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LA CAIDA DEL ANGEL. por DRAGIOLA

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Notas del capitulo:

Y cuando el monstruo confunde sus recuerdos con la realidad el caos se presenta de forma irremediable gritandolo cuan imbecil es y recordandole el porque de su existencia.

 

 

 

LA CULPA DE UNOS ES MAS FUERTE EN OTROS

 

 

 

Tal como se lo había dicho Tsumori el seguía ahí esperándolo como si estuviera clavado en aquella silla y tan quieto que llegaba a incomodarlo no solo a él.

 

 

 

-Lo vas a dejar ahí todo el dia o piensas esperar a que alguna de las enfermeras llame a la policía, porque te aseguro que se están planteando aquello-lo miro solo por un segundo calibrando si aquello seria lo mas acertado o si bien dejar que en una justicia poética fuera a para a prisión al menos por un par de horas-Acaso te peleaste con el-¿pelearse, discutir?, no nada de eso, era solo que por una extraña razón ya no deseaba verle, ya ni siquiera el sentir aquella chispa que le daban las ansias de venganza le provocaba satisfacción en esos momentos y el verlo era la mejor forma de darse cuenta de ello.

 

 

-Recuerdas lo que te dije hace un par de días Sempai-nota como le mira su compañero, tiene una expresión entre divertida y seria que desentona un poco con su personalidad en esos momentos pero aun así continua-lo recuerdas-el asiente y repentinamente abre los ojos desmesuradamente tomándolo del brazo y obligándolo a mirarlo de frente.

 

 

-¿Es él?, es el famoso chico del que hablabas-apenas y lo mira por las rendijas de sus ojos-¡dime que no es el!-

 

 

-Tranquilo Sempai-

 

 

 

-Entonces es cierto, ¡es él!-niega con la cabeza pero el rubio lo agita-ha no, no me lo niegues Nowaki, porque tu solo me llamas Sempai cuando se trata de algo serio-Rayos, se dijo el moreno, porque  cada vez que deseaba tratarlo con algo de respeto él se imaginaba lo peor, es que acaso no podía llamarlo como antiguamente lo hacia.

 

 

-Tsumori no es lo que piensas, no es él-

 

 

-Me dices la verdad-

 

 

-SI-

 

 

-Espero que no sea un vano intento por engañarme-

 

 

 

El moreno se paso la mano por los ojos apenas se vio liberado por su compañero soltando un soplido de cansancio, a veces se preguntaba porque le contaba sus cosas a ese hombre y lo recordó para bien o para mal él era su único amigo en esos momentos.

 

 

-No lo tomes mal Nowaki en realidad no me importaría si fuera el, ya sabes que siempre te apoyare amigo- su mano estaba en su hombro y no pudo evitar regalarle una de esas sonrisas que según su compañero ya no  otorgaba desde que la tragedia golpeara su vida.

 

 

-El chico del que te hable…el…-agacho la cabeza, no sabia si hacia lo correcto en decirle todo a Tsumori pero en realidad ya no sabia que hacer-es mucho mas joven que nosotros-escucho una sonora risa que lo saco de sus cavilaciones, Tsumori tenia una gran sonrisa y por la mirada que tenia no auguraba nada bueno para lo que tuviera que decir.

 

 

-No sabía que eras un profanador de cuna Kusama-dijo remarcando su apellido de forma formal.

 

 

-No tan joven Sempai-

 

 

-Bien, bien pero no te molestes-

 

 

-El problema es…-

 

 

-Si ya lo se, tiene novio o al menos crees que lo tiene-el moreno asintió con desgano-rayos Nowaki al menos has hablado con el, has puesto las cosas en claro-ni siquiera se atrevió a mover la cabeza ¿acaso tendría sentido aquello, cuando el sabia perfectamente la verdad?-Ahora entiendo al gruñón, ¡rayos como te hace falta!-

 

 

 

Levanta la cabeza de golpe y es que hace años  no escucha aquel apodo por el cual se molestaba con su Sempai pero que muy descaradamente  mencionaba frente a su amado solo para verlo hacer aquellas muecas que tanto adoraba. Si su Hiro-san era la cosa más adorable, sobre todo cuando estaba molesto porque sabía perfectamente como ponerlo de buen humor.  Una nueva sonrisa adorna su rostro y Tsumori teme que luego de aquel error el moreno caiga en un pozo depresivo por el repentino recuerdo de su amante perdido.

 

 

 

-En fin, iras a hablarle o prefieres que le diga que te has marchado-

 

 

Piensa detenidamente si eso seria una buena idea pero luego decide que lo mejor es hacerle frente como siempre, no es algo que le agrade pero prefiere hacerlo en ese momento que tener que soportar su presencia cada dia de la semana.

 

 

 

 

 

 

 

-Ya pensaba que no deseabas verme-dice el escritor con aquel semblante inescrutable que tan bien lo caracterizaba y que tanto molestaba al moreno.

 

 

-Claro que no, es solo que he tenido mucho trabajo, solo eso- dice mientras bebe un sorbo de café bien necesitado.

