insistiendo y el negándose cruelmente, pero todo era inútil, su amor marchito comenzó a ser regado con disimulo y ahora exigía mas atención, hasta el punto de llegar a explotar sin siquiera darse cuenta, gritándole infiel para luego caer en cuenta que ya no tenia derecho a ello, mas el enclenque ni siquiera disimulaba su felicidad por escuchar esas nostálgicas palabras, si que era masoquista, pensó en esos momentos.

 

 

Alguien entro al cuarto, se percato enseguida, mas no tenia ganas de hablar con su madre, por ello prefirió mantenerse en silencio.

 

 

-Su excelencia, disculpe-

 

 

La voz de aquella mujer le hizo voltearse en seguida, su cabello azul oscuro le recordaba tanto al de él.

 

 

-Señora, por favor llámeme Wolfram-

 

 

La mujer sonrío asintiendo, mas él sabia que no lo haría, ya que no era la primera vez que se lo pedía y de seguro no seria la ultima.

 

 

-Nervios-

 

 

Pregunto la mujer a lo cual el joven agacho la cabeza con cierta culpa.

 

 

-Lo siento-

 

 

Dijo en voz baja ante la extrañeza de la mujer.

 

 

-Su ex…- La mujer se le acerco para acariciarle el rostro –Ya tuvimos esta platica, deje de culparse, a mi hijo no le haría ninguna gracia verle infeliz, además el maou ama a Esdrudal y eso es lo mas importante-

 

 

El rubio no se atrevia a mirarle, por mucho que le dijeran eso y que el supiera que era cierto, no deseaba traicionar la memoria del padre de su unico hijo, aunque este ya no existiera, aunque jamas le hubiese llegado amar como se merecia, se lo debia, ya que el no seria una segunda Sherry Spielberg, que apenas perdía un esposo enseguida iba en busca de otro.  ¡El no!, su hijo no sufriría por la inconciencia de su madre, eso podían darlo por hecho.

 

 

-Sabe, cuando me entere de la llegada de mi primer nieto, me sentí muy contenta pero cuando supe quien era la pareja de mi Esdrudal, no lo negare, sentí un poco de pánico-

 

 

Wolfram miro sorprendido a la mujer, en alguna ocasión escucho algo similar de unos chismosos pero nunca creyó oírlo de la dama que siempre idealizo como madre ideal.

 

 

-No me mal entienda, pero debe admitir que pertenecer a diferentes clases sociales es algo importante, mas si se trata de un simple soldado y un noble, que además fue prometido del Heika-

 

 

Claro que lo entendía, como no hacerlo, con todos los problemas que sobrellevo el difunto padre de su hijo para verle.

 

 

-Cuando mi hijo murió, el corazón de su padre y el mío se hizo pedazos, pero cuando recordamos ese pequeño ser que venia en camino, las esperanzas resurgieron en nuestro interior-

 

 

El joven sonrío dándole así las gracias, sabia bien que la abuela de su hijo tuvo que pasar varios obstáculos para poder conocerlos, por eso la admiraba y la amaba como a una madre.

 

 

Tras el coma que sufriera, estuvo muy débil, por mucho tiempo apenas y podía sostenerse, con gran tristeza debia soportar el no tener cerca de su  pequeño como el deseaba, todo a causa de su inestable mayoku.  Cuando este cumplió los dos años el ay se encontraba mejor pero aun así se le había negado regresar con sus tropas.  Un día decidió darse una vuelta a escondidas de sus hermanos, deseaba ver si su reemplazo llevaba bien el asunto, fue ahí cuando escucho hablar de cierta pareja que no se les permitía ver a su nieto, sintió una gran pena en ese momento y sin pensarlo les pregunto a quienes se referían, sus antiguos subordinados solo en ese momento se percataron de su presencia, enmudecieron en el instante, pero al escuchar una orden de su antiguo capitán entre nervios y tartamudeos le contaron a quienes se referían.

 

Definitivamente estaba que echaba humo, quienes se creían para negarles audiencia y más si con quien deseaban hablar era con él.

 

Yuri no tenia idea de que le hablaba por ende Conrad menos, por descarte solo le quedaba una persona.

 

Gwendal le contestaba secamente, mientras él, le recriminaba, era el colmo, ya tenia un hijo y el seguía metiéndose en su vida, quien se creía para decidir a quien ver.

 

 

-¡Jamás los conocerás!-

 

-¡Tú no eres más que un entrometido, deje de meterse en mi vida Lord Von Voltaire!-

 

 

 Eso le  dolió al mazoku de tierra, el sabia como remover la llaga, pero ya  a esas alturas no le importaba y menos con ese sobre protector hermano mayor suyo.

