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LA CAIDA DEL ANGEL. por DRAGIOLA

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Notas del capitulo:

Gracias por todos los comentarios que me han dejado, me ha hecho muy feliz saber que aun alguien lee la historia y sobre todo a nuestra nueva lectora que nos dejo un comentario por cada capi, tu si sabes como hacer feliz a un escritor, jejeje.

POCO A POCO CADA VEZ MAS CERCA DE LA VENGANZA

 

 

 

Por mas que intentara de engañarse la caída a la realidad era siempre dolorosa y es que si bien ya se había enredado con otros sin importarle el lugar o el momento, jamás lo hizo entre las sabanas de su cama, esa misma que viera no tan solo la lujuria o pasión desmedida para con el ser amado, sino también la dedicación y  cariño para quien amaba desde que viera por vez primera por lo cual el tan solo imaginarse a otro cuerpo retorciéndose de placer bajo el suyo que no fuese aquel, era algo mas que aberrante para su imaginación y mucho mas para sus ojos.

 

 

Lo tomo del cabello molesto tirándolo con rabia contra la pared, sin importarle el fuerte golpe que sé daba con esta, ni mucho menos los gimoteos del susodicho que entre lagrimas le suplicaba por un poco de su amor, mas eso no ocurriría porque ese sentimiento había muerto el mismo dia que aquel desgraciado había participado en arrebatarle a la única persona que vio algo mas que un pobre huérfano abandonado. Lo miro con repulsión, sintiéndose complacido cuando lo vio retorcerse de dolor ante una certera patada que le propino en el estomago preguntándose si ya no era tiempo de deshacerse de él pero ante este pensamiento recordó que las ultimas horas de su castaño debieron ser horribles por lo cual ese individuo no merecía el mínimo de clemencia y el liberarlo solo seria un bálsamo para al castigo que se merecía. 

Sintió como se aferraba entre sus piernas desde el suelo  pidiéndole perdón y como siempre asegurándole que haría todo lo que él le pidiera a cambio de un poco de su cariño. Era tan patético que ni siquiera caía en cuenta que si por él fuera en ese preciso instante estaría a tres metros bajo tierra. Respiro profundo, el golpearlo ya no era tan placentero como antes y a esas alturas solo lo hacia por simple rutina pero hasta eso se había vuelto un tedio para el.

Lo separo de su cuerpo con furia echándolo de su cuarto al instante, gritándole furioso que si no paraba de darle la lata le iría peor que hacia un par de meses cuando le saco toda la verdad y como si por arte de magia se tratara, quien se encontraba tras la puerta para sus reclamos lastimeros al instante.

 

 

Escucho su teléfono móvil y apenas lo sostuvo sonrió al ver quien lo llamaba para confirmar una nueva…¿cita?, no el sabia que no era eso, al menos no del índole romántico, pero aun así era placentero saber que ante los ojos de cierto escritor si lo era y que tarde o temprano se enteraría  de quien era realmente aquel individuo que le había de vuelto según él, la vida al cuerpo. No pudo evitar soltar una carcajada  disimulada ante este pensamiento y dar como escusa a quien estaba  del otro lado del auricular alguna tontería. 

Apenas colgó no pudo evitar mirar aquella cama vacía en la que su amado castaño reposara a su lado hacia mucho tiempo atrás y como en un simple pestañeo una frágil figura aparecía ante estos para su horror.

 

 

-¡No!-

 

 

Se grito horrorizado  por pensar en alguien mas que no fuera su adorado Hiro-san de una forma tan incitadora y romántica.

Se odio por ello y se juro que aun siendo inocente aquel muchacho de mirada soñadora, pagaría por aquel atrevimiento, porque a fin de cuentas él no era mas que otro peón en medio de ese juego que él había creado.

 

 

 

 

 

 

Se habían reunido como siempre después del trabajo, por un momento dudo de retirarse pero Tsumori insistió en que se fuera a dar un buen merecido respiro con el que creía su novio, aunque le había dicho en más de una ocacion que no lo era. 

