8.- EL VERDADERO SIGNIFICADO DE ESAS PALABRAS
Deshacer nuestro lazo, cuando escucho esa frase lo único que paso por su mente fue “Adiós a mi virilidad, no mas sexo, no mas sexo, maldito Wolfram”, pero luego de recuperarse del golpe bajo que le diera su consorte y pensar en todo lo ocurrido aquella tarde, llego a una conclusión. Pues bien, si su querido consorte no deseaba cumplir con sus obligaciones ya habría quien lo hiciera por el, después de todo gracias a él se había corrido hace años el rumor que le era infiel. Si, el Yuri Shibuya ya no tendría paciencia, si de el dependiera se hubiese conformado con el cuerpo del rubio hasta el día de su muerte, pero no, el señorito se negaba, pues bien, nadie podía culparlo de ahora en adelante, tendría una amante, ¡no!, varias, las cambiaria tan a menudo que seria una verdadera humillación para el rubio, ya que através suyo echaría a correr su triste realidad, la cual era tener un consorte frígido y pésimo en la cama, si ese seria el castigo perfecto. Una gran sonrisa se explayaba en su rostro cuando tomo aquella resolución, hasta tenia a la candidata perfecta para ser su primera amante y sabia bien que no le importaría ser la comidilla del pueblo, ahora aquel arrogante rubio sabría lo que era ser desplazado y humillado como él mismo lo había hecho con su persona, al menos eso fue lo que pensó hasta que vio a un molesto Gwendall pedirle hablar en privado.
-¡Nulidad!-
-Si eso fue lo que dijo y es mas, dijo que usted estaba de acuerdo, eso es cierto-
No podía creerlo, acaso aquella frase que de buenas a primeras había aceptado tenia tan amargo significado, hasta cuando terminaría por aprender las tan complicadas tradiciones de su reino, aquello para el simplemente resultaba un verdadero dolor de cabeza.
Por otra parte un rubio observaba desde una ventana como su pequeño jugaba con un par de niños pensando en que aquello era lo mejor.
-Wolfram, estas seguro de lo pides- había preguntado su madre triste al enterarse de la noticia que jamás se le cruzo por la cabeza, porque de tener alguna sospecha de que dicha cita tendría ese fin, jamás se hubiese prestado de mensajera.
-Lo estoy y el también madre- contesto solemnemente el demonio de fuego sin mostrar algún rasgo de tristeza lo cual sorprendió a sus cercanos que siempre pensaron que en el fondo este aun amaba a su monarca.
-¡Yo jamás dije que anularía el matrimonio él lo mal interpreto!- gritaba molesto el Heika tras ser interrogado por su general ahora cuñado que al igual que este se mostraba atónito por lo sucedido.
El silencio parecía eterno por lo cual el peli gris se atrevió a hablar para así saber su resolución.
-Y que hará Heika, aceptara la anulación o…- pero antes de que la frase terminara este hablo de tal forma que hasta el general se le llegaron a encrespar los bellos de la piel.
-Eso no, tráelo aquí ahora, este asunto se resuelve hoy-
Y ahí estaba, tal como aquel enclenque se lo había solicitado, nuevamente en ese despacho que por tanto tiempo viera como se desvivía por recibir una migaja de amor de aquel individuo que solo lo utilizaba para apagar el fuego que llevaba dentro.
-Bien Wolfram, sabes porque estas aquí-
-Lo se, donde firmo ahora- contesto sin esperar a lo que el moreno tuviera que agregar.
-Firmar…¡tu no vas a firmar nada que no sea una disculpa!- gritaba molesto ante la frialdad del rubio.
-Disculparme porque, acaso hice algo que atentara contra el reino o le ofendiera-
Tal solemnidad lo estaba volviendo loco, si bien soporto aquello antes solo fue porque el rubio era un soldado, pero ya no, no había excusa para su comportamiento.