 

 

-¡Aquí se acatan mis ordenes!, ¡si no te gusta puedes irte con tu tío!-

 

 

Gwendal también sabia hacer lo suyo, bien conocido era que su hermano menor solo contaba con el apoyo de su familia materna, ya que luego de despertar solo volvió a ver a su tío dos veces, la primera para darle a conocer un compromiso arreglado por este, para limpiar el buen nombre de su familia, desde luego el rubio se negó sin siquiera pensarlo y la segunda cuando le exigiera que le entregara a su hijo, ya que según el noble no estaba calificado para criarlo, aun era muy joven, además seguía con secuelas tras su complicado embarazo.  Aquello rompió su corazón, podía tener sus diferencias con su tío pero jamás creyó tal crueldad de su parte con quien decía era su amado sobrino. Desde aquella vez no le veía, con excepción de alguna gala real o reunión de nobles en el Pacto de Sangre, pero siempre por escasos segundos, por que apenas le vía acercase el cambiaba de rumbo sin pensarlo dos veces.

 

 

-Sabes bien que no puedo- dijo Wolfram mirando el piso.

 

-Pues entonces piensa bien como te diriges a mí en el futuro, recuerda que soy tu superior y como tal puedo enviarte muy lejos-

 

 

Ahí estaba otra vez, aquella amenaza que le había hecho estando en cinta.

 

 

-Lo se, no tiene que recordármelo-

 

-No creas que por que Heika te da su protección tienes más derechos que el resto, recuerda que solo eres un simple soldado y nada mas- le increpaba molesto el peli gris.

 

-Eso también lo se- le contesto molesto y algo mariado.

 

-Si piensas que por que  el maou es el padrino de ese niño, habrá un trato especial estas…-

 

 

De un solo improperio hizo cerrar la boca a su aniki, podía dejar que lo tratara como quisiera, pero su hijo era cosa aparte, con el nadie se iba a meter.

 

 

-¡Como te atreves a llamarme así!, ¡acaso quieres ir a prisión para calmar tu lengua!-

 

-¡Hazlo si te atreves!- le dijo el rubio.

 

 

En ese momento fue que el mazoku de tierra se percato que su hermanito tiritaba de pies a cabeza, estaba tan pálido que no pudo borrar de su mente aquellas imágenes de cuando le iba a ver de noche, procurando que nadie se percatara de su presencia. Estaba pálido, dormido decían, mas parecía estar en frente de un cadáver, le remordía la conciencia el no haber estado mas a su lado, aborrecía aquel pequeño que todos adoraban con tanta devoción, acaso olvidaban que el era el causante de que su amado hermano estuviera a las puertas de la muerte.

 

 

-¡Wolfram!-

 

 

Grito preocupado corriendo hasta su lado, apenas quiso sujetarlo este lo esquivo dándole un manotazo, lo que molesto al hombre, quien sin planearlo le empujo provocando que este cayera la suelo, nuevamente fue hacia el con suma preocupación.

 

 

-Wolf, perdóname-

 

 

Pero era tarde, el muchacho se encontraba desmayado.

 

Tras ese accidente, Gwendal arreglo una entrevista entre su hermano menor y los padres del difundo soldado, era la única forma que se le ocurría de pedirle perdón por lo ocurrido.

 

 

 

 

-Siempre le estaré agradecida- le decía la mujer.

 

-De que habla- dijo con extrañeza el rubio.

 

-Cualquier noble de su posición se hubiese casado y hecho olvidar sus orígenes  a su hijo-

 

 

Era obvio de que le hablaba, aquello no era bueno, habían niños que juraban ser hijos de nobles pero en realidad eran de simples campesinos o empleados, esa era la forma de limpiar los buenos nombres que ostentaban los nobles de clase alta, dando una gran dote a quienes se hicieran cargo de su vergüenza y desapareciendo de sus conciencias los orígenes de los infantes.

 

 

-Jamás habría podido hacer eso-

 

 

La mujer tomo sus manos entre las suyas.

 

 

-Se lo agradezco, sobre todo por permitirnos verle crecer-

 

 

Wolfram sentía una presión en el pecho.

 

 

-Y sobre todo por ponerle su nombre-

 

 

Sin desearlo sintió como la madre de su difunto amante secaba con sumo cuidado las lágrimas que caían por sus ojos.

 

 

-Ya es hora excelencia-

 

 

Avisaba un soldado mientras un niño de unos ocho años humanos lo hacia girar en sus talones, para diversión de los presentes.

 

 

-¡Ya es hora mama!- le decía emocionado.

 

-Lose hijo, ya salgo-

 

-Abuelita vamos, date prisa- dijo el niño agarrando de la mano a la mujer, que antes de salir miro por ultima vez al joven.

 

-Tienes nuestro consentimiento, no olvides que él lo hubiese querido así-

 

 

Era cierto, tenia su consentimiento, donde fuera que estuviera, sabia bien que le perdonaría, si sus padre lo hacían, el también lo haría.

 

 

Ya era hora, se tapo con el velo, puso su mejor cara y comenzó a caminar hacia el altar.

 

 

 

 

 

 

FIN

 

Notas finales:

Bueno, ahora solo queda uno y se termina, espero pasarlo en limpio antes del termino de esta semana.

Gracias por seguir leyendo la historia y mas a quienes dejan comentarios.

Por cierto, vamos apuntense en la gran obra que llevamos para fin de mes, ya vamos tres, si no lo saben, trata de escribir historias de terror, suspenso o ciencia ficcion para ser publicados en noche de brujas o el dia de los muertos.


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