Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

LA CAIDA DEL ANGEL. por DRAGIOLA

[Reviews - 78]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

"Las diferencias entre ambos eran muchas pero en cierto modo con tan solo verlo podia recordar con mayor claridad a quien le habia dejado hace mucho tiempo atras".

PROFANANDO TU RECUERDO

 

 

 

Era gracioso pero justo esa misma tarde había estado hablando con Usami acerca de su… ¿nuevo novio? El jamás lo había reconocido como tal pero el escritor a esas alturas insistía en ponerle ese titulo aun ante sus negativas reiteradas diciéndole que solo se trataba de un amigo.

 

 

-Entonces por que sonríes he-

 

Si el muy idiota supiera el porqué de su sonrisa espontanea se retorcería de la rabia en ese mismo lugar en vez mirarle complacido por su supuesta recuperación emocional.

 

-Me alegra que hayas encontrado ha alguien especial-

 

Si, tan especial que ni se imaginaba lo que tenía en mente.

 

-A él…le alegraría verte feliz-

 

Y con esas simples palabras sintió su pecho oprimirse, el dia soleado ensombrecerse y un dolor arremetedor en todo el cuerpo, porque el pensar que su amado Hiro-san se alegrara por lo que estaba haciendo le producía una desazón horrible que era acompañada por el pinchazo de la culpa, culpa que se negaba a sentir por aquel hombre sentado frente a el pero que recordando aquel muchacho en esos momentos no podía evitarla.

 

-Nowaki…Nowaki-

 

-Perdón, que decías Usami-

 

-Nada-

 

Podía notar la culpa en sus ojos, tal parecía se había dado cuenta de su error al mencionar a su amigo y su notable cara descompuesta debía ser motivo suficiente para no poner objeción alguna a su sorpresiva retirada del lugar.

 

 

 

 

 

 

 

Si, a veces la vida se encargaba de ponernos en situaciones que no nos agradan y a veces en otras que nos dan verdadera gracia porque de seguro aquel escritor ni se imaginaba que la persona que amaba estaba nuevamente en su departamento con una nueva escusa de por medio y mucho menos que en un arrebato al recordar como le hizo sentir aquella tarde había arrinconado a un sorprendido Misaki contra la pared.

 

Podía sentir su respiración entre cortada contra su rostro, aquella sonrisa que ya se había memorizado sabiendo de ante mano que era el aviso para disculparse por algo, aunque en esa ocacion no existiera motivo alguno y el nerviosismo latente en aquel diminuto cuerpo que intentaba de liberarse de su cuerpo sin ningún éxito. 

 

 

-Nowaki- apenas dijo en un susurro su nombre dejándole ver esas grandes orbes verdes llenos de duda en ellos, sin la menor comprensión de lo que se proponía e ignorando que ni el mismo lo sabía.

 

 

Alzo sus muñecas sobre su cabeza sin el menor rechazo del castaño, podía ver sus ojos cada vez mas cerca y sentir sus húmedos labios sobre los suyos en un casto beso que luego de unos segundos se abrieron para darle paso aquella suave y dulce cavidad que jamás se imagino siquiera apoderarse. 

 

-Es…epera- dijo por primera vez poniendo una traba entre ellos e intentando zafarse de su agarre que en esos momentos se hizo mas fuerte-Nowaki…yo…ahmmm-

 

Delicioso pensó arrastrándolo despacio por la pared y apoderándose de su pequeña cintura con su otro brazo.

 

Podía escuchar claramente cada gemido que se escapaba de aquella pequeña boca que tomaba bocanadas de aire con desesperación en cada oportunidad que le daba al separa sus labios de el sin imaginar la excitación que despertaba en todo su cuerpo y muy especialmente en su entre pierna que urgía por hundirse en aquel cuerpo de su otrora amigo que se removía indeciso entre su cuerpo y esa bendita pared que impedía su huida. Abrió la puerta en su segundo intento para dar con la manilla, llevando al muchacho en puntillas sobre el suelo, mientras intentaba sin el menor esfuerzo de llevarlo hasta el centro del cuarto, dejándose caer finalmente ambos sobre la cama.

 

Soltó sus labios para acariciar con sus labios aquel dulce cuello hasta llegar al punto de la clavicula, escuchando por segunda vez un gemido que electrifico cada parte de su ser y dando urgencia aquel calor que se había apoderado de su cuerpo.

 

-No- apenas dijo entre gemido y gemido el castaño al sentir sus manos intentando de pasar bajo su sweater-por…favor…no- le dejo en paz pues no deseaba asustarlo, además no era necesario tocar su piel para hacerlo sentir bien, al menos no por el  momento.

