MONSTRUO
Apenas lo vio entrar por la puerta soltó la botella de wiski de fuego que no soltaba desde que se había marchado exactamente hace seis días atrás.
-Volviste…amor donde…- lo ve dirigirse al cuarto de ambos sin siquiera dirigirle la palabra-¿Qué haces?- pregunta con aquel dolor incipiente que cree desvanecido apenas lo ve pero que resurge en su pecho con mayor fuerza al verle tomar no tan solo su maleta de viaje, sino también su baúl.
-Me voy-responde cortante su pareja sin siquiera mirarlo mientras toma su ropa del closet para depositarla sin el menor cuidado en su maleta-esto no funciona-
-¿Cómo que no funciona? Pero que dices amor…no entiendo….¿donde has estado estos días?- intenta tocarlo pero este lo esquiva yendo hasta el velador al lado derecho de su cama.
-Por ahí-le responde abriendo con brusquedad su baúl.
-¿Cómo que por ahí?- pregunta compungido tomándolo del brazo mirándolo por primera vez a los ojos y notando algo que no le agrado-¿Dónde has estado?-pregunta esta vez en un tono molesto.
-Estuve con mis amigos Potter, de acuerdo, ahora suéltame- dijo zafando su brazo del agarre del moreno.
-Eso…eso es mentira, llame a cada uno de ellos y nadie tenia idea de donde estabas-le vio agarrar sus libros de pociones y ponerlos con sumo cuidado en su baúl junto con su pequeño caldero-¡respóndeme!-
-No grites por favor, además que te importa en donde estuve- le responde con rabia evitando la mirada verde que se cierne sobre su persona cada vez con mayor fuerza.
-Como que…¡eres mi esposo, mi esposo, maldita sea!- grita con desgano mientras se agarra la cabeza sin comprender que esta ocurriendo.
-Necesitaba pensar, te lo dije…yo…simplemente necesitaba pensar solo es eso- el rubio miraba atento una camisa que le regalara en su ultimo cumpleaños como dudando si era buena idea llevársela.
-¿Pensar? Y bien, ya pensaste, así que estamos… por favor deja de empacar amor- dice nervioso tirando la maleta desde el escritorio de su cuarto.
-¡Diablos Harry! Mira el desastre que causaste- escucho como respiraba profundo, estaba pensando en que decir, lo conocía perfectamente, sabia que le daría alguna escusa que el con gusto aceptaría con tal de no perderlo, fue entonces que noto la falta de algo en su dedo anular, algo que sin duda el no perdonaría.
-Donde esta tu anillo de bodas-
El rubio miro con desgano su mano intentando de ocultarla de la vista del moreno en una acción bastante infantil si se lo preguntaban a este.
-¿Dónde?-
-Lo deje en casa de Pansy de acuerdo, lo pasare a buscar mas tarde-
-Mientes, le llame y no tenia la puta idea de donde estabas-dijo algo molesto pero aun mas dolido por las mentiras de su rubio.
-Te dijo eso porque yo se lo pedí-el moreno solo asintió con desgano ha aquella respuesta-mira, esto no funciona-intento de replicar pero el rubio no se lo permitió- déjame terminar esta vez por favor-el moreno cerro los parpados con fuerza asintiendo, preparándose para lo que viniese-como dije anteriormente, esto no esta funcionando, debemos ser honestos con nosotros mismos…esto no da para mas, es mejor que cada quien siga su camino ahora cuando aun estamos…- le miro de pies a cabeza sin siquiera disimular el acto, haciendo una mueca de decepción que al moreno le dolió hasta el alma-es lo mejor Harry-
-Para quien, ¿para ti? Y que hay de mi, yo aun te amo, acaso tu no me amas-vio al rubio mirar el piso, su cabello tapar su rostro y quiso saltar de alegría-tu me amas verdad, verdad-
-No se trata de eso…es que…mira-aquello no se lo vio venir, Harry lo tenia apresado entre sus brazos con una gran sonrisa he intentado darle un beso que el rechazo al instante-Pero que demo…basta Harry, ¡dije que basta!-grito molesto soltándose con gran dificultad de su fuerte esposo que en esos momentos se encontraba con la mitad de esta por pasar los días en vela por su causa.
