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LA CAIDA DEL ANGEL. por DRAGIOLA

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Notas del capitulo:

 

 

 

Amantes pueden haber muchos, amigos pocos, es por eso que cuando se pierde a uno duele y mucho mas cuando lo tienes a la mano pero no puedes decirle que le amas por temor a perderlo. Que sucede cuando los recuerdos te golpean, que ocurre cuando estas a punto de perder a quien crees el amor de tu vida y que pasa cuando la culpa es tu nueva compañera.

 

 

 

 

 

 

 

AMIGOS

Siempre se pregunto porque no le había preguntado a que se refería cuando sufrió una crisis de llanto en su departamento, quizás la escusa perfecta era el haberle visto al fin luego de semanas en las cuales su mente y corazón peleaban por el control de sus sentimientos. Y aun asi, no tenia idea de quien había resultado victorioso.

A diferencia de las primeras veces que se habían citado con cualquier escusa sus encuentros ya no eran casuales e intentaban de cierta forma retomar aquella amistad incipiente que habían tenido. Entre risas en ocasiones Misaki le contaba sus anécdotas escolares, mientras Nowaki encontraba la entera atención de este tras un dia pesado de trabajo.

Había cambiado, otra vez, pero en esta ocacion era para bien. Ya atrás había quedado esa aura pesada que solía acompañarlo por donde fuera dejando un halo de tristeza, sus vibraciones eran tan buenas que hasta el mismo Tsumori no temía en abrazarlo efusivamente como solía hacerlo en sus primeros años de interno, todo parecía volver a ir por un buen curso, todo o al menos eso pensaba el.

Como cada tanto lo había citado para saber de él, no podía negar que aquello era un tanto incomodo, aunque tampoco debía sentirse culpable, ya que él no estaba haciendo nada malo.

-Como has estado- pregunto al igual que siempre el escritor que en esa ocacion se encontraba fumando.

-Bien, supongo, ya sabes- respondio sirviéndose su taza de te.

-Si, lo puedo suponer, es difícil seguir adelante tras una pérdida- comento el escritor mientras seguía fumando ante las miradas molestas de algunos clientes.

-Usami-san, creo que será mejor ir a otro café-

-¿Por qué?-

-Bueno, parece que aquí no es zona de fumadores y…- miro a su alrededor viendo como un garzón se aproximaba hacia ellos y como el hombre sentado frente a él lo ignoraba olímpicamente estando justo a su lado.

-Señor disculpe- dijo el garzón de forma educada.

-No le disculpo- respondio el peli gris tomando una nueva bocanada de su cigarrillo.

-Perdón Señor, pero vera la política del restaurante-

-Que, la política es interrumpir las conversaciones privadas de su clientela, eso-dijo fulminando al pobre chico con esos ojos que nada bueno auguraban provocando que el muchacho templara en su presencia.

-Usami, no creo que quisiera-intento de intervenir el pediatra viendo como una mano le hacia callar par luego apagar su cigarrillo sobre el mantel de la mesa.

-Nowaki vámonos a otro restaurante, este no esta al nivel al que estoy acostumbrado- dijo el escritor levantándose ante la mirada temerosa del muchacho y la molestia del moreno que no entendía como aquel sujeto podía ser tan prepotente solo por tener una mejor situación económica.

Estaba a punto de decirle algo cuando le vio lanzar una gran suma de dinero en la mesa y retirarse del lugar ante las miradas de todos los presentes que solo se dedicaban a rumorear cuan mal educado era aquel sujeto.

-Lo siento- le dijo al muchacho antes de marcharse recibiendo un asentimiento del joven.

Creyó que ya se había marchado pero se lo volvió a encontrar a tan unos pasos del café en donde habían estado. Estaba encendiendo otro cigarrillo y mirando hacia el como en espera a que lo siguiera, algo no estaba bien con aquel sujeto.

-Ven, vámonos a tomar algo en el parque, que te parece- dijo el hombre esperando que le siguiera como una mascota a su dueño, y aunque él hubiese preferido no hacerlo quiso terminar con aquello en ese momento antes que tener que soportarle dentro de un par de días.

Le vio comprándole un par de cafés a un vendedor ambulante y aunque aquello podía haberle causado gracia por lo que recientemente había ocurrido en ese momento no lo hizo.