 

Soltó sus muñecas para darse paso a las caricias sobre la ropa, aspiro su aroma desde la altura de su ombligo hasta llegar nuevamente hasta su boca para arrebatarle con lujuria un beso que el chico no dudo en regresarle, mientras el buscaba sobre la ropa dos pequeños botones que no dudo en piñizcar. 

 

-Mmmm…haaa…Nowa…ki-dijo mientras exhalaba un poco de aire en un instante en que el mismo moreno necesito aire, sintiendo como el joven le rodeaba las caderas con ambas piernas.

 

-Mi…Mi…saki-dijo sin poder evitar verlo a los ojos que en ese momento tenia cerrados y sintiéndose mas que excitado al ver aquel rostro ruborizado ante si.

 

Con premura tomo sus piernas poniéndolas sobre sus hombre, el chico de inmediato se tenso recomponiéndose de su propia excitación, mirándolo dudoso por el acto.

 

-No hare nada que no quieras- dijo el moreno con voz ronca.

 

-La…ropa…no…por favor-

 

 

Sentía su pecho estallar con aquella simple confesión, tan tímido, tan bello, tan inocente en su propia forma y a la vez tan diferente ha….le robo un beso apoyando sus manos a cada costado de su cuerpo comenzándose a moverse con desesperación, sobando sus miembros sobre la ropa, sintiendo como tanto el como su compañero están tan duros como roca y como eran satisfechos con este simple acto que en su vida realizo con tantas prendas encima.

 

-Ahaaaa….aaaa-

 

Los gemidos de aquel joven lo estaban volviendo loco, podía oír claramente como se retorcía de placer bajo su cuerpo al compas de la cama que crujía a cada fricción que le realizaba.  Tanta era su necesidad de sentirlo con mas fuerza que sin darse cuenta las rodillas del muchacho ya tocaban su propio pecho dejando a su disposición aquel redondeado pero firme trasero con el cual se sobaba con mayor ímpetu sin deseos de parar hasta estallar de éxtasis sobre el.

 

La respiración del chico era acompasada, intentaba agarrarse con fuerzas de las sabanas sin mayor éxito, esos verdes ojos le miraban con un brillo especial, esperando algo que no dudo en darle. Con dificultad devoró su boca sin detener su acto de lujuria, su vista estaba ya borrase, prueba irrefutable de estar a punto de llegar al limite de su libido, sintiéndose mas que satisfecho con aquel simple acto hasta que en cierta esquina de su cuarto una persona le veía atónica por el acto que desarrollaba en aquel lugar sacro santo que en esos momentos estaba siendo profanado sin la menor consideración. 

 

Se separo en el acto del muchacho dejándolo sorprendido por el acto, se movió hasta la esquina de la cama sentándose en ella con desesperación.

 

-Que sucede- dijo el castaño aun con la voz entre cortada por el esfuerzo del acto recientemente efectuado-Nowaki- quiso tocarle con la mano pero apenas lo intento el moreno la alejo de un golpe dejándolo extrañado por el hecho.

 

-Vete por favor- fue lo único que escucho del moreno que en esos momentos tapaba su rostro con aquellas manos que hacia unos instantes lo abrazaban y acariciaban con premura.

 

-¿Qué...hice algo mal…yo…?-

 

-¡Lárgate!-grito finalmente el pediatra al sentir su aproximación.

 

-Hai- le escucho decir mientras sentía como el castaño se levantaba de la cama retirándose en el instante del cuarto y escuchando minutos  después como se despedía en la puerta de entrada del departamento de él.

 

-Solo lárgate, por favor- dijo el moreno sin darse cuenta que ya no se encontraba.

 

Levanto la cabeza con pesar, giro su cuerpo hasta aquella esquina en donde le viera y entre lagrimas le miro por largo tiempo hasta que un lo siento salió de su boca porque aquel joven dulce no era el, porque aquel joven divertido no era el, porque aquel joven que había despertado algo que hacia mucho tiempo creyó muerto no era el, porque aquel castaño no era, ni nunca seria su amado Hiro-san.

 

 

-Perdóname mi amor, per…dona…me- dijo cayendo de rodillas en un mar de llanto por el acto de traición cometido contra quien fuera su razón de vivir.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Les agradesco los comentarios, espero les agrade el capitulo que viene a continuacion y me den su opinion sobre este, gracias.

Como siempre gracias por leer y mas por comentar.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).