-Tu me amas, porque te marcharías, no lo se pero si hay algo que te moleste dímelo y lo cambio, hare lo que desees, lo que tu quieras- vio por un momento aquel brillo en esas orbes grises que lo habían hecho adorarlo desde la primera vez que descubriera que lo amaba y olvidar por completo su libre albedrio con tal de tenerlo de vuelta a su lado.
-Yo…yo ya no-
-Tu me amas no intestes negarlo Draco-
-Yo ya no te amo Harry-
-Tú me amas y lo sabes-
El rubio se sentó cansado sobre la cama, sabia que hacer entrar en razón al moreno seria difícil pero eso ya le estaba tomando demasiado tiempo, tiempo con el cual no contaba precisamente en esos momentos.
-Draco porque sigues con esto-dijo posando su mano sobre su hombro sintiendo un escalofrió por parte del otro que intento alejarse en el momento-¿me amas?-el rubio le miro nuevamente pero esta vez ya no molesto, realmente se notaba cansado por la repetitiva pregunta pero que mas podía hacer si él lo amaba y estaba seguro que el también a él.
-No-contesto enseguida el oji gris.
-No te creo-
-Pues vete haciendo la idea porque me marcho-
-Bien-dijo el moreno notando la sorpresa en el rostro del otro-pero antes dame un beso-eso si que no se lo esperaba el rubio-o es que acaso si sientes algo por mi- dijo sinuosamente el moreno mientras su pareja negaba divertido.
-¿Un beso?, solo eso-
-Si-
-Bien…te daré un beso… ¡pero solo uno!-
-Si solo uno-dijo un sonriente Harry preparando sus labios.
-Solo uno-dijo el rubio recibiendo los cálidos y ardientes labios de su esposo.
-Si…solo…uno-respondió el moreno mientras devoraba la boca de su rubio.
-Si…solo…so…lo…ahaaa………………………………………………………………………………………………………………
-Más…mas duro…Harry…mas duro-pedía el rubio mientras agarraba con fuerza ambas nalgas que se mecían con firmeza sobre su cuerpo.
-Ya…ya…espera mi…Dragón…espera…- gimoteaba el moreno mientras se clavaba en aquel estrecho ano que adoraba.
-Ahaaa…más fuerte…dame más duro…por Merlín…Harry más…fuerte…mas…-pedía con insistencia un sudoroso rubio que movía con desesperación sus caderas para tener mayor contacto con el pene de su esposo que aun no lograba dar con su próstata.
-No me lo arruines…amor…que ya…ya viene…ya…ya viene- decía entre cada exhalación el moreno mientras intentaba en vano de envestir correctamente en cierto punto agarrándose con afán de las sabanas para no resbalar en estas y perder el paso.
-Vamos…ahaaa…vamos…Harry…vamos mi….león…tu puedes…tu…tu…-
-¡Ahaaaaaaaaaaa!...por Merlín….-exclamo el héroe del mundo mágico tensando su cuello y poniéndose rígido por completo para dejar salir finalmente todo su semen en el interior de “SU ESPOSO”, suyo y de nadie mas.
-Que…Ha…Harry…-apenas alcanzo a reclamar el rubio con voz queda al sentir el musculoso cuerpo de su pareja caerle encima mas que satisfecho, olvidándose completamente de su propia satisfacción.
-Aun…dices…que no… me amas-menciono cansado el moreno por el ejercicio realizado dándole un beso en la mejilla.
-Quieres…levantarte por favor-
-Perdón amor. Y bien-dijo esperanzado el oji verde tomando sus gafas del velador para mirarlo con mayor claridad.
-Podrías esperarme en el otro cuarto-respondia el rubio mirando ido el techo del cuarto.
-¿Por qué?-dijo extrañado el otro recibiendo una escueta respuesta.
-Por favor-
Y con esas simples palabras tomo sus ropas y se fue al living en espera de su rubio.
-Me voy Harry y no hay nada que puedas hacer para evitarlo, entiendes-
El moreno le vio extrañado desde su sillón favorito, mientras su…Draco se sentaba enfrente suyo.
-Es…dime la verdad Draco, creo que la merezco-
El rubio jugo con sus manos esquivando sus ojos, ahí había algo o mejor dicho alguien.
-Acaso hay…-
-Quieres la verdad pues te la daré, desde el principio-
-Bien-dijo con un nudo en la garganta el moreno intentando de controlar el escozor de sus ojos.