-Ten es un late- dijo el escritor ofreciéndole uno- O prefieres un capuchino-

-No gracias, el late esta bien-

-Sabes, cuando conocí a Hiroki no era mas que un niño intentando de pretender ser alguien que no era- dijo tomando un sorbo de café sin siquiera mirarlo-pero no era mas que una cascara de huevo a punto de romperse en cualquier momento-le miro de soslayo para volver a inhalar su cigarrillo-creo que eso fue lo que me atrajo realmente de él-

Recordar a su amado no hacia mas que remover cierto sentimiento dormido en su pecho y mas cuando quien se lo recordaba era quien había sido la mano en el hacha.

-No se si lo sepas, quizás hasta lo ignores pero Hiroki, el…me amaba-

-Lo se- contesto el pediatra intentando de ignorar el hecho de que aquello iba mas de un simple amor de amigos.

-Él nunca me lo dijo, aunque yo lo sabia, como ignorar las señales- noto como le miraba con cara sombría –aun me pregunto que hubiese ocurrido si yo le hubiera dado una oportunidad, si en vez de estar tan obsesionado con un amor imposible le hubiera brindado un poco de mi corazón a quien realmente se lo merecía- le vio dar unos pasos hasta un árbol-Uno de estos fue nuestro primer refugio o mejor dicho sus ramas, él decía que era su club, aun siendo propiedad privada-dijo esbozando una sonrisa que jamás creyó verle-lo extraño, no sabes cuanto-

El moreno lo miro por primera vez como nunca lo hizo, como un ser humano común y corriente.

-Lo extrañas Nowaki, dime, en verdad lo extrañas-

Le miro serio porque aquello ni siquiera era una pregunta, era más bien una afirmación desagradable de algo que jamás podría borrar de su mente como lo era el amor que sentía por su profesor.

-Usami debo irme-

-No has contestado a mi pregunta Nowaki, realmente…-

-Lo extraño como jamás te lo podrías imaginar- dijo ya molesto con el escritor que le miraba de nuevamente de aquella forma inescrutable tan de su persona.

-Te equivocas- dijo el peli gris viendo como el moreno emprendía la retirada-¡sabes cuando te conocí por primera vez dude de tus verdaderas intenciones!-le dijo furioso agarrando por el brazo al pediatra que no hizo nada por zafarse de este-¡pero no me inmiscuí, porque me sentía culpable por darle una esperanza… que jamás desee!-

-Suéltame Usami-dijo con los dientes apretados el moreno que ya apretaba sus puños.

-Él era el ser mas cálido que jamás conoceré, aun con todos sus defectos, el si era un verdadero amigo, uno con el cual se podía confiar para bien o para mal-

Sintió como la furia que sentía iba aminorando con la voz compungida del escritor.

-Si yo hubiese querido, lo hubiese tenido a mi lado con o sin ti de por medio, porque a diferencia tuya a mi si me amaba-

-¡Suficiente!-grito furioso el moreno librando su brazo de la mano del escritor -¡No sé que demonios te pasa pero creo que he tenido suficiente paciencia en este asunto!-

-Lo mismo digo doctorcillo de cuarta-

-No me insultes, sino quieres-

-Si no quiero que, ¡vamos dime, que!-grito lanzando su baso de café al suelo mirándolo con odio iracundo.

-No me vuelvas a llamar- dijo dando la media vuelta.

-No tengas duda de eso pero tú tampoco vuelvas a llamar a Misaki-

Paro en seco al escuchar su nombre preguntándose que seria lo que realmente sabría el escritor de aquello.

-¿Misaki?, ¿conoces a Misaki?- vio como el hombre frente a el alzaba una ceja y hacia una mueca en un intento en vano de una sonrisa.

-Ya que tu crees conocerlo tan bien, dímelo tú cretino-

-Basta de los insultos Usami-

-Solo te advierto una cosa, si crees que el me cambiara por ti estas muy equivocado, asi que aléjate-

Le sonrió descaradamente al escuchar aquella amenaza tan poco usual en alguien como el, pero pensando después que tal vez asi era como solucionaban sus problemas ese tipo de gente.

-No me das miedo Usami-

-Miedo-sonrió y esta vez notándose la expresión en su rostro-No, Nowaki no es eso lo que deseo que sientas, solo deseo ahorrarte el dolor de vivir nuevamente un amor no correspondido-

La sangre le hirvió y ya no se freno en el impulso bruto de golpear aquel desgraciado que no hizo más que reírse en su cara desde el suelo.