En el poco tiempo que conocía al chico pudo no tan solo percatarse de su leve parecido con su Hiro-san, sino también las diferencias entre ambos, como su adoración por las cosas dulces algo que a su castaño jamás agrado pero que a el no siendo fanático tampoco podía decir que le desagradaran y gracias a ello podía darle un gusto necesitado a su nuevo amigo que al parecer aun no encontraba al compañero ideal para compartir tales placeres.

 

Se habían tomado dos tazas de té junto a un buen par de tortas que en su mayoría habían sido consumidas por el castaño que se veía completamente feliz con cada una que probaba pero no así satisfecho. Vio como en su rostro quedaba un rastro de crema creando el momento perfecto para realizar un acercamiento más íntimo, consiguiendo con esto que su compañero se ruborizara por un instante pero que al segundo le pidiera disculpas entre risas por su descuido. Aquella cita le había dejado satisfecho, más porque al dia siguiente se reuniría con cierto escritor justo en ese mismo lugar en donde cierto garzón creía verdaderamente que el muchacho era su pareja. No sabia porque pero sentía su pecho hincharse y la verdadera necesidad de reírse con ganas.

 

 

 

 

Entro cansado a su departamento deseando no encontrarse a esa sanguijuela que se le había pegado hacia un par de meses y dando las gracias por encontrar en su lugar una nota en donde le decía que se había marchado a trabajar, pudo notar entonces sobre la mesa un plato de comida tapado con una servilleta el cual sin duda terminaría en el basurero de su hogar porque el jamás probaría comida de un tipo de aquella alimaña. Estaba en eso cuando escucho sonar el timbre de su hogar, fue a ver de quien se trataba quedando sorprendido al abrir la puerta por quien se trataba.

 

-¿Misaki?-

 

-Hola…Nowaki-

 

Contesto un tanto nervioso el muchacho tras el umbral de su puerta mirándolo con algo de timidez.

 

-Em…pasa, no te quedes ahí- dijo después de un momento el moreno al ver la duda instalada en el rostro del chico.

 

-Gracias- dijo pasando mientras el cerraba la puerta tras este preguntándose por el motivo de su visita y mas de como se entero donde vivía.

 

-Misaki podría preguntarte como supiste donde vivía-vio la incomodidad en el chico por lo cual agrego apresurado-no es que me moleste pero no recuerdo habértelo dicho-dijo esbozando una de esas antiguas sonrisas que tanto le decían sus conocidos extrañar y que ni el mismo se dio cuenta en que realizaba en esos momentos.

 

-Vine por esto-dijo el  castaño mostrando un celular que el moreno reconoció como el suyo.

 

-No lo puedo creer, ni siquiera me había dado cuenta-dijo rascándose la cabeza de forma despreocupada.

 

-Espero que no te moleste-

 

-No claro que no, solo me sorprende, nada más-

 

-A si, llame a un  numero de tu teléfono espero no te moleste, creo que era el de un compañero de trabajo, el me dio tu dirección-

 

-Tsumori- se dijo así mismo en voz alta atrayendo la atención del joven frente a él.

 

-No me dijo su nombre pero creo que se llevo una impresión equivocada de mi persona, perdón por eso- menciono sonriendo un poco avergonzado, mientras él se imaginaba que era precisamente lo que su ex Sempai debía estar imaginando en esos momentos.

 

-No te preocupes, si es quien creo no habrá ningún problema- Al menos no en estos momentos pensó satisfecho por las casualidades del destino que le entregan las cartas perfectas para el futuro de su venganza.

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

La historia ya va tomando cada vez mas forma y quizas ha algunos crean que Nowaki a bajado la guardia pero no se equivoquen, sus planes de venganza jamas se detendran porque segun el se lo debe a su amor.

Como siempre gracias por leer y mucho mas por comentar.

 


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