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DECEPCIONES por DRAGIOLA

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Notas del capitulo:

Lo unico que anhelaba era tener a ese pequeño pedaso de cielo entre sus brazos, aun sabiendo que seria la ultima vez.

 

CAP.7

¿Quién eres?, ¿Qué has hecho con mi enclenque?, ¿Por qué esta pasando esto?

 

 

El día en el cual debía partir había llegado, no deseaba hacerlo pero el moreno fue mas que claro en su sentencia, de no hacerlo por las buenas, seria sacado con soldados por la fuerza del castillo, el único alivio que le quedaba era saber que antes de marcharse podría volver a ver a su pequeño que desde su nacimiento no veía.

 

Yuri entro al cuarto con la mirada seria, demasiado, eso no le gusto al rubio, mas porque no llevaba consigo al pequeño.  Ya iba a reclamarle cuando unos segundos mas tarde la puerta se abrió, mi hijo pensó, pero al ver quien lo cargaba un cúmulo de sentimientos se mezclaron en su interior.  Ella lo cargaba sonriente, debía tragarse su orgullo, no decir nada, lo único que importaba era verlo, sostenerlo en sus brazos.  Apenas se acerco la mujer se alejo haciendo un ademán con la cabeza en signo de negativa, el miro a Yuri suplicante pero este solo miro a otro lado.

 

 

-Es mi hijo, al menos permite que lo cargue,… Yuri- pedía suplicante, mientras la mujer contenía una carcajada.

 

-Es precioso, shuuu, mi lindo bebe- decía meciendo al infante, una morena que provocaba a propósito a un  rubio que solo no la atacaba por estar sosteniendo a su niño.

 

-Ya es hora Wolfram, puedes marcharte- se pronuncio desde el fondo de la habitación el Heika.

 

-Me prometiste que lo vería- dijo un tanto triste y molesto el demonio.

 

-Y acaso no lo has hecho- dijo la mujer explayando una gran sonrisa en su rostro.

 

-Yuri…por favor-

 

-No me obligues a llamar a los guardias Wolfram-

 

 

Sentencio como advertencia el moreno sin darle la cara al rubio, mientras este aun no salía de su asombro al darse cuenta que de aquel joven honesto y amable que conociera no quedaba nada.

 

 

¿Quién eres?, ¿Qué has hecho con mi enclenque?, ¿Por qué esta ocurriendo esto?

 

 

Todas estas preguntas aparecían en su mente mientras era escoltado de palacio por un par de guardias para regresar a tierras Bielfield, junto a su tío.

 

 

-Adiós Wolfram-

 

Fue lo único que dijo el maou al ver como un carruaje se lo llevaba de palacio.  Su esposa le observaba un tanto molesta, pero supo reprimirse, no era hora de hacer una escena, tenia cosas mas importantes de que preocuparse, una de ellas era el monstruo que sostenía en sus brazos por mera obligación, la otra era ver la forma de deshacerse del mismo sin levantar sospecha alguna.

 

 

 

 

 

Apenas llego a Bielfieled, su tío Walterona le puso al tanto de lo que ocurriría, si antes no se lo habían dicho, era por el simple hecho de que en el Pacto de Sangre había demasiados oídos en las paredes. Para ser sinceros al rubio no le interesaba nada de eso, lo único en que pensaba era en su hijo, lo único que deseaba era eso. 

 

-Pronto Wolfram, pronto ya veras, volverás a tener a mi sobrino nieto en tus brazos y ese rey corrupto será expulsado de Shin Makoku-

 

Se pronunciaba el señor de esas tierras viendo cuan mal había arribado su amado sobrino y no precisamente por viajar por mar.

 

Ya antes las diez casas nobles habían tenido problemas con alguno que otro Maou, en tantos años era imposible no tenerlos, pero jamás había ocurrido que uno de ellos se atreviera a sacarlos del consejo, era impensable, después de todos ellos descendían de los nobles guerreros que forjaron y liberaron a los demonios, llevándolos hasta esas tierras, entonces ocurre lo impensable, un mocoso ingrato, porque ante los ojos de todo no era mas que eso, los sacaba, no, los expulsaba de Pacto de Sangre y en su lugar ponía nobles de segunda, hasta de tercera clase en su lugar. 

 

-Espero que duerma tranquilo Heika, aproveche mientras tenga tiempo, porque pronto, muy pronto nos alzaremos en su contra y no crea que el pueblo le apoyara, todo lo contrario, ellos tanto como nosotros le haremos pagar esta afrenta, al igual que a esa perra que tiene como esposa-

 

Esos eran los pensamientos del señor de la casa Bielfield mientras dejaba dormido en su cuarto a su adorado sobrino.

 

-Hare que pague con sangre lo que te ha hecho, tanto a ti como a tú hijo-

 

 

 

 

 

Continuara.......................................

Notas finales:

Gracias por seguir esta historia y por continuar comentando, arigato.


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