-¡Si!, como te atreves a decirle a tu familia que nuestro matrimonio será anulado-
-Pues bien, ya que usted estuvo de acuerdo no pensé que estuviera mal ponerlos al tanto, después de todo es mi hermano mayor quien se encarga del papeleo de palacio-
Al escuchar aquello quiso ir y abofetearlo cuantas veces fuera necesario para dejarle claro que el era suyo y si con una le quedo claro que eran prometidos años atrás, quizás con varias sentaría cabeza que era su consorte, pero no, debía mantener la cabeza fría, después de todo ya no era un chiquillo.
-Wolfram, yo jamás dije que deseaba anular nuestro matrimonio por lo cual no firmare nada-
-Le recuerdo que acepto la disolución de nuestro lazo y que…-
-¡Pues yo no tenia idea que te referías a eso!-
Podía notar como se controlaba por no reírse en su cara, era cierto, como podía ser tan patético, tras años en aquel mundo y aun le faltaba tanto por aprender.
-Pues esa no es mi culpa, usted acepto y con eso basta para romper nuestra unión-
-Acaso faltara a su palabra Heika- dijo un tanto burlón el rubio esperando una impulsiva respuesta que por supuesto no se hizo esperar.
-¡Yo no te he dado mi palabra, ni nada parecido, no pongas palabras en mi boca!-
-Que clase de heika rompe su palabra, acaso no tiene honor-
Tanta palabrería definitivamente estaban cansando al moreno quien sin pensarlo decidió dar por terminada aquella discusión que para el era una perdida de tiempo.
-Yo no acepte nada, por lo tanto no firmo nada, di lo que quieras, jamás confirmare nada de lo que digas, será mi palabra contra la tuya-
-Su palabra contra la mía dice-
-Si, después de todo a quien crees que le creerán, a mi, su rey o a un consentido y malcriado Bielefieled que mantuvo oculto por años a su propio hijo con tal de que yo no supiera de su existencia-
Podía notar su molestia tras aquellas palabras, mas no le importaba, después de todo era cierto, cada una de esas venenosas palabras que le herían tanto a su rubio como a él mismo.
-Como te atreves- dijo en voz baja el demonio esquivando por primera vez su mirada.
-Acaso no es la verdad- dijo en el mismo tono el moreno sintiendo como un pequeño nudo se formaba en su garganta.
-Traeré testigos si es necesario- añadió molesto el rubio ante una repentina sonrisa irónica de su contraparte.
-Pues quiero ver quien se atreve a mentir ante los nobles, porque te recuerdo que estábamos solos- dijo el moreno tragándose las dudas de que por alguna remota razón hubiese habido alguien escondido entre los arbustos.
-Lo se, pero aun así traeré a mis testigos- decía suficiente el rubio ante la molestia del moreno que no daba crédito a la osadía de su consorte.
-Pues quien se atreva a mentir tendrá que enfrentarse mi ira- respondió algo sorprendido de si mismo pero sin dejar que el demonio se percatara de esto.
-Nadie se atrevería a hacer algo como eso y mas si usted mismo a aceptado que todo es cierto-
Aquello que decía su rubio no le gustaba para nada, de pronto un escalofrío recorrió su cuerpo y miro hacia la puerta, sin darse cuenta se encontraba abriéndola de par en par. Suspiro aliviado al no ve a nadie. Entonces al voltearse pudo ver como su demonio de fuego sonreía autosuficiente mirando un cuadro cualquiera, escuchando como algo se movía por la pared.
-¿Qué fue eso?- pregunto un tanto incrédulo.
-Mi testigo- respondía con una gran sonrisa el rubio.
-¿Qué testigo?-
-Bueno Heika si eso era todo de lo que quería hablar me retiro-
No podía creerlo acaso había un pasadizo secreto en su despacho, acaso Wolfram sabiendo esto le tendió una trampa.
-¡Quien es!-
-Lo sabrá el día de la anulación si así lo desea-
-¿¡Porque haces esto Wolfram!?-
Le vio marcharse sin siquiera mirarle, entonces aquel leve nudo se hizo mas grande, su vista se nublo y sintió como su rostro era bañado por lagrimas, entonces lo supo, lo había perdido.
Continuara.......................................................