Los símbolos budistas los habían rodeado. Shaka los había inmerso a los tres en su terrible técnica, ataque y defensa combinado: el llamado Tesoro del cielo. Su voz melodiosa, elocuente como recordaba, les iba relatando su sentencia: Morir. Morir o…
La traición…
Los ojos de Saga se abrieron desmesuradamente ante la visión del sexto guardián, con el rosario en manos, determinado a cumplir su papel en el destino. Todo ya había tomado sentido para él. Entendió que ellos a pesar de decir querer matarlo, no se atrevían hacerlo. Saga bien pudo enviarle su poderosa Explosión de Galaxia pero decidió intentar sacarlo de su camino con el Another Dimension. Lo había entendido. Shaka lo había comprendido.
No quieren matarme…
Pero a pesar de haberlo entendido, también entendía su papel y había quedado más claro cuando al verlo a él encerrado ante su visión, una memoria del pasado se transfiguró en medio de ellos…
Espinas…
Shaka ahora comprendía las palabras… esa voz anciana tomaba cada vez más fuerza en su interior. Los recuerdos de sus conversaciones con Buda le revelaban una a una la terrible verdad que tenía en frente.
Saga… yo debo morir…
Todo esto, es parte del destino…
—¡Privación del primer sentido!
Su voz junto el mover del rosario. La devastación. Ases de luces penetraron en sus cuerpos y les robaron la capacidad de uno de sus sentidos. Shaka iba en serio, estaba determinado a obligarlos a tomar la horrible decisión que los condenaría para siempre como traidores.
Debes abrirle el camino…
Aquella voz añeja le susurraba al oído, mientras escuchaba las palabras de Saga… El tercer guardián también había entendido la intención, aunque el motivo le era desconocido. Shaka quería morir… ¿Por qué? No había tiempo para pensarlo. Su misión debía ser incluso más importante que detenerse en esos momentos por aquel sentimiento que lo ataba a él. Saga estaba tomando toda esa situación como una prueba impuesta por el mismo Virgo a su fidelidad. Y él, él quería demostrarle que ahora si sería capaz de serle fiel a Athenea…
Aunque tenga que sacrificarte…
—¡Privación del segundo sentido!
De nuevo el poder, de nuevo el golpe. Cayeron de nuevo a la tierra y flores de aquel sagrado jardín que jamás pensó pisar en semejantes circunstancias. Saga se levantó, decidido a continuar, decidido a demostrarle a Shaka que estaba dispuesto a todo con tal de cumplir su propósito, por Athenea. Su vista seguía, y dentro, muy dentro… rogaba.
Quítame los ojos al final… quiero verte Shaka…
—¡Privación del tercer sentido!
De nuevo de pie. Decidido. Saga mostró su liderazgo reclamando a sus dos compañeros para seguirlo en su cruel determinación. Shaka quería morir y a su vez comprobar que tan dispuesto estaba Saga por defender a su diosa… el precio era su vida. Es lo único que le quedaba claro al de Géminis.
—¡Privación del cuarto sentido!
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—Escucha Shaka… esto es parte de un ciclo. El destino ha dispuesto que así sea.
—¿Destino? ¿El haber sido engañado por Saga? ¿Su muerte? ¿Su regreso de esta forma tan despreciable? Y ahora…
—Tu muerte Shaka… Porque esta guerra, debe pelearse en los infiernos.
Dos reflejos… una misma alma… dos voces que se interpelaban… la una con la sabiduría de siglos, la otra determinada a cumplir el llamado destino.
—Mis meditaciones en los infiernos hace dos siglos… el rosario Shaka… el ciclo se ha repetido para culminar mi misión… nuestra misión…
—Para eso tenemos…
—La octava consciencia…
—Pero Saga… Kanon…
—Ellos también deben cumplir su destino… Ábreles el camino Shaka… Nuestro destino es este: abrir el camino a la victoria.
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—¡¡¡ATHENA EXCLAMATION!!!
La potencia del poder, la fuerza de la cosmoenergía que atrapaba todo. Saga, con su único sentido disponible, pudo ver la sonrisa sincera de Virgo antes de blandir por quinta vez el rosario. Sonreía…
¿Es esto lo que querías, Shaka?
Lágrimas se avecinaban furiosas tras sus cuencas.
¿Por qué querías morir, Shaka?
El precio para afianzar su lealtad a Athenea… el precio para cumplir por primera vez su deber como santo…
¡¿Por qué me obligaste a matarte, Shaka?!
Una visión incorpórea, etérea frente a él. Shaka… dando un último mensaje.
¿Qué significado tiene tu muerte, Shaka?
Sus palabras denotaban una cosa.
Consumación.
Saga observaba los pétalos dispersarse en el aire, con lágrimas que inclementes gobernaban su rostro manchado de sangre. Virgo se esparcía, como perfume en el aire, como incienso hasta el firmamento.
Perdóname…
Te extrañe Saga…
No debías morir… no tú Shaka… No debías morir…
Era el destino, Saga…
Shaka…
No encontraremos…
Te Amo…
Lo sé Saga… es un amor de siglos…
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Frente al muro de los lamentos se congregaron.
Las once armaduras de oro se encontraban y resonaban. Sólo faltaba una, una que había llegado a los infiernos, portada por la estrella menor de géminis…
El destino… se cumplía en un nuevo ciclo del reloj.
Géminis fue al encuentro de su estrella más brillante. Saga se volvió a encontrar con Shaka. Comprendió…
Esta es la consumación de nuestras vidas…
El final cumplimiento de nuestro deber…
El día por el cual hemos esperado por siglos…
El día en que tengamos un mismo objetivo…
Te lo dije… nos encontraríamos…
Al final, peleando por un mismo ideal…
Como siempre debió ser, Saga…
Será un honor quemar mi vida a tu lado, Shaka.
Fusionemos nuestro cosmos… lleguemos al final, juntos…
Seamos uno…
Eternamente…
Virgo y Géminis…
Irremediable…
Sus cosmos estallaron en un sólo haz de luz que atravesó las puertas gloriosas hacía Eliseo.
Sus cosmos se fusionaron…
Átomo a átomo se buscaban en el aire… un roce, un último adiós en el vacío de la nada…
Convirtiéndose de nuevo en universo…
Siendo uno…
Abriendo el camino…
Cumpliendo…