-Bien hecho imbécil, nunca comprendí que era lo que tanto le gustaba de ti, ahora lo entiendo- dijo levantándose cansinamente-mas no lo acepto, quien diría que mi amigo era tan masoquista para sus gustos- Otro golpe iba directo hacia su cara pero lo esquivo en el ultimo segundo devolviéndole el recibido a su atacante que no solo sintió el dolor de este en su cara, sino también el del café derramado en su muñeca.

-Yo no soy como tú, asi que no te equivoques-dijo al ver levantarse al moreno dispuesto a continuar con la pelea-una sola llamada y te aseguro que te encerraría tras las rejas por atacarme-

-Aun si eso significa un escandalo-dijo el moreno recordando todas las conversaciones en las cuales su amante sacaba a colación a su mejor amigo.

-A mí jamás me han importado los escándalos- contesto con superioridad el escritor.

-A ti quizás, pero que hay de tus jefes-

-Yo soy mi propio jefe-

-Y que hay de Misaki- toche se dijo mentalmente al ver el cambio leve en la expresión de aquel sujeto arrogante-claro, de seguro le seria grato salir en cuanta portada de revista hay en Japón como el amante de uno de los escritores mas afamados de Asia-

-Misaki es mi pareja y nada, ni nadie cambiara eso-

-Bien, entonces llama a la policía y averigüemos por cuanto tiempo durara eso, sobre todo cuando su hermano cerrado de mente se entere de todo-

-El…te hablo de Takahiro-

Se escuchaba asombrado, como si el muchacho no tuviese permiso de hablar de su vida con nadie mas que con el y eso no pudo dejar de causarle gracia y desazón al mismo tiempo por la relación que el chico de ojos verdes tenia con este.

Se retiro ignorando por completo la voz del sujeto que se alzaba cada vez mas y pensando en si realmente valía la pena sentir algo por aquel muchacho.

 

 

Pasaron días antes de que lo volviera a ver y no porque realmente se lo hubiese propuesto, sino porque él lo había buscado. Intento de ignorarlo de excusarse con tal de no hablar con el pero todo parecía inútil porque cada vez que lo intentaba y el chico agachaba la cabeza derrotado algo se encendía en su interior, algo tan fuerte que dolía al verlo partir y le obligaba a retenerlo a su lado.

No había querido hablar del asunto de Usami con Misaki, pensaba que lo mejor era dejar aquello tranquilo hasta que el muchacho decidiera hablar o el mismísimo escritor no le dejara otra alternativa. Y asi estuvieron casi un mes hasta que el chico llego una noche a su departamento.

Apenas acababa de llegar, se encontraba agotado, pensaba tomar una refrescante y larga ducha pero entonces llamaron a su puerta con desespero. Al abrirla se encontró con quien habitaba en sus sueños hacia meses con la cabeza gacha preguntando si podía entrar y obviamente él no le negaría aquello.

Le vio sentarse en el sillón sin levantar la mirada, aun cuando le pregunto que le pasaba, se agacho hasta llegar a su altura apenas rozando su cara y sintiendo como él le repelía entre temblores y entonces lo noto.

-¿Qué te paso Misaki?-

El chico apenas le miro con esos bellos ojos verdes inyectados en sangre, rojos por el llanto que no debía haber cesado, sino minutos antes de llegar a su hogar.

-¿Misaki?-

Entonces el chico giro un poco el rostro y el moreno sintió aquella ira iracunda dormida desde la ausencia de Yunai.

La marca no era grande pero estaba, roja violeta por el momento pero con el paso del tiempo el morado seria el color constante en aquella mejilla inmaculada que él había comenzado a adorar como todo el resto de un cuerpo que aun no conocía.

-¿Quién te hizo esto?- pregunto intentando de moderar su rabia, mas el chico no solo no respondio, sino que agacho la cabeza nuevamente.

-Misaki- insistió el moreno agarrándolo de los hombros y sintiendo como el chico se convulsionaba levemente para dejar escapar un gemido ahogado de dolor. Le soltó y noto como por su rostro se resbalaban una cuantas lagrimas hasta llegar a sus manos y ya no pudo mas, sentía su cabeza a punto de estallar, sabia quien lo había hecho pero no entendía como podía lastimar de esa forma a quien se suponía amaba como a nadie en el mundo y lo odio, porque si el estuviera en su lugar jamás le habría puesto una mano encima, aun si le engañara.

