CAP.13.: EL SER QUE MAS AMO EN EL MUNDO
-Mami…¡QUE LE HACES A MI MAMI!, ¡SUELTALA MAL NACIDO!, ¡DEJALO, DEJALO!- gritaba fuera de si el pequeño al ver como su querido madre derramaba lagrimas por culpa de aquel sujeto que lo agredía sin tregua alguna.
Todo era perfecto, los besos, las caricias, todo aquello lo llevaba a tiempos pasados, simplemente todo era perfecto, no, era mucho mas, ya que en esta ocasión no tenia la angustia en medio de su pecho por saber que luego de usar su cuerpo lo abandonaría con repudio solo para volverlo a buscar cuando necesitara satisfacer su necesidad física.
-Te amo- le decía entre beso y beso su amante temiendo que su bello demonio huyera de sus brazos al creer que lo dejaría tras hacer el amor, pero no, ya no haría eso, lo amaba y ya no temía admitirlo.
Se hundieron en el placer de redescubrir sus cuerpos, aquellos puntos sensibles olvidados por ambos, esas caricias que tanto necesitaron, hasta ese pequeño detalle que los uniría nuevamente haciéndolos un solo cuerpo.
Sin pedírselo su amado abrió las piernas, temblaba, el gran Wolfram Von Bielefieled, hubiese querido decir una broma respecto a eso pero ya no era un mocoso como cometer tales errores. Tomo con cuidado su delicadas piernas poniendo una sobre su hombro y otra en su cadera, con firmeza introdujo su latente miembro en el interior de su amado haciendo que este lanzara un gutural gemido mezclado entre dolor y placer que lo éxito hasta el éxtasis.
Le atrajo hacia el con desesperación para darle un beso, dándole permiso para comenzar las estocadas en su interior y así lo hizo su amado moreno con dulzura en un principio y como un verdadero maniaco al poco rato de tal forma que parecía mas que ansioso por aquel acto, lo cual dejo enormemente complacido al rubio.
Estaban en su segunda vuelta, porque con la primera aunque satisfactoria, en cuanto ambos se miraron y se atrevieron a darse un fogoso beso les había entrado las ganas de continuar amándose, era más que notoria por el latente miembro de un rubio y el duro pene de otro en el interior del antes mencionado.
Le dio vuelta, ya que sabia que así su rubio disfrutaría de una manera excepcional y lo que él mas deseaba en esos momentos era que su amado se sintiera no tan solo amado, sino que deseado, lo llevaría hasta el cielo si era necesario para hacerlo sentir bien pero en su desesperación le voltio sin siquiera procurar sacar su miembro de su interior por lo cual su rubio lanzo nuevamente un grito de dolor que le llego a sacar lagrimas que luego de un momento dejaron de salir de esas bellas orbes verdes.
Estaban ya llegando a su tercer gran orgasmo en esa segunda partida cuando sintieron como el velo que cubría la gran cama de la ex Maou se habría y si eso no los había hecho desistir en su acto si lo hizo un grito desesperado.
Apenas logro salir de su amado a tiempo para luego cubrir sus vergüenzas lo antes posible y es que jamás se imagino la peor pesadilla de un hijo hecha realidad y protagonizada por su propio retoño.
Cuando vio a su pequeño entrar en cólera exigiéndole a su moreno que lo dejara, los colores se le fueron del rostro, jamás habría deseado que el menor viera algo tan vergonzoso solo digno de su abuela. Estaba sumido en la culpa por el reciente descubrimiento de su pequeño cuando otro acto lo saco de estos pensamientos.
Se tiro sobre la cama con la ira reflejada en su rostro, supo entonces que debía prepararse para esquivar o anular su ataque, tal y como se lo había recomendado Gwendall tras recordarle que él podía hacerlo, claro esta que no le dejo saber su total ignorancia de esto, porque si bien parecía un joven de 20 años en realidad ya bordeaba los 45 y ya para esa edad seria vergonzoso admitir este hecho. Estaba listo para demostrarle a su hijo quien era el que mandaba cuando para su asombro vio como un reluciente objeto se asomaba sobre la cabeza del pequeño.
-¡Noooooo!- fue lo único que se escucho de parte de un rubio aterrado al ver como su amado era atacado de muerte por el otro ser que más amaba en el mundo y sin pensarlo se interpuso entre ellos.
No permitiría que lastimara a su madre, ni a él, ni a nadie, pagaría bien caro el haberle hecho llorar, le daría una lección que nunca olvidaría, porque Heika o padre, nadie se metía con la persona que mas amaba.
Continuara.............................................