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ES PORQUE ERES UN HOMBRE por DRAGIOLA

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Notas del capitulo:

Cuando todo se ve perdido, solo vemos una salida, mas los angeles aun existen y estan ahi para tendernos la mano, ¿que haremos entonces?

 

CAPITULO 17

LA NOVIA

 

A nadie de los presentes podía pasar desapercibido que lo ocurrido era bastante raro, habían llegado a una boda real para escuchar un par de horas antes de efectuarse que fue pospuesta, luego se les informo que se llevaría a cabo, justo cuando se preparaban para marcharse a sus hogares y ahora, otra vez no solo les informaban que no se realizaría, si no, que ya no se llevaría a cabo.  Justo cuando ser retiraban escucharon los gritos despavoridos de los padres de la novia, al parecer algo estaba ocurriéndole y un par de soldados les llevaban consigo para apaciguarla.

 

Podían verlo con claridad, aquel vestido blanco meciéndose con el viento, sobre aquella torre del castillo, la novia estaba tal estatua, quieta, ¿pero por cuanto tiempo?

 

 

 

Había sido humillada, expuesta, desde ese día seria vista como una cualquiera, apuntada sin consideración alguna por los nobles, la vergüenza de la familia, ya podía escuchar a su padre cuando le diera la sentencia,  bien se lo había advertido.  Con Edward fue diferente, porque aunque le hubiese dejado, sus padres le veían como la victima, ellos no sabían nada acerca de la entrega de su virginidad, por lo cual daba gracias, pero cuando ocurrió lo del Heika, fue diferente, se molestaron pero como se trataba de su majestad lo dejaron pasar, pero luego de enterarse por su medico que no era su primer hombre casi la lanzan del hogar.

 

 

-¡Cualquiera, eso es lo que eres, quien fue!- gritaba molesto su padre a lo que ella agacho la cabeza.

 

-Edward, verdad querida- contesto por ella, su madre, a lo cual asintió.

 

-¡¿Por qué demonios no dijiste nada entonces?!- exigió su padre.

 

-¡Karl eso ya no importa!- grito su esposa.

 

-¡Como que no, le hubiésemos obligado a desposarla!-

 

-¡Eso ya no importa, nuestra hija se casara con su majestad!-

 

-¡Crees que el Heika le desposara luego de darse cuenta que ella!- dijo en forma despectiva apuntándole a su hija.

 

-Padre, ya me he comunicado con su majestad y me a propuesto matrimonio- dijo la joven sin mirarle  a la cara.

 

-¡Pues entonces partiremos mañana mismo!- dijo su madre en cuanto su padre salía furioso del cuarto pero no sin antes agregar.

 

-¡Escúchame con atención Roses, si el Heika no te desposa puedes olvidarte de nosotros!, ¡no cobijare zorras bajo mi techo!-

 

 

 

Sin honor, sin boda, sin familia, sola, así terminaría, viviendo en una casucha mal trecha, rompiéndose el lomo como la chusma para sobrevivir, rogando por algo de buen tiempo para tener que comer, soñando con un esposo cualquiera que la sostuviera hasta la vejez, viendo como los nobles pasaban a su lado sin siquiera notarla, sintiendo el desprecio de su propia familia.  Sintiendo las malditas miradas y burlas de quienes conocieran su historia, ¡no, a ella no le darían ese destino, por su orgullo eso no pasaría!

 

Así fue como llego hasta aquel lugar, tras salir de su despacho, “sal de aquí, no quiero volver a verte”, fueron sus duras palabras del que debiera ser su esposo, le dolió, nunca pensó que sentiría eso si aquello llegaba a pasar, siempre creyó que seria rabia, pero no. 

 

Tal parecía el maou ni siquiera tendría consideración por haber tenido en su vientre a su hijo, toco este con nostalgia.

 

-Debimos marcharnos juntos-

 

 

El calido viento acariciaba su rostro, desordenando su hasta entonces perfecto cabello, respiro profundo aquel aire que por última vez tendrían sus pulmones, una sonrisa se dibujo en su rostro.

 

 

 

 

Quienes miraban la escena desde los pies de la torre gritaban horrorizados, los padres suplicaban para que hiciesen algo, ellos menos que nadie entendían lo que ocurría, mientras que el Heika y sus hombres se miraban de forma extraña.

 

 

No podían saber si realmente hablaba en serio, ¿acaso seria una nueva treta de aquella mujer?, como saberlo, después de todo les había demostrado que era una estupenda actriz, pero aun así debían hacer algo, si no por ella, por sus padres y por el tumulto de espectadores que se formaba en palacio tras ir a despedirse de su monarca tras la boda suspendida.

 

 

 

 

Que demonios hacia ahí, claro, de seguro había ido a burlarse, pero no se lo permitiría, antes de partir le diría unas cuantas verdades.

 

-No crees que es mucho-

 

-¡Lárgate!- grito la joven al recién llegado.