Después de un rato el chico cayo rendido en su sofá en donde le dejo para aclarar sus ideas. Aquel fue un dia bastante agitado en el hospital y lo ultimo que hubiese esperado para el final de este era encontrarse precisamente con quien le quitaba la concentración en su trabajo, menos en el estado en que llego. Sentía tanta rabia, tanto odio contra aquel desgraciado escritor que no había tenido suficiente haciéndole daño ya a su amado que ahora también lo hacia con aquel joven que solo irradiaba inocencia.

Aumento la presión del agua pero ni aun asi esta lograba relajarle por completo, ni mucho menos enfriar su cabeza. Salió de la ducha resuelto a buscar a aquel infeliz y darle su merecido cuando se encontró de frente con dos hermosas esmeraldas que parecían verdaderamente sorprendidas ante su presencia.

-Yo…lo siento…yo…-apenas alcanzo a escuchar del muchacho cuando alzo su mano para ir a encuentro de aquel rostro que le había robado el sueño. Y cuando estaba a punto de agacharse para darle un beso este no solo le esquivo, si no que se retiro del cuarto de baño rompiéndole una parte de aquel dañado corazón que tenia, ignorando por completo que aun le quedara algo bueno en este.

Cuando ya estuvo seco por completo, paso de largo la sala sin siquiera detenerse a ver a su invitado que de seguro se había vuelto a quedar dormido en su sillón.

Ya en su cuarto soltó un suspiro preguntándose porque simplemente no se desasía de él y daba por terminada aquella locura que ya no tenía razón de ser. Se vistió perezosamente para por fin descansar en su cama encontrando en esta una sorpresa.

Esos ojos que ya había aprendido a añorar le miraban con cierto temor suplicante ante una negativa que estaba a punto de salir de su boca pero que quedo trabada al escucharle hablar.

-Por favor, podría quedarme contigo…solo por esta noche, por favor-

El solo asintió y se acostó a su lado con algo de incomodidad al no saber como reaccionar aquel calor de otro cuerpo que estaba casi olvidado en sus recuerdos pero muy presente en su corazón.

Le escucho llorar nuevamente y no pudo mas que abrazarlo por la espalda, esperando que en esta ocacion no le rechazara pero si lo hacia lo entendería y lo dejaría en paz, pero no ocurrió.

-El…él no lo hizo adrede…fue un accidente- decía el chico intentando de disimular su llanto mientras hablaba –Solo es que…no se…todo es mi culpa…yo…-le abrazo con mas fuerza intentando de que notara algo mas que calor y no pudiendo mas que romper su auto silencio tras escucharle decir que todo era su culpa.

-Nunca vuelvas a decir eso-

-Pero lo es…sé que lo es…-

- No Misaki, ese desgraciado no tiene derecho a hacerte algo como esto-sintió como se removía un poco en sus brazos.

-El…el…es mi pareja-le escucho decir apenas en un susurro que creyó duro horas ante una revelación que jamás pensó en escuchar, aun conociéndola de ante mano-lo siento-

Beso su coronilla acariciando sus brazos.

-Lo se-dijo cortante notando como el chico en sus brazos se rompía en llanto y esta vez sin disimularlo.

-Per…don-

-Tranquilo-volvió a acariciarle con ternura y a besar su cabeza-después de todo solo somos amigos- dijo sintiendo como un gran agujero se habría en su pecho e ignorando por completo que lo mismo le ocurría aquel joven que sentía tan indefenso entre sus brazos.


 

 

 

 

Notas finales:

Queridos lectores me ha costado un mundo poder subir este capitulo porque de la noche a la mañana se me ha hecho imposible poder pegar los capitulos en los espacios requeridos para esto, que porque el navegador no lo soporta, que si no es porque sale todo desordenado y con letras. Dios que frustrante, en todo caso al fin lo consegui y que bueno porque no soy muy paciente y cuando me frusto puedo hacer cosas de las cuales me puedo arrepentir pero por suerte esta no fue la ocacion.

Me agradaria decir falta poco, muy poco pero quien sabe se supone que ahora falrian dos capis y ya todo se acaba, mmmm, sinceramente eso espero pero como muchas veces una propone y las letras disponen todo puede ocurrir.

Como siempre agradesco a quienes leen pero mucho mas a quienes comentan la historia, para ellos va dedicado este capitulo, hasta la proxima.

 


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