-No negare que me gustabas y mucho, tampoco que cuando me case contigo te amaba…-dejo en paz sus manos mirándolo por fin de frente-pero no hay química-
-¿Cómo que no hay química?-dijo exasperado Harry mirando hacia el cuarto matrimonial.
-Eso no cuenta mira…-
-Como que no cuenta, acaso se te olvido tan rápido como gozaste apenas hace unos minutos-
¿Gozar? Pensó Draco a punto de reírse en su cara pero resistiéndose en el acto, pues quería salir de aquello lo más rápido posible.
-Te diré la verdad Harry, una verdad que quizás no te guste pero…es eso…la verdad-
-¿Qué verdad?-pregunto esperando el momento de hacerlo ver su error.
-Te he engañado Harry y no solo una vez, sino en…-miro hacia un punto cualquiera como intentando recordar el numero exacto-tres o cuatro veces en estos cinco años de matrimonio-
-Mentiroso-dijo mordiéndose el labio el oji verde a punto de hacerlo sangrar.
-No es mentira, ¿acaso no te has preguntado porque Pansy ya no viene a casa? ¿Por qué ya no llama tan insistentemente como solía hacerlo antes?-
-Pero yo hable con ella el otro dia-dijo extrañado el moreno.
-Porque tu la llamaste, no al revés y no creo que te haya respondido muy educadamente cuando lo hizo verdad-
El moreno recordó aquella llamada y claro que la chica se veía molesta pero quien no lo estaría si le llamaban por chimenea a las tres de la mañana.
-No entiendo aun que tiene que ver Parkinson con eso-
-Bueno veras, hace mas de un año para ser exactos…digamos que me encontró en su mesa y no precisamente almorzando con su esposo-
Oficialmente Harry Potter había dejado de ser moreno y ahora un color pálido se apoderaba de su tez de tal forma que el mismo Draco comenzó a preocuparse por su salud.
-Necesitas agua-dijo lentamente intentando de levantarse de su asiento pero deteniéndose en el acto al ver la fría mirada de su esposo.
-Eso es mentira-había respondido mas repuesto el oji verde.
-Si eso deseas pensar…pero hay mas-dijo el rubio tomando aire.
Mas, pensó el moreno cruzando los brazos en espera de lo que vendría.
-Recuerdas cuando tuve una hemorragia-claro que lo recordaba, como olvidar el momento mas horrible de su vida, cuando le llamaron de San Mungo dándole el aviso que su esposo había sufrido un accidente en el ministerio y que a causa de eso por poco no lo cuenta dos veces por lo complicado que era encontrar no tan solo el mismo tipo de sangre, sino también que coincidiera con la de un sangre pura. Asintió, tras recordar esto-Bien, mi mendi mago mintió con respecto al modo que sufrí aquella hemorragia-respiro hondo-tuve un aborto- ni un grito, ni una exclamación, ni maldición, el moreno estaba anonadado por lo que acababa de escuchar y sobre todo choqueado.-Lo hice porque ya en ese entonces veía que lo nuestro no tendría futuro y…-el moreno no pudo mas.
-Yo amo a los niños, porque…porque hiciste eso…por…porque mataste a mi hijo- dijo con la voz ahogada derramando un par de lágrimas sin la menor vergüenza por ello.
-Si Harry, tu amas a los niños, los niños de otros, los de tus amigos, cualquiera que te pongan por delante pero dudo mucho que sea lo mismo con uno de tu sangre-dijo el rubio sin siquiera arrugarse ante el horror que producían sus palabras al moreno frente a él.
-Como puedes decir eso si es lo que mas he anhelado en toda mi vida, una familia, hijos…contigo-dijo secándose las lágrimas del rostro con molestia.
-Son tus sueños Harry no los míos y dudo mucho que cambien algo nuestra relación si es que se hubiesen hecho realidad-
-Eres un monstruo-
-Por favor Harry-dijo cansado el rubio.
-Porque me haces esto, no lo entiendo, yo te lo he dado todo Draco-entonces lo vio, tan claro como el agua-Me utilizaste, solo fue eso verdad. ¡Usemos al maldito salvador del mundo mágico, después de todo no tiene sentimientos!- grito alterado golpeando con furia el sofá en donde se encontraba sentado.