 

-Ni siquiera yo hice algo tan extremo y eso que si tenía motivos-

 

-¡Dije que te largues, no deseo escucharte!-

 

-Yuri no es el único en el mundo, encontraras a alguien que te ame, tu…-

 

-¡Cierra la maldita boca, monstruo deforme, tu que sabes!-

 

-Quizás sea un monstruo pero no soy ningún suicida patético- dijo con firmeza.

 

-¡El me ha humillado, cancelo la boda, seré el hazme reír del reino!-

 

-Talvez sea cierto, pero eso, tu te lo buscaste-

 

-Te ríes de mi verdad-

 

-¿Por qué, por fingir estar en estado?-

 

-¡Yo si lo estaba!- grito furiosa apretando su vientre vacío.

 

-Lo siento- dijo comprendiendo lo sucedido.

 

-Todo esto es tú culpa-

 

-¡Mía y eso porque!- dijo molesto el joven.

 

-Por tu culpa Edward me dejo y desde entonces he sido infeliz- decía entre sollozos mirando sus pies.

 

-¿Edward, quien demonios es ese?- preguntaba extrañado.

 

 

Claro, como sabría quien era su tan amado Edward, de seguro había sido uno mas del montón, maldito fuera Wolfram Von Bielfield.

 

 

-Me lo quitaste, al igual que ahora me quitaste a mi futuro marido- dijo con odio en su mirada.

 

-¡Yo no te quite nada, no tengo idea de quien es ese sujeto y con lo que respecta a Yuri, yo no tengo nada con él!-

 

-¡Eso dices ahora, pero bien sabes que luego correrás arrastrándotele para que vuelva contigo!-

 

-¡Te equivocas, yo no haré eso!-

 

-¡Como si fuera a creerte, todos saben que estas perdidamente enamorado de él!-

 

 

El demonio se ruborizo, dándole la razón a la joven furiosa.

 

 

-Yo no volveré con él-

 

-¡Jajajaja, aunque lo intentaras!, ¿crees que el te tocaría así?- decía entre carcajadas apuntándole.

 

 

El rubio agacho la cabeza, en realidad, que hacia ahí. Cuando la vio subir decidió reclamarle por lo que le había hecho a su ex, pero luego al verla sobre la baranda, no pudo mas que intentar de impedir lo que tramaba, bien sabia él como dolían los desprecios del moreno, y aunque la detestaba, no por eso permitiría que se suicidara, ni mucho menos que el idiota de Yuri viviera por el resto de su vida con aquella culpa.

 

 

-¡Debiste escucharlo…cuando estaba entre mis brazos!- decía exasperada la mazoku abrazándose a si misma.

 

-Aaaaaa, sus caricias, sus besos, como decía mi nombre, por Shinoun, acaso tu puedes decir lo mismo- dijo mirando con maldad al ex príncipe, quien se mostraba dolido tras escucharle.

 

-¡Claro que no!, ¡siempre te aborreció, ahora con mas razón!-

 

-¡Eso no es cierto!- gritaba molesto el muchacho.

 

-Jajaja, ¿Qué, crees que te dirá que te ama?, pues entérate de una cosa, antes de estar juntos, hablamos en un par de ocasiones, adivina lo que me confeso-

 

 

Sabia que no debía preguntar, que cualquier cosa que saliera de la boca de aquella víbora, solo seria para herirlo, era tan obvio que lo odiaba, pero aun así deseaba saberlo, debía hacerlo.

 

 

-¿Qué fue lo que te dijo?- decía casi en un susurro.

 

-Así que te interesa, bueno- se callo por unos segundos a propósito para crear ambiente, se sentía tan bien hacerlo sufrir.

 

-No puedo dejarlo, es mi amigo, si tan solo hubiese tenido el valor antes del accidente, es tarde, tengo que casarme con él, se lo debo-

 

 

Tenia razón después de todo, lo mejor que pudo hacer fue haber roto ese maldito compromiso, Yuri solo estaba con el por lastima y de seguro todas aquellas palabras de amor, sus constantes intentos por tenerlo cerca de él no eran mas que a causa de su gran corazón, “enclenque”, se dijo para si, “cuando pensaras un poco en ti”.

 

-¡Que, no dirás nada!- gritaba furiosa la demonia al no ver la reacción esperada en el rubio.

 

-Eso ya no interesa- le contesto a la mujer extendiendo su mano.

 

 

 

Cuando había llegado hasta ella, como no se percato de su acercamiento, aun con ese bastón.  Sus verdes ojos eran penetrantes, casi hipnotizantes, el sol le daba en pleno rostro haciendo relucir aquel que fuera el mas hermoso de todo el reino, pero que aun con esa fea cicatriz dejada por las llamas podía notarse, sus rubios cabellos al igual que los suyos, eran mecidos por el viento y esa pálida mano que mostrara tintes extraños en su superficie le esperaba paciente para ser sostenida.

 

 

 

 

 

 

Continuara.......................................

Notas finales:

Ojala les haya gustado, este episodio esta dedicado a mi moribundo amigo Cielphantomive, fuerzas, tienes que volver a ser tu, no es lo mismo, sniffff.

Gracias por los comentarios, siempre son bien recibidos, asi da gusto actualizar, jejeeje.


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