 

 

 

Lo ve sacar algo de su maletín parece ser un sobre, lo ve cavilar y esta seguro que duda si debe o no entregárselo pero finalmente decide hacer lo segundo. Apenas tiene el dichoso sobre en sus manos estas tiemblan sin poder evitarlo.

 

 

-Lo olvidaste verdad-ni siquiera responde a eso, porque esta mas que horrorizado por aquel descubrimiento-esta bien, no tiene nada de malo-pero lo tiene y tanto el como el escritor lo saben-tranquilo, nadie espera que…-

 

 

-Eso a mi no me interesa-dice bastante nervioso-no se como, como pude…yo…solo es que-paso una mano por su cabello en un intento vano por calmar sus nervios pero no funciona-perdón, debo marcharme-

 

 

-Espera Nowaki-apenas alcanza a decir el peli gris cuando ve salir a toda prisa al moreno de la cafetería.

 

 

 

 

 

No sabe por cuanto tiempo ha corrido por las frías calles de Tokio y no le importa, no le importo cuando golpeo por error a una señora con sus compras del dia y mucho menos cuando estuvo a punto de ser arrollado por un auto, mucho menos cuando sintió la fría llovía empaparlo por completo, que le podía importar si había olvidado por completo lo que realmente era importante.

 

 

Alzo la vista para ver el negro cielo solo acompañado por una lluvia torrencial que recibía estoicamente recordando como en cierta ocacion en una situación similar tan desesperado como en ese momento buscaba al único dueño de su corazón rogando porque le diera una nueva oportunidad, suplicándole  ser escuchado cuando por fin le encontró, recordando su rabia, sus golpes, aquellos ojos anegados en lagrimas y una frase que hasta ese dia le calaba hondo encendiendo por completo su pobre corazón.

 

 

“¡Te amo, te amo, te amo tanto, acaso es tan malo amarte!”

 

 

Un  gemido lastimero fue tragado por la oscuridad de un callejón cualquiera, lagrimas se confundieron con la tempestad que aun caía del cielo y una carta en su mano por fin es abierta para ser leída aunque sabe perfectamente lo que dice. Un golpe en su frente con el puño cerrado es un castigo leve para lo que se merece, lo ha olvidado, lo hizo y es imperdonable.

 

 

“¡Te amo, te amo, te amo tanto, acaso es tan malo amarte!”

 

 

-Si…es malo Hiro-san…nunca…nunca debiste amarme…no lo merezco…yo…no merezco nada-

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El agua caliente borra permanentemente los temblores de su cuerpo y apenas sale de la ducha se siente desfallecer, la cama seria un buen lugar para descansar si no fuera porque el aun permanece en ella, él, uno de los…agita su cabeza, no desea recordar lo ocurrido, no quiere rememorar malos recuerdos aun sintiendo todavía sus nudillos adoloridos. Mira hacia la puerta de su cuarto, cerrada, así esta mejor, así debe estar, quizás mas tarde vaya y le vea quizás, solo quizás.  Luego observa el cuarto que compartiera con su amado Hiro-San y el remordimiento de lo que estuvo a punto de ocurrir ahí lo obliga a mirar a otro lado.

 

 

Toma el retrato que guarda en el aparador del living, tan pequeño tan tierno y se pregunta como es que le molestaba tanto a su castaño aquella imagen que solo reflejaba lo mejor de él, su niñez, entonces su vista se pierde en otro infante que le produce una sensación agridulce y no puede evitar sentir rabia por como terminaron las cosas. Y como a diferencia suya él no había olvidado una fecha tan importante como aquella, entonces recordó que la culpa era un eficaz aliciente para ciertas cosas, más cuando eran cómplice de asesinato.

 

 

Regreso la foto a su lugar y se fue hasta  su sillón escuchando a lo lejos unos gemidos  detrás de su cuarto,  tomo un poco de aire levantándose perezosamente de este y disponiéndose en ir a ver a su paciente que apenas lo sintió cerca se orillo hasta la esquina de la cama temblando de pavor apenas le tocara.  Era gracioso como el verle no le causaba el más mínimo desasosiego, ni mucho menos remordimientos a diferencia de casos similares que veía frecuentemente en su trabajo. Un nudo amargo se formo en su garganta al recordar aquellos pequeños rostros temerosos y darse cuenta que aquellas expresiones son las mismas que ve en esos momentos en los ojos de aquel joven que odia con todo su ser y la única palabra que se le viene a la mente es la misma  que ocupo por tanto tiempo para referirse a quienes arruinaron su vida. Monstruo, mas la palabra se borra en el instante que  ve la fotografía que reposa sobre su cómoda. Un castaño vestido formalmente muestra un diploma Universitario con orgullo apenas esbozando una pequeña sonrisa que el con el tiempo aprendió a identificar sin el menor problema.

