Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

REPUDIO por DRAGIOLA

[Reviews - 37]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno se que la historia esta terminada por eso me disculpo, como ya habia dicho antes me puse a revisar mi disco duro y me encontre con varias historias entre ellas esta que le faltaba editar y que tras subirla me llegaron unas ganas enormes por continuarla y por ello heme aqui otra vez con la continuacion.

Parte II

 

PARANHOIA

 

 

 

 

 

-Has sido repudiado Yuri-

 

 

-Que- no podía creerlo, aquel que perjurara amarlo ahora lo repudiaba y como si esto no fuera poco en vez de ser él quien lo hiciera si hubiese sabido de aquella cláusula lo hacia él contando con la aprobación absoluta de Shinou.

 

 

-Yo no me marchare de mi reino-dijo un poco mas repuesto de la noticia pero no por eso menos molesto.

 

 

-Entiéndelo Shibuya no tienes opción es una decisión de…-

 

 

-¡Me importa una mierda que esos dos rubios se hayan puesto de acuerdo con derrocarme no me iré!-

 

 

-Shibuya mide tus palabras-

 

 

-¡Que mida mis palabras! ¡Que las mida me dices, acaso no te das cuenta de lo que tu gran Shinou pretende hacerme!-gritaba ya histérico el moreno alzando las manos con furia.

 

 

-Te recuerdo que las paredes tienen oídos amigo mío-

 

 

-Y yo te recuerdo que a estas alturas eso ya no tiene importancia…y si en verdad fueras mi “amigo” harías algo por ayudarme, claro si lo eres-

 

 

 

Respiro profundo exhalando con mas fuerza de lo necesaria, deseando no haber llegado a ese punto pero sabia que tarde o temprano llegaría y siempre era mejor hacer frente a lo que no era agradable antes que mas tarde.

 

 

 

-Esto no se trata si soy o no tú amigo Yuri-

 

 

-¡Claro que si! ¡Porque ahora mas que nunca te necesito me das la espalda!-

 

 

 

Negó con la cabeza, aquello no era verdad pero tampoco dejaba de ser cierto hasta algún punto realidad.

 

 

 

-¡El no puede hacerme esto! ¿Verdad?, ¡no después de todo lo que he hecho por el bien del reino!-

 

 

 

Por mas que intentara tranquilizarlo sabia que eso no seria posible, de ser un simple estudiante de preparatoria se había convertido en el Heika de un reino y aunque sabia que su amigo no era asiduo al poder a esas alturas de su vida dudaba mucho que deseara regresar a su propio mundo con las manos vacías, no después de haber vivido gran parte de su juventud en Shin Makoku.

 

 

 

-El es el dios que todos respetan, aman y admiran Shibuya, claro que puede hacerlo-

 

 

-¡No, no puede! por un demonio, todo es a causa de ese bishounen imbecil con el cual me obligaron a casarme, porque de el fue la idea verdad. Claro, después de que obtuvo lo que quería ya no tiene nada mas que desear. Ese desgraciado pero ya veras cuando me lo encuentre-

 

 

 

Lo observo con detenimiento sin creer lo que escuchaba y entonces cayo en cuenta que el moreno aun no asimilaba las consecuencias de sus actos, peor aun creí que la culpa era de la victima y no de el mismo.

 

 

 

-Quiero que llames a los nobles, ellos me apoyaran-

 

 

-No lo creo Yuri, ellos no se opondrán a su voluntad-

 

 

-No si creen que Wolfram lo manipulo-

 

 

-¿Sir Bielefeld manipulando a Shinou?, vamos Yuri-

 

 

-Quizás no todos me apoyen pero habrán varios que si lo harán-

 

 

 

 

Estaba seguro que su amigo conseguiría apoyo de Von Spitzberg, además de dos o tres nobles mas movidos por la codicia pero si creía posible que le dieran la espalda al gran dios Shinou estaba muy equivocado, después de todo su imagen imponía y aunque este no se les hubiese revelado en años eso no aminoraba el respeto que aun poseía sobre sus súbditos.

 

 

 

-Olvídalo Shibuya no vale la pena-

 

 

-Como que no vale la pena, ¡COMO QUE NO VALE LA PENA!, dime quien ostentara mi corona ante mi destierro- 

 

 

-……..- silencio solo eso pudo brindarle ante una respuesta que sabia seria mal recibida.