-No fue así Harry-contesto molesto el rubio-Yo jamás quise utilizarte y te recuerdo que fuiste tu quien movió sus influencias a mi favor sin que yo lo pidiera siquiera una vez-
-Porque me manipulaste como la serpiente rastrera que eres, por eso-
-No me insultes- contesto fastidiado el oji gris.
-¿Insultarte? Pero si eso lo haces tu a la perfección-dijo el moreno mirándolo con una media sonrisa en el rostro-pero sabes mi Dragón, nadie te hará sentir como yo lo hacia y esa será tu perdición-
La risa cristalina que tanto amaba escuchar de aquella boca le resulto no tan solo insultante, sino escalofriante en esos momentos, pues Draco se levantaba de lo mas divertido escudriñándolo sin el menor reparo de la misma forma que lo hiciera al llegar hacia ya media hora.
-No me hagas reír Harry, recuerda que no me agrada hacerlo en desmedida-
-Ríete todo lo que quieras…pero sabes que es verdad-el rubio dio unos pasos hasta la chimenea dándose vuelta para verlo con una gran sonrisa.
-Ya que estoy diciendo la verdad creo que ya no es necesario omitir esto-el moreno abrió la boca para replicar pero el rubio fue mas rápido- eres pésimo en la cama, tu pene y mi ano jamás se llevaron bien, en estos malditos años que llevo casado contigo no he…si, no he sentido ni un solo orgasmo, eres mezquino, solo piensas en ti sin recordar a quien tienes abajo, ahora entiendo porque jamás me permitiste estar arriba porque temías quedar igual de insatisfecho que tus parejas, porque dudo que sea el único, pobre de Ginebra, ella debio ser la primera, de seguro lloro de la emoción cuando sintió su primer orgasmo con un hombre de verdad, eso si es que no los anhelaba ya después de cometer el error de hacerse tu novia claro esta. Y los que vinieron después de ella, ¡por Merlín!, no puedo ni imaginar sus caras al ver la decepción que era el héroe del mundo mágico en la cama. Eres patético Potter, no, mas que Patético, no…ni siquiera vales la pena para sacarse de encima una mísera calentura-
El moreno se levanto de su asiento hecho una furia y por primera vez el rubio sintió miedo.
-Lárgate de mi casa-dejo salir entre dientes el moreno viendo como el rubio se iba presuroso de regreso a su cuarto trayendo consigo sus pertenencias-Eso es todo, porque no quiero volverte a ver mas por aquí-
-Me falta mi cofre de pociones y…-no tuvo que decir más porque el moreno con un simple movimiento de varita hizo que este apareciera en la sala estrepitosamente.
El rubio tomo su maleta algo molesto por haber olvidado su bendita varita en el auto y recordándose muy a su pesar que había tenido suerte con la reacción del moreno porque de ser otro lo habría destrozado vivo a punta de maldiciones que fácilmente borraría de su cuerpo como de su memoria. Vio la puerta abrirse de par en par gracias a la ayuda no pedida de su ex esposo mientras este le pasaba al lado con ambos baúles llevados sin el menor esfuerzo y recordando que afuera había algo que no debía ver, alguien que a los ojos del moreno no merecía la menor contemplación como el y que bien podía sufrir las consecuencias de sus actos.
Se quedo de piedra cuando vio fuera del auto que le regalara a su Dragón al maldito de Terry Boot, tan despreocupado sobre la puerta de este que apenas al verlo se puso rígido como una piedra acercando su mano al lado derecho de su pantalón que de seguro era en donde guardaba su bendita varita.
-Toma-dijo escuetamente pasándole los baúles de su ex pareja sin agregar mas nada, mientras Draco le pedía abrir el maletero al otro que se movía con una rapidez que se hubiese agradecido en la época que jugaba quidich para su equipo.
Se subieron al auto viendo como el gran héroe del mundo mágico lloraba, ignorando por completo que por quien lo hacia no era por su rubio, sino muy al contrario, porque aquel idiota no sabia en absoluto la clase de monstruo que se había llevado consigo. Una belleza en todas las de la ley pero también un engreído, egoísta, que lo haría sufrir tanto o más de lo que había hecho con el mismo y en el fondo se alegraba por eso. Porque era “su monstruo”… y lo amaba… tanto que desearía tenerlo devuelta otra vez…aunque eso significara su ruina.
Fin