5 Como pudo cambiar tanto
No podía creer cuantos nobles estaban descontentos y ansiosos de poder, claro los diez nobles que encabezaban el consejo, si bien eran los descendientes de los forjadores del reino de los demonios, no eran los únicos, ya que también habían otros, esos que no eran los primogénitos, esos que descendían de romances furtivos, aquellos que habían ganado su titulo gracias a unos antepasados considerados héroes por los maou de aquellas épocas o simplemente por sus servicios prestados a la corona.
Un Spielberg emocionado por la petición de su rey no se hizo esperar para brindarle su apoyo en lo que fuera necesario, así fue como de la noche a la mañana un nuevo consejo de nobles fue creado y quienes hubiesen sido conocidos como los representantes de estos, fueron despojados de su poder.
El escándalo que se vino fue peor, el pueblo se sentía confundido, temeroso, no entendían lo que estaba pasando, mucho menos el extraño actuar de su rey.
Sublevación, le dijo Spielberg a su monarca con temor, debían tomar cartas en el asunto antes de que esto ocurriera, fue así como soldados comenzaron a rondar por los pueblos del reino cuidando de que sus habitantes no se fueran a levantar en armas, cada vez que escuchaban un rumor o insinuación estos los repelían de tal forma que nadie se atrevía a levantar la voz.
En castillo las cosas también estaban tensas, la esposa del rey sin consultar a nadie, había despedido al servicio de domesticas y contratado a uno nuevo, los miembros de la antigua familia real al notarlo quisieron hacer algo, mas los problemas eran demasiados como para gastar tiempo en ello, los únicos que protestaron fueron la pequeña princesa, la ex maou y por supuesto un rubio que no tenia ni la mas minima confianza en aquella servidumbre contratada por esa usurpadora.
Walterona en mas de una ocasión visito el Pacto de Sangre, deseaba llevarse lejos de ahí a su sobrino, pero el precario estado de salud de este tras el ataque se lo impedía, no podía arriesgar su vida ni la de su hijo.
La ex maou no podía creer lo que sucedía, como un joven noble como ese había terminado convirtiéndose en aquel déspota rey, ni ella en su mandato se atrevió a hacer algo como eso y eso que tuvo más de un motivo para hacerlo.
Dos hombres por mas que intentaban de hacer reaccionar a su rey no podían, ahora apenas y aceptaba su presencia ante él, les había reemplazado, si bien Gwendal continuaba con sus labores, Conrad había sido delegado a sus tropas, el único que se salvaba de ser excluido del circulo del rey era Gunter, quien no por eso se salvaba de uno que otro desplante de su querido Heika.
Ella entro en el cuarto con la ayuda de una de sus criadas, el rubio dormía placidamente sobre el lecho, ya estaba en el octavo mes de embarazo, pronto el niño nacería y eso no le agradaba.
–Monstruo asqueroso- decía en voz baja mientras se le acercaba.
Puso su mano sobre su vientre y al sentir un ser moverse dentro de el se estremeció, como podía ser eso posible, de seguro no era humano, eso estaba claro. Tomo una almohada y con ella se dispuso a ahogar a su rival, estaba a punto de cometer su objetivo cuando la voz infantil de una niña la distrajo de su tarea.
-¡Fuera, deja a mi papi, mala, mala!- gritaba la pequeña yéndose hacia su supuesta madrastra, golpeándola como fiera con los puños cerrados para que se alejara de su padre que apenas y se despertaba dándose cuenta de lo que ocurría a su alrededor.
La criada entro apartando de un golpe a la niña, en seguida el rubio se levanto como pudo de la cama para hacerle frente por lo hecho a su hija, mientras que la esposa del rey se levantaba furiosa gritando que todo lo sucedido era su culpa, estaba a punto de abofetearlo cuando su mano fue alcanzada por una iracunda Sherry que acababa de entrar al cuarto.
Greta no paraba de llorar, el maou no podía creer lo que su pequeña le decía debía haber otra explicación para lo que había visto, era claro que lo había confundido todo y tal como le decía su mujer, la niña estaba siendo manipulada tanto por el rubio como por su familia. Le costo tomar la decisión pero no daría pie atrás, sin importar los sentimientos de su niña, ni mucho menos los del rubio, le prohibió volver a verle, tanto a el como a los otros miembros de palacio, tal decisión tomo por sorpresa a todos los implicados, mas la pequeña no se dejaría intimidar por esa horrible mujer, ni mucho menos por su cambiado padre. Así en la penumbras de la noches iba a ver a su padre, así también se las ingeniaba para escapársele a sus profesores y escabullirse también de día, mas la travesura no le duro muco, ya que la misma criada de confianza de su madrastra que le había golpeado anteriormente fue quien la descubrió y delato ante el rey.
Dolor era poco decir para lo que sintieron dos jóvenes al ver partir a su pequeño rayo de luz, internado para señoritas en Carolia, sentencio el monarca, diciendo que seria lo mejor para su hija en esos momentos.
–Idea de ella, obviamente- dijo Lady Sherry molesta ante lo fácil que era de manejar al rey para esa mujer.
Un rubio no daba crédito a lo que pasaba a su alrededor, tan solo hacia unos meses todo era tan diferente, le esperaba ansioso al enterarse de su estado, no había día en el cual no recordara esa noche en la cual le demostró cuanto lo amaba, su confesión, de solo recordarlo se ruborizaba, mas ahora todo había cambiado abruptamente.
Continuara......................................