 

 

Se deja en volver por sus recuerdos, por las sensaciones, por las caricias pérdidas, por aquellos labios casi olvidados y esa piel que si bien no es la más suave que ha tocado es más que preciada para su tacto.  Por aquel falo urgido por su boca, por aquellas piernas que lo vuelven loco, por esos brazos que lo envuelven y aquella voz que gime su nombre entrecortadamente esperando algo que ni necesita pedir porque se lo dará de todas formas porque es suyo, suyo por siempre y para siempre.  Siente como sus piernas  envuelven sus caderas, como su miembro se ahoga en el interior de aquella cavidad que lo devora sin complacencia mientras el vaivén de sus caderas se desborda en las miles de sensaciones que recorre por completo su cuerpo y lo siente, lo siente y gime de placer al sentir como es bañado por un liquido caliente, entonces lo escucha exhalar de éxtasis y se revienta en su interior llenándo por completo cada rincón de su cuerpo y de su alma para robarle un ultimo beso antes de abandonar aquel cuerpo que ama tanto. Gira para tomarlo por la cintura y aprisionarlo contra su pecho pero entonces el rostro mal logrado que ve frente a si le revuelve el estomago, sobre todo cuando una soñadora sonrisa es borrada por una llena de amargura y pavor.  Se levanta de golpe de la cama sintiendo como este simple acto provoca horror en aquel joven  con quien retozara hace un par de minutos, porque solo es eso para el, no amor, solo sexo, nada mas.

 

 

Se encuentra devuelta en la ducha debe quitarse aquel aroma, aquellas esquivas y casi invisibles huellas que han podido quedar por casualidad en su cuerpo, sobre todo en sus memorias, aunque sabe que será difícil conseguirlo porque a unido algo tan sagrado como los recuerdos de su amado castaño con la realidad de un individuo nauseabundo que no dudo en matarlo cuando llego la hora de hacerlo.  Se odia así mismo por su debilidad, se da asco, se detesta y se percata que de preferencia hubiese sido mil veces mejor haberse desfogado con aquel chico que le pertenecía al escritor de pacotilla, aunque hubiese sido en contra de su voluntad, aunque dudaba que esto hubiera pasado por como fueron las cosas. 

 

 

Intenta centrarse, intenta recobrar la poca cordura que le queda y decide hacer lo  más sensato en esos momentos.

 

 

 

 

-Alo-

 

-Hola, soy yo, Nowaki-

 

-No…Nowaki, hai, como has estado-

 

-Bien, disculpa si no he respondido tus llamadas-

 

-He, no hay problema entiendo que estés ocupado-

 

-La verdad es que lo tenia extraviado y hasta hoy me lo he recuperado-

 

-¿En serio?-

 

-Claro, porque otra cosa no respondería tus llamadas-

 

-Pues…-

 

-Quiero verte, eso si tu estas dispuesto a reunirte conmigo, ¿lo estas?-

 

-…yo…veras…-

 

-Sé que me comporte como un idiota la ultima vez que nos vimos y por eso te pido perdón-

 

-…No tienes por qué hacerlo…también fue mi culpa…-

 

-¿Misaki?, aun estas ahí-

 

-Hai, perdón, yo, ejem…es solo que  tengo unos cuantos trabajos pendientes pero puedo, puedo hacerme un tiempo pasado mañana, esta bien para ti-

 

-Por supuesto-dijo el moreno esbozando una macabra sonrisa que si el chico hubiese visto en esos momentos de seguro se hubiese retractado en seguida de su decisión.

 

 

 

Minutos más tarde de haber colgado el celular  Nowaki se dirige hacia su cuarto para mirar con asco a quien aun retoza entre sus sabanas  para sacarlo de ellas sin la más mínima consideración por su estado de salud.

 

 

-Vete-le dice a un chico  temeroso que no comprende absolutamente nada en la actitud de aquel individuo que ha aprendido amar-Dije que te largues-

 

-¿Qué?-pregunta anonadado por el rumbo que tomaban las cosas.

 

-Dije que te largues o es que acaso esperas que termine matándote- Y entonces vio aquella chispa, la misma que  acompañara a su Nissan el dia en que se le ocurrió secuestrar aquel profesor de Literatura, la misma que con el paso de las horas se acentuó de una manera maligna y sin sentido.

 

-Esta bien-responde el joven  moviéndose lo mas rápido que su lastimado cuerpo le permite rogando porque el moreno no se arrepienta en dejarlo marchar ileso.

 

 

 

 

 

 

Al fin estaba solo y sin distracciones que lo alejaran de lo único por lo que seguía con su patética vida, comenzar con su venganza y esta vez las cosas si irían en serio. Y para recordárselo vio por última vez la puerta por donde se había marchado quien le diera pie para ello.

 

 

 

-No te preocupes Yunai, te prometo no olvidarme de ti en cuanto termine con la parejita de enamorados-

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Bueno primero muchas gracias a quienes aun se toman la molestia de dejarme comentarios, muchas gracias por eso y a quienes no lo hacen...bueno esta capi no esta dedicado a ustedes flojos.

Espero qeu les haya agradado el capi, como siempre gracias por leer y mucho mas por comentar. Hasta la proxima.


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