3.-Suposiciones y Verdades Imposibles de Callar
Cuando supo la noticia le dio todo su apoyo, jamás le gusto que fuera un soldado degradado a las ordenes de un regente cualquiera, un Bielfield nacía para ordenar, no para lo contrario y con respecto al compromiso, quizás había sido lo mejor, al fin su sobrino asentaría cabeza con las obligaciones que tenia para con sus tierras y quizás con el tiempo volvería a enamorarse y formar una familia…hasta que.
Le exigía saber quien era el responsable, pero como siempre se negaba a decírselo, hasta le amenazaba que si lo hacia publico el se marcharía para nunca volver, un nudo se le hizo en el estomago, debía soportar aquella duda si deseaba tener a su amado sobrino a su lado.
Lo sospecho, mas rehúso la idea al recordar las preferencia del joven que tenían como Heika, pero ahora no podía negar la realidad, su sobrino nieto era hijo del maou, heredero al trono, no comprendía como su sobrino no le había reclamado al infeliz, de seguro le había amenazado, pero algo era claro, nadie se burlaba de su casa y mucho menos de su tan querido niño.
Tal como lo pensó, Wolfram mando el grito en el cielo al escuchar que le había mandado a llamar, bien cierto era que ni sus familiares cercanos sabían de su estado, ya que se negó a que les informaran, a él no le importaba, mejor si no los tenia metidos cada mes en sus tierras, pero ahora las cosas eran distintas y el heika debería responderle a su sobrino, ya que legalmente el era su consorte real.
Una vez mas tuvo que tragarse su orgullo, pedirles disculpas y comunicarles que el motivo era para informarles que su sobrino se había marchado de viaje por varios años al extranjero, que todo había ocurrido de improvisto y que el deseaba comunicárselos para que no se preocuparan pero que el tiempo apremiaba. Lo miraban extrañados, aquella mentira no se la estaban tragando, pero en cuanto menciono el hecho de ir a mejorar su mayoku todos se relajaron con excepción del maldito mocoso que tenían por rey.
En ocasiones le llegaban cartas de palacio, a veces las respondía haciendo que su tío les pusiera su sello para hacerles creer que habían llegado primero a sus manos ya que como bien sabían todos, el revisaba sin ningún tapujo.
Su hijo crecía fuerte e intentaba de enseñarle a usar la espada de la misma forma que lo hicieran sus hermanos con él, deseaba que les conociera, pero aun no era el momento, menos escuchando como su ex volvía a tener una nueva prometida y que en esta oportunidad la boda si seria inminente.
No estaba seguro si lo que hacia era lo correcto, pero si el deseaba ir a palacio no lo detendría, ya que el único culpable de lo ocurrido era ese insensible y déspota joven que le había roto el corazón a su sobrino.
Cuando escucharon que había llegado a la fiesta de compromiso se alegraron, mas no pudieron pasar desapercibido el hecho de escuchar que venia acompañado no tan solo de su tío, si no que también de alguien mas.
Los anunciaron y para nadie paso desapercibido aquel pequeño que les acompañara y que luego comunicara era su hijo.
Su madre no daba mas de la felicidad, lo regañaba mientras abrazaba eufóricamente al pequeño, no podía creer que no le hubiese informado que ya era abuela y tanto ella como sus hermanos le pedían conocer a su consorte.
El esquivaba sus preguntas diciéndoles que mas tarde les contaría todo, a lo que su tío prefería no meterse. Mientras su niño jugaba con otros pequeños y un Heika lo observaba con nostalgia.
Lo felicito por su boda, a lo cual este lo ignoro como nunca creyó hacerlo, pudo ver sorpresa en su rostro, mas no quiso ahondar en el asunto.
Justo en el momento en el cual estaban asiendo el anuncio del compromiso y dando la fecha de la boda real, un par de niños pelea en medio del gran salón, uno lanzaba un trozo de tierra, era obvio que el pequeño pertenecía a la caza Voltaire, mientras que el otro apenas era rozado por este se puso rojo de furia, todos observaban la escena y al reconocer aquel menor y recordar de quien era hijo se prepararon para protegerse de sus llamas, mas lo que vieron ser invocado no fue exactamente este elemento y aquello sin lugar a dudas hizo que todos se voltearan a ver a su monarca y mirar con mas atención al menor y a cierto rubio.
Wolfram apenas y alcanzo a gritar que se detuviera, lo tomo en brazos y se dispuso a marcharse del lugar, pero entonces una voz se alzo como nunca le habían escuchado antes en aquel reino. Varios soldados le impidieron el paso, Lord Walterona sintió pánico por lo que podría pasar con su sobrino, por lo que agarro con firmeza su espada, a lo cual su ex cuñada no hizo mas que reprenderlo por el acto.
El moreno que alguna vez fuera su prometido extendía sus brazos en forma exigente, deseaba verlo de cerca, por primera vez en toda la noche.
No deseaba hacerlo, pero su propio hijo se voltio ante el temor que sentía por todo el despliego ocurrido.
-Heika, perdón, no quise molestarlo, por favor no lastime a mi mami-
Pedía el niño que ahora viéndolo de cerca podía reconocer como suyo, esos ojos negros eran inconfundibles, aun con ese cabello rubio.
Continuara........................