 

 

-Es él verdad, es él, ¡contéstame por un demonio!-

 

 

-Si, es él- dijo reprimiendo una pequeña risa ante tal comparación tan bien acertada pero que no tenía lugar alguno en el momento.

 

 

-¡Acaso no ves lo que pasa aquí!-

 

 

 

Lo miro extrañado aquello no le gustaba para donde iba.

 

 

 

-Lo planeo todo, desde el principio- decía pensativo el moreno mirando por todas partes pero a ningún sitio en particular, estaba anonadado al percatarse que todas aquella veces en donde se mostraba celoso no eran mas que frustración al ver que su plan estaba siendo echado a perder por unas faldas cualquiera y entonces otra revelación mas dolorosa cayo en su conciencia y aquello definitivamente no le agrado-El me utilizo-

 

 

-¿Qué?-

 

 

-Me utilizo Murata, el jamás me amo, él, ¡el muy desgraciado solo quería mi corona!-

 

 

-Shibuya piensa bien en lo que dices-

 

 

-Como no lo vi antes, es tan claro ahora-

 

 

-¡Yuri!, si el deseara ser Maou te aseguro que hace años lo habría sido-

 

 

-Que quieres decir con eso, o claro era cosa que se lo pidiera a Shinou y ya estaba verdad-

 

                            

-Por supuesto que no-

 

 

-Claro que no, necesitaban del poder del idiota extranjero para solucionar sus problemas primero y después se encargarían de el para obtener lo que siempre anhelaron, ¡verdad!-

 

 

-¡Yuri escúchate!-

 

 

-¡Acaso no es lo que sucedió, no lo es!-

 

 

-Te recuerdo que a quien acusas ocupo tu trono sin exigir coronación alguna hasta tu retorno-

 

 

-¡Eso solo fue un truco!-

 

 

-Que ganaría con eso si se suponía que tu nunca volverías-

 

 

-¡No lo ves, él y Shinou provocaron todo eso a propósito!-

 

 

-Con que fin según tu-

 

 

-¡Yo que se!, quizás para probar su poder ante mi, para ver la reacción del pueblo con Wolfram como líder. Pero cuando se dieron cuenta que aun lo detestaban no dudaron en hacerme volver-

 

 

-Nos hicieron Yuri, nos, o acaso te olvidas que yo también estoy incluido en el paquete o no pensaste en eso cuando se te ocurrió esta historia tan inverosímil-

 

 

-Claro que no Murata pero es obvio que te manipularon al igual que a mi piénsalo-

Le agarro de los hombros mirándolo fijamente a los ojos, la esperanza se reflejaba en esos ojos negros que solo exigían lo que para el era justicia pura pero que al parecer nadie más consideraba. El joven antes llamado El Gran Sabio solo pudo negar sus dichos e intentar nuevamente hacerlo entrar en razón pero lamentablemente eso era algo que su amigo no tenia en mente.

 

 

-Claro debí suponerlo- dijo dolido el azabache echándose hacia atrás, mirándolo con tal desprecio que no paso desapercibido para el joven de gafas que las cosas no irían para nada bien. –Tu estas con ellos-

 

 

-Yuri por favor-

 

 

-Lo estas-

 

 

-Escucha lo que dices, ¡soy yo Murata!-

 

 

-¡Si lo estas!-

 

 

-¡Soy tu amigo!-

 

 

-¡Tu no eres mi amigo! ¡Lo mas seguro es que el te lo haya pedido y por eso te acercaste a mi!-

 

 

-Sabes perfectamente que así no sucedieron las cosas-

 

 

-Tu provocaste todo, primero a esos tipos, luego a mi para que fuera en tu ayuda y por ultimo tu acercamiento para fingir ser mi amigo- la voz quebrada del moreno era evidente, aun cuando intentaba sin mayor esfuerzo ocultarla, sus ojos anegados en lagrimas retenidas con rabia para no parecer débil le rompían el corazón a quien aun se consideraba su amigo pero lo que mas dolía era saber que aquel joven noble, no solo había perdido su reino, si no también la cordura.

 

 

-Estas siendo paranoico-

 

 

-¡Yo paranoico, paranoico dices! ¡Y como se supone que debo sentirme he, como por un demonio! ¡Vamos dímelo si te crees tan sabio! Ohooo Ken Murata, Gran Sabio de Shin Makoku- termino por decir hincándose tras hacer una alabanza a quien se encontraba ya no solo sentido, sino humillado por la misma.

 

 

Respiro profundo decidido a marcharse pero no sin antes darle un ultimo comunicado a quien alguna vez considero su amigo.

 

 

-Pasado mañana partirás, si deseas llevarte algo puedes agregarlo a tu equipaje-

 

 

La risa ya no tan cristalina y pura del moreno se hizo escuchar como un horrible graznido de ave de rapiña.

 

 

-Me puedo llevar mi vida, me pueden regresarme todos los años que gaste en este maldito mundo, ¡pueden!-

 

 

Cerro la puerta tras de si dándole las ordenes pertinentes a las Sacerdotisas. Aquellas dependencias no serian penetradas hasta el día en que su huésped se marchara y solo seria permitida una persona en estas quien dispondría los alimentos necesarios para su estancia. Quiso echar una mirada por ultima vez a la morada de su amigo pero no pudo, el reproche en sus palabras le habían dejado claro que no tan solo Shinou y su descendiente eran considerados culpables de su desgracia, sino que ahora el también.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

De haber sabido esa mañana que la cita en el Gran Templo de Shinou no se debía a una de cortesía,  lo hubiese pensado mejor pero quien en su sano juicio creería posible que un buen rey como el seria desterrado de su reino por simple capricho de algunos pocos, porque si, aunque pareciera que carecía de modestia esto no era lo que le sucedía en esos momentos y es que en la soledad de aquella habitación los recuerdos de todas las vivencias pasadas en aquel mundo se volvían mas vivaces con el paso de las horas con una única pregunta en su mente ¿Qué hice mal?  Pero entonces la única respuesta a ella venia de golpe dejándole en claro algo “NADA” Y la rabia resurgía dentro de su pecho gritándole venganza por cada segundo que pasaba mientras la luz se desvanecía poco a poco indicándole que el día se acababa al igual que su tiempo en aquel mundo que tanto amaba.

 

Los primeros rayos del sol aun siendo molestos eran caricias para su dolido corazón, con gran escuezo se sentó en la cama para percatarse que en la mesita del frente ya se encontraba servido su desayuno. Expiro frustrado, ya que sabia bien que ni eso podía cambiar, nadie se dignaba a dirigirle la palabra, aun viendo en sus rostros confusión y unas profundas ganas de hablarle pero que por el maldito dictamen eso quedaba fuera de discusión. Era un maldito prisionero, aun en aquel cuarto que dejaba muy lejos el aspecto lúgubre de los calabozos del reino pero aun así lo era.

 

Un pajarillo se poso en el borde de la ventana trinando con alegría, poso su mirada en el, ya con un peso menos en el alma pero así como desapareció resurgió al ver el color de este. Se acerco sigilosamente con la mas dulce mirada, con gentileza lo tomo entre sus manos como alguna que otra vez lo hiciera para enseñárselo a su amada hija cuando era pequeña. Podía sentir la calidez de su cuerpo, la respiración agitada de este, el aleteo que era impedido de realizar por ambas palmas, el trineo antes melodioso ahora lleno de pánico y como un simple crack paraba toda actividad en aquel pequeño pájaro que perdía su calor con el paso de los minutos.  La vida era algo precioso y era una lastima que un ser indefenso como el tuviese que ver truncado su futuro por algo tan simple como el color de su plumaje y es que el color de este era idéntico a sus ojos y ante la frustración de no poder hacer lo mismo con aquel que le había traicionado debía conformarse con lo que tenia a mano, aun si era cruel de su parte, aun si no podía hacer nada para vengarse, aun si no…Pero entonces una revelación apareció ante el y supo que todo no estaba perdido.

 

 

 

-Prepárate Wolfram porque si piensas que has acabado conmigo estas muy equivocado, ahora conocerás quien es Yuri Shibuya y te puedo asegurar que no te agradara en lo mas mínimo mi querido consorte-

 

 

 

Notas finales:

Desde ya muchas gracias a quienes leen y mas para quienes me han dejado comentarios para ellos va dedicada en especial este capi. Por cierto hace un buen tiempo que no subia nada referente a mi amada Kyo Kara Maou por lo que estoy media oxidada, asi que si he cometido algun tipo de error porfavor haganmelo saber, gracias.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).